**Nubloso y contaminado paisaje teñido de verde por los tóxicos gases que de él emanan es recorrido calmada y velozmente por quien posee el cinturón de la armadura dorada. A su paso resuena el eco metálico de sus rojizas botas, moviéndose con pisadas seguras y firmes avanza entre los restos de quienes trataron de superar el mortal sendero en ascenso a la mortífera zona montañosa –jm, que patético- exclama con desdén al ver los cadáveres de múltiples personas y pequeños animales que desdichadamente cayeron por el veneno. A medida que avanza por la antesala del infierno sobre la tierra, las pedregosas paredes que le limitan a atravesar  por el gas venenoso se hacen cada vez más escarpadas y el suelo se llena con aun más cadáveres –ya es hora de salir- exclama decidido al momento de pisotear con firmeza los múltiples cadáveres y seguir su camino en busca de la salida de tan repugnante y mortal sendero**