ISMAEL E ISAAC (EL HIJO DE LA PROMESA)
Después de la derrota que sufrieron los 4
reyes ante mucha gente en compañía de Abraham, a este le vino Palabra de
Elohim, para decirle de ser su escudo, y su galardón a ser muy grande (Gn.
14:1:24; y 15:1). Por esto fue la pregunta de Abraham al Omnipotente en querer
saber ¿qué le iba a dar?, porque siendo así que andando sin hijo,
el mayordomo de su casa era el damasceno Eliecer; y que aun mirase que por
cuanto no le había dado prole, su esclavo sería su heredero (Gn. 15:2-3). No
obstante, el Altísimo le adujo a Abraham, que ese no lo había de heredar, sino
un hijo suyo, porque a la manera de las estrellas del cielo si es que las podía
contar, así sería su descendencia. Lo cual que así creyó Abraham a Elohim, y le
fue contado por justicia (Gn. 15:4-6).
Así que por ello y por lo que ambos hablaron
luego, la descendencia de Abraham ya había sido predestinada a ser propietaria
de la tierra que el Altísimo le dio por herencia, en razón de justificar que lo
había sacado de Ur de los caldeos, pero que previamente de dársela a sus
descendientes, estos serían esclavos durante 400 años, bajo el yugo del país
opresor, al que Elohim le haría juicio, en momentos de darle a ellos la
libertad con riqueza grande (Gn. 15:7-14).
Ismael, el primer hijo de Abram con la esclava
Agar:
Posteriormente a
lo antes narrado, se vislumbra el motivo por el cual Abram aun no tenía hijos,
porque su mujer Sarai era estéril. Sin embargo, que de estar ella consciente de
esta triste realidad, sucedió que al cabo de 10 años de encontrarse él viviendo
en Canaán, lo instó a que se llegase a su sierva egipcia Agar, para que de esta
quizás tuviera hijos. La cual viendo que de él concibió porque Abram así lo
hizo, miraba con desprecio a su ama Sarai; pero de esta mala aptitud que
sabiendo Abram porque Sarai se lo comunicó, a él no le quedó más que decirle a
ella, que con su sierva en su poder hiciera lo que a bien le pareciera (Gn.
16:1-3). De manera que Agar al ver la aflicción que le causaba su ama Sarai, de
esta se vio compulsada a huir, hasta que entre Cades y Bered, en el pozo
llamado por ella el viviente que me ve, se le apareció el ángel de Elohim, para
que además de ordenarle que volviera a su ama, anunciarle entre otras cosas,
que por cuanto había concebido y Elohim había visto su aflicción, que ella
tendría un hijo, a quien llamaría por nombre Ismael (Gn. 16:4-14). Y
efectivamente así sucedió, que al dar Agar a luz un hijo cuando Abram tenía
ochenta y seis años, que él le puso por nombre Ismael (Gn. 16:15-16).
IEUE Elohim le cambia el nombre a Abram por
Abraham, y a Sarai por Sara:
IEUE Elohim en virtud de haber pactado con
Abram (padre eminente), decidió que en lugar de este nombre se llamara desde
entonces Abraham (padre de mucha gente), ya que de él haría naciones y reyes
saldrían, para luego establecer entre ambos y su descendencia, un pacto
perpetuo que sería desde su concertación y después de él, en sus generaciones,
a fin de darle como herencia perpetua la tierra en que moraba (Canaán), y de
ellos sería su Elohim (Gn. 17:1-8).
El acuerdo de
cuyo pacto perpetuo que debía de estar en la carne de ellos, sería circuncidar
a todo varón entre los hebreos, a partir de los 8 días de nacido, tanto el
nacido en casa como el comprado por dinero a cualquier extranjero que no fuese
de su linaje, bajo la pena de muerte para quien no se cortare la carne del
prepucio, por incurrir en la violación del pacto en mención (Gn. 17:9-14); y
aún como Sarai habría de ser la madre de sus descendientes, entonces de la
misma manera que hizo de cambiarle el nombre a Abram por el de Abraham, así lo
fue con ella que pasó a llamarse Sara (madre de naciones), porque a la que
bendiciendo Elohim, también fue determinante al anunciar que daría a luz un
hijo, y de la que reyes de pueblos vendrían (Gn. 17:15:16). Cosa esta que a
Abraham le causó risa, porque al cumplirse eso que Elohim le estaba anunciando,
tendría entonces 100 años de existencia, y Sara de 90 años. Y así Elohim por
consiguiente le fue muy puntual en ese anuncio a Abraham, en cuanto al hijo que
Sara le daría a luz, a llamarse Isaac (Risa), y con el que su pacto confirmaría
como pacto perpetuo para sus descendientes después de él (Gn. 17:18-19).
