* Sin duda aquel hombre posee una fuerza impresionante, misma que se traslada a una potencia física que luce superior a la de Baian en todos sentidos, pues este no puede ni reaccionar hasta el momento en que ve seriamente apresado por el enemigo en turno, dejando salir un diminuto gemido dolor que se genera al perder el aire por unos instantes a causa de la presión que existe sobre él "Es imposible, casi ni puede notar que se acercaba a mí... Esta potencia" Piensa mientras intenta recuperar la conciencia, ya que se encuentra en un aparente estado de shock...*

*"Logré atraparte, pero debo ser rápido, no creo que pueda mantenerte sujeto por mucho tiempo" Y pensando de esa manera, el de cabellos castaños, tensa cada músculo con gran fuerza, aumentando a cada segundo la potencia en ellos, mientras que afianza su postura sobre el sustrato, ligeramente recostado sobre la pierna izquierda. - Aquí es donde tu caes! - Con tales palabras, realiza un conjunto de movimientos con increíble presteza y habilidad. Su brazo izquierdo se apoya con firmeza en el hombro izquierdo de su oponente, mientras que el brazo diestro se mantiene rodeando el cuello de su oponente y la pierna derecha se eleva a la espalda de su oponente fungiendo junto con el brazo izquierdo como dos puntos de apoyo, sobre los cuales se apoya el brazo derecho que en un sólo latigazo, se mueve hacía atrás, sin reducir la firmeza de su carne. Movimiento fiero que pretende desgarrar los músculos de la garganta y generar una separación de las vertebras cervicales, movimiento que se conoce comúnmente, como quebrar el cuello.*

* Sin embargo, Baian es la clase de guerrero que tiene habilidades fuera de lo común, siendo aquella razón por la que posee la cualidad de detener el movimiento motriz de sus enemigos con solo pensarlo, pues emite ondas invisibles con la cualidad antes mencionada y que espera surtan efecto antes del inminente final, al menos para disminuir considerablemente la fuerza del Asgardiano...*

*- Tsk - se oye del Asgardiano, quien siente como su plan parece verse frustrado por aquella habilidad de su oponente. - No creí que podrías crear de nuevo esas ondas, después de haber usado tu técnica, y menos aún sin tus manos. - Diciendo eso, el Nórdico patea con fuerza el suelo, con lo cual genera una fuerza en contra, misma que se transforma en un salto parabólico que lo deja a cierta distancia. "Sin embargo no creo que hayas salido ileso de mi ataque, estuve demasiado cerca y empleé mucha fuerza." Con ojos analíticos, éste europeo, aguarda la reacción y accionar de su oponente.*

* Es en ese momento cuando encorva un poco el cuerpo, tomando aire mientras con la mano derecha toca la zona afectada, misma que resiente la presión ejercida sobre él. - M-maldito. - Dice con dificultad y con una voz un tanto diferente, siendo esta más áspera de lo normal, un efecto causado por el enemigo. - No perdonaré esta insolencia, yo, un General del Mar no puedo perder ante alguien como tú! - Adjunta con molestia mientras su cuerpo se subre por ese cosmos albiceleste que claramente se ve afectado por sus emociones...*

*El Nórdico ha pasado rápidamente de su sorpresa y nuevamente se muestra un tanto altivo y algo enigmático. - Sólo te has salvado por un pequeño error de mi parte, pero te aseguro que no volverá a ocurrir! - Los puños se ven relajados, así como todo su cuerpo, sin embargo la mirada de éste parece anunciar un poder sin igual, a la par que su entorno se agita levemente, mientras se levanta la nieve a danzar en derredor del Asgardiano. "Bian, no dejaré que avances más." Poco a poco algunos átomos se desprenden del cuerpo de éste, mientras su cuerpo parece adoptar mayor estabilidad, que a su vez parece indicar un estado de inminente movimiento.*

* Para ese momento la imagen del caballo marino luce cada más imponente, como si recobrara la fuerza y confianza mientras su cosmos arde con una intensidad que solo se compara con la furia que siente al no soportar sentirse subestimado por las palabras dichas por Siegfried. - Claro que no volverá a ocurrir, pues en nombre del gran Emperador del Mar terminaré contigo con mi más grande técnica. - Anuncia en el instante en que sus ojos se iluminan de un intenso color azul, lo cual revela la completa armonía de sus sentidos...*

*Sin demostrar miedo o afán, el Asgardiano, analiza con detalle a su oponente, mientras se mantiene estático. - Aunque emplees toda tu fuerza no lograrás si quiera tocarme, y mientras tanto tu Dios tendrá pena de ti! - Con esas palabras, se mantiene firme sobre sus pies, a la par que se suman muchos más átomos, y luego otros, hasta que todo su cuerpo se rodea de aquella energía, que cobra mayores brillos e intensidad, a la par que la nieve danza con mayor descontrol, estrellándose ne todas partes y horadando poco a poco el suelo debajo del agua solidificada.*

* Para ese momento el General del Mar a alcanzado la cúspide de un cosmos que responde a su voluntad, una que ocasiona que el terreno se vea invadido por agua, misma que a los costado forma gigantescas olas que se levantan cuan imponentes son mientras a su espalda surge la imagen del mítico caballero, aquella criatura que fuese el orgullo de Poseidon desde la era del Mito. - Te mandaré a volar hasta las mismísimas estrellas. - Sentencia en el instante en que abre los brazos a los costados, generando que las olas desciendan al nivel suelo para avanzar hacia al nórdico, a quien pretende encerrar en un círculo con velocidad mientras se forma un remolino que tiene una fuerza inusual, como si fuese una corriente incontrolable que se ha manifestado para cumplir con un único objetivo. - Estos son los Vientos Huracanados, ¡Las Olas Ascendentes! - Adjunta junto con el nombre su técnica, la cual responde en el preciso momento en que levanta los brazo, apuntando la punta de los dedos al cielo mientras el remolino busca hacer lo suyo, pues pretende levantar e impulsar a los confines del universe al Dios Guerrero de Alpha...*

*"Tal como lo pensaba, utilizas tu ataque más fuerte a causa de la rabia y no te has detenido a pensar en ninguna otra estrategia" Pensando de esa manera, el Nórdico mantiene la calma, aguardando por el momento preciso de movilizarse, entre tanto su energía se levanta con tonos cargados de luz y belleza. - Espada de Odín!! - Rápido el dedo índice de su mano diestra, se adelanta a su cuerpo, más contrario a lo acostumbrado, éste dedo traza un círculo en cuyo centro figura el de cabellos castaños. - Tú crees que eres el único que usa la presión del aire a su favor, pero yo también logro dominar esa habilidad! - Con gran ahínco su voz retumba por todas partes, mientras que aquel círculo brilla con intensidad y de un momento a otro parece explotar. Los bordes de aquél círculo, fungen como punto de partida de una presión sin igual, que no genera estrépito al interior, sino que levanta rocas y aire en derredor, como si convocara a un escudo que lo recubre por todas partes. Lo último que se observa es una mirada firme, que no abandona a su objetivo, en tanto se pierde entre rocas, vientos y aguas.*