LOS MISTERIOS DEL SER SUPERIOR
Queremos hablar del tiempo, KALA en sánscrito, y del
espacio, DESHA en sánscrito, y del entrelazado del tiempo y el espacio; y
queremos hablar de ello en términos de historia pasada y futura (o lo que va a
ser), y del cumplimiento de los ciclos de la vida.
CADA UNO DE NOSOTROS ES UN MAESTRO
No hace mucho tiempo, todos nosotros estábamos
sentados en una silla alta, derramando la papilla sobre nuestro babero; y ahora
estamos aquí, bastante lejos de ese estado lamentable y se supone que tenemos
un mayor conocimiento y un concepto más elevado de lo que es la vida, para
poder a la vez enseñar a nuestros hijos tal como dice el dicho: MADRE, ENSEÑA A
TUS HIJOS….
Cada uno de nosotros es un MAESTRO. Pero en ocasiones
olvidamos, que tenemos que hacer este papel. A menudo creemos que somos
víctimas de tiranos, como si la vida misma fuera un tirano, como si nuestros
maestros fueran dictadores, como si en cualquier parte que miráramos, viéramos
un estado dictatorial del cual teníamos que rebelarnos.
De pronto nos detenemos y comenzamos a darnos cuenta
de lo que yo me di cuenta hace mucho tiempo: de que el profesor más mezquino
que tuve en la escuela fue, en realidad, el que más me enseñó.
Debemos hacernos esta pregunta: ¿queremos realmente
alguien muy dulce y encantador que nos dé una palmadita en la espalda y nos
diga: SI, HAS APRENDIDO TODAS TUS LECCIONES, JUANITO; MARÍA LO SABES TODO?. ¡SOIS MARAVILLOSOS! ¿Cuando
en realidad somos los últimos de la clase? ¿es eso lo que queremos?
¿no deberíamos mirar con respeto a esos que nos
parecen tiranos debido a su diligencia y deseo de castigar a nuestras almas tal
como Dios lo hace? ¿no deberíamos respetarlos como a nuestros más dedicados
maestros, quienes nos enseñan lo mejor de la vida que es gratis, pero cuyos
preceptos no tienen sentido para nosotros a menos que los aceptemos?
Así, no nos rebelaremos más, sino que daremos la
bienvenida a la vara correctora que habla en nombre del Señor y nos dice: AL
QUE AMO, CASTIGO.
LIBRO: las enseñanzas perdidas de Jesús, libro 2