Entrevista a Patricia Olapa, por Zita Rodríguez Montiel.
Contactada mexicana asegura que somos utilizados por seres que han vivido siempre con el hombre en calidad de parásitos, alimentándose de la Energía Humana. Entrevista publicada hace años en la desaparecida revista mexicana «Contacto OVNI».
Su nombre es Patricia Olapa, y tiene poderes de videncia extraordinarios.
Asegura que puede ver a los extraterrestres paseando por las calles, mientras que los transeúntes no se percatan de su existencia.
Aclara que estos tienen la habilidad de hacerse invisibles al hombre.
Entrevistada en la Ciudad de México, narró lo siguiente:
«Los seres parasitoides conocidos como los Grises llegaron a nuestro planeta huyendo de dos mundos en los que ocasionaron retrasos culturales. Ellos fueron causantes de la pérdida de la armonía universal. Ellos hicieron que la tonal de la Tierra se perdiera. Cabe mencionar que cada planeta posee un sonido propio que en conjunto forman una melodía. Cuando un mundo pierde su propio sonido, la ausencia de este produce una alteración en el Universo.
«A partir de ahí los Grises se instalaron en la Tierra y se adaptaron al medio y circunstancias. Se dieron cuenta de que este mundo estaba a cargo de las cuatro razas matrices y entonces comenzaron a distorsionar la información dada a los hombres en su momento, tomando máscaras de supuestos protectores ocasionaron fricciones entre las tribus que al principio de los siglos vivían en armonía perfecta.
«En aquel tiempo las cuatro razas que originaron las primeras civilizaciones terrestres compartían los conocimientos entre sí.
«Cuando los primeros habitantes de nuestro planeta abandonaron la Tierra, el resto quedó a merced de estos parásitos humanoides.
«El hombre, al no tener explicación sobre los fenómenos naturales, los empezó a asociar con seres divinos porque no concebía que anteriormente existieran otros habitantes o razas que le permitieron su desarrollo individual con la libertad de determinación propia (libre albedrío).
«Al darse cuenta los invasores del estado de ignorancia en que se encontraban los humanos en este planeta, comenzaron con el engaño, que lograron a través del sometimiento del pensamiento humano. Porque con habilidad lo sometieron a través de sueños, promesas de poder.
ELLOS YA ESTÁN AQUÍ
«Se cree que ellos vienen del espacio y que viven en algún lugar del Cosmos, pero en realidad los Grises siempre han estado en el interior, en el exterior y en la superficie de nuestro mundo.
«Cuando esos seres hicieron un estudio sobre nosotros los humanos, se dieron cuenta de que somos más fuertes en esencia y consistencia, pese a ser de estructura sólida (de materia pura).
«En un determinado momento infundieron en el hombre el temor para dejarle en estado indefenso. Le metieron ideas negativas. Miedo a Dios, miedo a ser él mismo, miedo a su mala suerte.—¿Cómo la absorben? —preguntamos.
«Cuando el ser humano se llenó de miedos y de falta de fe, entraron estos parásitos en el escenario manipulándolo a través de sus propios temores. Prometiéndoles a unos cuántos el poder sobre los otros. A algunos de estos hombres que tenían mayor fuerza energética les brindaron protección haciéndoles creer que se trataban de dones divinos, mientras les absorbían su energía.
«Cuando el hombre tiene temor pierde demasiada energía, lo cual aprovechan estos seres para absorberla como si fuese el combustible necesario para su supervivencia».
Patricia respondió:
«Algunos lo hacen a través de dedos que tienen en forma de ventosas. Otros, con pequeños tubos de luz verde y algunos de ellos lo hacen succionando directamente el campo de energía humano.—¿Qué importancia tiene el sexo para los seres Grises extraterrestres?
«Producen en el hombre sueños violentos utilizando disfraces de acuerdo a la cultura religiosa que se profesa, cambiando estos sueños terroríficos por fantasías o vivencias paradisíacas.
«Pueden dejar inanimado el cuerpo y manipular la mente haciéndole creer al hombre que vive en episodios reales durante el sueño.
«Les hacen que se agrupen en un pensamiento unificado para que produzcan mayor energía, sobre todo en el campo sexual».
«El hombre libera gran energía durante el acto sexual, por lo cual es el estado idóneo para absorber más de esta, ya que es su medio de alimentación y de supervivencia. No toman las cosas materiales sino la vibración resultado de las excitaciones por ser ésta energía de mayor magnitud, ricas en esferas de color azul con arcos de color oro que se forman alrededor del cuerpo cuando el ser humano tiene una relación sexual».
