**En el santuario, Athenas yace herida por una flecha en su pecho, la cual pone en riesgo su vida, sus leales caballeros de bronce corren una carrera contra el tiempo para llegar a la cima del santuario, ya que la vida de Athenas se extingue paso a paso, teniendo que pasar por las doce casa, la cuales está protegida por los caballeros de oro, los más fuerte de las 88 constelaciones. En la segunda casa, conocida como la casa de Tauro, el guardián de este templo no dejaría pasar al joven caballero cubierto por la armadura de un color rosado, el gran caballero dorado, había lanzo una técnica “el Gran Cuerno”; el joven encendió una luz rosada que cubría todo su cuerpo y se visualizaba un creciente poder, como si fuera un fuego candente que sale de lo profundo de su alma y detrás de él se dejaba ver un enorme cosmo rosado. – ¡Protegeme cadena, defensa rodante! – el caballero levanto su brazo izquierdo y la cadena circular, comenzó a gira alrededor del caballero dejándolo en el centro para protegerlo de aquel increíble ataque, pero cada vez el ataque del color dorado como el sol, se hacía más rápido e intenso, Andrómeda abre sus ojos con sorpresa, la cadena comienza a girar más rápido para proteger a su caballero de aquel ataque que se incrementaba la velocidad, en su mente corre un pensamiento: “Indudablemente esta es la fuerza de un caballero dorado”, en ese instante el gran cuerno traspasa la defensa rodante y grandes rayos dorados envistes al caballero de bronce - ¡HAAAAAAAAAAAA! – golpeándolo contra uno de los pilares de la casa de Tauro, en el delicado rostro del santo de bronce se ve el dolor producido por la intensidad de ese ataque, las cadenas cae al piso y dejan sentir el sonido metálico en la casa del toro dorado, unos segundo más tarde cae lentamente el caballero de Andrómeda al piso y los cabellos verdosos son acariciados por el viento mientras va cayendo, el pilar se desploma y pequeñas trisas cae al lado de Shun. – No importa que hagas Aldebarán – los hermosos ojos de Shun se abren mostrando sus bellos ojos verdes que dejan ver la esperanza que esta acobijada el corazón de este caballero, lentamente se pone de pie, con un aspecto mal herido, cierra sus puños presionando fuertemente las cadenas, mira fijo al guardián de esa casa…adelanta su pie derecho y sus brazos se colocan en posición de ataque – te venceré Tauro – y la luz rosada emerge de su cuerpo una vez más, formándose detrás la majestuosa constelación de Andrómeda.**