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♥ 「 cαяdιиαl de lα тιeяяα 」: .oo3 } Lɑ ɴocңe ᴅel вeso carϻíɴ
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De: ~Ariadne (Mensaje original) |
Enviado: 28/11/2012 18:56 |
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“No me despiertes en Ovidio” cantan a coro, “quiero postergar mi sueño; pues pronto el largo letargo llegará a su fin”. Dormitando, continúan su cálido abrazo, “a cambio, alumbraré el camino para Primavera y, con ella, renaceré. Pero no me despiertes en Ovidio, quiero postergar mi sueño; para que el crío, en mi recóndito, al largo letargo de fin en el inicio del nuevo albor”.
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Hay una suave nevada plateada, cargada de pena, cubriendo los
brazos torcidos, desamparados de verde, de seres que fundan
el frondoso bosque. Una lluvia, que crea un techo de lágrimas en
la copa de aquellos seres, y que trae consigo una nostálgica
melodía que encandila el dormir de la vida. Esta noche es mágica; una nueva vida surgirá de las
entrañas del impertérrito bosque, un nuevo cielo se despeja y
da paso al brillo de las lunas, el orden de la vida se instaura
de nuevo. Y con la fuerza de miles de sueños y memorias de una larga hibernación.
Hay una saeta de luz que impregna el camino hacia el
centro, el corazón, del bosque. El majestuoso árbol brilla con
una intensidad que podría avergonzar a las dos lunas del
Gran Imperio Mariollette. Todos se reúnen a su alrededor,
gente de todas partes del Imperio que comparten las mismas
ansias de un nuevo despertar que embriague sus corazones.
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Visitantes de diferentes partes del Imperio ponen rumbo hacia el vigoroso Cardinal de la Tierra. Y no es para menos: el inicio de la Primavera está ya aquí, en el corazón de la vida. ¡Cuantísimos frutos dará este vetusto e inmenso bosque! Interesados mercaderes apremian por ser los primeros.
Y sin embargo... No es la riqueza lo que más ostenta: la exorbitante belleza, el ardor apasionado del amor que se respira en la ncohe, la nostalgia de un oscuro horizonte ovidiano que poco a poco resplandece en un nuevo mañana para la Primavera. Esta es la única ocasión del año en el CT en el cual vereís resurgir millares de flores de infinitos colores y, sin embargo y a media noche, pequeños copos cubriran a las cálidas marionetas. Ovidio y Primavera son los principales amantes, y su fusión centelleará en el crepúsculo.
Mas, ¿cuántas rimas y leyendas aconpañan las memorias de la noche? ¿Y cuáles... ciertas? Flores que nazcan de entre los más apasionados amantes. Ojos expectantes que entornan sus miradas hacía el cielo de la noche, en espera de un copo rojo el cual compartir con su amado por el resto de sus vidas; o quizás, un copo esmeralda, que según dce la leyenda, otorga la vida eterna... Y hay quien juraría, que han oído un rugir en la espesidad de la noche...
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La noche del Beso Carmín ha comenzado... ¿cuál será su desenlace? Los hilos del destino resuenan como cuerdas de un harpa; y las oportunidades de la noche harán latir a sus marionetas al compás del corazón del bosque.
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La 'Noche del Beso Carmín'... El espectáculo que daba apertura a la gran Primavera, aquella que embelecía con colores todo el Imperio, hasta su pequeño cardinal acuático.
Hasta ahora, Shirahoshi sólo había podído disfrutar de la primavera desde su casa, el Palacio del Reino del Agua, la seguridad siempre fuerte sobre ella y el resto de su familia. Pero muchas invitaciones había recibido su familia de parte de su familia amiga, los Reyes del Cardinal de Tierra, las cuales no pudieron responder por completo. Shirahoshi lo comprendía, comprendía la situación en la que se encontraban, y comprendía que no había razón por la que molestarse.
¡Pero este año logró conseguir el consentimiento de sus padres! Claro, siempre y cuando esté totalmente acompañada por Heracles, su bodyguard. Él había demostrado ser un guardaespaldas muy agento y confiable; apesar de que a veces las cosas escapaban de su control, cumplía con su trabajo de forma excepcional. Así que no había nada por que preocuparse, además de que Heracles era muy buena compañía, era siempre divertido estar con él.
