El áureo brillo dorado que ya se había manifestado anteriormente le rodea de nuevo, esta vez en incandescente brillantes; realzando desde ya su preciosa imagen en gran medida. Sin embargo nuevamente la paradoja de su apariencia surge, aquella visualización tan bella que deleita los ojos que tienen el privilegio de observar también infundirá recelo ante tan gran expansión cósmica que se siente inmensa rodeando todas las cercanías
-Te equivocaste conmigo, ves en mí solamente a un banal guerrero preocupado solo por verse glorioso en la batalla… Te lo preguntaré de nuevo… ¿Qué crees que es lo que yo adoro mas en este mundo…?-
Palabras dirigidas a su antagonista de manera cortante y recia, en amplio contraste con lo que su exterior explaya. Es así que con ojos llenos de violento ímpetu de batalla mira directo a aquel que caerá victima del cosmos que ha hecho surgir
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