Violette de Behemoth, estrella celeste de la soledad, de violácea mirada en convenio con sus largos cabellos que llegan hasta sus muslos, partes de su fisionomía que engalanan y hacen referencia al nombre por el que es conocida en este y el mundo más allá del Aqueronte, de voluptuosa y atlética fémina silueta, en la que porta con inmodestia un sinnúmero de cicatrices, producto de cada prueba que se le presentara en su jornada, marcas que le recuerdan en su camino recorrido cada uno de esos logros, obstáculos superados, mismas que lleva  escondidas tras su purpúrea coraza, la joya del inframundo representante a la bestia terrestre de los antiguos hebreos: el Behemoth. Ala derecha de Aiacos-sama, kyoto del segundo circulo tras la prisión del cocytos, Antenora; cargo que le llena de orgullo y satisfacción, completa devoción para aquel ser único que le evoca tan profunda admiración, respeto y servicio.  Joven guerrera que deja todo en cuerpo y alma en la batalla, pues para ella no hay placer más grande que el ofrecer las efímeras vidas, la extasiante sangre y la dulce sinfonía que se provoca con el crujir de los huesos de cada una de sus víctimas, espectáculo engalanado para aquel y solamente aquel a quien su orgullo reconoce, fidelidad y respeto, devoción y gloria de su parte es lo profesado hacia el ave hindú; más como todo ser humano, los sentimientos son destacables, aunque se traten de ocultar tarde o temprano se manifiestan en formas incontables e incluso inconscientes, y aún tras la sobrehumana fuerza y valentía que le caracteriza, brutalidad y sadismo propios de la encarnizada batalla que pareciera ser su mejor escenario, su corazón encuentra en aquel ser objeto de su fervor tal vez algo más que mero respeto, cariño que posiblemente no sea correspondido pero… ¿Qué importa? Para ella el morir en nombre de aquel hombre sería el mejor de los regalos, si con eso logra llenarle de orgullo y reconocimiento ante toda su ardua jornada.

 -¿Por qué su personaje merece ser considerada la más bella?

Desde mi perspectiva, lo más destacable de Violette son sus sentimientos, profundos y puros, no solamente reflejados en la fidelidad y devoción que profesa al juez de Antenora, si no también dentro de la misma batalla, una mujer apasionada, lo que hace lleva siempre un trocito de sí misma, es por ello que entrega todo para brindar el mejor de los espectáculos y que el siguiente supere con creces al anterior, la motivación de seguir adelante, de no estancarse, la lucha constante, su valentía, su constancia y persistencia para alcanzar el reconocimiento de ese ser que tanto admira y que tal vez nunca baje su mirada para observarla tal y como es.