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♥ 「 cαяdιиαl de lα тιeяяα 」: Ignorance is (not) bliss {privado: Tateki, Teo}
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De: Cherry-tan (Mensaje original) |
Enviado: 08/05/2012 02:38 |
Empezaba a entrar la noche, y ambos ya habían cenado una comida ligera -pequeña porción de arroz, algo de carne y especias- que preparó Teo, ya que al parecer cocinaba mejor que el peliblanco. Ahora, Teo había ido a tomar una ducha (Tateki facilitándole toallas limpias, y ropa que seguro el otro rechazaría), mientras que el lebenmaske continuaba con su trabajo en la sala/taller; estaba viendo cómo aumentar la intensidad de su arma, y si de alguna forma podía ayudarse de la electricidad externa, como lo hacía Teo.
Por cierto, Teo había ido a visitar en la tarde, como ahora último lo hacía, donde se quedaba a observar a Tateki mientras este continuaba algo nervioso su trabajo, dormían juntos (en la misma habitación solamente! Ya había un futón al menos...), y al día siguiente Teo se volvía a ir, diciendo algo sobre no molestar de más a Tateki. Y en esos días, el peliblanco pudo conocer un poco más sobre Teo. Pequeñas cosas, lo que podía descubrir sin preguntar mucho para no parecer muy fisgón. Y... eran cosas muy interesantes! Quién diría que sus piercings servían para canalizar los rayos que caían para aumentar la intensidad de sus ataques. O que sus ojos fueron cambiados para que pueda acercarlos y alejarlos como guste... tan genial... Pero aparte de eso, no sabía mucho sobre Teo, sobre su persona. Empezaba a poder diferenciar un poco sus limitadas expresiones (o eso le gustaba pensar), pero su pasado, cómo llegó a ser machina...
Quería saber. Aunque así parezca el ser más egoísta que exista, Tateki quería saber.
...pero cómo le preguntaría...? Había quedado ensimismado en ese pensamiento que había dejado olvidado su trabajo, y Teo ya habría terminado de ducharse. Perfect timing. Solo que no estaba listo. Quedó en un silencio algo incómodo, jugando con una pieza de metal en sus manos, pretendiendo examinarla, mientras miraba disimuladamente cómo Teo se acercaba. Tenía que preguntarle, pero cómo... Casual, casual... "Ya...", empezó algo fuerte, tratando de tranquilizar su voz, "Ya estoy descubriendo cómo hacer que funcione...", mientras hablaba intercambiaba su mirada entre Teo y la pequeña pieza en sus manos, pulso acelerándose. "Uhm... Pero...", estaba cerca de preguntarle, y trataba de que su voz no se quiebre tanto por el nerviosismo "Pero... Cómo así... tienes los piercings...?" Cómo los hicieron, por qué están ahí? Por qué te hicieron machina...? Quería preguntarle, pero no podía, su voz huía antes de darse cuenta siquiera, quedando sin palabras, sin preguntarle...
Pero quería saber.
---------- y así abrimos el regreso triunfal de Kait *u*~ oh a desarrollar más la relación de estos dos u/////////u creo que empecé algo raro ;u; orz |
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La noche se volvió algo larga, no podía dormir aun... Miraba al techo, a un costado, se giraba un poco, luego al otro lado... Hasta que lentamente el cansancio llegaba, llevándolo al sueño... Pero escuchó la voz de Teo, que logró sacarlo del sueño. Giró un poco para al menos tener su rostro visible y no darle la espalda por completo. – Esta mal que sienta deseos de abrazarte ahora mismo? – "E-eh...?", giró por completo hacia él, mirándolo con la poca luz que entraba por la ventana. Eso lo tomó por sorpresa, y mucho. "Quieres abrazarme...?", le preguntó, dudoso y con voz baja. Pensó por un buen rato cómo responderle, empezando a hablar, casi en susurros. "Uhm... Supongo que... abrazar no esta mal...", miró a un costado algo avergonzado, "Pero... por qué quieres abrazarme a mi...?" El peliblanco nunca sabía como actuar en acciones como esa, abrazos, besos. Especialmente con Teo. Era así de especial para él?
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La sorpresa del peliblanco fue tal que incluso se giró por completo en el futón, para ver al pelirrojo que lo observaba tan normalmente que casi parecía una pregunta normal. La poca luz que entraba por la ventana podía iluminar un poco sus siluetas y se divisaban uno al otro, a excepción de Teo que tenía el censor de calor activado y podía ver perfectamente a Tateki, combinándolo con lo que sus ojos y su mirada normal podían divisar de él.
