Nombre Glorioso y Temible, IEUE tu Dios, (Dt. 28:58)
IEUE, es el Nombre de Dios Glorioso y Temible. Así lo afirma Deuteronomio 28:58; y es por tanto que en la búsqueda de desentrañar más este Grandioso Nombre, y del porque Él lo asumió para revelarlo al pueblo de Israel, se tiene en consideración y bien a cuenta, que aunque al principio se dio a conocer como el Altísimo u Omnipotente, se percibe aun de su magnífica gloria y del alto temor de los hebreos al escucharlo o nombrarlo en vano, una doble acción para la liberación o salvación de la especie humana, ya que al pueblo de Israel en un punto dado del tiempo antiguo, lo liberó de la servidumbre de Egipto; y que en un momento del futuro, a toda la población mundial la rescató de la esclavitud del pecado.
Tal liberación se demuestra con el significado del Poderoso Nombre de Dios “IEUE”, ya que en la antigüedad conforme a lo revelado al siervo Moisés, el pueblo hebreo lo escribía y expresaba así: “Ío soy, El que a Ustedes me ha Enviado” (Dt. 3:14, C.T.); y que en lo tocante a la citada salvación, hubo antes de tiempo una revelación profética en Isaías 52:6 de que Dios se haría presente y daría a conocer su Nombre, para que realizando su más valiosa promesa anunciada en Génesis 22.1-18, fueran benditos todos los linajes de la tierra. Por lo tanto debió su Divino Nombre pronunciarse IESUE, que quiere decir:
I - Ío soy
E - El
S - Salvador que a
U - Ustedes me ha
E - Enviado
Con ese Grandioso Nombre se hace entonces más indubitable todo en cuanto a Dios se concierne en las sagradas escrituras, porque con la inspiración de su Santo Espíritu en los más destacados Ministros de Jesucristo, como lo son Pablo y el Médico Lucas, de ellos respectivamente se tienen a cuenta los siguientes fragmentos del Nuevo Testamento:
Filipense 2.6-9: Quien a su forma de Dios no la estimó como cosa a que aferrarse, sino que se desentendió de ella, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, él mismo se humilló, haciéndose sumiso hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual a su forma de siervo, Dios la exaltó hasta lo sumo y le dio un Nombre que es sobre todo nombre, para que en el Nombre de IESUE se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de él, Dios Padre (Nueva Versión del N.T.)
Hechos 4.12: Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos (RV. 1960).