Contexto: Augurios de una supuesta Gerra Santa contra Poseidon, Emperador de los Mares.
**Desde la lejana India, el mítico continente donde fieras, dioses y humanos coexisten en armonía. Donde los mundos de abajo, como del cielo, son en equilibrio. Así igual, la naturaleza y toda fuerza vital, coexiste sin deber ni temer, como una armonía ocasional, pero viva. Es allí, donde Sheeva, uno de los mejores discípulos de Shaka, se ilustra en los preceptos más genuinos de la meditación; a la sombra de la majestuosa Lila India, un arbol espectacular que sembró el mismo Shaka, el hombre más cercano a Dios, bautizando así, tal jardín donde reposa sentado, el iluminado discípulo. "Mi mente ha logrado la máximo unción, soy uno con el ser...", absorto en la tarea de su autoconocimiento, el camino a la perfección, Sheeva, el iluminado discípulo capta una brisa en el ambiente, que le distrae de su sagrado entrenamiento; agua cristalina con olor a sal, proveniente del Indico. "Un cosmos inmenso se ha liberado en la tierra, ha exterminado pueblos y personas, animales, plantas y demás seres vivos, ¿qué clase de poder tan egoísta es capaz de juzgar así al mundo que habitamos?..."reflexiona de manera imparcial, sin mostrar el mínimo gesto su rostro sereno y absoluto; es sinónimo de la luz radiante, emblema de la sabiduría que cobija tanto su mente como su alma, y se refleja a estridor cual aura que expele el centro de su mente a la atmosfera, señal inequívoca del semejante estado de meditación que ha alcanzado. Solo su maestro puede interrumpirlo, en eso ocurre... -¿como?- abre sus ojos, habiendo percibido una fluctuación semejante a aquel poder castigador que hace unos momentos barría con núcleos humanos en el mundo, siendo este nuevo cosmos, el inconfundible llamado de la Diosa de la Tierra, -está cosmoenergia pertenece a Athena, ¿realmente Athena piensa interferir?- se levanta instantáneamente dejando que todas sus prendas se desplacen voluntariamente dejando relucir el brillo, y la confección única de su armadura sagrada, su insignia, el Pavo Real.**
** -He visto esto con anticipación...-alude marchando por el jardín, mientras en su mente reviven los recuerdos que en su meditación, como una predicción, han quedado guardados. -Si Athenea se levanta contra esté gran poder, ¡implica una nueva guerra santa!- dice muy calmado, con su voz y espíritu firmes en el total dominio de las circunstancias interiores, reflexionando atentamente la situacion, dado su entrenamiento, pese a ser un caballero consagrado a Athena, sus enseñanzas espirituales van más allá que el belicoso folclore Griego, sin embargo, Sheeva el Pavo Real...participara en la nueva Guerra Santa. -El poder debe ser una prueba ineludible de justicia, aún así la justicia debe sustentarse en la piedad, y pese a que acepto que la muerte indolara es una forma de piedad... no tolero de ninguna forma que seá la violencia y la destruccion una herramienta para tal fin, sin importar que venga de un Dios, ese Dios no merece éxistir, es más, no puede llamarse así mismo...Dios, si castiga imponiendo antes de la muerte, el dolor y el sufrimiento- es así como Sheeva parte con rumbo desconocido, puede ser qué se dirija al Santuario de Athenea, como también, ha esperar la instrucción de su Gran y omnipresente Maestro.**