EL CAMPO ÁURICO
—¿Qué son estas esferas y de donde proceden?— preguntamos.
«El campo de energía que tiene el ser humano, al que los místicos llaman AURA se observa de diversos colores y magnitudes, variando su resplandor de menor a mayor. Estos campos magnéticos o auras forman grandes círculos de colores en torno al cuerpo humano.
«Los parásitos humanoides Grises se alimentan de esferas de color azul que salen de nuestros cuerpos siendo absorbidas por los Grises en su totalidad como si se hiciera un traslado de un cuerpo a otro. Cuando se realiza este tipo de transacción llegan grandes grupos de esta especie alimentándose simultáneamente y al término de este proceso, que sólo dura entre 16 y 20 segundos, comienza para el individuo una sensación de tener relaciones sexuales y entonces empieza a sentir que su cuerpo tiene respuestas propias de su organismo. Entonces comienza de nuevo otra transmutación de esferas de color azul codificadas. A veces se utiliza la microcirugía para extraer del cuerpo la mayor cantidad de esferitas color azul y color oro, realizando este tipo de cirugías en cuestión de segundos, que es cuando el individuo siente pequeños piquetes como picaduras de insecto.
CIRUGÍAS ENERGÉTICAS
«A los hombres se les hace una pequeña cirugía en la región testicular del lado derecho preferentemente para controlar la actividad de estas glándulas de acuerdo con sus propios intereses. El aroma del semen cambia haciéndose más salitroso.
«En la mujer este tipo de cirugías se realizan en tres zonas: a un lado de la aureola del pezón, en el entorno del ombligo o en las paredes de la vagina.
«Cuando se realizan en el pezón se siente una irritabilidad y una punzación cual si fuera el latir del corazón. Esta forma de codificar a la hembra que tiene mayor graduación energética y que está preparada para la reproducción, se convierte en receptora de inseminación artificial por parte de los Grises. Sus óvulos se extraen por la parte del ombligo. Se les extraen también fetos humanos realizados por inseminación artificial colocados sin el consentimiento de las mujeres. Estos tardan en la matriz aproximadamente dos horas cambiando de feto humano a pequeñas larvas de color azul metálico con cara redonda, achatada, en cuyo centro se observa un círculo más pequeño y la tercera clase de cirugía se implanta en el útero. A las mujeres se les coloca un triángulo, no visible pero si perceptible, que duele cuando lo implantan dejando una sensación de frío y humedad. La mujer siente molestias al caminar durante los dos primeros días mientras se adapta.
«Este sistema es utilizado para controlar la entrada y salida de esferas y compartir el mismo tiempo de gestación del embarazo humano con las larvas dentro de la matriz, ya que durante la gestación la producción de esferas azules es más intensa.
«Las mujeres suelen sentir todos estos experimentos como si fueran entre sueños y a veces subconscientemente se rehúsan a aceptar esta forma de utilización por parte de seres cuyo origen desconocen.
«Durante la gestación este producto está formando parte de la futura generación de producción de alimentación para los extraterrestres parasitoides a los que llamamos Grises».
SÍNTOMAS QUE PRESENTA LA VÍCTIMA
—¿Cuáles son los síntomas de una persona a la que han realizado este tipo de cirugías?
Patricia Olapa al respecto responde:
«Las pupilas de los ojos se dilatan y la mirada pierde su brillo, pareciendo que ésta se encuentra al vacío. Se observan ojeras marcadas sin justificación en su mayoría, resequedad en los labios; sed al levantarse y habitualmente sueños violentos en los que nos vemos acosados por algo que nos hace huir sin saber qué es ni por qué huimos. Al levantarnos sentimos un cansancio como si hubiésemos participado en una carrera atlética.
«A los Grises les molesta que el individuo porte metales tales como anillos (sobre todo de hierro o cobre e inclusive de oro y plata) porque éstos metales cortan el circuito energético que ellos interponen entre las larvas y el ser humano.
«Todo lo anterior viene acompañado de minutos y hasta horas de tiempos perdidos, no importa el lugar ni la circunstancia, porque el individuo puede encontrarse en una fiesta o en una ceremonia, más su pensamiento se encuentra lejos de ahí.
«Para los Grises no importa si la mujer es virgen o no, ni la edad. Sólo les interesa que ésta pueda producir óvulos fértiles».