¨Quieres abrazarme…? ¨ preguntó, sorprendido, en voz tan baja que le costó un poco oírlo - …Si, quiero sentirte cerca – respondió, con una voz natural… exhalando un poco al hablar para no hacerse escuchar tan violentamente directo.
¨Uhm… Supongo que… abrazar no está mal...¨Si realmente era así, porque sus mejillas se tornaban rosadas? Porque miraba hacia abajo? Cual era la razón de esas actitudes?... ¨Pero… por qué quieres abrazarme a mi…?¨.
El rostro de Teo pareció sorprenderse, entreabrió un poco los labios al darse cuenta que no tenía una respuesta exacta para esa pregunta. Porque quería abrazarlo a él y no a otra persona?. Los ojos de Teo se entrecerraron y la sonrisa… confusa apareció en sus labios, apenas una mueca hacia un lado que el ojimiel pudo ver claramente - …No… se – los ojos del pelirrojo le miraron fijamente unos segundos, manteniéndose así - …No entiendo, pero para mí tu… eres el único – hablo, casi murmurando. Observándolo tranquila pero fijamente, notandose un poco confundido, sonriendo apenas... de lo extraño que se sentía. Queriendo bajar de la cama y apretarlo contra su pecho, o esperarlo a que él mismo suba y se quede tan cerca como pueda de la machina.
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El pelirrojo pareció... dudar? ante su pregunta, pero luego dibujó una sonrisa en su rostro, algo muy raro, algo de lo que apenas se podía fijar cuando lo hacía. Sus ojos que brillaban plateados siempre fijos en él, y pudo escucharlo claramente.
"…No… se…No entiendo, pero para mí tu… eres el único" Ahogó un suspiro, y cerró sus labios en una fina línea, desviando la mirada al pequeño espacio que había entre la cama y el futón. No solo era especial para Teo, era el único. Pero... qué sentía por Teo? Obligación, deber, curiosidad, simpatía... Desde el comienzo y mientras fueron conociéndose. Pero en el fondo sentía algo distinto, algo que aún no sabía, algo que empezaba a hacerse más presente. Y le molestaba que Teo tenía todo claro sobre lo que sentía, aún desde el principio, y él no. Teo, desde el principio, desde el primer beso... Siempre ha sido lo suficientemente considerado para preguntar antes y no de atacarlo de la nada. Teo hacía lo que podía por él, porque era más que especial para él. Entonces...
Finalmente se incorporó, sentándose en el futón, aunque por instantes no hizo nada, mirando bajo y a veces de costado hacia la cama. Hasta que con manos dudosas quitó las sábanas sobre él y giró hacia la cama, quedando sobre sus rodillas. Llegó hasta allí y la duda lo invadió, sintiendo su pecho apretado, sus oídos zumbando. La ilusión que tenían las marionetas de tener corazón. Lentamente fue elevando su vista hacia él, avanzando imperceptiblemente hasta estar pegado al borde de la cama. Respiraba pesado, y lentamente fue abriendo sus brazos. "E-e-entonces... Abrazo...", tartamudeó, mientras se inclinaba poco a poco hacia Teo. Estaba tan nervioso que había olvidado cómo hablar correctamente, o como moverse sin parecer raro. Pero con todas las dudas y alertas que podrían aparecerle como pop-ups, era lo más que podía hacer sin colapsar... |
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Se mantenía observándolo, mirándolo a los ojos sin hacer ni decir nada hasta que se incorporó tomando asiendo en el futón. Teo esperó una reacción más de su parte pero parecía que el ojimiel también estaba esperando algo del pelirrojo pues ninguno movió un solo músculo por unos minutos. ¿Por qué resultaría tan difícil para las marionetas normales demostrar sus sentimientos? ¿No era algo que estaba bien? Entones porqué…?
El albino quito las sabanas sobre él y se acercó hasta encontrarse arrodillado en el suelo, justo frente a la machina que le observaba con extrema atención e interés, aunque sin duda confuso por momentos. ¨E-e-entonces… Abrazo…¨fue lo que dijo. Algo en él temblaba y lo hacía verse y oírse por demás tierno. Aunque la machina apenas mantenía esa mueca de sonrisa aún, mirándolo. Corrigiendo dentro de su cabeza esa frase casi automáticamente… ¨Entonces abrázame¨.
