¿QUE SIGNIFICA "SOMOS HIJOS DE YAHWEH" ? - LOS DISCIPULOS DE YAHSHUA DE NAZARET

Las Escrituras Sagradas indican que todas las personas son descendientes de los dos primeros seres humanos originales, Adám y Eva.   Nosotros somos su familia inmediata. Y por haber sido creado directamente a semejanza de Yahweh, Adám era hijo de Yahweh (Lucas 3:38; compare con Génesis 5:1-3). Por lo tanto, si somos descendientes de Adám, también somos hijos de Yahweh. Yahweh es nuestro Padre porque él engendró a nuestro primer padre humano. Como nos dice Hechos 17:28-29, “Porque linaje suyo somos.”

Sin embargo, el propósito de Yahweh trasciende la creación de seres mortales y perecederos. Yahweh puso el fundamento de la creaciónm terrenal, pero aún al día de hoy se encuentra "trabajando." Él está en el proceso de modelar y formar “una nueva creación” (2 Corintios 5:17, NVI), engendrando a sus propios hijos espirituales—inmortales e incorruptibles, imbuídos de su misma naturaleza y carácter.

Mientras mejor entendamos lo que esto significa, más nos maravillaremos, no sólo del majestuoso propósito de Yahweh, sino que también de lo que esto significa para cada uno de nosotros en el plano personal.

Yahweh el Padre está creando, a través de nosotros, una familia según la imagen de Yahweh. Shaul o "Pablo" explica esta nueva creación haciendo un contraste entre el “viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos”, y la “nueva naturaleza, creada a imagen de Yahweh y que se distingue por una vida recta y pura, basada en la verdad” (Efesios 4:22-24).

En este pasaje, Pablo describe una transformación indispensable por la que deberá pasar la humanidad.   Esto comprende, primero que nada, un cambio en la naturaleza y el carácter de las personas.   El segundo paso es la resurrección, una metamorfosis absoluta mediante la cual se convertirán en seres espirituales capaces de vivir eternamente.

Yahweh está llevando a cabo esta transformación a través del poder del Espíritu Ja Kodesh. Dos de los términos que describen esta transformación espiritual es "la salvación" o "la restauración."

Shaul se refiere a quienes recibirán esta salvación como a “hijos de Elojim”:

“El Espíritu mismo [es decir, el Ruaj Ja Kodesh de Yahweh] da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Yahweh. Y si hijos, también herederos; herederos de Yahweh y co- herederos con el Mashiaj, si es que padecemos juntamente con El, para que juntamente con El seamos glorificados”   (Romanos 8:16-17).

¿Podemos comenzar a entender el significado de esta inspirada declaración de Shaul?

Nos explica el por qué estamos aquí, y la razón misma de nuestra existencia, de por qué nacimos. Le da significado a la vida misma, y explica por qué Yahweh desea que toda la humanidad llegue al conocimiento de la verdad.

Las Escrituras nos revelan que Yahweh está creando una familia—su propia familia. ¡Y nosotros
tenemos la incomparable oportunidad de ser parte de ella, de la familia de Yahweh!   Esta relación familiar, en la que llegaremos a ser hijos de Yahweh el Padre,   ¡es el corazón y la esencia del magnífico plan de Yahweh para la humanidad!

Desde el comienzo mismo de la humanidad, este propósito ha sido claramente enfatizado por Yahweh. Fíjese nuevamente en las palabras de Bereshit/Génesis 1: “Entonces dijo Elojim: ‘Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza’ . . . Y creó Elojim al hombre a su imagen; . . . varón y hembra los creó” (vv. 26-27).

Tanto hombres como mujeres fueron creados a imagen y semejanza de Yahweh, para que fueran como él.   Este lenguaje 'bíblico' se refiere a la familia. Notemos que solo después de crear a las plantas y animales para que se reprodujeran “según su género," Yahweh dijo “hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” (v. 26). Esto demuestra que el hombre fue creado de acuerdo “al género divino”.

De hecho, para ayudarnos a comprender el paralelo de la creación del hombre a la imagen y semejanza de Yahweh, Génesis 5:3 dice que más tarde, el primer hombre, Adám, “engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set.” De manera que Yahweh estaba esencialmente reproduciéndose a sí mismo a través de la humanidad. Estudiaremos este tema más adelante.

Yahweh afirma claramente que su familia incluye a personas que ahora son hombres y mujeres físicos, y que son sus hijos e hijas: “pues todos sois hijos de Yahweh por la fe en Yahushua Ja Mashiaj;   porque todos los que habéis sido bautizados en el Mashiaj, del Mashiaj estáis revestidos. Ya que no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Yahushua Ja Mashiaj.” (Gálatas 3:26-28).

