*…- ¿Con que este es el lugar donde se dice residen los más poderosos guerreros guardianes de athena?...- expresa un sumiso subordinado entre las numerosa hueste de esqueletos que correctamente formados, aguardan y esperan en silencio el enunciar de su comandante ante la proximidad del asalto hacia aquel lugar que se refleja en sus pupilas -… Así es, pero se dice que el santuario esta sitiado por los demás jueces infernales…- responde rápidamente otro soldado a los dichos de su compañero, más el silencio se sublime, ante la presencia de quien desde lo alto de un empinado. Una alada sombra proyectada sobre las filas de esqueletos al coronarse el astro rey tras el ave infernal, dotándolo de un porte y garbo digno de un representante de los infiernos de su calibre…- Todo esta listo, sera un espectáculo sublime..-*

*… Y es así, como la pugna se prepara con recelo entre las huestes del ave hindú quien desde las alturas observa con confianza como la oscuridad de la noche comienza a apoderarse de las altas glorias, más uno de los correctamente formados, alcanza a distinguir una silueta que se acerca y parte rápidamente hacia el comandante para informar dicha situación - ¡Señor Aiacos!...- vocifera con fuerza mientras que la mirada del ave oscura se postra en la imagen del subordinado quien avanza presuroso hasta su posición -… ¿jm?...- inquiere sin más el prefecto quien mantiene su mirada hacia el horizonte -… Señor Aiacos, un extraño se acerca a las tropas… al parecer no es un simple pueblerino…-  en ese momento, la atención de Garuda es atraída hacia el subordinado a quien observa por leves instantes para después adelantar su elegancia indagando en el paraje aquello que inquieta a las tropas -… Vaya, no demoraron en mostrar y enviar a uno de sus perros…- dictamina fijando su atención hacia aquel gallardo personaje que se aproxima imponiendo un garbo bastante peculiar y a la vez, familiar para el rey Garuda -… Perfecto, por lo menos esto no será un mero trámite…- endosa una leve sonrisa la misma que sirve como una ordenanza para un conjunto de esqueletos que asienten y guardando una impecable formación, marchan con ímpetu para interceptar y eliminar aquella inesperada visita…*

*...“…Esta magnitud cósmica….” Piensa mientras desde la lejanía, la caustica mirada de Garuda estudia con cuidado el como aquel extraño personaje hacia pedazos con notoria facilidad a los infelices pero leales peones a su servicio que caen adornando el Pedroso camino hacia el refugio “…esa luminiscencia… no hay duda…”  finaliza al instante que su zurda bota acorazada se acomoda en un risco de mediana altura enalteciendo y mostrándose interesado en la escena antes expuesta desde su elevada posición -… Muy interesante, aunque no es necesario que un elite de la guardia greca se cubra como un completo cobarde o…¿Para alguien de tu doctrina es algo honorable  acabar con un grupo de pobres diablos?- Exhorta con garbo a la espera que este peculiar personaje acceda a mostrarse y revelando la identidad de la cual Aiacos tiene escuálidas especulaciones -… ¡Vamos muchacho, no tiene menor chiste matarte si no veo tu rostro!…- liquida con notorio gozo en lo que ven sus ojos en medio de horrorizados semblantes de las extensas hordas de esqueletos que aún continúan bajo el alero del ave hindú a la expectación de las ordenes de este último...* 

*… Ante la manifiesta imagen que muestra a aquel impetuoso como un guerrero de la clase más baja de Grecia para ojos inexpertos, la visual de Garuda y mucho menos su inteligencia no caería en tan burda treta que concebiría una aparente confianza en cualquier otro rival -… ¡Jajajajaa… Aiacos-Sama es un simple soldado raso!…- vociferaría un legionario para así apuntalar una notoria seguridad en las otrora abrumadas hordas quienes ahora ríen por lo bajo “ A mí no me engañas… pero será divertido seguir tu juego…” menta al instante que decide erguir su postura y de plano observar al bocón soldado -… ¿El siguiente dices? Jajajaja veo que el santuario esta en lamentables y desesperadas condiciones…. Es un chiste que envíen a alguien tan mísero a detener a toda una legión… -enjuicia seguro de sus dichos mientras cruza sus brazos por delante de su acorazado pecho -…De igual manera, tomare esta instancia para que funciones de calentamiento para mis tropas…-finalizadas sus palabras, una hilera de 12 esqueletos inician una rauda carrera. Y así, Empuñando con fiereza sus afiladas armas, estos se arrojan con decisión y con una marcada mueca tras sus yelmos ante la extrema confianza al conocer la procedencia de su adversario…*

*…”…Una y otra vez su poder lo pone en evidencia… ¿Acaso cree que puede engañarme?...” es el fugas pensamiento en la mente del soberano de los cielos al mismo tiempo que tan magnánima muestra de energía hace presa a los sorprendidos esqueletos quien sin más caen fulminados entre aquel espectáculo de brillos. Mientras el escenario recobra la negrura característica del ocaso del astro rey, la alada postura del comandante de las tropas se puede observar esta vez unos pasos delante de las tropas como imponiendo al pequeño soldado que tanto su identidad como su presencia no le provocan la menor preocupación -…Ya basta de juegos… ¿Quién en realidad eres?...- inquiere sonriente aun manteniendo un porte de total relajo y desatención a la muerte de otro grupo de sus subordinados mientras que en la lejanía se puede considerar grandes detonaciones de tonalidad violetas acompañado de ahogados gritos, lo que da a entender al ave hindú que los demás Jueces al parecer avanzan espléndidamente -… Veo que tanto Minos y Radamanthys se me están adelantando jejeje…- expresa restituyendo nuevamente su atención hacia aquel soldado, al que aún espera con una postura arrogante, que este disipe sus dudas y así de una vez comenzar con el avance…*