Fueron ambos pues al Cardinal de Tierra, por el camino directo a través del Río Hoffen, montados sobre Megalo. Shirahoshi había cambiado su cola de sirena por un par de largas piernas, y usaba una falda de distintas capas junto a unas sandalias para estar cómoda. En todo el camino, la princesa no podía dejar de ver a sus alrededores. Aunque haya sido nada más que bosques y llanos, ella los miraba asombrada, comentándolo divertida con su bodyguard. Todo era verdaderamente nuevo para ella.
Llegaron finalmente a un pequeño muelle donde desembarcaban pequeñas embarcaciones que cruzaban el río, algo cerca del distrito principal. La ciudad de cerca se veía increíble, tan llena de colores, y de flores de distintas formas, tan diferente de casa.
"Todo es tan... maravilloso...", murmuró, mientras bajaba con cuidado de su tiburón mascota. Ella acarició el lomo de Megalo, haciendo que este reaccione simpáticamente. "Megalo, gracias por traernos," sonrió serena. "Estaremos por aquí, ¡no te alejes mucho! Nos vemos luego, ¿si?" Megalo asintió, y recibiendo un último cariñito de parte de Shirahoshi, empezó a alejarse lentamente de allí, también entretenido por todo lo nuevo de aquel cardinal.
Shirahoshi se volvió hacia su acompañante, haciendo una reverencia. "Muchas gracias por traerme hasta aquí, Heracles-sama," le sonrió sincera, casi sin poder contener su emoción. "Sin su ayuda no hubiese sido posible para mi llegar hasta aquí. ¡Realmente... estoy muy agradecida...!" su rostro se sonrojó, y pequeñas lágrimas empezaban a formarse en las esquinas de sus ojos, pero realmente estaba feliz. Limpió las pequeñas lágrimas antes de que broten, volviendo a sonreír amplia. "E-entonces, ¿por dónde empezaremos, Heracles-sama?" preguntó, entusiasta. Cualquier lugar donde vayan era perfecto, pero si Heracles-sama tenía un lugar en especial, deberían ir allí primero.
-------------------------- volvemos con el super evento /o/! esperemos todos participen ;u;! uff, a quitarme las telarañas por la falta de rol haha /o/ ojala hayas salido bien en tu prueba Ari /o/ |
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Jamás... Pensé que visitaría el Cardinal de la Tierra, y ¡más aún en el día de inicio a la primavera! Al menos, antes de que me convirtiera en guardaspaldas de una princesa (que eso ya es aún menos creible...) Tenía razones obvias... ¡no quería estar solo y en medio de miles de enamorados! Podría hasta arruinarles la noche si cometía alguna torpeza... ¡Y sería imperdonable!
Pero... Shirahoshi tenía una mirada tan triste cuando le dieron la diatriba de que ese año tampoco iba a ir... Que no podía soportar que se quedara sin ver el festival, siempre encerrada incluso para ver las cosas tan maravillosas de la vida... Así que la apoyé y ayudé a convencer a sus Majestades. *Suspiro* "¡Qué Gaia se apiade y no ocurra nada malo...!"
El trayecto había sido horrible, ¡pero no por Megalo! (De hecho, me agrada bastante ese gran... pececito) durante el trayecto... me había golpeado con varias rocas y riscos submarinos al resbalar innumerables veces del lomo de Megalo.
Sin embargo, conforme atravesabamos más y más el río Hoffen, la vegetación, el paisaje, los animales que en aquel Cardinal habitaban... Todo. Me dejo boquiabierto y sin palabras. ¡Tantas... criaturas diferentes! Pronto supe del valor que aquel glorioso cardinal mostraba ante mis ojos: vida, rebosaba de vida aún sin haber abandonado todavía Ovidio. Aquella visión era algo que en el Cardinal del Fuego jamás se vería.
La idea de haber venido iba mejorando por momentos.
- Sí... sin duda lo es... - contesté a las palabras de la princesa.
