**Durante mucho tiempo Folken el hombre que ha protegido a las nórticas
tierras Asgardianas , siendo el que mejor utiliza el Ken, Este poderoso ser ha
de tener un hijo, este parece mostrar diferentes pasiones respecto a las de su
padre. Este durante su niñez ha sido tratado por la fuerza a pesar del amor que
aparenta tener un padre por su hijo, además de ello este niño parece estar solo
en la vida puesto a que su padre no rara vez esta con el.
--Mime debes practicar Ken –
Son las palabras que Folken le ha forjado a
su hijo durante mucho tiempo, este le repite nuevamente frente a Mime unos
momentos antes de salir.
--Pero padre, yo no soy bueno con el
Ken—
Expresa aquel niño con la cabeza agachada
mientras que parecía que su padre lo había ignorado puesto a que antes de que
culminara la oración Folken ya había abandonado la cabaña.
Minutos después, Mime yace encerrado en la
habitación de su padre, este buscando entre sus cosas, algo que este tenia
desde hace mucho tiempo, así que luego de encontrar su Arpa este niño corre
hacia el bosque, escondiéndose de su padre, puesto a que sabe lo que le podría
pasar en caso de que este lo encontrase.
Este joven luego de haber hallado tal
instrumento ha decidido ir cada día incluso si truena o relampaguea, adoptando
siempre la misma postura, su arpa por debajo de su hombro apoyada en su
antebrazo terminándola de sujetar con su mano, para luego tocar esta con su
otra mano; este al practicar con ello cerraba sus ojos y dejaba fluir la música
dentro de el, y de esa manera expresar sus sentimientos, relajarse, sentirse
bien. Ya varios días después Mime podía
manipular por completo su Arpa, y por ello podía tocarse una bella melodía, la
cual llamaba la atención de los animales, acercándose hacia el disfrutando de
su música y de esa manera este niño sonríe cada vez que tocaba su arpa
acompañado por aquellos animales, y de esta manera sentirse vivo alejndose de
las ordenes de su padre**