** Los ojos ralos del joven nórdico observan la figura que llega y su voz se escucha con sincera emoción y al mismo tiempo sorpresa, así como con un poco de reclamo -- Señorita Fler, no debería de estar aquí, recuerde que estamos bajo el asedio de enemigos poco conocidos -- indica mientras se acerca poco a poco a ella, confiadamente, sus ojos avistan alrededor de la caverna mientras sus sentidos se ponen en alerta por si alguien mas ha llegado tras aquella valiente joven  **

** Aunque las ultimas palabras de aquella joven no le suenan conocidas o propias de ella misma, no toma mucha importancia, pues las presupone derivadas de la presión a que se haya sometida por ser la segunda en importancia dentro del reino, ademas claro de aquel lazo de fraternidad que corre mas allá entre ellos, -- Aun no así, no debería de estar aquí señorita Fler, permita que nosotros los dioses guerreros nos encarguemos de esta situación, vamos la escoltare al palacio -- indica con solicitud mientras camina hacia adelante a la entrada de la cueva dándole la espalda, de manera que busca verificar si a la entrada no hay nadie que los pudiese atacar  **

** El ruin sujeto ataca por la espalda a aquel dios guerrero que ha confiado plenamente en la aparente figura de la dama segunda de Asgard, pero quería la suerte que no todo fuera fácil y sencillo para aquel oponente tan cobarde, justo cuando había revisado que nadie les esperaba fuera de la caverna, comenzaba a girar para tomar de la mano de la supuesta joven, justo el instante en que aquel atacaba, quería la suerte mas no del todo favorable, dar una esperanza al segundo guerrero de Asgard, lo único que alcanza a ver aquel joven es un manchon, una pregunta en el aire y un dolor indescriptible, -- señorita fle...... arghhhhhh -- el grito es agónico, el golpe por fuerza mortal, mas la estocada solo penetro por debajo de las costillas, sin hundirse demasiado, la hemorragia es letal, Haggen rueda por el suelo dejando un río de sangre, a su mente acuden varias imágenes borrosas sin saber que es lo que ha pasado a cabalidad, la diestra va hacia donde se encuentra la herida y trata de taponarse sin mucho sentido, pues lejos de su extremidad se encuentra, -- pero que demonios .... -- susurra tirado en el suelo mientras trata de controlar su cuerpo, su mente y trata de respirar para poder rehacerse ...  **

** La sangre comienza a manar de manera menos elocuente, todos aquellos conocedores del Koori no Ken, saben que pueden realentar cualquier fluido, así que la sangre es restañada y el guerrero nórdico se levanta aun con dificultad; los hirientes ojos de aquel guerrero se posan en la horripilante figura que ahora tiene frente a si, -- Pagaras por usurpar la figura de la señorita Fleur -- indica con total voluntad destructiva en su voz, mientras que el magma hirviente reacciona ante la furia de su domador, el cosmo gélido comienza a actuar sobre su cuerpo, haciendo que la temperatura comience a descender peligrosamente, dominando incluso el interior de la cueva, el caballo indomito comienza a tomar forma, mientras su cosmo se reune por completo -- ahora sabras de que somos capaces los dioses guerreros !!!! .... maldito!!! --  **

** La figura de aquel sujeto se rodea de una fuerza energética tal que todo el lugar se ha congelado en cuestión de segundos, creando un solido domo por encima del cráter de lava, el guerrero nordico ya no hace caso a las ilusas y provocadoras palabras por parte del non grato visitante, sus ojos son protegidos por aquella vicera al tiempo que una resplandecencia lo rodea por completo y se escucha un susurrante -- Koori no Ken!!!! -- en ese momento su mano se llena de un viento helado,  que se dirige hacia su oponente con una arrasante velocidad  buscando dañar físicamente por medio del frio, a su oponente, aquel viento helado alcanza temperaturas bajo cero capaces de congelar cualquier cuerpo vivo en cuestión de segundos, en el van impreso la furia que siente por haber sido engañado **

**Haggen se lleva la mano a su costado, los dolores comienzan a ser insufribles nuevamente mientras piensa para si mismo "definitivamente este tipo me ha herido mas de lo que hubiera deseado, aunque restañe la sangre, la herida sigue molestándome, fue una suerte que volteara en ese momento, de lo contrario estaría muerto, no puedo dejar que avance, pues esa rara habilidad que posee, puede causar demasiado daño entre nuestros guerreros" se mantiene meditabundo el segundo guerrero de asgard, observa a su antagonista que en ese momento se encuentra petrificado en hielo, sin embargo se mantiene atento, no sabe si en realidad ese tipo ha dejado de existir o solamente se ha pausado por aquellos instantes la batalla, vuelve a aplicar un poco de hielo en aquella herida y respira profundamente para calmar las terminales nerviosas que le gritan signos inequívocos al cerebro por el dolor que sienten, acusa una respiración muy forzada, pero sigue a la expectativa, cuidándose de no darle la espalda para nada a este raro oponente **

** " Como lo supuse, este tipo no iba a caer con tanta facilidad ", por su mente pasan rápidamente imágenes de sus compañeros y de la señorita Hilda y Fleur, que seguramente correrían un gran peligro si lo deja avanzar, por lo que ya una vez controlado todo su dolor, sus manos se colocan a los costados, y la presencia del hielo comienzan a ceder, desvaneciéndose por completo, el cosmos de Haggen a cambiado; -- Si duele, pero mas te dolerá lo que te voy a hacer... -- responde de forma tajante y sincera, en los ojos del caballo indómito se observa una cruel presencia ahora, una determinación poco antes vista, y como si el campo de lava que se encuentra dentro de la cueva reverberara con su cosmo, comienza a intensificarse su ardiente presencia -- Vamos perro marino, demuestrame que haces cuando no atacas a traicion, -- es entonces que una llamarada aparece en la diestra del guerrero**