**un aullido rompe la tranquilidad de la antigua mansión Phenril, --AUUUUUUUUUUUUUU—se escuchan en aquel sintió al oler la esencia de un invasor en aquella casa en ruinas al mismo tiempo que varios ojos de tonalidad amarillenta comienzan a brillar entre las sombras del lugar gracias a la misma que hacen las ramas del sitio –prepárense amigos míos..Ninguna presa saldrá viva de aquí—susurra el hombre lobo que resguarda aquel sitio***

**”Dos invasores..ja…veo que me divertiré mucho con ellos…” menta la feral figura observando a los recién llegados esbozando una sonrisa animalesca en su  rostro mientras que sus compañeros de manada comienzan a gruñir ante la invasión de su territorio –calma amigos….pronto le pondremos fin a esto..—dice la ronca voz del bestial ser y sin más preámbulos lleva sus dedos a la boca y con ellos deja salir un agudo silbido el cual es contestado segundos después por aullidos desgarradores que vuelve a destruir la paz del lugar, al mismo tiempo que la jauría se prepara para la batalla que se avecina**

**--JAJAJA—se escucha una risotada feral de entre los matorrales invernales mientras que unas pisadas comienzan a acercarse a donde se encuentran ambos invasores, y de tal manera el foco de la acción se torna hacia un joven de azulada armadura cubriendo su fisionomía, mientras que en las manoplas de dicha robe, unas cuchillas de tonalidad amarilla al igual que un antifaz en su yelmo con cristales de las misma tonalidad que las zarpas  los cuales cubren su orbes, mientras que un cabello de un color azul más claro que su armadura recae sobre su espalda y al lado de el caminando a su par una manada de diez lupino, nueve de tonalidad café y uno  de un tamaño mayor al de los otros con un pelaje azul y una cicatriz en forma de media luna en su frente. –Veo que hemos encontrado nuestras presas esta noche ¿no es así Jinn?...—dice el salvaje ser humano viendo primeramente a su compañero azul para posteriormente tornar su vista hacia los santos corruptos –prepárense a morir insectos…Yo Phenril de Alioth de la estrella de Épsilon los devorare en nombre de Asgard—gruñe el lobo antropófago seguido por los gruñidos de sus amigos caninos**