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Kagaho de Bennu Vs Dhoko de Libra
Lugar: Catedral Oscura
Hora: Tres de la tarde
Inicia: Dhoko
Trama: Kagaho sabe que debe de destruir al guerrero que logro lastimar a su señor Hades, por lo que sin esperar consentimiento sale de guidecca dispuesto a terminar su cometido, asi que toma la salida del inframundo que parte por la catedral oscura, por otro lado han mandado a Dhoko a que investigue mas sobre las huestes inframundanas, asi que parte directamente hacia la catedral de la colina sabiendo que en ella puede encontrar mas informacion, sin embargo, parece ser que el destino les permitira terminar su batalla al fin ....
Juez: Pily y Kyo
.: Roll On :.
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** Los ojos del argento oscuro refulgen con gran poder y destrucción al escuchar aquella aseveración, -- Eso no fue mas que un descuido mio -- eleva el puño en dirección al dorado, señalándolo con el indice -- Y es por esa misma causa que el dia de hoy aquí morirás -- las llamas comienzan a saltar de un lugar a otro, convirtiéndose en una fuerza tan presente que poco a poco comienzan a cambiar el ambiente de aquel lugar, tornándolo seco, avasallante, caluroso, -- No permitiré que vuelvas a tocar accidentalmente a mi señor Hades, ni que pienses que lo puedes vencer así como así -- una onda expansiva de energía que toma a Kagaho por epicentro comienza a aparecer, dejando sentir toda la violencia mal contenida en el cuerpo de aquel gladiador, las baldosas pétreas se comienzan a cuartear por la presión ejercida y el aura estalla en millares de lenguas fatuas de aquel fuego oscuro, incandescente que puede quemar el alma de quien lo toca, todas aquellas lenguas de fuego danzan alrededor del fenix egipcio, y de repente comienzan a converger en tres puntos, poco a poco, generando el nacimiento de tres pequeños soles al principio de un color netamente negro, como si su luz fuera mas alla de la oscuridad de la noche, los rojizos ojos del guerrero alado observan a su oponente, dispuesto a derrotarlo o a sucumbir en el intento **
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*Las palabras del Espectro resuenan al interior de dicha Catedral, misma que suenan claras en la mente del Dorado, quien sin alterar su expresión, sólo se yergue lo más que permite su atlético cuerpo. "Toda esa furia que parece estallar de imprevisto... En verdad el fuego es tu elemento." Pensando de ésta manera, los ojos se mantienen firmes, cuando el brazo Izquierdo se iza para protegerse del embate inicial de aquella energía flamígera de su oponente. - Aunque seas un Espectro debes entender que Hades no es más que la muerte, la desesperanza! Todo en la Tierra sucumbirá si él logra sus propósitos... No me importa si tengo que luchar día a día, pero no olvides que un verdadero Santo de Atenea hará todo por permitir que su legado de amor no se extinga! - La fuerza de sus palabras resuena en su propio espíritu y mente, desembocando en una nueva postura, con piernas juntas, ojos cerrados y manos con dedos entrecruzados, excepto los índices que parecen apuntar hacia arriba, una postura claramente meditativa. Poco a poco esa aura esmeralda se absorbe, de forma que algunos corpúsculos esmeraldas se desvanecen en el aire y otros se filtran entre los ropajes metálicos del Dorado. Cada poro, cada músculo, cada célula parecen conectarse, mientras que a cada segundo su respiración se acopla perfectamente con el silbido del viento, uniéndose en una sola, y de igual manera el flujo de sus cabellos y de los restantes corpúsculos parecen no representar obstáculo alguno para el aire, mientras que la silueta del Dorado parece avanzar en el sentido del viento, cual si se fusionara con él, y de tal manera, entre saltos precisos y movimientos fluidos el Santo de la Balanza va de lado a lado, hasta confundirse entre los pilares, los arcos y las paredes de aquel lugar, sumiendo su espíritu, al de la Naturaleza.*
Dohko de Libra - Santo Dorado de Atenea |
