Sistemáticamente a que pasan los segundos y un intenso misterio rodea la escena, la aparición de un tercer sujeto comienza a robarse completamente la atención. Vestido de pies a cabeza con la mítica Armadura de Megrez Delta, puede observarse como el Dios Guerrero Alberich avanza pasivamente hacia el lugar donde descansan ambos guerreros luego de su ardua y decisiva batalla…

* - Ja parece que diste una buena pelea, Siegfried, debo reconocerlo - manifiesta deteniéndose y observando el cuerpo inconciente del Dios Guerrero caído - es claro que yo lo hubiese hecho mejor - adjunta con recelo emprendiendo nuevamente su avance*

Es entonces que una poderosa aura lila comienza poco a poco a rodearlo y a atraparlo en un intenso resplandor cósmico que paulatinamente adorna la escena contrastando su imagen con el gélido aspecto que brinda la explanada donde se alza la gigantesca y majestuosa estatua de Odín, frente a la cual ahora Alberich pareciese detenerse…

*- Tu Odín, has sido testigo de su fracaso, ahora yo actuaré como un verdadero gobernante de Asgard actuaría - le expone fríamente a la imagen del señor de Asgard mientras emprende nuevamente su caminata hacia la posición de Aspros*

Espectacularmente, una leve música característica al orgullo de los Guerreros de Sangre Vikinga comienza a resonar por doquier y de forma no solo inesperada sino también inexplicable. La figura de Alberich pareciese engrandecerse por lo que está a punto de llevar a cabo…

*- Y tu Aspros, conocerás por fin el poder de mi coraza – sentencia tras pasar su mirada sobre el cuerpo aparentemente inerte del Geminiano “¿pero qué es eso… una armadura dorada” refleja automáticamente en su mente “la de Géminis” adjunta tras observarla con cautela*

*- Jaja, no solo me haré de tu cuerpo sino también de tu sagrada Armadura - grita ahora entre tétricas carcajadas que se manifiestan en su rostro con un loco brillo en su ojo visible - ¡nadie cuestionará ahora mi poder! - resume finalmente cayendo en un sin fin de pensamientos que poco a poco son dejados en segundo plano por su notoria cosmos energía*

Instantáneamente, todas y cada una de aquellas diminutas esporas cósmicas que conforman la energía manifestada por parte del Dios Guerrero de Megrez, pareciesen unirse y volverse una, solidificándose y convirtiéndose en pequeños cristales puros y perfectos de igual tonalidad que su cosmos que comienzan a danzar por sobre sus brazos los cuales lentamente se unen y apuntan en dirección al cielo como si recibiesen un poder divino al unísono que un torrente de aire congelado se hace presente y hace levitar sus cabellos mostrando de forma completa su mirada…

* - ¡Coraza Amatista! - grita de forma efusiva y con total decisión, a medida que todos aquellos cristales pasan de un lado a otro de sus brazos con mayor rapidez para por fin liberarse y comenzar una frenética carrera hacia la posición donde Aspros se halla, indefenso *

Es así como tras un juego espectacular de luces y energía, el cuerpo de Aspros comienza a ser rodeado por aquellos cristales los cuales instantáneamente se unen entre sí para ir formando una capa cristalina de la piedra más preciosa de todas: la amatista. La escena se torna tensa y confusa tras un breve instante de emociones y enigmas; sin embargo, unos segundos después puede observarse como el cuerpo de Aspros así como su Armadura Dorada se encuentran encerrados completamente dentro de su coraza.

Y sonriendo con confianza y satisfacción tras ver el rostro de Aspros suspendido tras su poderosa técnica, Alberich exclama:

*- Serás un buen trofeo, Aspros - para volverse hacia donde se encuentra Siegfried y adjuntar - ¿no lo crees así? - expresando una sádica malicia que pronto cambia a decepción - Que deshonra, Siegfried ¡no sé porque Hilda confía tanto en ti! - sentencia con envidia e incomprensión, esperando que no quede el más mínimo rastro de vida en él *

Es entonces que el paraje comienza a ser rodeado por intensas brisas heladas que pareciesen brotar desde la posición de la Estatua de Odín, como si demostrara así su orgullo.

 

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Alberich de Megrez Delta // La mente más brillante de toda Asgard
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