Generalmente, y con bastante frecuencia, la Palabra de Yahweh se refiere a los hijos físicos
de ambos sexos como “hijos” porque esa era la costumbre en los tiempos en que se escribió la Torah. Tal costumbre ha continuado en muchos idiomas durante siglos. En los idiomas (principalmente) hebreo, y en el griego, en el que también originalmente se escribieron partes de la Torah; la palabra “hijos” por lo general se usaba para referirse a la "simiente" o los “descendientes.”

De manera similar, nosotros usamos las palabras humanidad y hermanos en un sentido general, para incluir a ambos sexos. Yahweh también nos dice “Y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Yahweh Elojim” (2 Corintios 6:18).

Al igual que tanto hombres como mujeres son hijos de Yahweh Elojim por medios físicos, también pueden llegar a ser sus hijos por medios espirituales.   ¿Somos verdaderamente los hijos de Yahweh?   Entonces, cuando Yahweh nos llama “sus hijos” y nos instruye para que lo llamemos “nuestro Padre,” ¿está hablando en sentido literal o simbólico?

¿Está Yahweh realmente engendrando otra familia semejante a él mediante un proceso reproductivo?   ¿O será que esta expresión suya se refiere a que él es también Padre de la raza humana por medio de la creación?

Por ser el creador de todo cuanto existe, Yahweh es también Padre de los ángeles, y los llama “hijos de Elojim” en Job 38:7, porque es su padre espiritual. No obstante, él desea ser Padre de los seres humanos en un sentido mucho más trascendental, un privilegio que ni siquiera se le ha concedido a su creación celestial: los malakijm o ángeles.

En el libro de Hebreos se puede apreciar esto: “Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Yahweh jamás: ‘Mi Hijo eres tú, yo te he engendrado hoy’,   y otra vez: ‘ Yo seré a él Padre, y él me será a mi hijo!’” (1:5). En este versículo se hace una comparación entre la naturaleza de los ángeles y la de Yahushua, el hijo divino de Yahweh. Sin embargo, aquí también existe una aplicación a los seres humanos.

Debemos reconocer que como “Hijo unigénito de Yahweh,” Yahushua está en una posición inmejorable (Juan 1:18; 3:16; 1 Juan 4:9).   En su calidad de Verbo o Palabra Divina, El estuvo con el Padre incluso antes de su concepción humana (Juan 1:1-3, 14).

Después, mediante el poder del Ruaj Ja Kodesh proveniente de Yahweh el Padre, fue concebido de manera sobrenatural como Yahushua, el ser humano, en el vientre de Miryiam, cuando ésta todavía era virgen (Lucas 1:35; Mateo 1:20).

Yahushua no tuvo un padre carnal, sino que su padre directo fue Yahweh el Padre, incluso en el plano físico, por medio del Espíritu Ja Kodesh. Al mismo tiempo, Yahushua también fue engendrado por el Padre (compare con Juan 5:26; 6:63). Y al momento de su resurrección, después de su muerte, Yahushua regresó junto a su Padre y a la gloria que antes habían compartido juntos, habiendo orado así justo antes de morir:

“Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes de que el mundo fuese” (Juan 17:5).

Aunque los demás seres humanos no somos concebidos físicamente de la manera sobrenatural en que lo fue Yahushua Ja Mashiaj, podemos, no obstante, seguir su ejemplo para llegar a ser concebidos espiritualmente por Yahweh, aun cuando sea en los años posteriores de nuestra existencia física. Los talmidim o creyentes convertidos también son llamados “nacidos” de Yahweh (1 Juan 5:1, 18), como hijos de Yahweh (Juan 1:12; Romanos 8:16, 21; 1 Juan 3:1-2), y, como se explicó anteriormente, como “hijos e hijas” de Yahweh (2 Corintios 6:18).

En efecto, estos hijos son descritos en 1 Pedro 1:23 como “siendo renacidos, no de simiente corruptible [simiente viene del griego "sperma" y del griego "zera" y aquí quiere decir que "ellos" (nosotros los dotados del Ruaj Ja Kodesh) no provienen de la célula espermatozoide masculina que fertiliza el óvulo femenino para producir la vida mortal y perecedera], sino de incorruptible," por la palabra de Yahweh que vive y "permanece para siempre.”

