Odysseus VS Seiya de Pegaso

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Lugar: Casa del Lago (Ten Kai Hen: Overture - Presentación de los Ángeles de Artemisa)

Condiciones: Atardecer - Despejado - Cálido

Contexto: Artemisa ha enviado a Odyseuss por la cabeza de Seiya, al desafiar a los dioses. Sin embargo, este ha recobrado la consiencia y en plena control de su armadura y de su cosmos, se preparaba para partir al santuario. Sin embargo, Odysseus planea asesinarlo ahí mismo.

Cantidad de turnos: 14 cada participante

Inicia: Seiya de Pegaso

:: Roll On ::

**El fin de los tiempos se acerca y los Dioses sobrevivientes han decidido castigar al mortal que ha osado levantar su puño en contra de ellos y para llamar la atención del mismo han decidido raptar a la Deidad,  Atenea regente de la tierra. Y bajo el firmamento del cual emanan los rayos del sol de la tarde,  los cuales, bañan un valle donde se ubica una pequeña casa campestre de la cual sale, un joven de cabellera café obscura con unos ojos de la misma tonalidad, portando de igual manera la legendaria armadura del caballo alado. Mientras alza su mirada hacia el gran astro luminoso cerrando su puño en un ademan de desafío hacia los cielos –No dejare que nadie lastime a Saori…defenderé la tierra con mi vida—dice en son de reto mientras que la calidez del día acaricia su humanidad a la par de que desciende por las escalinatas de aquella cabaña preparándose a partir hacia donde se ubica su Diosa**

 

 

**El santo de bronce continua su camino, en un rápido caminar, hacia la ubicación del nuevo santuario en la tierra de la Diosa Artemisa.  “¿Cómo es posible que los dioses quieran lastimar a Saori?”  Piensa con cierto aire de enojo  cuando de repente es distraído por la presencia de un cosmos que nunca antes ha sentido,  mientras alza su mirar hacia el cielo sin poder denotar nada fuera de lo normal, para posteriormente bajarla y observar el paisaje alrededor de el –Vamos cobarde muéstrate, da la cara--  dice el caballero de Pegaso en son de reto mientras que un ligero manto azulado lo comienza a rodear haciendo que su cosmos se manifieste aumentando con ello su velocidad y unificando sus seis sentidos**