Que la
soledad no apague la alegría,
que se
utilice para conocerse noche y día;
que el
silencio sea para pensar y razonar,
y no cometer
torpezas al poder hablar.
Que el amor
intensifique la vida,
que sea el
pilar y el sostén de la dicha,
que la
amargura pase a otra historia,
y que el
temor cese para llegar a luchar
Que la
verdad no duela si es para mejorar,
que el dolor
se mitigue con calma y serenidad,
que la duda
desaparezca para caminar en paz,
y que los
sueños, a poder ser, sean realidad.
Que la
creencia sea la que empuje a caminar,
que la fe no
se elimine si se puede manejar,
que no se
confíe siempre para no errar,
y el corazón
entreabierto sin puertas cerrar.
Que el
término de la vida sea siempre mejorar,
que su
camino, aunque duro, se pueda sobrellevar,
que la mano,
si es tomada, mejor nunca dejar,
mas la dicha
de la ayuda, un mejor despertar.
Que el mejor
momento sea el más pequeño,
aquel que se
pueda siempre con dulzura hallar,
que el
corazón, aunque heridas tenga,
sea fuerte y
lata para poder una sonrisa sacar.
Que el mejor
deseo sea siempre recomenzar,
que el mayor
placer sea amor y cariño dar;
que el mejor
presente sea el tiempo aprovechar
y la mejor
forma de hacerlo sea vivir con la paz.
Autora: Rosa
Mª Villalta Ballester