*-…Que interesante eh inesperada vuelta del destino…- Replica una gallarda voz desde un lugar no especifico del gran salón donde reside Hades mientras el sonido constante de unas pisadas que por el momento parecieran lejanas atraen el ahora, foco de atención -…Es verdaderamente a considerar que un pobre diablo quien no tiene una visión clara de lo que busca, ahora se plante en estos sacros sitiales con un objetivo no muy grato para quien te otorgo nuevamente la oportunidad de respirar…no es necesario que abras la boca para saber que planeas…. Aspros de Géminis…- añade una vez más, mientras que la pulcritud de tal palacio se ve contrastada por las lóbregas fisionomías de una extensa legión de esqueletos que atienen en cabal mutismo desde tras los justes antecediendo la aparición de uno de los últimos vestigios del ejercito de hade -… Retírate de este lugar maldita escoria ateniense, puede que hayas engañado a nuestro señor Hades para volver a ponerte en pie, pero a mis ojos…- anuncia mientras en la explanada que anteceden unas magnas y blanquecinas escaleras, la estampa de un orgulloso varón totalmente envestido por hermosas corazas negras de las cuales, a sus espaldas, relucen un par de ostentosas alas -…No eres más que un cadáver que se pudre a la par con su alma…- finaliza mostrándose de lleno, identificándose como el ultimo Kyoto en pie, Aiacos de Garuda…*

*-…Jajajajaaj ¿Qué te lleve con el señor Hades?, pides demasiado para ser solo un peón al cual se le sacó provecho por su desmesurada ambición... Aunque hay algo que me intriga y me gustaría que disiparas… ¿Acaso el honor dentro de los griegos está a la venta del mejor postor?... ¡Que ratas tan patéticas son ustedes! Jajaja… de todas formas, tu eres un pequeño punto en el lienzo de nuestro señor el cual se me ha encomendado a eliminar…- las palabras del magistrado resuena en el vacío al instante que un gran número de esqueletos que permanecían impávidos desde las sombras, se avanzan con fiereza tanto de frente como a las espaldas y costados del resucitado, empuñando con ímpetu aquellas afiladas armas que relucen con la pulcritud del estudio del dios de las animas, buscando así que a base de una serie de tajos tanto diagonales como horizontales generar algún prejuicio en el cuerpo del intruso. Más desde su posición, la estampa de un sonriente y despreocupado Kyoto de Garuda hace lo suyo al enaltecer su magnánimo cosmo tiñendo el ambiente con un escalofriante halito de muerte y sangre. De donde la mirada funesta y ambarina de Aiacos, glorifica aquel escalofriante porte de uno de las más poderosa estrella dentro de las 108…*

*... Y sin más que agregar, aquella etérea pujanza que brota del garbo del resucitado impacta de lleno a aquella legión de valientes esqueletos que ahora se caen expirados forrando los pétreas propiedades del estudio de Hades con la muerte impresa en sus rostros. Mientras el estruendo secundado por una densa cortina de humo cubre ligeramente la visual entre los guerreros, la mueca de total despreocupación de Garuda acapararía los leves momentos de nitidez -… Te diré una cosa bastante interesante…- Expresa enalteciendo su diestra por frente a su rostro con la palma completamente abierta en dirección hacia los techos -…La lealtad de aquellos que ultimaste como basura, está en un nivel diferente a la comprensión de un guerrero que juega entre ambos bandos sin una doctrina definida… estos pobres diablos…- adjunta mientras su cosmos sufre una peculiar transformación al tornarse de un constante halito cósmico a unas vigorosas flamas negras que ahora le secundan. Más de los cuerpos de los extintos legionarios, una escabrosa emanación albina emprende a centrarse a disminuida distancia con el Geminiano hasta generar una especie de glóbulo palpitante -…. ¡Aun después de muertos buscan ofrecerme la victoria!...- Exclama cerrando con ímpetu su palma, generando una reacción automática en dicha esfera la cual comienza a extender y contraer su volumen hasta el punto de detonar proyectando un millar de plumas incandescentes a una rapidez digna de un espectro de su casta, abogando y aprovechando la disminuida trayectoria y el factor sorpresa latente entre la acometida del Kyoto y el intruso de turno. Y así buscar asestar un espléndido golpe a quema ropa desde toda orientación posible con una fuerza abrumadora que de ser efectiva, ocasionaría un enorme perjuicio que podría determinar tanto un súbito desenlace o una amplia ventaja para el Ave Hindu…*

