Nosotros nos comprometimos ante nuestros Superiores a que llevaríamos a buen término nuestra misión de protegerlos a ustedes de los ataques más furibundos de los poderes oscuros, tanto de los que vinieran del espacio exterior (en forma de civilizaciones de dudosas o claras intenciones), como de los que proviniesen de su mismo núcleo terrestre.

Hemos sido invitados por algunos gobiernos de su planeta a darnos a conocer abiertamente, pues algunas personas influyentes en los gobiernos de esas naciones piensan que la humanidad haría grandes progresos si todos ustedes contaran con la ayuda de nuestro conocimiento y nuestra tecnología.

Pero ¡hay! Muchos otros gobiernos, la mayoría de los cuales está formado por las naciones más poderosas y que tienen más intereses económicos en que su mundo siga funcionando como hasta ahora (pues eso les otorga más poder sobre el resto de países) son reticentes a que ocurra este primer encuentro, que acabaría de una vez por todas con la creencia engañosa de que son la única forma de vida inteligente en todo el vasto Universo. Y es debido a los intereses económicos y al deseo de mantener el poder sobre los demás, lo que impide que el primer encuentro entre los terrestres y otras civilizaciones como los sirios, los pleyadianos o los oriones tenga lugar.

Nosotros no podemos interferir en el libre albedrío de los habitantes de éste y de cualquier planeta, por ello no podemos mostrarnos abiertamente a los habitantes de un mundo sin el consentimiento de las clases gobernantes o de las castas gobernantes, pues estaríamos violando la libre elección de los dirigentes de ese mundo. Ésta es una ley cósmica y debe ser respetada.

Por tanto, debemos trabajar con suma cautela hasta que logremos el acuerdo de las clases gobernantes para que aprueben nuestro contacto abierto, infundiendo confianza en ellos (sin efectuar ningún control mental sobre sus intelectos, pues eso sería interferir en ellos sin su consentimiento) en que lo único que queremos es ayudarlos a que su mundo concluya favorablemente su proceso de Ascensión. Pero las fuerzas oscuras inmateriales, para no perder la hegemonía del poder que han sostenido hasta ahora, saben infundir el miedo en las influenciables y frágiles mentes de esos personajes, y les hacen desconfiar de nosotros y de nuestras intenciones. Es muy difícil convencer de algo a una persona que tiene miedo; eso se da en todos los ámbitos de la vida.

Podemos haber perdido algunas batallas, pero el resultado global de la “guerra” entre las fuerzas del bien y del mal en este hermoso planeta está lejos de estar perdido por los Hijos de la Luz. Una hormiga es un animalito muy pequeño, pero muchas unidas pueden abrir un túnel que llegue hasta una gran profundidad. Las olas del mar tienen poca fuerza, pero tras golpear una y otra vez contra las rocas, van erosionando la orilla hasta abrirse camino tierra adentro y formar una bahía o incluso un golfo.