Presentación:
* En aquel lugar reina el silencio, tan absoluto como el Cosmos que puede ser percibido desde una distancia considerable por cualquiera que quiera acercarse al sexto Templo, el cual es custodiado por el Caballero de Virgo. Una figura dorada se puede vislumbrar al final de este, reflejándose en el pulcro suelo de aquel lugar, figura que pertenece a Shaka de Virgo, el hombre más cercano a los dioses. El caballero dorado se encuentra en la posición de flor de loto, con sus piernas cruzadas y sus ojos azules cubiertos por sus párpados mientras parece flotar ligeramente sobre el suelo y un aura dorada lo rodea, haciendo perfecta armonía con su armadura. Al momento que siente la llegada de un intruso a su templo decide interrumpir su meditación y abrir sus labios, pronunciando unas palabras con un tono que destilaba un deje de arrogancia, mientras sus cabellos rubios flotaban detrás de él. –Ha sido un error infiltrarte en el Templo de Virgo, ¡ahora lo pagarás con tu vida!- Al momento de pronunciar aquellas palabras sus piernas se descruzan, posando sus pies con elegancia en el suelo del lugar pero manteniendo sus orbes cerradas, con sus enormes pestañas negras contrastando con su clara tez. *
Ataque:
* -Enfrentarme es la peor decisión que has tomado.- Sube sus manos hasta la altura de su pecho, extendiéndolas de forma paralela, de forma que la palma de una queda frente a la palma de la otra, con una distancia pequeña entre ellas en la cual esfera dorada empieza a formarse, acumulando energía cósmica en ella. -¡Rendición del Rey de las Tinieblas!- exclama y algunas imágenes aparecen detrás de él, haciendo alusión a algunos mitos religiosos como el cielo o el infierno. Extiende sus brazos y manos hacia abajo en forma diagonal, siendo rodeado completamente por su Cosmos que se puede vislumbrar como un aura dorada y el mismo se expande con rapidez hacia su adversario, buscando golpearlo con toda la fuerza del universo, el Cosmos que pertenece al Caballero de Virgo .*