* Desde tiempos inmemoriales la gente del extremo norte de Europa ha mantenido la misión de salvaguardar el bienestar del mundo, siendo esta una misión impuesta por el Dios Odín, aquel que ha otorgado una gran voluntad a sus hijos, el valiente y fiero pueblo de Asgard, nación que sin importar las inclemencias del clima continúa viviendo tenazmente, peleando por subsistir  aun sin la bendición de la luz del Sol. Sin embargo, ese hecho ha cambiado, pues estos se han levantado para luchar por lo que les fue negado, siendo guiados por la sacerdotisa de Odín, Hilda de Polaris, la cual, representa la voluntad y fuerza de toda una nación. “Si es por ella, yo, lucharé sin importar que mi vida sea arriesgada” Medita el líder de los Dioses Guerreros, aquel que posee las cualidades más sorprendentes en todo el país. – Ha llegado la hora de mostrarme, todos mis hermanos han caído en combate… Thor, Phenrryl, Mime, Haggen, Alberich y Zyd. Sus muertes no serán en vano, lo prometo. – Comenta una voz segura y justa, misma que demuestra orgullo como firmeza, ya que mantiene la mirada dura y solemne al frente sin importar que es el último de su grupo, aquel al que lideró en nombre de Asgard y de Hilda…*

* Cada momento representa una nueva experiencia, una naciente sensación que se desata incluso en medio de un duro combate, pues el líder nórdico ha tenido que lidiar con oponentes que sin importar la cantidad de golpes siguen levantándose y creando admiración en Siegfried, quien simplemente sigue cumpliendo con su misión sin mostrar un ápice de duda o remordimiento, ya que su lucha es justa y en pos el bienestar de la persona más importante para él. – Reconozco el valor que han tenido, pero ya no puedo dejar que se vuelvan a levantar… Este será el último golpe. – Anuncia determinado en el instante en que se observa como su cuerpo se cubre por una energía albiceleste, misma que emite un brillo singular que por un momento oculta el cambio en el entorno, mismo que pareciera sincronizarse con la energía cósmica del héroe de la leyenda, aquel cuya inmortalidad ha traspasado al mismísimo tiempo. – Ya que conocerán mi golpe más fuerte. – Decreta justo cuando sus ojos se mantienen fijos en el objetivo, sin dejar pasar el más mínimo detalle…*

* Es justo entonces cuando su mirada emite un brillo blancuzco, el cual despierta el floreciente poder del nórdico que abre las piernas en la forma de un compás, colocando los puños a la altura de la cintura mientras en ellos se va acumulando una gran cantidad de energía que va asumiendo la forma de esferas que provocan el nacimiento de un poderoso viento que se concentra en la imagen portentosa de Siegfried, quien no mueve ni un solo músculo. – Son valientes y grandes guerreros, pero no pueden ganar teniéndome a mí como su enemigo, - Afirma con ese tono serio y orgulloso, mismo que es seguido por el ascenso de los brazos a los costados en un ademán que captura el foco de atención que sigue la trayectoria de las extremidades hasta que estas se colocan frente al pecho, justo en el centro para extenderse hacia enfrente, liberando en el acto un torrente energético. – Ventisca… - Anuncia justo cuando la técnica cobra mayor velocidad y fuerza, viéndose como asimila la forma de un Dragón de dos cabezas, posesionándose de ambas circunferencias que ahora parecieran ser las fauces del mítico dragón bicéfalo, aquel que lo dotara de inmortalidad y poder en una vida pasada. – Dragón. – Termina por adjuntar el nombre de su técnica más poderosa, aquella que avanzan en busca de terminar de una vez por todas con su objetivo, sin dejar el más mínimo indicio de una posibilidad de sobrevivir ante lo que parece ser un golpe definitivo y contundente…*

Aspirante a Dubhe Alpha