Vio sus brazos abiertos y se incorporó en la cama, sentándose. Después… se inclinó hacia Tateki rodeando su cintura y escondiendo su rostro en el cuello del albino, tomándolo con fuerza y subiéndolo suave… pero sorpresivamente (para Tateki) a la cama. Haciendo que termine sentado sobre el cuerpo del pelirrojo que separaba sus piernas para el albino se encontrara más cómodo y puediera sentir abajo el colchón de la cama y no el cuerpo del otro.
Aún rodeando la cintura del mismo con cariño. Cerrando sus ojos para sentir la temperatura de su cuerpo, la suavidad de la piel en su cuello… oler su perfume, su olor natural
- …algo como esto, que se siente tan bien – murmuró con serenidad - …está mal? – el tono de su voz parecía realmente confundido, aunque sereno por el abrazo que mantenía con el peliblanco. No quería salir de allí… todo era tan diferente así.
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Era incómodo y raro para él, todo esto... pero al menos Teo descifró lo que trataba de hacer... Era un abrazo... pero no se lo esperaba así! Ser cargado por la machina a pesar de sus leves protestas, y terminar sentado entre sus piernas... Sus mejillas ardían, era demasiado para él! Del pánico pensó en escapar, pero el otro lo tenía rodeado con sus brazos, y al sentir el rostro de Teo entre su cuello le imposibilitó reaccionar como quería, respirando corto. Quedaron así instantes, y Teo solo disfrutaba del abrazo, del contacto entre ellos... Y el peliblanco lentamente fue relajándose, al ver que solo era eso y nada más, rodeándolo poco a poco con su brazo.
"…algo como esto, que se siente tan bien… está mal?" "No es que esté mal...", murmuró, mirando a un costado, "Es solo que... no estoy muy acostumbrado... a esto...", se confesó, avergonzado por ello. No estaba acostumbrado a relacionarse mucho con las personas, peormente llegar a algún tipo de contacto físico... Pero, como estaban ellos ahora... no se sentía tan mal después de todo... Era como decían, los abrazos hacían bien. Aunque... "...uhm... por qué quisiste abrazarme...?", preguntó de repente, pero sin moverse de donde estaban, susurrándole al estar tan cerca.
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Se sintió aún mejor cuando Tateki correspondió el abrazo de la misma forma que él. ¨No es que esté mal…¨ le oyó murmurar cuidadosamente ¨Es solo que… no estoy muy acostumbrado… a esto…¨la temperatura de su cuerpo aumentaba al hablar. De pronto lo sintió intranquilo en la voz, el peliblanco le había susurrado hermosamente esa pregunta otra vez ¨…hum… por qué quisiste abrazarme…?¨ el pelirrojo entreabrió sus labios al sentir su voz tan cerca.
Girando casi automáticamente, aunque con lentitud para mirar los ojos color miel y arrimarse a su boca hasta rozarse apenas, clavando sus ojos plateados en los labios finos del menor… - … - dudó antes de responder
– Mis sentimientos… me piden esto – susurró en la boca ajena, sin hacer más que eso, susurrar.
- …me piden contacto… tengo la… - se mantuvo en silencio un momento hasta continuar....
- …la necesidad, necesito… tocarte – los ojos subieron a los ojos ajenos, clavándose…
. . . . palabras claves dignas para pensar muuuy mal u//u
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Estaban cerca, pero podian estar aun más cerca, y así hizo Teo,
juntando sus rostros hasta que sus labios se lleguen a rozar. Tateki
ahogó un suspiro e instintivamente casi dejaba de respirar, sus
párpados abriéndose por milímetros ante la sorpresa, su temperatura subiendo, su cuerpo tensándose. Pero no se movió de allí. Sus ojos que por inercia buscaron los plateados de la machina, sin
darse cuenta se quedaron fijos en los labios de este, observando como
se movían al susurrar. "Mis sentimientos… me piden esto… me piden contacto… tengo la… la necesidad, necesito… tocarte" Lo escuchaba claramente, sus susurros, sintiendo cada palabra contra
su propia boca. El silencio que los rodeaba, y escuchándose sólo ellos, sus respiraciones cortas, el zumbido en sus oídos. Era abrumador...
