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De: JoKeR-MaN (Mensaje original) |
Enviado: 13/01/2013 22:53 |
Saludos:
Las labores administrativas me han mantenido alejado de un buen reto. Así que, sin más, pregunto ¿Quién desea enfrentar al león de oro en un combate?
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Reto Aceptado
Veamos que tal me va en mi primera batalla de roll |
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Pharao de Esfinge Vs Aioria de Leo.
Hora: ---
Clima: Lluvias heladas constantes.
Lugar: Afueras de la Segunda Prisión
Trama: Aioria ha descendido al inframundo en búsqueda de Athena y con la intención de detener a Hades, es por ello que ha avanzado hasta las afueras de la segunda prisión donde el rugido de una bestia y el lamento de las almas han hecho que su paso se detenga.
Inicia: Pharao de Esfinge
Termino: Hasta la muerte.
Tiempo de manipuación: 48 horas mínimo.
..:: Roll On ::..
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*Inexpugnable en su totalidad, se yergue la hegemonía arquitectónica de la segunda prisión, recipiente y cárcel a la vez de las almas de todos aquellos que en vida cometieron el pecado de la ambición… en cuyo interior no se percibe otra cosa más que los constantes e interminables gritos de horror que estas evocan al sufrir su eterno y repetitivo castigo divino… Allí, donde el la atención va adoptando mayor densidad, otorgándole el papel protagónico a una gigantesca e imponente bestia canina de tres cabezas, tan amenazante como letal, sin duda alguna el mitológico guardián de las puertas del Infierno: Cancerbero… -Arghh!- es el último sonido que escapa de un… ahora nuevo inquilino de sus fauces, quien gracias a los ropajes que cubren su esporádicamente devorado cuerpo es reconocido, a duras penas, como el Santo de Pegaso: Seiya… El suspenso es inevitable... *
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**La interminable lluvia, llena de melancolía, cae eternamente desde los cielos hasta el milenario edificio de roca conocido como la segunda prisión. Este imponente edificio, flanqueado por las figuras de antiguos faraones, es donde se impone la eterna tortura a aquellas almas que, en vida, pecaron de envidia y avaricia y ahora la lluvia helada golpea sus almas desnudas. Sin embargo, avanzando con un paso marcial hacia el enorme portón de la segunda prisión, aparece un gallardo guerrero al que la lluvia parece no afectar. Su adónico cuerpo es cubierto por una armadura del color del sol que chispea al roce de la luz, mientras los vientos azotan una blanca capa de seda a sus espaldas con aires heroicos. Su cabeza es coronada por un yelmo de oro que imita a la perfección las crines de un león y que lo delata como el santo de oro protegido por la constelación de leo: Aioria. Sus ojos esmeralda se postran en un solo lugar: La segunda prisión, pues es el único camino para derrotar al emperador de los muertos y salvar a Athena. Sin dudar ni un momento, el guerrero atheniense se adentra en aquel antiguo edificio solo para ser sorprendido por la bestia tricéfala en cuya fauce se encuentra el santo de Pegaso. -¡Seiya!- exclama el quinto guerrero de oro, quién sin dudarlo un segundo retrae su puño derecho hasta su cinto para después lanzarlo en dirección de la cabeza que aprisiona entre sus fauces al santo de bronce, y un haz de luz dorada sale disparado buscando golpear al animal y liberar al caballero Pegaso. -Sueltalo, maldita bestia.- menta de entre dientes aún sin conocer el resultado de su ataque, que si bien no fue lo suficientemente poderoso para derrotar a un animal de aquel tamaño, espera poder hacerlo soltar al aliado de Leo.**
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*Estruendoso es el gemido que se manifiesta en el can, al ser esporádicamente envuelto por aquel despliegue de energía, a medida que es arrastrado por sobre algunos cuerpos errantes, hasta finalmente ser impactado contra uno de los pilares destruidos que adornan el lugar: en efecto pues, liberando el cuerpo del que responde al nombre: Seiya, ahora inerte e incompleto… De manera paralela, débiles al principio y luego cada vez más claras, una serie de vibraciones sonoras se hacen presentes en la tenue briza que recorre en el lugar… una especie de sortilegio que alivia los corazones de aquellos que pertenecen a las tinieblas, pero, que atormenta la sincronía en los sentidos de quienes son ajenos a ellas… - Mi buen Cancerbero… Al parecer te ha gustado el sabor de los vivos…- palabras que se tornan más cercanas y palpables al igual que tan embriagantes notas musicales que invitan directamente a los sentidos y al corazón del recién llegado, a sufrir su acogedor efecto… El Efecto de la maldición *
