Dios…Su estomago rugía cual leona en celo (?) y no era broma, prácticamente podría comerse cualquier cosa que tuviera patas y aspecto comestible. Con 12 monedas…Podría comprar una rebanada de pan…Aunque ¿Desde cuando había pasado de la dicha a la miseria? Ni eso recordaba…Oh esperen. Las apuestas. Las malditas y benditas apuestas. Era donde los bares se ganaban varios clientes por sus pequeños grupos de apuestas clandestinas dentro. Quien diría que el suertudo de Matthew acabaría con 12 monedas de oro para vivir el resto de su vida…

- Tengo que reconsiderar mis posibilidades de ganancia la próxima ves – Murmuro, llevándose una mano a los ojos para impedir que el sol le diera de lleno -

Fue en ese momento que la voz de una fémina le saco de su trance y le hizo alzar la mirada. Una joven de más o menos su edad, le sonreía amablemente desde su lugar. Un poco perplejo, Matthew tardo en reaccionar, devolviéndole la misma sonrisa acompañada con una melodiosa sonrisa, casi como un ronroneo.

- No te preocupes. No me pasa nada – Aseguro, levantándose de su lugar, limpiando las ropas que se habían ensuciado un poco.

Limpio también la capa roja de terciopelo que llevaba, ya que la cuidaba como hueso santo. Una vez limpia, giro los ojos hacia la muchacha, observándola con detenimiento. Al parecer, era extranjera de otro cardinal, puesto que nunca la había visto por estos lugares. Se llevo una mano a su mentón, continuando con su examen visual.

- ¿Eres de otro cardinal? – Pregunto, sin tener el mas mínimo de disimulo con verla. Luego de un rato, se percato de su atrevimiento y se alejo de ella un poco - ¡N-No es lo que piensas! ¡Es que me pareció un poco extraña tu cara y tus ropas! – Se excuso inmediatamente.

Después de que el chico hablo, su estomago le delato, rugiendo nuevamente con todas las fuerzas, gritando a todo pulmón tener algo con que llenar el vació que la acongojaba. Diablos…Matt se llevo una mano al estomago y rió nerviosamente, para luego estallar en carcajadas.

- Lo siento, lo siento…Mi estomago tiene casi los mismos modales que los míos – Volvió a excusarse, sin para de reír - 

Off: Omg no te preocupes <3 Gracias por responder el post ♥ OMFG RINOAAA *-----* Te amoro solo por tenerla (?) XD Ya tendras a alguien que te acose para leer la bio de tu personaje *3* XD 

- ¿Uh? ¡No no no! – Volvió a exasperarse, moviendo sus manos de un lado a otro, para luego echarse a reír – No estoy diciendo que sea fea o algo por el estilo – Continuaba riendo, observando nuevamente su vestimenta.

Es verdad, era bastante extraña, pero nadie podía negar que era bastante hermosa. El muchacho continuaba riendo por los sonidos de su estomago…Maldita sea, ni su estomago podría quedarse callado un rato y sus risas aumentaron al escucharla.

- ¡Hahaha! – Negó un par de veces con un movimiento simple de su cabeza, aun riendo – Tienes mucha imaginación, chiquilla – Comento antes de responder – Ojala me hubieran asaltado, así tendría una razón honesta para morir de hambre…

¿Qué podría decirle? ¿Qué el era un adicto a los juegos del azar y por culpa de su grandiosa ambición, acabo con los bolsillos vacíos? Pensándolo mejor…Perder de forma casi honesta era mucho mejor que un ladrón viniera y te quitara el dinero que con tanta suerte acabas de ganar. El muchacho se llevo una mano a su mentón, meditando que excusa podría decirle. No pasaron más de 5 minutos cuando, abatido, respondió.

- Soy el tipo de idiota que apuesta el único dinero que tiene para comer y lo pierde todo en los juegos de azar – Seguido de eso, soltó un largo suspiro. Sin embargo, se cruzo de brazos, inflando el pecho - ¡Pero esto no es nada! ¡Estaré bien!

Inmediatamente después, su estomago volvió a reclamar comida con un rugido. El rubio callo y suspiro, llevándose una mano hasta su estomago, viendo a la muchacha con una alegre sonrisa.

- ¿Seria tan amable de alimentar a un vago, señorita? – Bueno, desde el principio su plan original era mendigar ¿No?

Justo en el momento que se iba a voltear para buscar algún lugar donde poder probar algún bocado, su cuerpo choco contra el de alguien, mas bien, alguien bastante bajito para su tamañote (?). El chico aprovecho en apoyarse en la pared que se encontraba detrás de el, antes de caer de trasero al suelo, sin embargo, el afectado seguramente no corría tanta suerte. Inmediatamente, el muchacho se acerco y noto que se trataba de un chiquillo.

- Hey…Lo siento… - Se disculpo el rubio, tendiéndole la mano para que se levantara - ¿Estas bien, enano?

Era verdad…Dejar que una mujer pague, era algo muy mal visto en la educación de un hombre. Y eso que el había sido educado desde pequeño para ser un total caballero con las mujeres. Vaya rey llegaría a ser este chiquillo. ‘Nota mental: Devolverle el favor a esta señorita’ Se dijo para si mismo, sonriendo ante el pensamiento, pues tenia en mente invitarla a cenar con el o bien, regalarle algo que comúnmente se le podría regalar a una señorita. Gracias a ella, el muchacho viviría un día más para contar este día en algún futuro próximo.

Cuando aun esperábamos respuesta de parte del muchacho que, accidentalmente, pase a empujar, escucho las palabras de su nueva compañera llamarle ‘amigo’, algo que realmente le hizo sonreir de una forma mucho mas confiada.
Al notar el sonrojo presente en las mejillas de la fémina, no pudo evitar soltar una pequeña risa, al mismo tiempo que alzaba su diestra y desordenaba los cabellos de ella, de forma cariñosa y juguetona.

- Matthew – Se presento, a ambos chicos, con una amigable sonrisa – Aunque rubio tampoco queda mal. Me gusta – Soltó una nueva risa, para luego dirigirse a su compañera y luego al chiquillo - ¿Quiénes son ustedes?

 Off: Perdonenme el post cortito ;A; Pero no sabia que postear, ademas pensaba que seria apropiado esperar a que postee greyosa, por eso la demora u.u Nuevamente perdon.