Turno de presentación
**Encarnizadas batallas se llevan a cabo tanto en el reino que domina el dios de las tinieblas, en Grecia, dominios de la deidad protectora de la tierra, la Diosa Athena. Es así como en vista de recientes acontecimientos y del peligro que corren especificamente dos caballeros del rango más bajo, caballeros de bronce, de quien se dice uno de ellos es de vital importancia para el desenlace de esta guerra; Por lo cual un caballero de la casta más alta entre los Athenienses ah sido designado a la empresa de poner a salvo dichos a dichos personajes - Tsk... ¿Por qué tengo que rescatar a esos niños debiluchos?...- se cuestiona con molestia, la efigie de quien ostenta con altividad la sagrada armadura de cáncer, con una mueca de molestia en su rostro y ambas manos a los lados de la cintura en signo de autoridad, mientras la blanca capa que lleva como distinción de su alto rango, se ondea hacia un lado de su cuerpo, con los vientos de la primera casa del santuario, dirigiéndose a un macabro bosque en donde se haya su cometido - ...Yo mismo debería matarlos y así me ahorraría de muchos problemas...- continua esbozando una sonrisa juguetona que se torna macabra y atemorizante**
Turno de Ataque
**- Jajaja...¿Enserio crees que estas llamas de fuego azul, son puro espectaculo?...- cuestiona Manigoldo en son de burla, evocando su demoniaca mirada al unisono, que se encuentra ya rodeado de incontables cuerpos azules que flotan a su alrededor, - Ahora...- emite el verdugo de cáncer ensombreciendo su mirada en el más tetrico de los preambulos, cuando de la palma de su mano se forma una llamarada azul que se acrecienta a medida que dichos fuegos alternos que se propagan en derredor, se van consumiendo, y otros se adhieren a la presa. Para elevar su rostro mostrando como una macabra sonrisa de medio lado se dibuja en su impávido rostro - ...Muere!...- continua entrando en un frenesí propio de él - Sekishiki Souen !!! - Exclama arrojando su pama extendida hacia adelante, desplegando una magna cantidad de cosmo energía que no hace sino desencadenar un incendio a nivel tanto físico como espiritual, ya que dichas llamas azules arden hasta consumir el alma del rival, haciendo de esa cruel hoguera, su tumba**
Aspirante a Manigoldo de Cáncer