Esta vida incorruptible e imperecedera, a la que son guiados por las Escrituras, es el resultado del Espíritu de Yahweh que él ha implantado en ellos, porque “El que da vida eterna es el Espíritu de Yahweh” (Juan 6:63).

De hecho, el Ruaj Ja Kodesh es el agente de la concepción espiritual. Note una vez más las palabras de Pablo en Romanos 8:16: “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Yahweh." Y por medio de ese Espíritu, se hace posible que nosotros seamos “participantes de la naturaleza divina” (2 Pedro 1:4), la misma naturaleza de Yahweh.

Volviendo al libro de Hebreos, debemos comprender que aunque la expresión “ser engendrados por Yahweh” no se aplica a los ángeles, sí se aplica a Su Hijo Yahushua Ja Mashiaj nacido en la carne, y no solamente a él, sino que también a sus verdaderos seguidores. Se nos dice que los ángeles son “espíritus dedicados al servicio divino, enviados para ayudar a los que han de heredar la salvación” (1:14, NVI).

Estos seres humanos convertidos por Yahushua son los hijos de Yahweh, los hermanos de Yahushua Ja Mashiaj, que al igual que él, son engendrados de Yahweh. Además, se nos dice que Yahushua va a “llevar muchos hijos a la gloria . . . Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos [es decir, como mencionan otras traducciones, del mismo padre o de la misma familia];   por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos”   (2:10-11).

Yahushua no desea estar por encima de Su Padre---como quiso hacer Ja Satán---sino ser "uno con el Padre"---como el Padre dessea---y que todos seamos "uno con El" y "uno con el Padre." Nuestro hermano Yahushua es el “primogénito entre muchos hermanos” (Romanos 8:29).   Éstos otros "hermanos" deben ser “nacidos del Espíritu” (Juan 3:6) para llegar a ser como él, que ahora, como “espíritu vivificante” (1 Corintios 15:45), se sienta “a la diestra de Yahweh” (Hebreos 10:12).

De hecho, ellos se unirán a Yahushua Ja Mashiaj en gloria y majestad como “hijos de la
resurrección” (Lucas 20:36), siendo el Mashiaj “el primogénito de entre los muertos” (Colosenses 1:18; Apocalipsis 1:5).

Todo esto deja muy en claro que los creyentes convertidos por el Espíritu de Yahweh se convierten en hijos de Yahweh, verdadera y literalmente, gracias a una regeneración espiritual—siendo nacidos otra vez a nueva vida por medio de ese Ruan Ja Kodesh. Así es que Yahweh está gestándonos según su “género,” como se afirma en Génesis 1—no solo como modelos físicos de sangre y carne, sino que también como entidades espirituales iguales a él (Juan 4:24).

Por eso podemos afirmar que un sentido muy particular Yahweh se está reproduciendo a Sí mismo.   Algunas personas se valen de unos cuantos versículos sacados fuera de contexto para afirmar que los creyentes son hijos de Yahweh adoptados y no sus verdaderos hijos concebidos por El mismo, pero esto está basado en un malentendido (vea el mensaje “¿Adopción o filiación?” página 16).

Seremos como Yahushua Ja Mashiaj!   Ahora que ya hemos reconocido que estamos hechos a la imagen de Yahushua y que debemos seguir los pasos de Yahushua Ja Mashiaj para entrar en esa gloria futura, examinemos más a fondo lo que esto significa. ¿Qué tanto nos pareceremos a Yahweh, a fin de cuentas?

¡El propósito de Yahweh es convertirnos eventualmente en fieles copias kodeshim de Yahushua Ja Mashiaj! En Efesios 4, el apóstol Shaul enfatiza muy bien este punto. Él explica que los miembros de la Kejilah de Yahweh deben llegar “a la medida de la estatura de la plenitud del Mashiaj” (v. 13).

El comentario de Pablo en Gálatas 4:19, “Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Yahushua Ja Mashiaj sea formado en vosotros,” expresa el mismo concepto con distintas palabras.

¿Alcanza usted a vislumbrar el significado de lo que el apóstol Shaul (o Pablo) está diciendo cuando explica que tendremos la plenitud del Mashiaj? Según el apóstol, podemos llegar a ser totalmente iguales a Yahushua el Mashiaj, con su mismo carácter desarrollado en nosotros. Sin embargo, ¡eso no es todo!