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**Al escuchar aquella tétrica melodía, el león no retrocede y, en cambio, se atreve a mentar imponente ante las sombras -¿Quién está ahí?-. Sus ojos esmeraldas buscan con velocidad al emisor de aquella música sin éxito alguno, y lentamente una energía del color del sol comienza a rodear al gallardo guerrero. Primero de manera tenue, pero con cada segundo aquel fulgor dorado se hace más y más fuerte, haciendo sentir su cálido poder por todo aquel lugar. °°Seiya… Derrotaré a cualquier espectro que esté en este lugar, y después te ayudaré°° son los pensamientos del quinto caballero de oro mientras lentamente se pone en guardia, abriendo el compás de sus piernas y elevando sus puños, a la par que su cosmo arde cada vez con más intensidad.** #e05900
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*’Así que este es el poder de los caballeros de Oro.... ’’ Palabras que guarda para sí mismo, a medida que, a manera de respuesta, su figura emerge esporádicamente sobre uno de los pilares aledaños al imponente, y paulatinamente reincorporado, Cancerbero – Soy la Estrella Celeste de las Bestias… - introduce con voz grave y orgullosa, mostrando, acoplada perfectamente sobre su cuerpo, la joya del inframundo que representa a la Esfinge, cuya forma asemeja indudablemente a las características del ropaje designado al rey de Egipto – El Gran Faraón…- la cual se complementa con una muy hermosa y evidentemente mortal Arpa, desprovista ahora de sus embriagantes notas musicales, símbolo de respeto hacia la confrontación propia y adecuada de un nuevo rival – Y además de ello…- adhiere observándolo detenidamente y no sin asombro – Tú Verdugo…- para, de esta manera, a cuenta nueva, iniciar una vez más, con la elegancia y agilidad propia de quien se dedicado enteramente al arte de la música, una sinfonía que inmediatamente se hace con cada rincón del panorama que ofrece aquel lugar, envolviéndolo pues con la peculiar naturaleza de trasfondo que esta posee: Introducirse en el sistema nervioso de aquel caballero para detener cada uno de sus movimientos, paralizándolo sin remedio alguno; Así pues, marcando lo que el músico de la muerte denomina como : El Réquiem del Inframundo *
'Serás Sometido a un Juicio Divino... ¡El Juicio del Faraón! '
Nota: Hago uso de la primera manipulación, permitida según lo estipulado en las normas previas al roleo |
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**Los ojos verdes del león se clavan con furia sobre el espectro, mientras la energía dorada continua fluyendo y quebrando las sombras de aquel lúgubre lugar. Aioria está a punto de lanzarse cual bestia sobre su presa en el preciso instante que la melodía infernal penetra sus oídos, y comienza a hacer pesado su cuerpo. –¿Pero qué…?- logra mentar justo cuando su cosmo poco a poco comienza a apagarse, como si no le quedara fuerza para pelear. °°¿Qué es este embrujo?°° menta para sí y apenas sosteniéndose en pie, con la tenue luz dorada apenas visible rodeando su cuerpo. -¡No!- rugue con fiereza mientras alcanza a elevar su puño y retraerlo nuevamente sobre su cinto, y el poco cosmo encendido que aún flaquea en su cuerpo comienza a arremolinarse entre los dedos de la zarpa del león. Con una velocidad impresionante, que sin embargo está por debajo de la propia de los caballeros de oro, Aioria suelta su puño una y cien veces, lanzando un centenar de golpes dorados en forma de lluvia en contra de Pharaoh. La intención es liberar a Aioria del embrujo de la esfinge, y herir al espectro; pues si aquella ráfaga de puños no tiene ni la velocidad ni la fuerza propia de un santo de oro, es suficientemente poderosa para herir con seriedad a un espectro como ese.**
Nota: Pharaoh, debes utilizar tu manipulación antes de que yo deje mi turno, no después. Continuaremos con el combate, pero recuerda este detalle.
