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Asunto: 21 modos de permanecer en paz por Byron Katie, Parte I
“21 modos de permanecer en paz” - por Byron Katie Resumidos por Mary Lynn Hendrix
Introducción Las siguientes prácticas, simples pero poderosas, pueden conducirle a contemplar de un nuevo modo sus circunstancias personales, y así crear nuevas posibilidades para su realización personal.
1. Invertir juicios. Intente darse cuenta de cuando está juzgando o criticando a alguien por algún motivo. Por ejemplo, en la cola de una tienda de comestibles, usted podría impacientarse y pensar que la persona que hay delante de usted es desaliñada y maleducada. Rápidamente invierta su juicio y pregúntese: ¿Es eso igual de verdadero sobre mí? ¿Soy yo maleducado? (¿Lo soy algunas veces; Con otros – o conmigo mismo?) ¿Soy grosero en mi interior cuando pienso que ellos son groseros?
Este ejercicio quita su atención del “otro” y la coloca en usted. El perdón es el resultado natural. Colocar la culpa o un juicio en alguien le deja impotente para cambiar su experiencia; Asumir la responsabilidad sobre sus creencias y juicios le da el poder para cambiarlos.
Recuerde, más allá de la apariencia de quién ve ante usted, es siempre Dios disfrazado a fin de que usted puede conocerse. Invertir los juicios permite perdonar totalmente. El perdón conduce a la conciencia de uno mismo, y restablece la integridad personal.
2. Los tres tipos de asuntos. Sólo hay tres tipos de asuntos en el universo: Los míos, los tuyos, y los de Dios. ¿De quién es asunto si ocurre un terremoto? De Dios. ¿De quién es asunto que su vecino tenga un césped descuidado? De su vecino. ¿De quién es asunto el que a usted le enoje que su vecino tenga un césped feo? Suyo. La vida interior es así de simple.
Cuente en intervalos de cinco minutos cuántas veces está mentalmente en los asuntos de otra persona. Dese cuenta de cuando da un consejo no pedido u ofrece su opinión acerca de algo (en voz alta o en silencio). Pregúntese:”¿Es asunto mío?” “¿Me han pedido consejo?” Y lo que es más importante, “¿puedo tomar el consejo que ofrezco y aplicarlo a mi propia vida?”
3. Permanecer en los asuntos de nadie. Tras trabajar en la práctica de permanecer fuera de los asuntos de los demás, trate de permanecer igualmente fuera de sus propios asuntos. No se tome demasiado en serio cualquier cosa que crea que sabe sobre usted mismo. “¿Soy sólo este cuerpo físico?” ¿Es cierto eso? ¿Puedo tener la absoluta certeza de que es verdad? ¿Por qué paso al mantener esa creencia? Hay una creencia extendida que somos nuestros cuerpos y moriremos. ¿Quién sería sin esa creencia?
4. “Desprenderse” de su cuerpo / su historia Intente hablarse así mismo por un tiempo en tercera persona en lugar de “yo” o “a mí me…”.
En lugar de decir, ” voy a almorzar”, diga, “ella va a almorzar,” (refiriéndose a usted mismo), o, “ésta va a almorzar”" Haga esto con un amigo durante una hora, la tarde, o todo el día. Elimine el uso de todos los pronombres personales (yo, me, nosotros). ¿Por ejemplo, ” ¿Cómo está éste (o esto) hoy? ¿Quiere él ir al parque “? Experimente impersonalmente el cuerpo, las historias, y las preferencias que piensa tener.
5. Hablar en tiempo presente. Llegue a ser consciente de cuán a menudo sus conversaciones se centran en el pasado o el futuro. Dese cuenta de que verbos utiliza: Fue, hizo, será, irá, etc. Hablar del pasado en el presente es volverlo a despertar y recrearlo completamente en el presente en nuestras mentes, y entonces nos perdemos lo que está presente para nosotros ahora. Hablar del futuro es crear y vivir con una fantasía. Si quiere experimentar miedo, piense en el futuro. Si quiere experimentar vergüenza y culpabilidad, piense en el pasado.
6. Fregar los platos “Fregar los platos” es una práctica para aprender a amar la acción que tiene delante de usted. Su voz interna o su intuición le guía durante todo el día para hacer cosas simples como fregar los platos, conducir para ir a trabajar, o barrer el suelo. Permite la santidad de la simplicidad. Escuchar su voz interna y después actuar siguiendo sus sugerencias con absoluta confianza crean una vida más graciosa, libre de esfuerzos, y milagrosa.
7. Escuchar la voz del cuerpo El cuerpo es la voz de su mente, y le habla con movimientos físicos como contracciones musculares – como tics, punzadas de dolor, cosquillas y tensión, por nombrar unos pocos. Vuélvase consciente de cuán frecuentemente usted se quita la paz o la quietud. Practique la quietud y deje a su organismo decirle donde su mente se contrae, no importa cuán sutil pueda ser la tensión. Cuándo advierta una sensación, indague dentro, “¿Qué situación o pensamiento contraído provoca esta sensación física? ¿Estoy desalineado con mi integridad en esta circunstancia, y si es así, dónde? ¿Estoy dispuesto a dejar ir esta creencia o pensamiento que provocan esta contracción de mi cuerpo?” Escuche y permita que las respuestas le guíen, y regrese a la paz y la claridad interiores.
8. Informarse a si mismo Este ejercicio puede ayudar a sanar miedos y temores. Ejercítese en informarse a si mismo de los acontecimientos en los que se encuentra inmerso como si se tratase de un hecho noticioso del que usted es el reportero.
Infórmese exactamente del entorno y de qué está ocurriendo “en la escena”. El miedo es siempre el resultado de proyectar una recreación del pasado en el ahora o en el futuro. Si se encuentra atemorizado, encuentre la creencia de fondo e indáguela: “¿Es cierto que necesito tener miedo en esta situación? ¿Qué es en realidad lo que físicamente está ocurriendo ahora mismo? ¿Dónde está mi cuerpo (las manos, los brazos, los pies, las piernas, cabeza)? ¿Qué veo (árboles, paredes, ventanas, el cielo)?”
Despersonalizar nuestras historias nos da una oportunidad para mirar las condiciones más objetivamente, y escoger nuestras respuestas para lo que nos trae la vida. Vivir en nuestras mentes creyendo en nuestros pensamientos falsos, es un buen camino para asustarnos de muerte, y puede aparecer en forma de vejez, cáncer, degeneración, presión alta, etc.
Continua...
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