"Mis bellas rosas son una invitación a la muerte"
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Presentación
**En el Santuario la tan frágil paz se desmorona con la abrazadora tormenta que llega de pronto, de la nada, el cielo se ennegrece y centenares de relámpagos mecen las nubes agravando el furor de los cielos, evaporando todo rayo de sol, era imposible imaginar que en previas horas hubiese una tarde perfecta... -algo maligno a despertado- se escucha en lo profundo del doceavo Partenón ateniense, meciendo su capa al ritmo del viento, con imponente presencia se revela a la luz del relámpago... uno de los caballeros mas respetados entre la orden dorada, Albafica de Piscis, aquel quien ama la bella soledad y la sola compañía de si mismo por sobre todas las cosas, que es el reflejo de su absoluta perfección, así de hermoso se compara a la solitaria pero fina rosa que habita en el alejado jardín, -hay un cambio importante... algo avanza entre las sombras de los doce casas a una velocidad agitada, como si muriera por atravesarlos- susurra entre sus carnosos labios, tan finos cual su refinado perfil, puro y claro, brillante, en toda su esencia, en todo su galante semblante de gallardo ser... posando inmóvil a la entrada del templo, su improfanable morada, es su deber y placer impedir aquello, que en mas de una forma se moviliza, -uno...dos...tres...más aun, diminutas presencias no dejan de rondarme, uhm... ratas muéstrense se los ordeno!- pronuncia muy sereno y estable el caballero dorado, al tiempo que otro relámpago ruge violento a unos metros de la casa, mostrando mas de una docena de ojos rojos que lo miran fijamente, -ya veo, se de ustedes... se esconden como fantasmas en la noche, errantes, deambulan malditos en espera de sus ordenes, servidores de Hades, demonios, no son mas bajos que un espectro... están aquí, lo que significa que Hades a despertado!- menciona cerrando sus ojos, ya ubicado a las criaturas encapuchadas... -Albafica de Piscis...- pausa llevando su mano derecha a la altura de su rostro, elevándola rápidamente, una rosa de bellos caracteres blancos se revela entre sus dedos, brillando hermosa y única.**
Ataque
**En ese momento, cuando el pórtico del templo piscisiano queda completamente a oscuras producto en que ni un solo resplandor logra alumbrarlo, las sombras como demonios encapuchados se convulsionan para atacarlo, por supuesto, eran entes vivos pues se escuchan las botas de sus pasos movilizarse torpemente hacia él mas bello y mortal caballero dorado, "lo sabia, no son mas que ratas... desaparezcan"... piensa evocando su innato séptimo sentido, aquellos soldados se mueven en cámara lenta a su percepción, retomando su frase, ese comentario que inicio diciendo su propio nombre mientras sujeta su bello presente, la rosa blanca entre sus dedos... -nunca permitirá que larvas como ustedes se honren con mi presencia, mueran!- se filtra hacia arriba, escurriéndose aquella inocente flor junto con su creador, que de un salto se posa por encima de los soldados de Hades, mientras Albafica toma del tallo su presente, arrojándolo entre un destello dorado... -Bloody Rose!- un numero exacto de rosas en lógica a los rivales que atacan se multiplican y llueven sobre ellos con una precisión sobrenatural, tan rápidas como la luz, se vuelven hilos de cosmoenergia...que a costa de su habilidad, si aciertan, se hundirían en sus corazones, condenándolos a la muerte que merecen.**