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*Tal acción no pasa inadvertida por la fiel mascota del Faraón: La cual, con la velocidad e imponencia propia de las bestias mitológicas, acude rápidamente a la defensa de su amado dueño a través un ágil y poderoso salto que lo ubica inmediatamente en medio de este y del menguado despliegue de energía – Pobre estúpido…- con atenta ironía evoca entrecortadamente el músico de la muerte ; viendo de reojo como la dura piel del can tricéfalo es paulatinamente tocada por dicha ráfaga que genera una fuerte estática en todo su pelaje hasta hacerlo caer pesadamente en medio de ambos, con un gemido que se ahoga entre sus fauces ‘’ No debiste hacerlo mi buen Cerbero..’’ pensamientos tristes que guarda bajo una ahora expresión grave – Tan indefenso ahora como un Cachorro de León a punto de ser devorado por los chacales …- adhiere, tornando cada vez más insoportables y carcomedoras a tan envolventes expresiones sonoras; visibles ya, sobre todo el campo de batalla, gracias al súbito poder cósmico que delinea su figura con el majestuoso brillo de un aura que conoce todas las tonalidades del púrpura - Me pregunto ¿Qué pesará más… tus sentimientos o tus pensamientos? …- El cual permite tergiversar enteramente el panorama, de la segunda prisión, por uno que instaura esporádicamente la hegemonía y belleza de los caracteres reales del antiguo Egipo; escritos simbólicos que presagian paso a paso la secuencia del ritual que experimentan las almas antes de ser determinado su destino en el mundo Espiritual – En fin… Eso lo veremos ahora… - Las cuales terminan en una representación clara de un corazón cuyo peso es medido, en la balanza de la justicia, frente a la Pluma de Matt, símbolo de pureza y sabiduría…- Sal de Allí, impuro corazón de Leo - Las cuales en verdad aparecen frente al Faraón, e invitan al corazón del Athena no Seinto, a través del poder sobrenatural de las notas musicales, a ser juzgado mediante el temido conjuro del soberano de la segunda prisión: La – Maldición de la Balanza! -*
'Serás sometido a un Juicio Divino... ¡El Juicio del Faraón! '
Nota: Perfecto, sin embargo, con o sin manipulación el efecto del turno anterior vendría a ser el mismo teniendo en cuenta la naturaleza de la habilidad que reside en el Faraón; supongo que lo notaste teniendo en cuenta tu experiencia y conocimiento rolístico... Saludos =) |
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**Mientras las notas musicales continúan, el cuerpo de Leo va flaqueando y su cosmos debilitándose. –Maldito… Seas…- logra murmurar con el ceño fruncido, pero con la convocación de la última técnica del faraón un imponente dolor se apodera de su pecho –Kgh… ¿Qué es esto?- gruñe con dolor mientras lleva su mano izquierda sobre su corazón, y siente como este intenta salir de su pecho. °°¿Una ilusión?... No…°° piensa para sí con la mano manteniendo su corazón dentro del pecho, pero con un abrumador dolor apoderándose de él. Convocando el poco cosmos que aún recorre su cuerpo, el diestro puño del león se ilumina nuevamente con tenues luces de oro. °°Si no hago algo, me arrancará el corazón.°° reflexiona mientras, lentamente su cosmo se vuelve a encender aún bajo la maldición egipcia. Con el rostro enfurecido, Aioria retrae su zarpa derecha y ruge con fuerza -¡Yo soy un fiero león, no una dulce oveja devorada por chacales!- y con esto, suelta su puño nuevamente en contra del espectro, y nuevamente alrededor de cincuenta golpes dorados salen disparados como saetas en contra del enemigo buscando golpearlo y romper su postura musical. Cerbero ya está herido como para volver a proteger a su funesto amo, y aquella ráfaga dorada es la esperanza de Aioria para romper el trance y podero enfrentar al espectro cara a cara.**
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*Una irónica y complacida sonrisa es la que evocan los labios del Faraón – jajaja- quien a diferencia del Athena no Seinto , mantiene cultivando su energía cósmica, ya cada vez más lóbrega y poderosa; lógica y evidentemente todo lo contrario a la de su rival – No… ni siquiera eso…- evoca, anteponiendo su arpa maligna, para recibir sin daño o problema alguno aquellos golpes que paulatinamente se ven reducidos hasta ser un destello pálido que se pierde frente al aura maligna que la envuelve al igual que a todo su cuerpo; Como si la música creara una especie de barrera protectora; realidad no muy lejana de lo que la naturaleza de su cosmos en combinación con el efecto en desarrollo de su técnica le permiten hacer – Solo eres un pobre y tonto chiquillo que no sabe ni siquiera donde está parado… pretendiendo ser un héroe, pero solo siendo nada más que eso… un chiquillo tonto y desinformado... – Adhiere el músico de la muerte, al tiempo en que, a sus espaldas, majestuoso e inexpugnable, se ve dibujado el símbolo de la estrella a la que este representa…- Ya es Hora… - mientras la música asume su punto máximo de dominio y concentración – Ven aquí Impuro corazón de Leo y recibe tu Juicio…- Ordena con grave autoridad; llevando ahora la atención sobre la balanza de la verdad, hermosa y sencillamente con un poder espiritual digno de ser recordado en los mitos y leyendas del antiguo Egipto; En espera ya para con el corazón del autoproclamado fiero León *
