* Un fuerte y extraño soplido hace retroceder las frías corrientes de Asgard, las cuales en un instante retoman el curso normal, dejando en el olvido aquel extraño suceso que no es más que un mensaje de peligro y cambio, un cambio que lleva consigo la reacreación del mundo, así como el nacimiento de un imperio ideal, uno en el que predomine la gran voluntad del Mar, la voluntad de Poseidón, el gran Emperador. Por lo que, justo en ese momento surge de la costa la imagen altiva y elegante de un hombre que avanza con pasos sinuosos como elagantes, quien realiza un pronunciado movimiento de hombros que enaltecen el constante ondear de la capa que porta. - Así que soy el primero. - Comunica una voz metálica y sobría, misma que guarda un tinte de orgullo, de un orgullo que se ve claramentre reflejado en una mirada que analiza con detenimiento el panorama que se abre frente a él. - El Extremo Norte del Mundo, Asgard, la nación que debe perecer ante nuestro Emperador... Este es el último día que existirá, terminaremos con una existencia de sufrimiento... - Adjunta al monólogo, pero a sabiendas que alguien más podría escucharlo, ya que los demás marinos sin duda se encuentran cerca del que se convertirá en un fiero terreno de combate...*   Baian de Caballo Marino »»

**Los helados vientos del norte encrespan el mar del extremo de Europa, con un aire bélico en su andar. Las frías aguas golpean incesantemente contra las costas rocosas de Asgard, como preludio de una legendaria batalla a punto de desatar, y es precisamente de esas oscuras aguas que una galante figura se ve emerger como hijo mismo del océano: Cubierto de pies a cabeza por una armadura dorada que parece brillar con luz propia, y que emula en sus ornamentos los atributos de diversas bestias salvajes, el individuo que escupieron las aguas anda con un paso marcial entre las empedradas playas del Norte. Una ligera sonrisa se dibuja en su atractivo rostro mientras contempla, en el horizonte, el castillo de los héroes de Odín mientras los gélidos eólos acarician y bailan su rosácea cabellera. -Así que está es Asgard.- menta en voz apenas audible mientras lleva su diestra sobre su cadera sin despegar su mirar color avellana del paisaje, hasta que la figura de uno de los compañeros de armas aparece en su campo visual. -Los demás Generales deben estar en camino. Asgard caerá este día, en nombre de nuestro señor Poseidón.- El orgullo de pertenecer a la élite de los protectores del océano inunda el pecho de aquel hombre, quien regresa su mirar al horizonte. Eo de Scylla, amo de las bestias del mar ha arribado a Asgard.**

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*Momentos después, en un punto adyacente a donde han ido apareciendo los portadores de la voluntad marina: La atención es tomada por una melodía que viaja paulatinamente entre la gélida briza; llevando consigo esas sensaciones tan propias y característicos de los réquiems, la música que en aquel punto geográfico sirve para despedir de este mundo a los valientes guerreros que caen en batalla; Conforme solo una parte parcial, la que corresponde a los labios y mentón, junto a los hermosos acabados de una extensa flauta bañada en oricalco, son lo único que puede apreciarse de quien interpreta con respeto una adelantada ceremonia de sepultura para aquellos que lamentablemente no han sido contemplados en la Utopía trazada por el supremo Dios de los mares…*  

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Sorrento de Saren // El Preludio de la Muerte