**El santo de bronce observa al recién llegado al mismo tiempo que su cosmos continua ascendiendo paulatinamente dándole un mayor brillo a su fisionomía unificando sus sentidos llegando a la intuición fácilmente –¿tu quien eres?...—dice mientras ve que cientos de lanzas aparecen y se dirigen hacia su humanidad, y de tal manera el santo comienza a saltar hacia atrás y adelante esquivando algunas lanzas hasta que siente que otras se ensartan en parte de su cuerpo, la pierna y uno de su brazos, al igual que rasgan parte de su cuerpo y su armadura cayendo sosteniéndose en su mano no lastimada --¿Dónde tienen a Saori…? Dímelo maldito—mientras se levanta tambaleándose sin que su cosmos deje de de manifestarse**

**--¿Qué has dicho, Saori esta sacrificándose por los humanos?…-- dice Seiya sin quitarle la vista de encima al ángel de Artemisa, aun sintiendo lo lastimado que esta su cuerpo por aquellas lanzas enviadas hacia el –No puedo permitir que Atenea se sacrifique por un capricho de los dioses, ¡no lo permitiré!…-- exclama muy molesto el chico mientras que su campo áurico continua ascendiendo en poder unificando aun mas sus sentidos,  y sin previo aviso se abalanza sobre su adversario en una fugaz carrera, mientras que en ella, el santo toma la forma holográfica de un Pegaso en pleno vuelo con el extendiendo su brazo izquierdo mientras que el derecho queda a la altura de su pectoral –Toma esto maldito ¡Dame tu fuerza Pegaso, Pegasus Ryu Seiken!—impera el joven lanzando hacia enfrente su extremidad superior retraída, liberando de ella un millar de pequeñas capsulas de cosmos que se dirigen a una gran velocidad, dejando pequeñas estelas de energía en su trayecto, hacia aquel antagonista, intentando con ello golpearlo miles de veces en todo su cuerpo**

 

 

 

**Seiya observa como su ataque es detenido y redirigido hacia el con una gran velocidad y fuerza y sin poder esquivarlo se impacta en contra de su humanidad destruyendo casi por completo su armadura y lastimándolo severamente mientras que junto al impacto el bronceado es aventado hacia atrás estrellándolo con un árbol del sitio cayendo boca abajo “Que poder tan impresionante tiene…” menta el caballero de Pegaso aun boca abajo mientras trata de incorporarse nuevamente sosteniendo su peso en su mano diestra la cual sangraba ligeramente, al igual que derrama aquel liquido carmesí de varias partes de su cuerpo incluyendo un costado de su cabeza, a la par de que su respiración es pesada, y quedando en cuclillas observa a su rival al mismo tiempo que su cosmos no se apaga, si no al contrario se potencializa dándole un mayor brillo a su humanidad  y consecuente sus átomos comienzan a surcar su cuerpo a una gran velocidad dándole mayor rapidez a sus movimientos y con ello unificando sus sentidos en uno solo, sin embargo sintiéndose aun de las graves heridas recibidas por el ataque que se le fue regresado –No puedo dejarme derrotar, Saori me necesita…-- dice aun sosteniéndose con su rodilla y su diestra mientras alza su mirar hacia el sol, llenándose nuevamente de esperanzas –Nunca destruirán esta tierra se los aseguro…primero tendrán que pasar por mi para logarlo—menciona decididamente el muchacho mientras se pone de pie tambaleándose y sin quitarle la vista a su oponente de encima, agrupando mas su cosmo-energía**

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**Aquellas palabras han causado un enojo profundo en los sentimientos de Pegaso, --Yo peleare por Atenea hasta el ultimo instante de mi vida…no dejare que nadie le haga daño…así que prepárate a morir maldito…-- y con ello hace que su energía explote dentro de el unificando a tal grado sus sentidos que logran llegar al séptimo, alcanzo incluso el nivel de los santos dorados, y siendo así el muchacho se mueve a la velocidad de la luz quedando atrás de su rival he intentando agarrarlo en tipo de llave por debajo de sus axilas del contrincante y formando un tipo de candado alrededor de dichas partes del cuerpo del mismo y de lograrlo lo sostendría  proyectando su cosmos para que de tal forma, el ángel pudiera quedar paralizado gracias a la manifestación cósmica de Seiya   –Te demostrare que los humanos valemos la pena…y que ninguno de nosotros nos subyugaremos ante la tiranía de ninguno de los Dioses—dice en un continuo aumento de vitalidad en su ser**

**El santo de bronce es sorprendido al ver como su estrategia no surge efecto y al mismo tiempo que siente como aquel ataque se impacta en su ser enviándolo hacia atrás chocando con un árbol y cayendo boca abajo en el suelo escupiendo sangre y siendo lastimado severamente en sus costillas ­–Ahrgg…maldita…sea...—dice mientras que la imagen de Saori inunda su mente “No puedo perder…”  menta el chico sintiendo pesado su cuerpo y torpes sus movimientos al momento de intentar levantarse aglomerando, moviéndose torpemente para sostenerse en su diestra al mismo momento que ve al enviado divino con unos ojos llenos de resentimiento y reto dando suspiros largos y dolorosos –Atenea, no te defraudare…-- dice en voz alta alzando su vista al cielo mientras su energía cósmica se manifiesta aun mas, mostrando el nivel de fe y esperanza que aquel bronceado demuestra ante su Diosa –Morirás...-- **

**Apareciendo detrás de la fisionomía de Seiya, la forma de un Pegaso denotando con mayor potencia el nivel de su cosmos y levantándose a la velocidad de la luz, haciendo explotar sus átomos de su cuerpo liberando todo su cosmos en su cuerpo, observa como aquella lanza se dirige hacia el y con ello comienza en una fracción de segundo a mover todo su cosmos hacia su diestra y sin titubear la alza en un fugaz movimiento y de ella sale una lluvia de puñetazos que van a una velocidad fulminante –Muere maldito, este es el verdadero poder de un santo de Atenea…¡Pegasus Syu Sei ken!—exclama el muchacho al mismo tiempo que aquellas capsulas de poder se comienzan a aglomerar en una sola esfera de cosmo.energía que va hacia el proyectil lanzado hacia el bronceado impactándose contra el mismo y esperando que con aquella maniobra no solo detenga aquella lanza si no poder impactar a su rival y ponerle fin a dicho encuentro**

**El joven observa como su técnica mas poderosa no ha resultado en contra de su enemigo, “¿Cómo es posible…? Resulto casi ileso de aquel poderoso syu sei ken”  menta el chico asombrado ante tal maniobra de su adversario mientras siente como por el exceso de uso de su energía su cuerpo empieza a pesarle y a resentir las heridas sobre el mismo, haciéndole su mirada mas borrosa con forme pasaban los segundos, --Atenea…Saori…-- dice desconsolado mientras cae sobre sus rodillas cansado y severamente lastimado. –No puedo…--  y su oración era inconclusa al caer boca abajo en el suelo suspirando pesadamente y sin fuerzas para proseguir el encuentro "amigos...cuiden a Saori"**