También respecto a Ismael, Elohim fue muy
benevolente, porque le anunció a Abraham de bendecirlo, haciéndolo fructificar
y multiplicar mucho en gran manera, tanto que 12 príncipes habría de engendrar,
haciendo de él una gran nación (Gn. 17:20). Y en fin que ya por ahora para
Elohim terminar de hablar con Abraham en cuanto a Isaac, el que en ese tiempo
al año entrante Sara le daría a luz, que acentuando lo del citado pacto, sería
lo que con su hijo establecería (Gn. 17:21-22).
Pacto ese que comenzó a cumplirse el mismo día
que Elohim lo pactó con Abraham, porque este se circuncidó a los 99 años, y
circuncidó además de Ismael con apenas 13 años de edad, a los varones de su
linaje, y a los comprados con dinero a los extranjeros (Gn. 17:23-27).
EL TIEMPO EN QUE SARA TENER EL HIJO DE LA
PROMESA:
Poco antes de la existencia de Isaac, el que a
su siervo Abraham le había sido prometido por Elohim, éste se le apareció en el
encinar de su amigo Mambré, en compañía de 2 ángeles, para decirle ciertamente
que a él volvería, porque según el tiempo de la vida de Sara, esta tendría un
hijo (Gn. 18:1-9). Lo cual escuchó Sara, quien a reírse y preguntarse entre
ella, de si eso sería verdad en tener deleite con su señor en la vejes, que
Elohim se lo dijo a Abraham y discrepando de ello, le arguyó: ¿Hay alguna
cosa difícil para Elohim? Asi pues que con respecto a Isaac, Elohim fue
enfático con Abraham; porque recalcó, que al tiempo señalado a el volvería, y
que según el ciclo de vida de Sara, esta tendría un hijo; y en fin, que hubo el
merecido reproche de Elohim hacia Sara, por negar que se había reído (Gn. 18:10-18).
Luego de ello, que llegado el tiempo de
cumplirse el nacimiento de Isaac, tal y como IEUE Elohim le dijo a su siervo
Abraham, así aconteció cuando éste tenía 100 años, y fue circuncidado Isaac, a
los 8 días de nacido, en acatamiento al pacto respecto a todo varón de sus
descendientes, y al comprado con dinero al extranjero (Gn. 21:1-5).
Tal nacimiento conllevó a que Sara dijera que
Elohim la hizo reír, así como también se reiría con ella cualquiera que lo
oyera (Gn. 21:6).
La expulsión de Agar y de su hijo Ismael:
Debido a la burla de la cual era objeto Isaac
por parte de su hermano Ismael, el hijo que la esclava Agar le había dado a luz
al patriarca Abraham, Sara a éste se lo dijo para que los echara fuera, porque
aún Ismael no había de heredar con su hijo Isaac. Sin embargo al parecerle
grave en gran manera al patriarca Abraham a causa de su hijo, fue por lo que
Elohim lo hizo cambiar de aptitud, y le dijo que en todo lo que Sara le dijere
que escuchare su voz, porque en Isaac le será llamada descendencia (Gn.
21:8-12); y que en cuanto a Ismael por ser su descendiente, haría de él una
gran nación (Gn. 21:13). Razón por la que Abraham levantándose muy de mañana,
tomó pan y un odre con agua, y lo puso en el hombro de la esclava Agar, para
que se fuese con su hijo; y al instante de despedirlos, estos salieron y
anduvieron errantes por el desierto de Berseba (Gn. 21:14).
