**"¿Como... es posible que sean tan poderosos? Su poder solo puede ser comparado con su tamaño.. es gigantesco... sin embargo.. no puedo detenerme aquí.. Maestro.. amigos.. por ustedes.. no me dejaré vencer aquí..." son los pensamientos que recorren la mente del joven caballero del Dragon quien yace aplastado por cientos de kilos de roca impuestos por su rival, Rock de Golem -Kgh... ¡Aaahhh!- se deja oir entre las rocas una exclamación por parte del guerrero de Bronce en tanto un tenue hilillo de luz verde azulada se filtra entre las grietas de las rocas, seguido por un segundo y luego un tercero de ellos hasta convertirse en decenas de ellos hasta que al final las piedras ceden para convertirse en pequeños trozos que vuelan en todas direcciones, dejando paso al santo de Rozan cuyo puño derecho se eleva hacia el cielo en tanto su cabellera ondea tras su espalda como si se tratase de un estandarte de batalla y su cuerpo entero se ve rodeado por la luminiscencia de un aura cosmica cuyo color conoce todas las tonalidades del verde y le dota de un porte heróico y magnífico**
**De esa forma el cosmos del santo de Rozan se concentra hasta dar forma a una cascada luminiscente que fluye en direccion descendente, cubriendo con su luz esmeraldina al valiente caballero cuyos ojos cerrados parecieran ver directamente a su rival -Caballero.. mis amigos y yo debemos entregar la armadura de Athena antes de que sea demasiado tarde...- Los brazos del Atheniense comienzan a describir un semicirculo alrededor de su cuerpo hasta que su mano izquierda se proyecta hacia el cielo en tanto su derecha se mantiene flexionada al costado de su cuerpo al momento en que la cascada de luz detiene su flujo, viendose como poco a poco las hebras de su cabello comienzan a levitar detras de su espalda -¡Por Athena! ¡¡Dragon naciente!!- El grito de batalla del valiente guerrero resuena en el ambiente cuando la cascada de luz invierte su curso, dirigiendose hacia las estrellas y llevando consigo la cabellera de Shiryu que toma una posicion totalmente vertical mientras el puño derecho del Dragon oriental se extiende al frente, proyectandose una rafaga de energía verde azulada que rapidamente toma la forma de un enorme reptil que serpentea por los aires y se dirige hacia donde Rock, abriendo sus fauces de par en par en un rugido feroz que lleva consigo tanta furia como les es capaz de expresar a aquellos ojos que brillan de una tonalidad rojiza en el rostro de la bestia que avanza con una velocidad increible buscando arrasar totalmente con su objetivo**