Como hemos visto, Yahushua, el Hijo de Yahweh, es además Yahweh "el Hijo." El Supremo Creador es Yahweh el Padre. Él es Elojim junto con Yahweh el Padre—dos seres divinos ligados en profunda unidad. Originalmente estos "dos seres" en uno eran los únicos que existían (Juan 1:1). Ambos existían desde el principio y son el "Alef y el Tav," o el "alfa y el Omega" o principio y fin. Son dos personas, no una, pero es como si fueran una misma porque piensan, actúan y obran simepre al unísono de acuerdo al Plan Maestro que han diseñado, y no hacen nada por voluntad propia. Por eso Yahushua estando aquí en la Tierra afirmó, "el Padre y yo UNO somos." Y además dijo que las obras que yo hago no las hago yo, sino el Padre."

Considerando que Yahushua Ja Mashiaj es el Hijo de Yahweh, nuestro destino también es llegar a ser hijos inmortales de Yahushua. Por supuesto que Yahushua es el Hijo de Yahweh de una manera única, como ya hemos visto. Contrariamente a nosotros, El ha sido el Verbo de Yahweh por toda la eternidad, junto a su Padre (Juan 1:1). No obstante, el Berit Kjadashá declara que Yahushua es también, como ya hemos visto, “el primogénito entre muchos hermanos” (Romanos 8:29) y enfatiza que sus seguidores son también los hijos de Yahweh.

El apóstol Pablo/Shaul explica el verdadero significado de sus palabras: “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Yahweh . . . Amados, ahora somos hijos de Yahweh, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando El se manifieste, seremos semejantes a El, porque le veremos tal como El es” (1 Juan 3:1-3).

Los seres humanos que formen parte de la familia que Yahweh está creando serán finalmente seres espirituales glorificados, semejantes al Mashiaj resucitado (Filipenses 3:20-21) que reina sobre el universo, en su estado glorificado, a la diestra de Yahweh el Padre. A esto se refiere la descripción de Daniel, de que los justos en el futuro “resplandecerán . . . como las estrellas a perpetua eternidad” (Daniel 12:2-3) ¡Los seres humanos resucitados a vida eterna serán como Yahushua Ja Mashiaj glorificado!

Pero, ¿qué significa esto en realidad?   Piense en que los hijos humanos son como sus padres y como sus hermanos y hermanas. Todos ellos pertenecen al mismo tipo o género de seres—al de los seres humanos.   De la misma manera, los hijos de Yahweh Elojim finalmente serán como El y como Mashiaj Yahushua, su hermano divino.

Yahushua Ja Mashiaj es Yahweh el Hijo, es como Yahweh el Padre, con la misma clase de gloria y
poder. Estos versículos de las Escrituras nos dicen que los otros hijos de Yahweh, aquellos que serán glorificados al momento de su resurrección, ¡serán como el Padre y como el Mashiaj! Además, pertenecerán a la misma clase de seres espirituales representada por Yahweh el Padre y Yahushua Ja Mashiaj: ¡seres divinos, por difícil e imposible que ello parezca---pero es posible porque "para Yahweh no hay nada imposible"!

Según se nos explica en la Palabra de Yahweh, el asombroso potencial de cualquier ser humano parece tan increíble, que la mayoría de las personas no puede entender esta verdad kodesh cuando la lee por primera vez.   Y aun cuando en la Torah se explica claramente, la gente generalmente la pasa por alto. De hecho, este magnífico futuro encarna todo el propósito y la razón por los cuales Yahweh hizo a la humanidad. ¡Ésta es la razón de por qué nacimos y por qué existimos; y ésta es la síntesis del verdadero evangelio de Yahushua!

¿Son ustedes 'elojim'?   Vayamos al meollo de este tema. En tiempos de Yahushua, los judíos lo acusaban de blasfemo porque afirmaba ser el Hijo de Yahweh: “porque tú, siendo hombre, te
haces Elojim” (Juan 10:33).

Fíjese en esta intrigante respuesta:   “Yahshua les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley [en Salmo 82:6]: ‘Yo dije, 'elojim' sois?’   Si [Yahweh] llamó 'elojim' a aquellos a quienes vino la palabra de Yahweh (y la Escritura no puede ser quebrantada), ¿al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: ‘Tú blasfemas’, porque dije: ‘Hijo de Yahweh soy?’” (Juan 10:34-36).

En otras palabras, Yahushua les dijo: “¿Si la Escritura claramente llama elojim a los seres humanos, por qué se molestan si yo declaro que soy el Hijo de Elojim?” Pero ¿son realmente elojim los seres humanos? ¿Qué quiso decir El con eso?