No pudo más, y giró su rostro hacia el costado, alejándose un poco,
aún manteniendo el abrazo. Recuperaba el aliento que había aguantado, tratando de bajar lo aturdido que estaba. "Lo siento...", murmuró, cubriendo su boca con el dorso de su mano, todo sonrojado y alterado, mirando de costado al pelirrojo, "No... no puedo...", bajó la mirada, la culpa invadiéndolo, "Aún tengo...
miedo...", susurró sin darse cuenta, acomodándose un poco para poder salir... Teo lo dijo, dijo qué era lo que
sentía, pero él estaba inseguro de todo. Teo lo esperaba, pero él...
Simplemente huía. "Lo siento..."
----- fgfdfg xD orz |
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Tuvo la necesidad, una vez más, de acercarse y morder suavemente la boca del peliblanco, hacer saber lo bien que se sentía besar. Ya lo había hecho una vez con él, pero estaba seguro que el peliblanco no lo recordaría. A pesar de todo Tateki pareció avergonzarse por demás, el pelirrojo le miró algo extrañado por su actitud. El calor en su rostro aumentaba más y más, acaso… eso era normal en él?.
¨Lo siento…No…no puedo…Aún tengo…miedo…¨, confundido, aún en la posición en la que se encontraban se mantuvo callado. Unos minutos que seguramente le incomodarían a Tateki, pero los ojos casi blancos le miraban, solo eso. Sin hacer siquiera un ruido.
Hasta que finalmente habló mientras se levantaba de la cama suavemente para cambiar lugares con el albino – A que tienes miedo – murmuró, observándolo aún de pie, con sus ojos rasgados, fijos. Irreprochablemente intenso en su mirar. Teo no sabía exactamente que provocaban sus ojos, o su forma de mirar. No podía cambiarlo, él simplemente era así y así se ganaba el respeto de muchos (o el miedo, en todo caso). Torció un poco la cabeza al entender… quizás - …a corresponder a tus sentimientos? – Finalmente pudo enlazar las cosas - …también sientes… - se arrimó, inclinándose a él. Mirando su rostro, atento, cerca - …la necesidad de tocarme? – las piernas permanecían de pie, aunque su atlético cuerpo se inclinaba sobre quien estaba en la cama ahora. Era evidente que cambiarían de lugar a la hora de dormir.
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Con cada día que pasaban juntos, se acercaban más y más. Solo era cuestión de tiempo para que lleguen a algún lado. Y Tateki solo alargaba las cosas, aún no se sentía listo... Desde aquel primer beso cuando se conocieron, Teo ya se había confesado. Y Tateki retrocedía. Aún no se sentía listo, tenía miedo... Miedo de qué?
Evitó todo ese rato la mirada de la machina, sin moverse de allí. No quería moverse en realidad, pero si no se iba de allí tal vez pase algo... y tenía miedo, no se sentía listo. Pero el movimiento del pelirrojo lo sorprendió. Pensó que Teo de alguna forma aprovecharía y no lo dejaría ir, pero él fue el que se alejó... Lo siguió con la mirada, encontrándose finalmente con los ojos plateados fríos. "A que tienes miedo."Aquellos ojos, junto a lo que le dijo, le provocaron escalofríos. Se sintió gravemente interrogado, juzgado, acorralado, pequeño. A qué tenía miedo? A que lo toquen? Al contacto? A lo que podría pasar? A lo desconocido?
Por si fuera poco, Teo se inclinó hacia él, obligando que se encoja en su lugar, perplejo. "…a corresponder a tus sentimientos?…también sientes… …la necesidad de tocarme?". Ahogó un suspiro, rostro cambiando a uno contrariado. No era eso, no lo era! No! ...
... o sí lo era...?
Realmente no sabía por qué no quería. Pensó al principio que era porque no estaba acostumbrado a aquello, pero... Teo le abrió la puerta a esa posibilidad. Quiere tocar a Teo...? Cayó un poco hacia atrás en la cama, alejándose un poco de Teo, evitando su mirada. "... no lo sé...", murmuró apenas, mirada baja, lleno de remordimiento. Realmente no sabía... y odiaba eso de sí. Solo pensaba en huir de alguna forma...