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** Ya no hay vuelta atrás, aquellos dos antagonos, entrelazados ya por los sinos del destino factico que manejan los propios dioses a quienes ellos adoran y protegen han dictado que deban de enfrentarse hasta el final, sin embargo las moiras son aquellas quienes decidirán quien vivirá y quien morirá, el dorado se acerca con rapidez hacia el entorno de su oponente, los soles se han hecho cada vez mas grandes, la fuerza de la presión es cada vez mas fuerte que la propia estructura de la catedral lo resiente de manera que sus pilares, muebles, aladroques, ventanales, mosaicos, sufren el embate de su violencia desatada, sus pies se hunden en las baldosas cuarteadas bajo sus pies, los iris rojizos observan cada uno de los movimientos de su oponente tratando de adivinar la trayectoria de aquella saeta dorada que apunta directo hacia a el, aunque no sera necesario, pues el radio de explosión de aquel ataque, alcanzara al dorado sea como sea, encuéntrese donde se encuentre, las manos del sujeto oscuro se lanzan hacia adelante, enviando en ese instante las tres esferas oscuras que surcan el poco espacio entre ellos para destruir de una vez por todas a aquel oponente tan formidable que gran trabajo le esta costando vencer, una sola voz gutural se escucha -- CORONA BLEAST!!! -- la velocidad manejada es equivalente a la de los dorados, tres poderosas esferas quemando todo a su paso buscan converger en la efigie de su oponente, mientras el espera pacientemente a ver las acciones opuestas mientras sus labios susurran -- eres tan poderoso y buen guerrero que casi odio el tener que destruirte, pero por los designios de mi dios hades, que hasta a mi hermano detendría para poder hacer que la tierra tenga una vida, una nueva existencia donde las guerras terminen y la paz permanezca -- .....**
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*Tanto el fuego, como la presión y el viento hacen del interior de la Catedral un escenario profundamente transformado al estado inicial, recrudeciendo el estado de cáos. "Kagaho... Tanta fuerza... Tanta pasión... De hecho eso es lo que te hace diferente..." De repente su espíritu que se encontraba en perfecta compenetración con la naturaleza advierte un cambio en toda la escena, causando que el Santo Dorado abra sus ojos. - Hermano?... Acaso has decidido incluso seguir a Hades en busca de una paz que es la paz de la muerte??... No hay paz en toda esa violencia, para que haya paz debe haber esperanza!! - El flujo del cuerpo del Ateniense continua, no en la dirección que pensaba el Espectro, pues el viento, aquel componente de la naturaleza con el que se ha mimetizado el Tigre, sigue movimientos erráticos. "Es por eso que te has equivocado Kagaho... Pero tal vez... Tal vez toda tu fuerza no sea más, que la fuerza de un puño triste..." Con tal pensamiento, en su mente dos ojos son recordados, más de nuevo en la escena su rostro se pierde tras un pilar, al momento que toda la energía del Espectro se desata potente en la Catedral, ante lo cual el Dorado detiene al fin sus pasos, afianzando sus pies con fuerza, aunando en un sólo momento todos los músculos en una postura ligeramente encogida, dejando que su hemisferio diestro esté un tanto más adelante, a la vez que desde el otro hemisferio el mítico Escudo de Libra se ofrece en un juego de ambos Escudos, buscando la mayor defensa posible, mientras que de un momento a otro el cuerpo de éste joven se inunda de una tonalidad esmeralda que ilumina y se refleja en las construcciones cercanas. - Kagaho!! Si has decidido salvar el mundo, entonces entrégate a ello, pero no te escondas en la muerte!! - Dicho esto la fuerza del aura verdosa en aún más fuerte, mientras que todo el cuerpo vibra y de su boca se libera un grito cual expresión de coraje. - Argghhhh!!! - *
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** Las alas oscuras de aquel guerrero se vuelcan sobre su cuerpo cual manto protector, el estallido es total y poderoso, la mitad de la catedral a quedado completamente destrozada, volutas de humo y algunas lenguas de fuego quedan por aquí o por alla, la acerada mirada rojiza vislumbra todo sobre el polvo y el humo que se van asentando y diluyendo con el transcurrir de los segundos, su firme voz susurra -- No creo que un ataque como ese haya acabado contigo, asi que da fe del valor que te otorgado como mi oponente -- indica mientras la brisa del bosque cercano se cuela llevándose consigo el resto de los residuos que opacaban su vista, sigue esperando con tranquilidad, sabe de antemano que su oponente debe de seguir vivo **
