Deja,
Que la serpiente
Se arrastre,
Que sus ojos llenos
De lujuria
Pretendan atraparme
Aprovechando a la oscuridad
Que me rodea.
Deja,
Que yo con el poder
De mi misma
La tomare acercándola
A la luz
Que convertira en cenizas
A su lujuria pretenciosa,
que mi aliado viento
las esparcirá y desaparecerá
Su aroma fétido
y contagioso.
Deja,
Y me digo basta!
Ya no seré la que alimente
a la bestia inmunda llenada
con diablos de hediondas
y cobardes acciones.
Me internare en la forma
Y dejare que me vistan
Para sus ojos,
Que Para los míos es la total
desnudez.
Marita Mayo 22, 2011