Al cabo de poco tiempo el agua que estaba en
el odre se acabó, y Agar echó a Ismael debajo de un arbusto, y al frente de
este como a distancia de un arco se sentó, en procura de no verlo morir; pero
en este mismo momento que Ismael alzó su voz y lloró, Elohim lo escuchó, y su
ángel a ella llamó, para decirle que no temiera, porque haría de él una gran
nación; y al instante que Elohim abriendo los ojos de Agar, esta vio una fuente
de agua, con la que llenó el odre y le dio de beber a Ismael (Gn. 21:15-19). Y
Elohim estaba con Ismael, quien además de crecer y habitar en el desierto de
Parán como un tirador de arco, tuvo una mujer que su madre la tomó de las hijas
de Egipto (Gn. 21:20-21).
Mujer para Isaac:
A fin de que Isaac tuviera mujer, fue con esta
misión que Abraham comisionó a su criado administrador de todos sus
bienes, para que no la buscase en la tierra de los cananeos, sino en la de sus
parientes. Y fue así que llegando el criado con presentes a Mesopotamia, en la
ciudad de Nacor, cuando orando a IEUE Elohim, para que fuese de las doncellas
que viniendo al pozo donde se encontraba y le diese de beber agua y a sus
camellos como a ella se lo pidiese, que no terminando de hablar, llegó la hija
de Betuel, Rebeca. A la que por haber hecho tal como se lo pidió a IEUE Elohim,
le obsequió un pendiente de oro y dos brazaletes; y ella en cambio le dio aviso
a su hermano Labán, quien viniendo al encuentro del criado, lo llevó a su casa,
en virtud de lo que le había dicho. Tiempo después y en consecuencia de estar
ahora Labán y su padre Betuel, hijo de Nacor conversando con el criado, que
conforme a lo que hablaron, le cedieron como mujer para Isaac, a Rebeca, quien
por aceptar de irse pronto con el criado, por cuanto este desistió de la
condición de al menos 10 días de espera, ya que Elohim había prosperado su
camino, y debían en tanto despacharlo para marcharse a su amo, ellos la
despidieron en bendición con su nodriza, a fin de que fuese madre de millares
de millares, y sus descendientes posean las puertas de sus enemigos (Gn.
24:1-60).
Por ello partió pues Rebeca en camello con sus
acompañantes, y a su llegada al Neguev hacia el campo a la hora de la tarde,
fueron vistos por Isaac, quien a recibirla del criado de su padre con todos los
pormenores del caso, la llevó a la tienda de Sara, la hizo su mujer, y no solo
la amó, sino que luego con ella se consoló por la muerte de su madre (Gn.
24:61-67).
La prueba al patriarca Abraham para que
sacrificara a Isaac y la promesa de bendición:
Siendo probado Abraham con respecto a
sacrificar a Isaac como Elohim le dijo que hiciese, aconteció que con él se fue
a la tierra de Moriah a ofrecerlo en holocausto sobre el monte que le dijere;
pero por cuanto que Abraham que llegado el tercer día de hacerlo en el lugar
predestinado tuvo fe, de que no fuese así, en decirle a sus criados de ir
adorar y volver con el muchacho, y porque creyó de que Elohim se proveería de
carnero en vez de su hijo, al preguntarle este en cuanto al cordero para el
sacrificio, fue detenido por el ángel de IEUE Elohim, para que no extendiese su
mano sobre el muchacho, ni le hiciera daño. Así que en razón de esto que luego
de ver a sus espaldas, a un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos, que
lo tomó y lo ofreció en holocausto en lugar de Isaac, que IEUE por ello le hizo
un juramento, de que por cierto lo bendeciría, y multiplicaría su descendencia
como las estrellas del cielo y como la arena que yace en la orilla del mar; y
que su descendencia aun de que poseería las puertas de sus enemigos, que en su
simiente serían benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto oyó su voz
(Gn. 22:1-18).
De allí se
desprende, que al multiplicarse la descendencia de Abraham a manera numerosa,
que de ese juramento se cumplió en su simiente (JESUCRISTO), la bendición de
todas las gentes de la tierra, tal y como se puede corroborar en la carta
enviada por el apóstol Pablo a los Gálata, diciendo: "Así Abraham
creyó a Elohim, y le fue contado por justicia. Sabed, por tanto que quienes son
de fe, estos son hijos de Abraham. Y la escritura previendo que Elohim había de
justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena noticia a Abraham
diciendo: En ti serán benditas todas las gentes. De modo que los de fe, son
bendecidos en el creyente Abraham...Ahora bien, en Abram fueron hechas las
promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes como si hablase de
muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo (Gl. 3:1-16)