'Ni la Juventud o la Gallardía son suficientes frente al Juicio Divino del Faraón ' |
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*Una irónica y complacida sonrisa es la que evocan los labios del Faraón – jajaja- quien a diferencia del Athena no Seinto , mantiene cultivando su energía cósmica, ya cada vez más lóbrega y poderosa; lógica y evidentemente todo lo contrario a la de su rival – No… ni siquiera eso…- expresa, anteponiendo su arpa maligna, para recibir sin daño o problema alguno aquellos golpes que paulatinamente se ven reducidos hasta ser un destello pálido que se pierde frente al aura tenebrosa que la envuelve al igual que a todo su cuerpo; Como si la música creara una especie de barrera protectora; realidad no muy lejana de lo que la naturaleza de su cosmos en combinación con el efecto en desarrollo de su técnica le permiten hacer – Solo eres un pobre y tonto chiquillo que no sabe ni siquiera donde está parado… pretendiendo ser un héroe, pero solo siendo nada más que eso… un chiquillo tonto y desinformado... – Adhiere el músico de la muerte, al tiempo en que, a sus espaldas, majestuoso e inexpugnable, se ve dibujado el símbolo de la estrella a la que este representa…- Ya es Hora… - mientras la música asume su punto máximo de dominio y concentración – Ven aquí impuro corazón de Leo y recibe tu Juicio…- Ordena con grave autoridad; llevando ahora la atención sobre la balanza de la verdad, hermosa y sencillamente con un poder espiritual digno de ser recordado en los mitos y leyendas del antiguo Egipto. Precedente de un tortuoso sonido que anuncia la proximidad de aquel mencionado órgano perteneciente al autoproclamado fiero león, ya más cercano y listo a su cumplir su juzgamiento, - Veamos si en verdad mereces ser un Caballero de Atenea….- Un hecho que deleita a los ojos codiciosos del amo y señor de la segunda prisión - Si tu corazón es puro y se encuentra entregado totalmente a la justicia, se podrá balancear perfectamente con la pluma de Maat, por consiguiente, pasarás la prueba…- palabras que se acompañan de una secuencia simbólica que se plasma a sus espaldas como reforzador de la explicación en curso – Pero, si en cambio, el peso de tu corazón es mucho mayor que la pluma de Maat, eso solo significará que tus ideales y más que todo, tu lealtad, no son en verdad con la Justicia y mucho menos con la Diosa a quien dices servir, sino que más bien eres esclavo de tus sentimientos efusivos.. y tu castigo por ello será la muerte- puntualiza, haciendo una pausa, para sin más preámbulos convertir en hecho lo referenciado ; De esta forma, entregando nítidamente a los ojos de ambos guerreros, un resultado favorable para con el caballero de Leo, pues su corazón, ya situado en el platillo contrario al de la pluma de Mat, presenta un perfecto balanceo, sin embargo, de manera esporádica, y no siendo más que obra del disimulado y manipulador cosmos del Faraón, Dicho Balance empieza romperse hasta finalmente hacer contraste con el símbolo de la verdad, dejándolo totalmente opacado – Tal como lo pensé…. No eres digno de tu palabra, Estoy muy decepcionado en verdad…- Vocablos llenos de fingida indignación, al ser anunciada ya la inevitable y abrazadora muerte del temido santo de Leo… - Tu corazón ni siquiera merece ser devorado por cancerbero.. me das lástima…- menciona con orgullo, tomándolo en su diestra, desde la cual una secuencia de goteo se genera rápidamente a medida que su guantelete genera una presión cada vez mayor que termina por destrozar el corazón del Athena no Seinto, dejando de él, tan solo gotas de sangre y pequeños fragmentos que enseguida son recogidos por las almas errantes, codiciosas y destinadas a vagar enteramente en ese aterrador lugar… Lógicamente, terminando con su vida y con el breve y lastimoso encuentro*
' Tu corazón será sometido a un Juicio Divino ¡El Juicio del Faraón! '
Nota : Según lo estipulado en la normativa , en vista de que por segunda vez, pasadas las 48 horas de respuesta por mi rival; hago uso de la manipulación que trae como consecuencia una muerte directa |
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