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Aquella metrópolis, capital del país de Gran Bretaña, destino de las avasallantes ambiciones del Emperador de la Oscuridad... Dichas intenciones estaban en las manos de uno de los Kyotos y seres mas temibles y respetado dentro de las filas del Inframundo... Radamanthys de Wyvern, Juez de Caína... Hasta que un antiguo Santo de Oro, el Viejo Maestro de Libra, se opuso solo ante la implacable furia del mitológico dragón...
A partir de este momento, se da por finalizada la participación de la Estrella Divina de la Furia, tras ser derrotado por Dohko, dejando libre el personaje y su respectivo surplice para cualquier futura aspiración...
Con esto, el puesto del Kyoto de Caína queda vacante para cualquier espectro que haga los méritos suficientes para asumir semejante responsabilidad...
Por otro lado, me gustaría agradecer a todos aquellos que me acompañaron y respetaron mi voluntad como líder en la primer temporada, y como compañero de armas en la segunda. La verdad que este personaje y todo lo que lo rodea me han hecho muy féliz, por eso pido que el que me suceda sepa hacerlo con honra y dignidad, como yo simepre intente hacerlo.
Un cálido saludo para todo el Inframundo y para los que fueron mis rivales.
Atentamente, Pablo...
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* A las puertas del tribunal de Caina, las sombras del interior del complejo pareciesen transmutarse...adquirir forma propia que va configurandose en una presencia de aparente amplia corpulencia, en lo que puede denotarse el movimiento constante que la misma ejecuta, conforme sus sonoros pasos, siempre imponentes e inquebrantables van resonando de forma estrepitosa " Señor Radamanthys..." un pensamiento se emite con pésame y cabizbaja profundidad, cuando de un momento a otro, un fulgor llameante en tonalidad purpurea opáca envuelve por completo a aquel personaje a cuyo alrededor puede denotarse la disolución inmediata de las tinieblas de forma sumisa e irremediable..siendo pues que tras ello se dirime la disyuntiva respecto a su identidad, al poder observarse como de manera temible pero precisa la avasallante coraza del Basilisco se impone a la óptica demostrando su intimidante tamaño y forma " Yo no puedo creer, que usted haya caido..algún motivo en especifico debe haber para su ausencia..." aquellos vocablos retumban en su psique con duda y negativa profundamente meditativas " Usted...Radamanthys-sama, ha sido el único que ha podido oponerse a mi...usted me ha mostrado su poder y desde entonces mi designio ha sido dedicarle mi vida a un absoluto servicio..." continua configurando en su mente, conforme su avanzar pausado pero constante lo llevan efectivamente al porton del tercer juzgado, donde el frio inclemente del Cocytos le recibe de forma inhospita; hecho que, sin embargo, no le inmuta en lo más mínimo " Yo no soy completamente merecedor de su título...sin embargo he de defenderle y resguardarle hasta que regrese...¡Vuelva y demuestreme que sigue siendo el mismo! " finiquita entonces con signos de lealtad aún arraigada, pero con un ápice de inquietud que acoge con furía - ¡Vuelva, Radamanthys-sama y demuestre de nueva cuenta todo su poderio! - finalmente sale palabra de su boca, cuando con vehemencia se despliegan las terribles alas del rey de las serpientes, autoras letales y despotas del cruel régimen de aquel espectro, mostrando su completa magnanimidad y jerarquia - Aqui le esperare...- como último, culmina, pudiendo notarse con su frialdad, el brillo que se desprende de los ojos esmeraldas de la bestial corona perteneciente al indómito dragon...*
Basilisk Sylphid - OP 2011 |
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