El Cid de Capricornio (山羊座のエル・シド, Kapurikōn no Eru Shido) es el Santo de Oro de Capricornio durante la Guerra Santa entre Hades y Athena ocurrida en el siglo XVIII, en la versión alternativa de la historia, el Spin-Off Saint Seiya: The Lost Canvas - Hades Mythology.
Es un hombre que se entrena constantemente para que su "espada" sea lo más afilada posible, y que carga con todo el peso de sus misiones él sólo, no permitiendo que nadie le ayude. Se enfrenta a los dioses menores del sueño, derrotándolos con la ayuda de Sísifo y Sasha.
Personalidad
El Cid de Capricornio, Sisifus de Sagitario y Manigoldo de Cancer, el equipo que luchó contra los Dioses Gemelos.
El Cid se muestra como una persona un poco esquiva y bastante seria, además de ser reservado y muy callado, da la impresión de ser de pocos amigos pero la verdad es que estima mucho a sus demás compañeros y siempre está dispuesto a ayudarles cuando se da el caso. Tiene un carácter fuerte y parece no inmutarse por nada. Tiene un aire un tanto misterioso, como si intentara esconder algo. Es decidido y, aunque pueda parecer un tanto frío, es todo un caballero. Según Dohko de Libra demuestra que su personalidad es "frio y afilada" alma como una espada.
Infancia
El Cid entrenó en Japón la forma de hacer que su cuchilla fuera perfecta, tenía el mismo deseo que su compañera Mine, una niña con la que entrenaba y buscaba forjar la espada sagrada que cortara todo, la Espada Mágica Yaken Zan-ou'ki. Junto a ellos estaba un hombre llamado Felser, una persona de gran corazón que odiaba las peleas a pesar de su fuerza. Un día El Cid y Mine quedaron atrapados en un incendio en el bosque y cuando iban a morir apareció Felser que los salvó, cortando los árboles con su brazo desnudo para salir del bosque. Los niños fueron salvados pero Felser resultó con graves quemaduras, pero satisfecho por haberlos salvado para que pudieran cumplir sus sueños. A pesar de todo, tiempo después Mine es víctima de una enfermedad de las vías respiratorias que le cuesta la vida, El Cid le promete que cumplirá con el sueño de ambos.
Guerra Santa
Tras la muerte del Santo de Oro Manigoldo de Cáncer durante la batalla que selló al Dios de la muerte, Thanatos, El Cid entra en acción, buscando el Mundo de los Sueños para liberar el alma de otro Santo de Oro, Sísifo de Sagitario. En su camino se encuentra con varios Espectros de Hades, entre ellos Gregor de Genbu, a los que derrota sin esfuerzo alguno. Pero entonces se ve rodeado por tres de los cuatro Dioses de los Sueños, Oneiros,Ikelos y Phantasos, que van en busca del alma de Tenma de Pegaso, para aprisionarla para siempre en el Mundo de los Sueños y así evitar que continúe reencarnándose en el futuro.
Contra Ikelos.
El Cid decide atacar a Icelus, pero este manipula el espacio y le devuelve su ataque cortante, que secciona su brazo por debajo del codo. El Cid intenta atacarle con una patada, pero Icelus contraataca y lo lanza por un precipicio, dándole por muerto, mientras que Phantasos decide llevarse el brazo seccionado como recuerdo. Pero El Cid sobrevive a la caída, y consigue entrar al Mundo de los Sueños utilizando como guía la resonancia del protector de su brazo seccionado, apareciendo justo al lado de Phantasos, al que destruye de un golpe. El Cid llega entonces a Phobia, donde rige Icelus, el cual quiere continuar su batalla contra el Caballero de Oro. Pese a carecer de brazo, El Cid sigue pudiendo crear una espada de Cosmos para atacar, pero Icelus le devuelve todos sus golpes, causándole muchos cortes, y atacándole desde su espacio distorsionado, por lo que El Cid no puede adivinar por dónde va a ser atacado. Tras recibir varios golpes, El Cid decide rociar la zona con su propia sangre, así saber dónde está distorsionado el espacio, revelando por dónde va a tacar Icelus, consiguiendo así derrotarle de una sóla estocada.
Cortando la Flecha de Oro de Sagitario con su Excalibur.
El Cid consigue llegar a Morphia, donde está encerrada el alma de Sisyphus y donde se encuentra con Tenma, que acaba de derrotar al cuarto Dios de los Sueños, Morfeo. El alma de Sisyphus debería haberse liberado tras la muerte de Morpheus, pero su propia angustia y pena le mantienen encerrado, impidiendo que Tenma o El Cid entren a rescatarle. Entonces el último superviviente de los cuatro dioses, Oneiros, aparece, e invoca las almas de sus tres hermanos para crear una criatura gigantesca. El Cid y Tenma le atacan, pero se recupera de todos los golpes y usa su técnica Oráculo de los Guardianes sobre los Caballeros, pero son defendidos por el alma de Athena, que debido a los daños ocasionados por Tenma y El Cid en el Mundo de los Sueños, ha sido capaz de viajar hasta allí para salvar el alma de Sisyphus. El Cid corta el espacio tras Oneiros, y gracias a su técnica Piedra Saltarina y el Puño Meteoro de Pegaso de Tenma, consiguen sacar a Oneiros al mundo real para así proteger el sueño de Sisyphus mientras Athena está dentro, pero una vez fuera Oneiros descubre y asesina a tres subordinados de El Cid que habían acudido para tratar de ayudarle, Rusk de Brújula, Lacaille de Popa y Tsubaki de Vela.
La batalla contra Onerios continúa, pero ni Tenma ni El Cid son capaces de causarle daños permanentes, ni siquiera con la ayuda de Yato de Unicornio y Yuzuriha de la Grulla, que acuden en su ayuda. Por suerte, Athena consigue liberar a Sisyphus de su sueño y traerle al mundo real, en el Santuario de Atenea, desde el que Sisyphus lanza su Flecha de Oro, cargada con el cosmos de Athena, en dirección a la batalla. Mediante Telepatía Sisyphus explica su plan a El Cid, el cual parte la Flecha de Oro en cuatro con su espada de Cosmos, consiguiendo herir así las cuatro almas de los Dioses de los Sueños a la vez. Onerios trata de acabar con la vida de Tenma antes de morir, pero El Cid interviene y le clava en el pecho su brazo seccionado, muriendo después en la explosión resultante.