En Salmos 82:6, la escritura que Yahushua citó, Yahweh les dice a los seres humanos: “Yo dije: ‘Vosotros sois elojim, y todos vosotros hijos del Altísimo.’” Aquí, la clave se encuentra en la palabra "hijos," como hemos visto en otros versículos. Debemos entender que Yahweh es una familia—una familia divina compuesta por más de una persona.   Hay un Elojim (la familia Elojim) constituida por más de un ser divino (vea el mensaje “La familia ‘Elojim’”). El apóstol Pedro lo dijo en 1 Cap 2:9, "Pero ustedes son miembros de la familia de Yahweh, son sacerdotes al servicio del Rey, y son Su pueblo."

Como se explicó anteriormente, desde un comienzo la familia “Elojim” comprendía dos seres divinos: Yahweh y el Verbo.   Este último se convirtió en sangre y carne como Yahushua Ja Mashiaj, el Hijo de Yahweh, hace 2.000 años cuando vino a morar con nosotros como ser humano en la Tierra (Juan 1:1-3, 14). Después de vivir y morir como ser humano, Yahushua resucitó a una existencia espiritual divina como “primogénito de entre los muertos” (Colosenses 1:18) y “primogénito entre muchos
hermanos” (Romanos 8:29).   Por lo tanto, Yahushua nació espiritualmente al resucitar, como el primero entre muchos “hermanos” o hijos que vendrían en el futuro.

Nuevamente, como lo indicamos al comienzo de este capítulo, el Libro de los Hechos 17:28-29 afirma que los seres humanos son “linaje” de Yahweh (la palabra griega genos aquí significa “linaje”, “raza”, “especie”, "género", “estirpe” o “familia”).

Como vimos en Bereshit/Génesis 1, el propósito de Yahweh al crear al hombre a su propia imagen y semejanza era el de hacerlo conforme al “género de Yahweh,” para reproducirse a sí mismo
por medio de la humanidad. Esto es la maravillosa culminación de Su Plan Maestro para con el ser humano, y para eso precisamente mandó a Su Hijo a abrirnos el camino y ser "el primero de muchos hermanos."

Salmos 82 es mucho más fácil de entender en este aspecto. En el versículo 6, la palabra elojim se compara con “hijos del Altísimo”, o sea, "hijos de Elojim."   Esto tiene mucho sentido, porque cuando cualquier tipo de ser produce descendientes, éstos son de su misma clase o género. Los descendientes de los gatos son gatos. Los descendientes de los perros son perros. La progenie de los seres humanos son seres humanos. Los descendientes de Yahweh Elojim son, en las propias palabras de Yahushua Ja Mashiaj, “elojim”!   Por tanto, aquí realmente no hay ningún misterio!

Sin embargo, aquí debemos tener mucho cuidado. Los seres humanos no son elojim en el sentido literal de la palabra---al menos no todavía, y mucho menos los inconvertidos que no se le someten al Padre ni guardan sus leyes ni están bajo el Mashiaj Yahushua. De hecho, inicialmente las personas ni siquiera son realmente hijos de Yahweh, excepto en el mas básico sentido de que El creó a la humanidad y la hizo a su propia imagen y semejanza.

Yahweh es un espíritu eterno. Esa es Su esencia fundamental.

La esencia de los seres humanos es la carne mortal, pero con un adicional componente espiritual, como vimos anteriormente. Ese componente es el espíritu humano, que nos otorga entendimiento. Esta diferencia entre Yahweh y los seres humanos es de gran importancia. Salmos 82 se refiere a los seres humanos como elojim, en el sentido de ser descendientes de Yahweh Elojim y cuyo deber es representarlo a El en autoridad y justicia en toda la tierra, pero declara que, no obstante, todavía son imperfectos y sujetos a corrupción y muerte. Por lo tanto, son de la familia divina, pero sólo en un sentido limitado, hasta no haber sido transformados. Ya antes lo leímos:

"Amados, ahora somos hijos de Yahweh, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando El se manifieste, seremos semejantes a El, porque le veremos tal como El es” (1 Juan 3:1-3).

Una de las explicaciones de esto es que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Yahweh, pero en un plano físico y mortal, con un dominio limitado; algo muy parecido a Yahweh y su dominio espiritual, pero sin su gloria ni su carácter divino.   Otro de los aspectos de esto es que el hombre tiene el potencial máximo de convertirse en la misma especie divina a la que pertenecen el Padre
y Yahushua Ja Mashiaj!    Como dijo el apóstol Kefa: “siendo renacidos, no de simiente corruptible"!

¡Que Nuestro Amado Padre nos ayude a entender y a proseguir creciendo en la gracia y el conocimiento de El y de Su Hijo Yahushua el Mashiaj!