Presentacion
**Una vez mas el circulo se cierra, y la deidad gobernante del reino de los muertos levanta su dominio e invoca a sus estrellas malignas para intentar hacerse con el control del mundo conocido y sumirlo en la total ocuridad, misma que se presenta en la cupula celestial que ahora muestra una lluvia de estrellas caer sobre varias localidades de la Tierra, sin embargo en el Inframundo varios de los elegidos por la Muerte se encuentran sitiados en las distintas prisiones y circulos infernales, puesto que algunos de los caballeros Atenienses se han infiltrado en el submundo, causando asi que los esbirros de Hades se dispersen de manera que cada rincon del Inframundo quede cubierto, siendo asi que el foco protagonico recae en la cienaga de Estigia, una masificacion de agua putrefacta donde el olor a muerte reina y la oscuridad le precede, un sitio cuidado por una de las estrellas celestiales, la estrella del Crimen, o el Castigo, o como quiera que los mortales le reconozcan, su presencia y fortleza son unicas entre los 108 espectros, aquel quien solo se muestra de pie junto a la balsa en que conduce a los condenados a lo mas profundo del Infierno, ahi es donde se encuentra el barquero de Estigia a la espera paciente de mas almas desdichadas para transportar**
Elevacion/ataque
**Los ojos oscuros del caballero de la oscuriad se posan entonces en el dorado guerrero que intenta cruzar la cienaga, y una taimada sonrisa se apodera de su rostro de facciones angulosas y maleficas enmarcdas por un yelmo de oscuro metal que contrasta con la piel palida que reviste su cuerpo de misticismo espectral, un yelmo en que se trazan las formas caninas del Lycaon entremezcladas con las de algun depredador felino, acechante y mortal al igual que el tono de su voz que replica -Todo aquel que intenta cruzar la cienaga de Estigia, acaba muerto, y es asi como tu terminaras... Sumergido en lo mas profundo del Infierno...- Y como complemento de sus palabras, el ambiente se ve ciertamente tergiversado por una fuerza y potencia increibles a pesar de que alrededor del cuerpo del espectro no se exprese el ardor de ningun aura, se puede sentir un considerable aumento en la tension del ambiente que se acrecienta a medida que el Licaon espectral separa sus brazos entre si y abre sus palmas para dar lugar al nacimiento de un par de esferas de oscuridad pura que van en constante aumento y densidad hasta llegar a un nivel de oscuridad y potencia tan puro y latente que incluso pareciera despedir una especie de luminiscencia extraña y retorcida, siendo ese el momento en que el portador de la estrella celestial del Crimen exclama -¡Aullido Infernal!- Y tras conjurar su tecnica, aquellas dos esferas de muerte se proyectan de sus manos y surcan el espacio a una velocidad increible, dejando tras de si una suave estela de oscuridad y un zumbido aterrador a causa de la celeridad con que se desplazan y crean tenebrosos espirales en su avance, los cuales confluyen de manera directa en el vientre de su adversario e intenta con esto darle un terrible golpe y llevarselo a una altura considerable para finalmente dejarlo caer sin miramientos sobre el piso de manera seca y contundente**