Pruebas de Rol, Kannon Dragón del Mar (dragon-del-mar@hotmail.com)
**-Seré el Dios de la tierra!...- afirmó la voz con soberbia por sobre todas las cosas, misma desprende una ambición inalcanzable, mientras el aire impregnado de gotas salubres rebotan sus palabras de frente al sustento principal, y como si se respondiera a si mismo vuelve la voz a apoderarse de todo -y también seré el Dios del mar!- de esa forma la escena se magnifica y de verse solo el gran pilar que sostiene los siete mares del mundo, la figura de aquel hombre, dueño de esa voz y ambición suprema, se revela con un acto de solemnidad digna de un soldado, esbelto y con la galantería y poder digno del imperio del mar, sostiene una sombría mirada que solo deja ver sus labios, que de una seriedad fulminante, ríen calculadoramente, -nunca te despertaré Poseidón, bajo mi brazo caerán las anclas de tu imperio a mi voluntad, y todos los reinos de este mundo, ¡no!, de este universo, se someterán a mi poder- es el fragor de una mente ambiciosa llena de persistencia al proclamar su inmenso deseo de poder, que se serena de inmediato, sintiendo el cambio en la atmosfera, la voluntad inminente del mar, llama a los siete generales.**
**Imprudentemente uno de los lacayos del imperio se encuentra próximo y llama a una patrulla silbando con sus dedos mientras soldados de la más baja categoría se reúnen saliendo de los alrededores al encuentro del dueño de la voz, que proclamó palabras de traición. -¿ah que debo su presencia?, ¡respondan!- cuestiona y exige el general marino, obedeciendo, el soldado expone sus demandas -ya entiendo, entonces su inservible voluntad despertó primero antes que cualquier pececillo en este lugar, eso explica porque los demás generales aún no se encuentran aquí- asegura mientras les da la espalda a la mayoría de los soldados que furiosos se acercan, paso a paso, rodeándolo, mientras un aura agua-marina se desprende con su intenso cosmos revelando tan poderosa cosmoenergia que vuelve oscura e infinita la atmosfera por debajo de sus pies, camuflándose el piso, deja solo el inmenso pilar frente a sus ojos que muestran un brillo color dorado, -antes de que se precipiten a la muerte, déjenme decirles una cosa- levanta su mano derecha oprimiendo su puño mientras una serie de pequeños astros aparecen brillando intensamente con luz propia, los cuales emiten un calor radiante que centrifuga una presión que emerge del cuerpo del marino hacia el exterior como si se tratase de un volcán a punto de estallar, prueba de ello, su capa se agita violentamente, formando un vacío donde las más finas rocas parecen pulverizarse -premiaré su lealtad al emperador, ahora mismo los acabaré de un solo golpe, EXPLOCION GALACTICA!- así se voltea hacia la muchedumbre de lacayos mientras la increíble presión se libera y como si miles de rayos partieran los planetas, estos fragmentos estallan volviéndose misiles que a quemarropa parten en todas direcciones buscando impactar en todos y cada uno de los soldados que osaron descubrir sus ambiciones.**
Aspirante a Escale Sea Dragón, Kannon