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*El brillo del sol opaco entre nubes y entre esa oscuridad propia de la Catedral, se filtra en la base de la misma a medida que el estruendo pasa y el polvo se asienta gradualmente. Por todas partes se puede ver el efecto de la destrucción por el ataque del Espectro, evidencia de ello son paredes caídas, arcos severamente lastimados, grietas profundas y columnas amenazando caerse. El viento arrastra aún el polvo y algunas hojas que se han infiltrado en al derruida construcción, sin embargo nada avisa sobre la presencia del Dorado, sólo un rumor callado, casi ausente de vida, a medida que los segundos se postergan y que la quietud domina toda la escena. Y de entre toda la destrucción, un brillo, demasiado diminuto se filtra entre el polvo y la oscuridad, una pequeña voluta, prácticamente un corpúsculo de color esmeralda que viaja un tanto y desaparece en medio de la nada.*
Dohko de Libra - Santo Dorado de Atenea |
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** La poca paciencia en aquel guerrero se nota, las flamas acuden a el rápidamente, de donde cualquier lugar que se encontraban como si pudiera mandarlas a placer, las alas se repliegan con rapidez mientras el fenix egipcio habla -- Bien ya que deseas permanecer escondido, dejaremos las cosas por el momento así, quizás cuando escuches el crepitar de los huesos de tus compañeros tengas ganas de seguir luchando -- comienza a avanzar hacia la salida, sin embargo, no va relajado, ni siquiera a desplegado sus alas, sabe que la poca presencia de su oponente puede simplemente referirse a algun ardid, dispuesto por el dorado, sigue caminando mientras los rubíes que tiene por ojos observan todo a su alrededor **
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*El aparente silencio vuelve a reinar al interior de la Catedral, en tanto que el sonido del bosque al rededor se filtra suavemente, más como un aspecto obscuro que como una fuente grácil de la belleza de la naturaleza. - Detente... - La voz aunque potente, se nota afectada, como si causara cierto esfuerzo ser pronunciada. Se escuchan escombros ser removidos, hasta que finalmente la figura erguida del Dorado parece resurgir con magulladuras en rostro y manos, algunas de las cuales sangran. Sin embargo es mucho más notorio la ausencia de Armadura en la parte superior de su cuerpo, lo que corresponde al torso, sólo dejando en las piernas el brillo dorado del Manto Sagrado de la Balanza. - Eres más fuerte de lo que pensaba Kagaho... Pero no me corresponde a mi como Guardián de Libra, ser causante de cualquier daño a mi Armadura... Pero no temo, aunque muy fiero, tu fuego es un fuego vacío. - Con cierta expresión de confianza y una debilitada sonrisa, avanza algunos pasos, hasta liberarse por completo del polvo y rastros de piedras. Los puños vuelven a cerrarse mientras que espera justo bajo el agujero del techo, observando a la espalda del Espectro. Con cierta pasividad y calma, otros corpúsculos esmeraldas se suman y otras volutas aparecen, para formar un tibia aura llena de cosmo energía. Los ojos centellan a la par que todo su cuerpo se nota traspuesto del gran desgaste al recibir la técnica de su oponente.*
Dohko de Libra - Santo Dorado de Atenea |
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** -- Has perdido la única posibilidad de derrotarme -- susurra al verle desnudo, -- por lo que has dejado de interesarme, guardián de la casa de libra -- indica sin darle mayor importancia al sujeto que ha decidido perder su armadura para no dañarla, las lenguas fatuas del fenix egipcio comienzan a desaparecer mientras su violencia innata comienza a aplacarse, su andar vuelve a iniciarse sin mayor tropiezo, poco a poco sigue adelante -- repón esas fuerzas, y quizás mas adelante volvamos a encontrarnos -- indica con orgullo el valeroso guerrero del inframundo, desplegando sus alas, y preparándose a retirarse del lugar **
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*Un hilo de sangre hace difícil la apertura del ojo diestro del Dorado, sin embargo y con un movimiento suave, se limpia con el dorso de la mano, mientras se enfoca en la actitud y comportamiento de su oponente. La respiración prácticamente se ha estabilizado y todo su cuerpo se deja ver reposado. Las volutas siguen fluyendo con cierto compás, tiñendo de esmeralda el entorno inmediato al Atheniense. "Eres orgulloso Kagaho... Pero ya nada de eso importa, todo es una máscara." La mirada se levant ay los ojos buscan entre los daños las estrellas, un suspiro y luego otro, y entonces cual si fuese un rugido del felino de Oriente, con potencia su aura esmeralda se hace mucho más fuerte, mucho más brillante, mucho más densa y se eleva en todo su derredor, alzándose con el