**En una de las zonas más recónditas del inframundo; ahí,  donde la prisión de hielo a los que osan levantar la mano en contra de los mismos Dioses encuentra su morada y los jueces del infierno gobiernan bajo el estandarte de cada uno de sus juzgados;  el foco de atención de posa en estos instantes en el segundo de los tres círculos infernales, aquella que es liderada por el ave hindú, Antenora; pues es aquí donde un nuevo y peculiar acontecimiento estaría a punto de suscitarse…De entre aquellas sombras que gobiernan en las entrañas del juzgado, en aquellas tinieblas una fémina figura se logra vislumbrar tenuemente a las espaldas del juez infernal, silueta que se mantiene en el anonimato hasta que su figura se muestra a la luz, anatomía femenina que se destaca aún tras aquella tosca coraza que le cubre por completo, dejándose ver sobre su siniestro hombro el descomunal cráneo de la bestia terrestre conocida entre los hebreos, sus hebras capilares en tonalidad violeta caen grácilmente cual cascada hasta los muslos de aquella espectro de entre las cuales sobresale sin problema una tiara que ornamenta su testa complementando todo el conjunto de su joya inframundal; tras unos pasos coloca entonces su diestra rodilla sobre el suelo que recubre aquel juzgado, inclinando su cuerpo de modo que la planta de su siniestro pie se mantuviera firme sobre dicha superficie, en un acto que demuestra su respeto hacia aquel que rige dicha edificación -…Aiacos-sama… ¿me ha mandado llamar? cuestiona en un tono tranquilo, pues se dirige a aquel por quien siente tanta admiración y devoción, único ser que se ha ganado su respeto y total lealtad**

 ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

**Es pues que tras un momento de silencio las palabras de aquel a quien admira con sumo fervor parecieran caerle cual cuchillas directamente en su corazón y orgullo “Pero… ¿De qué forma podría haber salido mal?” cuestiona para sí mientras permanece en aquella posición, en reverencia ante su superior pendiente de todas y cada una de las palabras que el juez de Antenora le expone –Aiacos-sama le ofrezco una disculpa, esto no volver…- momento en el cual al reconocer su falta es interrumpida nuevamente por la autoritaria replica del ave hindú, quien ante aquella situación se mostraría molesto en demasía, mientras aquella joven solamente mantiene su mirada baja, mordiendo su labio hasta que un hilillo de sangre corre por su mentón, ante la rabia del momento, de haber faltado a su cometido, el haber fallado en la responsabilidad que se le otorgó y por sobre todo, no cumplir en totalidad con las expectativas de aquel hombre que representa su propia fuerza, siendo en ese momento que sus pensamientos se apoderan de su primaria atención, apartándose “Todo esto, todo el trabajo, el esfuerzo…no es suficiente, ¡aún no es suficiente!” replica en sus adentros mientras su mente comienza a maquinar de qué forma podría pagar su falta, compensar la oportunidad perdida ante el juez, Aiacos de Garuda**

 ------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

**De tal forma que terminada la reunión, tras haber recibido aquella herida en su orgullo, la joven espectro se encamina a una nueva prueba, a un nuevo desafío que le permitirá despejar su mente, liberar su impotencia y aumentar en su destreza…Siendo pues en aquella gélida prisión donde los osados a alzar su puño en contra de sus mismos Dioses encuentran su eterno castigo, repleto se encuentra el paraje de féretros incrustados en el hielo donde reposan los incandescentes cadáveres de aquellos blasfemos, tétrica prisión en la que la silueta de la guerrera se hace notar solamente con la parte baja de su protección, luciendo con orgullo cada uno de sus trofeos que puedan lucir en dicho instante, de modo que un estruendoso pisotón es lanzado haciendo que aquellos ataúdes se abran abruptamente liberando aquellos despojos de su encierro, dejándose ir sin espera en pos de la recién llegada, buscando que ella pruebe aunque sea una pequeña porción de lo que ellos han tenido que padecer; uno tras otro se arrojan hacia ella, más es el tiempo que ellos tardan en siquiera tocarla que el que en su reacción la espectral joven les expele “!No es suficiente!” menta para sí al tiempo que deja caer nuevamente otro pisotón aún más potente que el anterior, convocando esta vez a todos y cada uno de los enclaustrados en el Cocytos, es pues que la verdadera prueba había dado inicio…El cansancio comienza a ser estragos en sus sentidos, con el pasar del tiempo que pareciera ya perderse sin poder distinguirse entre minutos u horas, tras un sublime frenesí bélico su vista se nubla, sus movimientos se atrofian, y aquel mar de muertos en penuria continúan abalanzándose sobre aquella mujer –Malditos, ¿es que acaso no se cansan estos miserables?- cuestiona cayendo un tanto en cuenta de la situación a la que se vino a meter, pero aquellos condenados seguirían su cometido logrando atraparla, cubriéndola totalmente; siendo pues en ese momento que pareciera que sus fuerzas simplemente se extinguen, llevándola a un estado de inconsciencia provocado por el mismo dolor y asfixia de aquella escena…La oscuridad lo cubre todo, lo contempla todo, hasta que de pronto ante sus ojos la imagen de aquel ente dueño de todo el furor y convicción que de la dama del Behemoth pudiera irradiar, imágenes de un pasado a su lado, sus entrenamientos, sus alegrías provocadas por la satisfacción de cumplir con honores las ordenes impuestas por el juez de Antenora, es en ese momento que algo dentro de ella pareciera cobrar vida de nueva cuenta “Aiacos-sama…” se escucha en sus adentros dejando un eco que recorre cada posible rincón de su subconsciente –No…No puedo…No voy a decepcionarle, ¡no una vez más!- palabras que evocan de sus labios regresando de este modo a su total consciente en el plano físico, de modo que aquello que dentro de sí misma parecía recobrar bríos en conjunción a aquellos vocablos un peculiar evento se hizo manifiesto, expulsión total de energía con una fuerza incomparable a lo que anteriormente había estado demostrando, apartando a todos y cada uno de aquellos cuerpos sobre el propio, y cual si todo aquello le brindara una nueva vida, sin recato alguno su masacre continua hasta que el último de esos prisioneros cayera despedazado por sus manos **

