La Masonería siempre alerta a que no surja la maldad dentro de ella.
La Masonería Universal no se propone satisfacer ningún interés mezquino, ninguna mira egoísta; su objetivo es altamente noble, su misión exclusivamente humanitaria. Ella trabaja incesantemente en fomentar la caridad y la filantropía, en los hombres y mujeres de todas las clases y condiciones y de todas las creencias religiosas. Pretender incorporarse por intereses privados y con objetivos particulares, sería un absurdo efectuarlo, desconociendo en si toda la abnegación que la Masonería demanda. La Masonería tiene secretos que no pueden penetrarse, y juramentos solemnes que no deben quebrantarse; pero ni unos ni otros se oponen no lo más mínimo a las Religiones, a las Leyes ni a la Moral. Los Masones buscamos constantemente nuevos candidatos para iniciarlos en Nuestros Augustos Misterios, nuevos miembros a quienes hacer depositarios y propagadores de nuestros sublimes e imperecederas doctrinas y en ocasiones nos encontramos con traidores a la Orden Masónica. La Masonería evita, hasta donde le es posible introducir Traidores que, atraídos por el Poder y el Gran Prestigio de la Masonería, luego hagan mal uso de ser Miembros de la Orden. De ahí, que hayan surgidos autenticas mafias hacia dentro y alrededor de la Masonería. Pero ello, como Masones siempre estamos atentos a esta situación para detenerla a tiempo y no dejarla crecer, luego que este mal nacido de la perversidad de algunos malos masones, no dañe a la Sociedad Humana o a la misma Masonería, a estos malos masones los expulsamos de la Orden de forma inmediata. Pero, luego estos malvados forman Logias Espurias e Ilegitimas, las cuales forman Verdaderas Mafias, muchas de ellas incluso autodenominadas como Masonería sin serlo.
Vicente Alcoseri
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