*…Y es como de esta manera, el taller situado por los 8 templos malignos suspendidos en el lienzo perdido se ve abrumado por un gigantesco espectáculo de luces y sombras, proyectiles incandescentes romperían el silencio con sus ensordecedores sonidos los mismos que secundarían al constante impacto de estos últimos en los marmolados rincones, perforándoles y llevándoles a desistir y caer estrepitosamente a los pétreos suelos. La artimaña de Garuda fue del todo fructífera, prueba de esto sería las notorias heridas y rastros de una formidable estrategia cuidadosamente escrita en la fisionomía de Géminis. Unos metros más allá, un satisfecho Aiacos decide avanzar un poco su posición aun envuelto por un leve halito energético para de cierta manera, conservar una visual completa y clara de las acciones del resucitado greco -…Ahora ya puedes entender, porque soy el ultimo Juez infernal en pie jmjmjm….- Ante el dictamen tan frio y calculador, un semblante de un miedo indescriptible ronda en las huestes aun de pie, y que a pesar de ese opresor terror, mantienen su alineación con la mirada baja en señal de pleitesía -… Podría decir que mis camaradas no contaban con la inteligencia y decisión necesaria para prevalecer, en fin, volviendo a lo que nos convoca…- añade dibujando una sutil mueca la misma que acopla perfecto a aquella despreocupada actitud que ahora muestra a pesar de encontrarse en tan delicada circunstancia -…Mírate, una pequeña muestra de mi poder y ya estas hecho una piltrafa, piénsalo Aspros… ¿Cómo sería si decido usar mi verdadero poder?...- deja en total expectación mientras su mano se ve ceñida por un lacónico brío que obtiene tonalidades más definidas que las que rodean su cuerpo…*

*…”Su cosmos…” Especula al instante que una distintiva irradiación dorada se refleja en sus incisivas orbes "…Como pensé, su lealtad nunca cambio a pesar de dejarse abrazar por la oscuridad y guarecerse tras su ambición…” agrega para sí, mientras su entidad y más aún, sus subordinados sean presa del infrecuente fenómeno que se gesta ante su analítico mirar -…Por fin podre ser testigo de uno de los trucos que llevaron a la perdición a tantos espectros en el pasado, pero como dije anteriormente…- exhorta mientras el fluctuación violario que se gestaba en su garra comienza a adoptar la errática imagen de un glóbulo totalmente ensombrecido el mismo que se aprecia ceñido por un constante brío como si se tratase de una especie de sol que se suspende de la grácil palma del ave hindú. Aún más cuando la sensación se tornaba más y más insoportable además de ser consumida por una total oscuridad, la postura de Garuda no cambiaría en lo más mínimo, como si detrás de esa maligna sonrisa se escondiera la más terrible de las tretas que aguardarían el momento cabal para revelarse y dar un imprevisto remecer a la ya corroída guerra santa. –…ellos no contaban con la inteligencia ni el valor necesario…- Da un leve respiro entre sus palabras, para que las flamas negras que le abrazaran adquirieran proporciones más demostrativas ante el progresivo pero nada despreciable engrandecer de la potestad del espectro regente de Antenora, el mismo que con una maldad sin precedentes representadas en la agudeza de su mirar, continua con sus dichos -… Ni el infinito don del conocimiento…- dichas estas últimas palabras, un pequeño destello de la joya superior existente en la trinidad de su yelmo, cautive por unos instantes el foco de atención y darle así un roce de misterio a las frases de Éaco…*