Salté (o resbalé y casi me doy de bruces contra un tronco del muelle) al embarcadero. Me dediqué a observar más detenidamente el paisaje que había ante mi.
- ¡Ah...! ¡Adiós Megalo! ¡Gracias por el viaje...! - me giré al final para despedirle.
Entonces Shirahoshi se volvió hacia mi y me hizo una graciosa reverencia... ¡Era increíble lo alta que era! Quizás, solo cuando hizo aquella reverencia, podía estar más cerca de mi estatura...
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- ¡O-oh! ¡Sabeis que no es nada Alteza...! - Y me reverencié yo también. Entonces me fijé en sus piernas y caí en la cuenta de que jamás la había visto con ellas (la mayoría de las veces iba en vestidos largos que las tapaban), era curioso como gracias a esas piernas podía parecer más humana... Si olvidabas su altura, claro. - Yo... Yo también estoy muy agradecido de estar aquí... Jamás había visitado el Cardinal de la Tierra... ¡Ah! ¡No debe llorar! Piense... ¡que si se le empañan los ojos no podrá disfrutar del festival! - Era curioso... Shirahoshi era la única persona con la que apenas tartamudeaba (y eso que es mujer...). - Mmmm... la verdad... es que no se nada de este sitio... - Pero si había oído numerosos comentarios sobre los mercaderes y los puestos que montaban en los alrededores del Gran Árbol, pero no sabía si llevar a una princesa sirena de 3 metros de altura junto con un guardaespaldas que tropezaba con todo (habiendo tenido piernas toda su vida, no como Shirahoshi...) podría llamar mucho la atención... Si algo había aprendido, era que la atención... atraía problemas.
Entonces... mirando a aquellos inmensos árboles, vislumbré unos extraños telecabinas que parecían burbujas oscilando por las ramas. ¡Era perfecto!
- ¡Alteza...! ¡Ya se dónde podemos ir! - Aquel lugar parecía ideal para evitar complicaciones y disfrutar del espectáculo. Eufórico, cogí su mano y la llevé hacía puesto que se encontraba sostenido entre las ramas de un árbol.
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Lalala~ :D Telecabinas, idea extraña x'D pero podemos probar por ahí hasta que se nos unan más~ (luego ya podremos hacer algo que explote la burbuja y nos haga caer (?) )
asdfsfdsfdgdsg! la tranformación de Shira me recordó a los muñequitos de playmobil x'DDDDDD
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Era un día muy ajetreado, con todo lo que debía prepararse en el Cardinal para el evento de llegada de la primavera; ellos como lebenmaskes debían asegurarse de que todo esté en orden, que no haya ningún problema. Luego de los preparativos ya estarían algo más desocupados, aunque siempre teniendo que estar alertas por cualquier cosa que vaya mal, pero al menos ya tendrían chance para disfrutar de la Noche del Beso Carmín...
Realmente, las veces anteriores no había estado tan entusiasmado por el evento, ya que era un evento más dirigido a las parejas y todo eso... No había mucha razón de involucrarse demasiado en el evento si no estaba acompañado por amigos o por esa persona especial, ¿verdad? Así que simplemente lo celebraba a lo lejos, como el asocial que es.
Pero ahora que vive con Teo y, pues, uhm... están juntos y todo eso (aún se sentía extraño, eso de estar con alguien), pensó que sería buena idea ir con él... C-claro que realmente no pudo ir junto con él, por todo esto de los lebenmaskes y eso... pero acordaron encontrarse en la ciudad, después de habér acabado el trabajo... Encontrarse en un lugar para salir a pasear... ¿E-era como una cita, verdad...?
Habían acordado encontrarse en un café que quedaba junto a una plaza con una pileta (realmente era malo recordando nombres...). Habían pasado por allí ambos un par de veces, así que esperaba que ambos hayan pensado en el mismo lugar, a menos que justo haya otro café-junto-a-una-plaza-con-una-pileta del otro lado del distrito... Eso lo puso más nervioso de lo que estaba. P-pero no había mucho de qué preocuparse, ¿verdad? P-podrían de alguna forma contactarse y encontrarse, por si se confundían de lugar... ¿o no...? Uhhh....
