Querido Dios,
de alguna manera tu huella,
que influyes en las personas,
que abres caminos e historias
y dejas amor y lección buena.
Sé que Tú y yo,
aunque lejanos y distantes,
unidos por el corazón y amor,
disfrutando de los instantes
y dejando atrás odios y rencores.
Señor Dios,
no soy de rezos ni devociones,
soy de dar gracias por lo bueno
y apartar el mal de mis acciones,
para hacer realidad todo sueño.
Querido Dios,
a Ti me dirijo porque te imagino,
porque jamás te he visto ni oído,
y porque muchos creen tu destino,
espero poder seguir tu camino.
Señor Dios,
es posible que me pierda,
que no consiga llegar a puerto,
pero en mi intención no acierta,
la maldad y el odio del ajeno.
Sé que Tú y yo,
somos seres desconocidos,
pero unidos por el amor y el deseo;
y aun en la distancia y el tiempo,
cercanos con el corazón y sentimiento.
Autora: Rosa Mª Villalta Ballester