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Tateki se tensó, notoriamente parecía nervioso incluso su rostro demostraba miedo ante la machina. El pelirrojo supuso que esa clase de comportamiento aceleraban el ritmo cardiaco del ojimiel y entonces, lentamente se alejó de él… ¨…no lo sé…¨ murmuró, con su rostro en alguna otra parte del colchón de la cama y su cuerpo intranquilo. Jamás hubiera querido ponerlo así - …siento asustarte… - habló en susurros, arrimándose una vez más… tranquilamente, con toda la paciencia del mundo. Inclinándose para tomar uno de los mechones blancos que tapaban su frente y hacerlos a un lado, dejándole el espacio suficiente para depositar allí un tibio beso que fue más bien frío debido a los piersings que poseía en su labio inferior. Pero el contacto con Teo era cálido.
Nada tenían que ver sus metales. Una vez se alejó, sus dedos rozaron aún su piel un poco… deslizando su mano hasta tomar su mentón y hacerle levantar la cabeza con tranquilidad… Los ojos plateados le miraban con calma, y muy recónditamente estaban llenos de ternura… apenas sonrió con sus labios finos - …si alguna vez… sientes la necesidad… - hablaba con calma, acariciando con uno de sus dedos el mentón que sostenía con su mano - …de tocarme… debes saber que puedes hacerlo… - hizo una pausa antes de continuar, borrando un poco esa sonrisa - …porque en ese entonces… yo también querré… -.
Dicho esto simplemente se alejó, soltando su mentón. No iba a dejarlo inquieto, por lo menos, eso intentó. Calmarlo, demostrarle que todo estaba bien. Aunque tratándose de Teo, éste no generaba mas que más y más dudas con su forma tan directa al hablar. Se recostó en el futón, dejando en claro que dormiría allí… colocando una de sus manos detrás de su cabeza y cerrando cuidadosamente los ojos. Mañana sería un largo día después de todo. Ya habría tiempo de pensar en algo más.
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Necesitaba algo de tiempo... Si Teo se alejaba tendría algo de tiempo para pensar, para poder responderle... Pero sintió a Teo acercarse, y realmente ya no sabía qué hacer. No es tu culpa, no, le repetía en su mente, pero fue interrumpido por el toque en su frente, cerrando los ojos por inercia ante aquel beso de 'buenas noches'. Esa mezcla rara de frío y caliente, tan común en Teo, con su exterior frío e inexpresivo, pero con sus sentimientos y palabras cálidas... Desvió la mirada, levemente sonrojado, mientras la machina se alejaba sin perder el contacto con su rostro; el más mínimo de los roces era aprovechado por el otro. Su rostro fue elevado, y su mirada desviada hacia la plateada del pelirrojo, devolviéndole la mirada algo indeciso. La expresión de Teo fría, pero sentía algo distinto en ella...
Teo hablaba tranquilo, justo en el tono para escucharlo como un murmullo en su oído. "…si alguna vez… sientes la necesidad… …de tocarme… debes saber que puedes hacerlo… …porque en ese entonces… yo también querré…" El peliblanco se sonrojó fuertemente, perplejo por lo directo de la machina. No era verdad, no era lo que él decía, no quería tocarlo, no!! No...! No... Se mordió levemente el labio. No ...no sabía realmente... Empezaba a creer que sí, tocarlo era lo que queŕía... Pero si es que era así, o de cualquier forma, aún estaba indeciso en todo. Tampoco quisiera apresurarse, pero... No sabía cual era el límite de la paciencia de Teo.
Estaba realmente confundido ahora... No solo el pasado de Teo, ahora también su propio presente... Pero sería mejor dormir, tal vez allí sus ideas podrían acomodarse en su mente, además de que tenían aún que despertarse temprano. Giró en la cama, dándole la espalda a Teo, y pasando su brazo bajo la almohada se acomodó para dormir, recogiéndose un poco tal vez para sentir como se sintió con el abrazo de Teo.... Ah, sin darse cuenta volvió a dormir en la cama... Pero no importaba, eso era lo de menos...
*-*-*-*-*
Debieron haber sido alrededor de las 6 de la mañana. Tateki abrió los ojos lentamente, despertando por su cuenta. Había dormido, pero aún se sentía cansado y pesado, aunque su cuerpo lo obligó a despertarse a esa hora. Estaba ansioso por ir al laboratorio del Dr. Kansko, sí, pero no solo por eso... Bostezó leve, como un pequeño suspiro camuflado, y quedó mirando al techo, sin moverse, pensativo. Aunque en realidad no pensaba en nada, solo recibía: el ruido lejano del movimiento en las calles, los cambios de luz por los movimientos ondeantes de la cortina, sus respiraciones... Giró casi nada en la cama, girando su rostro hacia fuera de la cama, donde se encontraría Teo durmiendo. Seguirá dormido? Habrá dormido bien? Estará listo para ir donde su padre? Aún querrá tocarlo...?