rugido del Tigre, mismo que se perfila con gran detalle en la espalda del Dorado y proyectado en el aire, como fundiéndose en el guerrero. - Te he dicho que no partirás! No es mi Armadura la que me convierte en tu oponente! Es mi decisión que sea éste el lugar donde caiga tu orgullo y al fin puedas permitirte creer en algo más allá de la muerte!! - El corazón del Dorado se hincha aún más y desde cada célula se proyecta la energía que hace de esa estirpe, una superior a los demás seres humanos, despertando en su seno la potencia de la energía que ha formado las estrellas, la energía del Universo. Con un movimiento veloz, casi imperceptible el de la Balanza se arroja con ferocidad a la espalda del Espectro, mientras que sus manos se llenan de esa energía esmeralda y cada músculo se tensa en una doble estocada, cual si fueran dos lanzas de grandísimo poder al punto mismo donde las alas nacen de la espalda de su oponente. El brillo es cegador, mientras que el rugido domina toda la escena a la par de las manos en perfecto ataque.*
Dohko de Libra - Santo Dorado de Atenea |
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** El guerrero de grebas oscuras, observa de reojo a su oponente, mientras piensa con soltura "eres demasiado tonto, o demasiado comprometido" mientras sus piernas comienzan una flexión, en la mente de aquel guerrero pasan pequeñas y difusas imágenes de aquellas batallas ya superadas, mientras analiza el actuar de aquel guerrero dorado, todo cruza de una forma tan rápidamente que de repente todo se vuelve cámara lenta, el ataque es certero, mas la habilidad de aquel oponente oscuro se vuelve a mostrar, manifestando la superioridad del entrenamiento sobre la velocidad luz estándar, un mancho oscuro se observa, un "mortal" hacia atrás evita el sendo ataque, especie de pirueta que consiste en saltar describiendo un semicirculo inverso hacia atrás de manera que deja pasar a su oponente, evitando el ataque, cayendo primeramente con las palmas de las manos sobre la tierra y posando después los pies, con majestuosa espectacularidad sobre la tierra, -- Si que eres necio, quizás si tenga que matarte, representas un problema en los planes de mi señor Hades, para dar a este mundo la paz que necesita -- susurra de una forma tranquila y fría, es entonces que Kagaho hace algo totalmente fuera de lo común, para el orden de los espectros, a una orden, la sapuri que lo protege se desplaza de su cuerpo, dejando ver entonces un bien trabajado torax, y un cuerpo completamente humano a diferencia de sus "congeneres", es el cuerpo comun de cualquier residente terrenal, las flamas asoman suavemente a sus puños, en aquel cuerpo "tostado" se observan algunas cicatrices viejas, mientras que algunas quemaduras nuevas aparecen distribuidas sobre toda aquella piel, sin ser necesariamente letales, los rubicundos ojos de aquel ser buscan a su oponente mientras habla con naturalidad -- Bien, entonces llevemos esto hasta las ultimas consecuencias, ahora ya estamos en las mismas condiciones -- susurra aquel, para después esperar el curso de las siguientes acciones, una pequeña flamita ondea por encima de su puño derecho donde una venda funge a forma de nudillera, el corazón de Kagaho late furioso, violento, destructivo, el fenix egipcio que camina entre los muertos ahora se eleva meramente para poder dar paz a su atormentada conciencia, y aquel sentimiento falaz de amor y amistad que se trocó en melancolía, "la tierra merece otra oportunidad" es lo que piensa mientras se prepara ....quizás sea su batalla final **
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| *Sorprendido el Dorado ve pasar de largo sus manos, sin lograr entender la forma en que pudo desarrollarse tal acto. Algunos pasos más allá el Santo se detiene al re establecer su equilibrio y apisonar con firmeza sobre el sustrato. - No logro entenderte, eres diferente a los demás espectros, sin embargo tienes el mismo vicio que ellos... Esa ceguera y ambición para acabar con todo, así como lo quiere tu Dios... - Rostro fiero y fijo, mientras que su cuerpo adquiere de nuevo un eje vertical y relaja los músculos de sus brazos y hombros tras el esfuerzo sin resultado.* |
