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Ronda 4 : Pelea 4
Albafica de Piscis Vs Alexius de Phecda Gamma
Inicia: Alexius de Phecda Gamma
Lugar: Coliseo
Hora: Noche
Juez: Aiacos
Roll: URM 2.0
Posteo: 48 hrs max.
Inicia: 17 de Julio
Finaliza: 7 de Agosto
ll.abou.jarias.ll@live.co.uk
.::: [ Azrael Ignus Abraxas Du Vent ]:::.
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De: Alexius |
Enviado: 18/07/2011 17:49 |
** La Diafana Selene, se observa en el firmamento, timida, blanca y nivea, algunas luminarias de su corte, le acompañan, en su titilar continuo, regalando blanquecina luz sobre aquel lugar, no habia cumulos acuosos que entorpecieran la vista, por lo que la claridad era exagerada en aquel lugar, un coloso osaba oponerse a aquellos hilos de plata, camina con total tranquilidad, mientras que la galatea plateada arranca destellos de argelino resplandor a aquella robe que se manifiesta con fuerza portada por aquel gigantesco ser, su estatura se dice iguala o supera a uno de los legendarios guardianes dorados, que hace alli, y/o a que ha venido parece ser un enigma, sus herculeos brazos acomodan su rubia cabellera, una arista de luz logra dar en su rostro que se oculta bajo una cimera en forma de serpiente, comienza a descender por aquellas escalinatas de piedra calcarea que parecieran resentir el peso de aquel gigante, el guerrero ahora orada la tierra con sus pisadas elevando fino polvo al situarse al centro de aquella arena, sus ojoz oniricos estudian el alrededor, espera y se cruza de brazos, atento**
{Alexius de Phecda Gamma}
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**La bóveda celeste iluminaba, la gran Diana hacia su
elegancia con tan firmeza y su manto iluminado tocando con tan delicadeza aquel
lugar sagrado donde los audaz y fuerte guerreros mantenía y cuidaba con sus
puños a la diosa.
El caminar de un ser por la noche se dirigía hacia el
coliseo, después de haber platicado con el pope, el misterioso guerrero
cubierto con una manta blanca deseando evitar el contacto de los demás,
sabiendo que el lugar donde los audaz aprendiz con gran esfuerzo competían con
esfuerzo y empeño para conseguir un manto sagrado, estando de noche ese lugar se
encontraba a solas así podrá seguir su camino sin preocupación alguna.
Llegando cerca mira como un ser de estatura titánica hacia
presencia con gran tranquilidad, él rubio de su caballera y su majestuoso manto
relucía con gran porte y a la vez demostraba sin miedo alguno.
“Quien será?”(en mente)
Ahí estando oculto en un pilar contempla como baja la
escalinata quedando en el centro, sin saber el motivo queda en el centro de la
arena sin saber porque se encontraba, sabe muy bien que el destino de todo ser
extraño al entrar sin permiso es la muerta, por lo que en la parte más arriba
del coliseo cubierto con su manta queda a un lado de un pilar cerca de las
escalinatas ahí se sienta con tal cautela, cruzando su pierna derecha con tal
orgullo porte erguido ahí queda sentado como si esperara un espectáculo de
aquel ser extraño.