----------------- tardé demasiado ;u; orz |
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Se encontraba observándolo fijamente, con un rostro tan serio que denotaba sin escrúpulos total falta de ternura. Aunque en realidad no era así… sin embargo su cabeza se encontraba vacía por dentro. Cuando notó que despertaba decidió sentarse en el futón, levantándose tranquilamente y caminando a la ventana semi abierta para observar el exterior.
El viento movía rítmicamente su cabello rojo… y su boca se entreabrió apenas cuando presintió que era observado por el menor. Apenas movió su cabeza, mas que nada sus pupilas, enfocándolo. Mirándolo fijamente…
- será mejor que tomes tus cosas, te prepares.. y me sigas – hablo casi como un susurro, alejándose de la ventana suavemente y caminando hasta la puerta. No sin antes pasar junto a Tateki y acariciar los cabellos de su frente tan cariñosamente… Tan cálidamente, que contrastó fríamente con su rostro y su voz. Su mano se enredó en su cabello blanco, rozandose con la piel de su cabeza. Se había sentido demasiado bien, casi como si entre los dos hubiera una conexión mayor.
Sencillamente se fue de la habitación para dejar a Tateki tranquilo. Se paró junto a la puerta de salida, con una pierna posada sobre la pared y los brazos cruzados. Asi lo encontraría al volver.
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Teo ya había estado despierto, al parecer por un buen rato. Lo buscó con la mirada hasta la ventana, pero sin incorporarse en la cama, y lo escuchó susurrar algo que le pareció una orden que tenía que seguir por ley. Estará enojado...? Podía decir que se estaba acostumbrando y empezando a entender el rostro frío metálico cortante de Teo, pero había veces en las que en serio le asustaba. Al parecer el peliblanco era mucho más fácil de leer, porque cada vez que pasaba algo así, como si sintiese la incomodidad de Tateki, Teo lo arreglaba. Usualmente con caricias, como la que acababa de hacer en su cabello. Era extraño, cualquiera diría que esas no pueden ser las manos de alguien tan brusco como el pelirrojo. Pero aquellos sentimientos cálidos eran de él y de nadie más, y podía sentirlos claramente. Teo le transmitía sus sentimientos por medio de sus caricias, y Tateki acababa de darse cuenta de que tal vez-- no, de que sí, quería tocarlo.
...claro que no podría admitirlo, era muy vergonzoso... /// Teo salió de la habitación, y el peliblanco giró en la cama dándole la espalda a la puerta, hundiendo su rostro en la almohada para tratar de bajar su sonrojo. Tocarlo... A-aunque era tocarlo para conocer más de él, así como cuando quería saber más sobre sus piercings, si... Se convenció con eso (por el momento), y trató de olvidar el dilema, incorporándose de golpe. Tenía que prepararse rápido: Teo, y el laboratorio de su padre esperaban. Se cambió de ropa a una versión un poco más fresca a la que usualmente lleva: camiseta oscura con mangas cortas, y un chaleco habano con muchos bolsillos, muy importantes los bolsillos; guantes sin dedos, y el resto lo usual, sin olvidar su cinturón de herramientas.
"... ya estóy lis--", se detuvo en la entrada de la habitación, y echándole una mirada a Teo volvió a entrar a la habitación a buscar algo, regresando con una camiseta algo grande que esperaba le quede a la machina. "No puedes ir por ahí sin camiseta...", comentó en un murmuro, extendiéndole la camiseta y esperando a que se la ponga. Revisando que todo esté en orden en la habitación salió a la sala, buscando su pequeña mochila ya lista con los distintos cuadernos y piececillas para anotar y comparar allá. "Hm.., Tal vez sea mejor comer algo en el camino...", comentó casi para sí mismo, girando hacia donde se encontrase Teo. Estaba algo ansioso, y notoriamente quería evitar que no se le notara... a pesar de que en el fondo lo que quería era dejar al margen cualquier pensamiento con lo ocurrido anoche... así que estar entusiasmado por la salida era lo mejor que podía hacer. "Vamos?"
