Nombre vasco, toponímico del lugar en que se venera la Virgen de Begoña.
Su significado es "lugar de la montaña dominante", por la situación del santuario.
Con toda probabilidad, lugar sagrado desde tiempo inmemorial, ocupado anteriormente
por otras divinidades de la tierra. Pese a su similitud con Begonia (nombre de flor),
en su origen nada tienen que ver un nombre con otro.
Pero esas son las leyes de la onomástica:
nombres fonéticamente afines ejercen una atracción mutua entre sí y por eso acaban asimilándose.
De ahí que las Begonias celebren su onomástica el día de Nuestra señora de Begoña y la mayoría de las Begoñas,
por su parte, tengan la sensación de que la Begonia forma parte inseparable de su nombre y consideren como propio
el nombre de esta flor, igual que las Rosas, las Margaritas, las Hortensias... se identifican con la respectiva flor..