Amigo, ¿es aquél que en cada momento,
en cada circunstancia, está a tu lado,
para luego recordar cuánto ha hecho?
¿Es aquél que te ofrece una confianza,
que es medida siempre en una balanza?
¿El que da para luego esperar recibir,
el que sospecha y duda siempre de ti?
¿Es quien deja heridas sin cicatrizar,
que cuestan largo tiempo en limpiar?
¿Es la persona que sinceridad desea,
pero con máscaras siempre reserva?
¿Es un don, un regalo, o coincidencia?
Amigo, se es simplemente queriendo;
se realiza con la voluntad y el tiempo;
nace con belleza y crece entendiendo;
envejece, si es real, sin hundimiento.
Se puede ser amigo, sin amigo tener;
pues ofrecer es voluntario y humano;
pero nada hay que obligue a lazo ser,
ni búsqueda ni empeño para lograrlo.
Amistad es algo sin condición alguna,
sin contrato, con garantía, sin final;
algo profundo que tiene continuidad;
que engrandece la dignidad sin duda.
Abrir el corazón es un riesgo total,
pues cada ser humano no tiene igual,
aunque cerrar de todo las puertas,
deja al corazón gran vacío y a ciegas.
Amigo, si lo eres, tienes un triunfo:
saber querer sin ser querido tal vez.
Amigo, si lo eres, ¡dichoso tu poder!:
la mejor victoria sin nada perder,
pues el cariño y el apoyo su ofrecer.
Autora: Rosa Mª Villalta Ballester