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** su cuerpo se tensa, sus puños suben a la forma mas básica del pugilato, su cosmos empieza a emerger fuertemente de el, generando nuevamente sendas llamas, lenguas de fuego fatuas que comienzan a rodearlo, generando pequeñas y grandes figuras hechas de sombras, por uno y otro lado, aquellos rubicundos ojos rojizos le observan -- Es extraño, pero no entiendo porque te aferras tanto al estado critico de las cosas, cuando bien sabes que la misma humanidad camina hacia su propia destrucción -- Indica con paciente voz, la cosmoenergia mana mas fuerte cada vez, y detrás de aquel prelado de la muerte, se transfiguran las estrellas y la noche, y de repente la figura de aquel fénix que lleva las almas de los muertos al inframundo abre las alas, flanqueando a su portador, una deslumbrante imagen traslucida y su estrella se transfigura en todo su ser, -- Ven!!! vamos caballero de libra, demos por terminada esta situación y veamos a quien dan la razón los dioses olímpicos !! -- indica mientras su cuerpo se prepara para el capitulo final de aquella batalla **
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*"Una vez más ese ánimo de destruir... Ése ánimo fatalista... Qué te ha llevado a perder la esperanza?" La mirada del Ateniense no tiene esas vetas de furia ciega, sin embargo su espíritu combativo no ha decrecido en absoluto, reflejando la convicción de su causa, misma que hace eco en todo su cuerpo, desde los puños los cuales se ven fieros y fuertes, los brazos tensos resaltan cada músculo, de igual forma su tórax atlético que llega hasta el cuello cuyas venas sobresalen por la tensión. Desde cada poro energía esmeralda recorre el cuerpo del Dorado, la cual se aglutina poco a poco creando en principio un aura un tanto transparente, mientras se convierte en una cubierta de plasma plenamente visible, notoria y brillante. - No es la fuerza la que determina la veracidad de una idea, es la bondad en ella, la muerte nunca será una opción! No importa cuánto desees asesinar más personas por tu Dios, sé que tu fuego es un fuego triste, pues lo que buscas en acabar con todo!! No lo permitiré, aún si los dos terminamos muertos! - La fuerza de sus palabras, acentúa el cosmos en torno al Dorado, que se levanta en ondas, como si fuesen varias lenguas de energía que se fusionan creando una especie de figura entre un capullo y una torre de energía. Toda esa fuerza erosiona el ya dañado escenario mientras que el viento se agita por efecto de la concentración de energía la cual altera la homogeneidad magnética, causando fuertes andanadas de aire en todas direcciones, conformando torbellinos de aire y polvo. En conjunto con tales torbellinos, la energía horada el suelo, paredes y columnas causando mayor cantidad de polvo suspendida en el aire, mientras que el aura esmeralda sigue alzándose en torno al Dorado, cuyas manos parecen brillar más que el resto de su cuerpo y de su espíritu combativo, cual si fuesen un núcleo mucho más denso de energía.*
Dohko de Libra - Santo Dorado de Atenea |
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** -- La bondad como tu le llamas, es lo que ha hecho que este planeta se pierda, es lo que ha hecho que los humanos piensen que son libres de hacer lo que quieran sin medir sus consecuencias, no Caballero de Libra, la bondad no sirve para conducir a un pueblo, pues este se destruirá así mismo !! -- responde con un tono que representa la gelidez de un filo de navaja al cortar el aire, -- Mi fuego no es un fuego triste como tu le llamas, es un fuego purificador !!! -- añade, la violencia se desata entonces dentro de su cuerpo, comenzando a emanar aquel fuego oscuro, fatuo, poderoso, las lenguas de fuego en aquel aquelarre se abren tan poderosas, que modifican rápidamente la temperatura del lugar, las baldosas pétreas que lo sostienen comienzan a licuafaccionarse, la punta de sus dedos comienzan a reunir todas las llamas, y su cosmo energía comienza a ser mucho mas abrasiva, a su alrededor, pequeñas esferas de energía electrostática, y energía cinética convergen, las venas de su cuerpo parecen querer estallar, en sus ojos rubíes se observa la seguridad de su ideal, en su corazón queda clavada aquella infinita melancolía que provoca el de violencia que genera aquella energía, motor de su poder, en su mente atraviesan las imágenes de su hermano, de sus amigos, de lo vivido, de como su señor hades le salvo de una muerte horrenda, de esa manera el guerrero oscuro lucha por su dios, todo a su alrededor comienza a crujir al sentir la presión de las energias de los rivales, una sonrisa ufana cruza su faz, dandole un dantesco parecido a un demonio con cara de hombre.....**
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