 

---

** Inconscientes llegan los infiltrados al reino marino, envueltos ahora entre estructuras de indiscutible magnificencia y observante de aquellos visitantes se mantiene la creación más hermosa y en muchos sentidos inalcanzable criatura del dios de aquel panorama… su semblante enmarcado por algunas hebras ambarinas que recaen sobre sus hombros grácilmente acentuando sus bellas facciones: aquella mirada inocente y cristalina de su celeste iris y esos labios sonrosados que contrastan su piel hacen de su apariencia una obra artística difícil de resistir y un placer el poder vislumbrarle aun a pesar que bajo su vestimenta su figura mantenga cierto aire misterioso, este ser de enigmático origen aprovecha una aparente desorientación de los visitantes como principal impulso para iniciar la realización de su estrategia, es así como hacen apertura las comisuras de sus rosados labios emanando una melodía de belleza inigualable, dando rienda suelta a una armonía solo conocida en la mitología greca como el sonido capaz de domar la voluntad de incontables marinos que desconocedores de su verdadero peligro se lanzaban en búsqueda frenética de su muerte trágica, este canto que con su sola emisión cautiva incluso a los dioses con el atributo de dejar a cualquiera vulnerable, sin cesar su canto se apoya del leve desprendimiento de cosmos que provoca el vaivén de pequeñas estelas carmesí que difunde el sonido haciendo parecer que proviniese de ninguna dirección en particular buscando así arropar los sentidos de los que le escuchen, a la vez que se perciben como por arte de magia unas risas gráciles le invitan a despojarse de sus inquietudes y disfrutar del acto, es así que conocedora de los efectos de su sinfonía Tethys, se acerca a estos que poco a poco parecen ser domados por la mística tonalidad **

---

**Apretando  nerviosa la mano del muchacho, resaltan de sus ojos los dos puntos característicos de su raza, la hermosa joven lleva su otra mano, intentando tomar ambas, -Se que no es correcto pero..., ¿puedes decirme tu nombre?- increpa moviendo sus hermosos ojos, reluciendo elegantemente su figura, contenta trata de pasear con él por el típico paisaje que se les presenta, -Seria un desperdicio dejar este lugar tan hermoso- sonríe coquetamente tratando de abrazar al que cree su prometido**

 

**Abrazo que llena su cuerpo de una satisfacción sin igual, su corazón late a mil por hora mientras sus mejillas se sonrojan por completo, -Yato... que hermoso nombre- responde llevando sus labios vírgenes hasta las del joven muy nerviosa pero segura de lo que quiere, la tensión se hace más fuerte, mientras los pétalos bañan a ambos, como si hubiese estado escrito desde el principio aquel encuentro de esas dos almas, el sol con su tibio canto engalana la escena románticamente**

 

**Entonces cierra sus ojos al sentir el rose de aquellos labios, sonrojándose demasiado, su corazón late a mil por hora pues se trata de su primer beso, sus ojos lo observan llenos de esperanza, como si supiese que desde un principio estaba escrito, -Yato- susurra tiernamente correspondiendo por entero el abrazo, dejándose llevar por la mágica esencia del amor de primavera, suspira, se alegra, tanto ella como su corazón están felices de encontrar a alguien como él**

----------------------------------------------------------------------------------

Yuzuriha de la Grulla