El viento comienza a
mecer, dando frescura en tierras surge un poco el rostro de aquel hombre
el brillo de la Diana reflejaba el azul de sus ojos con una serenidad un
presuntuoso y seguridad del hombre, ahí sin decir palabra alguna de su túnica
blanca en el movimiento de la brisa hacia surgir pétalos de rosas rojas
llevando en aquel lugar, mirando como el danzar daba la escena perfecta de un
próximo espectáculo, quedando su mirada fija en aquel intruso**
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De: Alexius |
Enviado: 20/07/2011 00:13 |
** El coloso cruzado de brazos, asi, observa toda la circunferencia de aquel lugar, sus pupilas se clavan en la arquitectura del lugar, admiran el altorelieve del mismo, mientras esto sucede aquel sujeto percibe en el viento ligeros movimientos en el mismo, extiende su mano, y al capturar algunas de aquellas pequeñas borlas, descubre en el, aquellas hermosos petalos
-- Petalos?? --
susurra en una voz casi inaudible, luego entonces sus ojos ponen mas atencion en aquello que lo rodea, descubriendo con solemne posee a una silueta sentada a un costado de el, sus ojos se clavan en la penumbra buscando descubrir el porque habia petalos en el viento, sin decir mas, su cuerpo se dirige haciando donde aquel sujeto, casi cada paso que da, hace retamblar la suave tierra por donde cruza, mientras su barbado rostro no revela la intesion de aquel ser **
{Alexius de Phecda Gamma}
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**Sentado el misterioso hombre, contempla como los pasos de aquel titanico hombre se dirige hacia él, sin dar seña de algún movimiento y aun oculto bajo su túnica, la mano de aquel hombre oculta sostiene con precisión y fuerza entre sus dedos de la mano derecha un ser vivo hermoso mismo capaz de engañar a sus enemigos por su belleza pero letalmente poderosa, sin decir nada la pierna que se encontraba cruzada vuelve a regresar a su posición incorporandose de nuevo el movimiento del viento hace revelar un ser de facciones hermosas, con un pelo azul que era los mismos de sus ojos, que a su vez su mirada refleja una seguridad y serenidad misma, ahí sin decir nada aun oculto aun su manto sagrado, fija su vista en la armadura del intruso mismo llevaba en su cinturón una hermosa gema única, dilatando y contrayendo la pupila el hombre pronuncia.
-Que te trae aquí hijo de Odín-
Terminando esas palabras los pétalos que salia de aquel hombre comenzaba a ser aun mas en todo el lugar un hermoso espectáculos de pétalos que a medida que llegaba mas cerca de aquel creador mas surgía recorría en todo el coliseo, teniendo algún motivo de el porque danzar, ahí de pie sin moverse esperando que se aproximara, el ateniense queda en espera de su respuesta o de cualquier movimiento**
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De: Alexius |
Enviado: 20/07/2011 21:54 |
** La galatea regala sus hermosos alos de plata sobre aquel lugar, diafana la hermosa luz, cae sobre aquellos dos seres, arrancando destellos de hermosos colores a la armadura azulina del coloso de asgard, mientras que caminando se detiene a prudente distancia, observa con sinuosa atencion los hermosos petalos que vuelan a su alrededor, luego entonces al escuchar con pretension aquella voz que le inquiere responde con total tranquilidad
- Mi nombre es Alexius, de la estrella de Phecda Gamma, y vengo a ver a la Diosa Athena --
responde con total parsimonia, mientras que observando a aquel que lo interlude, descubre un hermoso destello dorado, bajo aquella capa blanca que lo envuelve, entiende entonces frente a quien se encuentra, uno de aquellos de quienes se dicen la orden mas poderosa de athena, de los cuales sus armaduras brillan como el sol, se sonrie mientras espera los acontecimientos **
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{Alexius de Phecda Gamma}
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**Escuchando con tal templanza el guerrero con firmeza y detenido
sus pasos enfrente de unos de los orgullosos atenienses.
La Diana con firmeza en lo más alto será la testigo de aquel
probable espectáculo mismo que se llevara en ese coliseo, sin más escuchar las
palabras con tal seguridad en desear ver a la diosa, el dorado con el viento
que se mecía comienza a revelar su majestuosa armadura que es bañado por el
mismo astro, formando aquel brillo majestuoso y dando revelar el brazo
izquierdo de él se demuestra una de las aletas de que lleva, de pie comenta.
-Te doy bienvenida al santuario hijo de Odín pero tu petición
será imposible-
Con una muesca sutil de sonrisa el caballero abre su compas extendiendo
su brazo derecho del sostenía una rosa de la más pura y hermosa flor rojo
carmesí misma que era sostenida entre los dedos del aquel guardián, el ondear
de la capa revela por fin su manto sangrado, digno y orgulloso en portador
comenta.
-Al entrar en tierra sin permiso guerrero tu destino es la
muerte, yo Albafika de Piscis te daré la más dulce y tranquila muerte-
Con voz de seguridad y imperioso el dorado de esa única simple
rosa surge aun mas pétalos que en la arena comienza a tapizar la fuerte cantera
del suelo del coliseo, ahí el pisciano espera que el guerrero se retire o bien
demuestre lo que son capaz los guerrero de Asgard.**
Soy la belleza pero en mi sangre corre el veneno de mis rosas...
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