*…Y es de esta manera como aquel infinito escenario sideral revela su verdaderas intenciones, la presión y la asfixiante atracción hacia el punto donde el titán galáctico espera su ofrenda. -… ¿Qué es esto?...- Aiacos inquiere con fuerza al ser paulatinamente arrastrado hacia el clímax de la técnica de aspros, mas clava sus pies en el marmolado esperando que con esto le entregue unos escasos instantes para que su total atención se postre tanto en la ejecución y los alcances de la peculiar movida del geminiano “…Su poder y concentración es tal que logro generar una grieta dimensional a su antojo… aunque…” sus cerúlea mirar se centra en la notoria concentración empleada por el geminiano en la ejecución y la aparición de tan absoluto paraje “… ¡Eso es!...” conjetura mientras su porte comienza a ser arrastrado, fiel prueba de esto serían los surcos dejados por sus pies en el terreno y la perdición de parte de sus subordinados en la negrura del abismo -…Muy inteligente de tu parte, emplear tu poder para tratar de encerrarme en una prisión dimensional… pero…- exhorta mientras valiéndose de las alas de su Surplice para mantener una leve estabilidad, para así, enaltecer a un punto magnificente aquellas energías que su cuerpo guardaba celosamente. Y es de esta manera, que una antropomorfa efigie brota tras la sometida imagen del Kyoto, más dentro de la enramada y la falta de legibilidad de la representación cósmica tras de él, una trinidad de grandes orbes permanecen totalmente cerrados y apuntando al Geminiano -…No será suficiente…- es en ese minuto, que aquellos esqueletos que son empujados a su perdición, comienzan a convulsionar hasta liberar un extraño alito blanquecino que desemboca en la joya superior del yelmo de Garuda -…. ¡Tonto, el único que será sometido a un tormento ecuánime a la muerte serás tú, Aspros!...- vocifera mientras sus brazos y por ende, sus manos se entrecruzan por sobre su yelmo al instante que aquellos apocalípticos orbes comienzan a abrirse expulsando una irresistible luminiscencia -…¡Que tu castigo comience ahora!....¡Galactic…- entre los dichos de Aiacos, los funestos orbes galácticos se abren de par en par libertando una excelsa e ineludible luz que consume instantáneamente aquel ennegrecido escenario desde toda disposición sin dejar sitial manchado por la oscuridad de Aspros-…DeathBling!...- remata desatando todo el poder de la técnica más terrorífica del Kyoto de Antenora, la cual busca enterrar en el ser de Aspros un constante suplicio que radica en el chamuscar del sistema nervioso del adversario el mismo tormento inminente que se desencadenaría una y otra vez ante cualquier acción ofensiva o tan siquiera el empleo del brío del universo interno convirtiendo la estampa de su adversario en un inútil cadáver viviente. La Supremacía del ojo del conocimiento se torna tan latente como el destino mismo, mientras la estampa del prefecto del infierno se logra ver aun en la lucha de no ser absorbido hasta desaparecer en el egregio manto de incógnita que se cierne sobre la más funesta y despótica movida del último juez en pie…*

*…Y es así, como el preponderante manto dimensional donde el titán galáctico fungía como principal artífice de una promisoria movida dentro de la pugna, más la irradiación de los grandes orbes galácticos tras el oscuro prefecto, han disipado un camino que para Aiacos parecía bastante difuso eh ilegible. El cegador velo antes expuesto comienza a retroceder mostrando los alcances de la magnánima técnica del ave hindú en el cuerpo y sobre todo, en el sistema nervioso del geminiano el mismo que inicia un sinuoso camino saturado de padecimiento y agonía que convergería en la eventualidad en la muerte. – ¿Duele verdad?...- inquiere un sonriente personaje que emerge de la lúgubres aun latente en el escenario donde el aura más ceñida y aquella trinidad que aún subsiste latente tras sus espaldas pero acogido nuevamente tras sus parpados -…Disfruta del padecimiento del cual no puedes escapar…jajaja cada vez que intentes pensar, moverte o tan siquiera encender tu cosmos… acercaras más y más tu muerte…- explica mientras desciende sus brazos hacia sus costados adoptando un garbo más glorificado y orgulloso -… Aquel orgulloso guerrero que exigía que le llevara con lord Hades…. Ahora no es más que un cadáver viviente que pide a gritos que mi grácil mano acabe con su miseria…- Son las palabras que repican en el vacío ahora existente y donde la supremacía de Garuda se manifiesta en la absoluta oscuridad reinante en la cúspide de los templos malditos donde la doctrina del ultimo prefecto de los infiernos se instaura a base de sangre y sobre todo, sufrimiento…*