No, ¡no debía preocuparse así! ¡Debía mantenerse positivo!
Tateki llegó finalmente a los alrededores del lugar donde acordaron encontrarse, algo agitado porque iba ya con unos minutos de retraso que no pudo evitar, y miró a los alrededores, buscando a Teo. Habían muchas personas alrededor: familias de esposos con sus hijos saltando alegres por los pequeños copos que caían aun con el clima agradable, grupos de amigos, parejas... Tateki no pudo evitar sentirse consciente de su posición, sintiéndose cada vez más ansioso. Pero no era nada por que preocuparse, ¿verdad? Todos estaban en esa misma situación, ¿verdad? Pero... ¿y si el resto de su escuadrón lo encontraba? Uhhh, pues... podrían ir juntos ¿verdad? Todos ellos... A-además no había mucho problema que Teo los acompañe por si había algo de trabajo que hacer ¿verdad? N-no, no había problema...
Por más que se lo repetía, no podía dejar de preocuparse por aquellos escenarios.
Llegó finalmente al café donde iban a encontrarse, y se veía muy lleno de gente... Con la mirada, empezó a buscarlo, tratando de disimular su ansiedad, pero sin evitar voltear al poste del reloj que marcaba diez minutos después de la hora que acordaron reunirse.
Esperaba salga todo bien...
----------------- ooohhh finalmente entrance con Tateki *q* raburabu uvu espero el escuadrón se una también y cockbloquéen(??) xddd |
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Era en ocasiones como esta en la que realmente se detenía a pensar realmente en cuánto amaba su Cardinal, su trabajo, el poder formar parte de esto, la vida... Bien podían ser las hierbas con las que había estado trabajando, pero estaba casi segura que más bien se trataba del ambiente que rodeaba el lugar. Day le decía que no se acercara demasiado a las parejas si las veía... "ocupadas", pero no podía evitarlo! No es que lo hiciera a propósito, simplemente a veces no se fijaba. Y al parecer, en esta celebración en específico, pasaba mas frecuentemente. Aún con eso, disfrutaba de poder recibir a las marionetas que los visitaban, poder estar cerca de los árboles y las marionetas; la primavera era la época de despertar, renovar, renacer. Prácticamente podía escuchar la risa de los espíritus, y no podía evitar sentirse contagiada por su alegría. Incluso Day se veía de buen humor, dejando que otras marionetas se acerquen a él más de lo normal.
Había sido un día cansado, no iba a negarlo, pero no había tenido realmente tiempo de pensar ni en eso de lo atareada que había estado. Pero ahora, con un momento para sí misma, era como si toda la tensión acumulada hubiera comploteado para hacerse presente al mismo tiempo. Pero no se le ocurría un mejor remedio a aquello que una taza de té. Se había vuelto algo así como una costumbre, el lugar quedaba de camino a su casa, y el señor dueño del lugar había tenido una vida interesante que disfrutaba contar a aquel que estuviera dispuesto a escuchar. Su espíritu era un caballo, que seguía viéndose jovial a pesar de que su cuerpo no pudiera mantener el ritmo de su alma.
A pesar de la gente, reconocería esa cabellera blanca de cualquier multitud, y sonriendo ampliamente se acercó hasta el chico, esperando hasta estar a un paso de distancia antes de anunciar su presencia. "TAAA-te-ki~" lo saludo como si no lo hubiera visto esa misma mañana. Pero habían sido circunstancias muy diferentes, ahora al menos ambos no estaban en medio del trabajo y, espera, Tateki voluntariamente en un lugar rodeado de gente? Y si lo pensaba, si se veía algo nervioso. "Bonito día ¿huh? Las nubes están muy altas hoy!.... ¿Todo bien?" Habría creído que su iniciación de conversación casual había ido bien si no fuera por el sarcástico 'Sutil'que le dio mentalmente Day. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ok, leí cockblock y dije "quiero hacerlo" uuu no me peguen ; u ; y yaaa salí de clases <3 -rueda de felicidad- |
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