Cuando era un bebé, Albafica fue abandonado en el jardín de rosas demoniacas reales del santuario. Esto hubiera matado a cualquier infante, pero debido a que Albafica soporto el veneno, fue adoptado por el entonces santo de Piscis, Lugonis.
Durante su entrenamiento como santo, Albafica realizaba el ritual conocido como “Lazos rojos” con su maestro, en el cual intercambiaban una gota de sangre en la punta de su dedo índice para que el veneno recorriera sus cuerpos y fueran generando inmunidad. Muchas veces Albafica estuvo al borde de la muerte por este ritual, pero siempre logró vencer las toxinas en su cuerpo.
Durante el último ritual, Lugonis fue vencido por el veneno de Albafica, asegurándole que la sangre del alumno había superado, en toxicidad, a la del maestro. Desde entonces heredó la armadura de Piscis pero, debido a esto, Albafica tuvo una vida solitaria y alejada de cualquier contacto, pues su veneno era muy peligroso.
Al inicio de la Guerra Santa del siglo XVIII, un pequeño grupo de espectros comandados por Minos de Griffo se infiltraron en el santuario, pero fueron detenidos por un Jardín de Rosas Diabólicas Reales antes de que pudieran avanzar más. A pesar de que la mayoría de los espectros murió a causa del veneno de las rosas, Niobe de Deep logró eludir el mortal aroma y logró marchitar el jardín. Sin embargo rápidamente fue derrotado por las rosas pirañas.
Su último enemigo fue Minos, quien representó un enemigo mucho más complicado para el santo de Piscis pues logró hacer volar todo el jardín con un aletazo y protegerse de las rosas negras. Incluso la técnica suprema de Albafica, la Espina Carmesí, fue bloqueada por las alas del sapuri de Minos. Con su Marioneta Cósmica, el Juez Infernal logró herirlo de gravedad y se burló de él llamándolo “hermoso”, sin embargo Albafica no retrocedió. Rompiendole varios huesos y manchando su armadura de sangre, Minos creyó haber derrotado al caballero de Piscis y atacó la Villa Rodhorio como venganza en contra de Albafica, quién quería protegerla.
Cuando estaba a punto de destruir la aldea por completo, Shion de Aries intervino y logró detener la destrucción por un instante. Sin embargo, quién se encargó de darle fin al Juez de Griffo fue Albafica quién había logrado ponerse de pie y llegar hasta el campo de batalla.
Con una combinación de la Rosa Blanca y la Espina Carmesí, Albafica de Piscis dio fin a Minos, clavándole una rosa bañada con su sangre tóxica en el corazón pero muriendo en el proceso. Su cuerpo fue llevado al santuario por su amigo y compañero Shion de Aries para recibir los funerales apropiados.
Su espíritu regreso al final de la guerra para ayudar a vencer el alma de Hades.
Pisukesu no Arubafika | バラの恐怖