En las mañanas en las que usualmente partían rumbos, esta vez irían a un mismo lugar juntos. Una pequeña duda olvidada volvió a aparecerse en su mente. Qué hace Teo cuando no está en su casa? No se atreve a preguntarla aún. |
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Levanto una de sus manos hasta tocar uno de los aros que llevaba en el tabique… quitándolo sin aparente dolor, sin cuidado, pero tampoco con brusquedad. Lo observó… concentrándose en él podían notarse como hilos eléctricos cruzaban de un lado al otro en la mano del pelirrojo. Llendo y viniendo sin razón alguna hasta desaparecer rotundamente cuando lo escuchó. El albino salió del cuarto, aunque parecía que había olvidado algo antes, regresó con una prenda de ropa. "No puedes ir por ahí sin camiseta..." ….no se podía? realmente?. Miró con algo de desinterés la camiseta, confundido, serio.
Aunque estiró ambas manos tomándola… a pesar de que la idea de vestirse le agobiaba por dentro. Si tan solo hubiera nacido con el cuerpo de un animal, no tendría por qué preocuparse por esa clase de cosas como vestirse. Al mismo tiempo que la tomó, se la puso por sobre la cabeza, notando que le quedaba un tanto ajustada pero lo suficientemente larga como para no quedar ridículo. "Vamos?" le oyó, observándolo al instante… - si… será mejor que si – dio una media vuelta antes de abrir la puerta de aquella humilde casa que lo había resguardado y que lo seguía haciendo hoy en día. Caminó tranquilamente con las manos metidas dentro del pantalón, en los bolsillos.
Observando primero al frente y luego al albino, observando a las demás personas del lugar casi tan fríamente como Tateki podía notarlo. Parecía un perro cuidando algo que era suyo, hasta sus labios doblaban la comisura un poco hacia abajo. Un perro del lugar comenzó a ladrarlos, trotando hasta llegar a Tateki y caminando a su lado.. Olfateando al pelirrojo que le hecho una sola mirada, y el perro salió huyendo despavorido. – hmg… - pareció quejarse. Algunas personas dieron vuelta enseguida su rostro al ver a Teo, poniéndose algo tensos ante su presencia. Hablando de que al parecer la razón de que ese extraño estuviera por el cardinal casi todos los días, era que el chico blanco le prestaba la casa. Casi podían oírse sus conversaciones. – a las montañas – interrumpió teo, ignorando todo a su alrededor y mirando a Tateki sin detener su paso firma y aunque tranquilo - …hay que ir a las montañas -.
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Dejando segura la casa, partieron finalmente... Estaba ansioso desde ya.
Caminaban juntos, lado a lado, aunque el que guiaba el camino en verdad fuera la machina, así que el peliblanco estaba muy atento a él, mirándolo de reojo. Se veía temible como siempre, y realmente no estará enojado?
Un perro se le acercó y caminó junto a él, el lebenmaske mirándolo curioso por la razón de que lo empezaba a seguir, pero sin hacer nada, simplemente esperando a que haga algo... Pero de la nada el perro huyó aterrado... Por qué...? "hmg…", escuchó a Teo y volteó un poco hacia él. Acaso Teo tuvo algo que ver...? Uhhh...
El ambiente se empezó a sentir tenso por alguna razón, y al darse cuenta finalmente, podía ver de reojo que personas los miraban con algo de fastidio, mientras conversaban entre ellas. ...Estarán hablando de ellos? Uhh.. El peliblanco bajó la mirada, incómodo por el exceso de atención no esperado, no le gustaba ese tipo de cosas...
La voz de Teo llamó su atención. "…hay que ir a las montañas" "Eh... Ah... Si...", murmuró, siguiendo el camino con la mirada, tratando de ignorar sus alrededores con dificultad. Pero iban en buen camino. Si caminaban un buen rato más llegarían a las faldas de las montañas. Caminaron un rato más antes de que Tateki se detuviera en una pequeña tienda, donde compró agua y algo para que ambos coman. "Uhm, para ti...", le dio a Teo su parte de la comida, "Podemos comer mientras caminamos..."
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si fuera por Teo, el iria desnudo por la vida xDDD y creo que no avancé mucho? orz y y no sé, que coman comida no saludable, pasteles de carne cosas así (??) xD
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