Dios anuncia la paz a su pueblo,
a todos sus amigos y a cuantos se convierten a él de corazón.
ORACIÓN COLECTA
Oremos: Mueve, Señor, nuestros
corazones para que correspondamos generosamente a la acción de tu gracia y
recibamos, así, con abundancia, los dones de tu amor.
Por nuestro
Señor Jesucristo...
Amén.
PRIMERA LECTURA
Lectura del
libro del profeta Jonás (1, 1—2, 1. 11)
El Señor le dirigió la palabra a
Jonás, hijo de Amitay, y le dijo: “Levántate y vete a Nínive, la gran
ciudad, y predica en ella que su maldad ha llegado hasta mí”.
Se levantó Jonás para huir a
Tarsis, lejos del Señor, y llegó a Jafa, donde encontró un barco que salía
para Tarsis; pagó su pasaje y se embarcó para dirigirse a Tarsis, lejos del
Señor.
Pero el Señor desencadenó un gran
viento sobre el mar y provocó una tormenta tan fuerte, que el barco estaba
a punto de naufragar. Los marineros tuvieron miedo y se pusieron a invocar
cada uno a su dios. Luego echaron al mar la carga para aligerar la nave.
Mientras tanto, Jonás había
bajado al fondo del barco, se había acostado y dormía profundamente. El
capitán se le acercó y le dijo: “¿Qué haces aquí dormido? Levántate e
invoca a tu Dios, a ver si él se compadece de nosotros y no
perecemos”.
Luego se dijeron unos a otros:
“Echemos suertes para ver quién tiene la culpa de esta
desgracia”. Echaron suertes y le tocó a Jonás. Entonces le dijeron:
“Dinos por qué nos ha sobrevenido esta desgracia, cuál es tu oficio,
de dónde vienes, cuál es tu país y de qué pueblo eres”.
El les respondió: “Soy
hebreo y adoro al Señor, Dios del cielo, que hizo el mar y la
tierra”. Entonces aquellos hombres tuvieron mucho miedo y le dijeron:
“¿Por qué has hecho esto?” Pues él acababa de decirles que iba
huyendo del Señor. Y como el mar seguía encrespándose, le preguntaron:
“¿Qué hemos de hacer contigo para que el mar se calme?” El les
respondió: “Levántenme y arrójenme al mar, y el mar se calmará, pues
sé que por mi culpa les ha sobrevenido esta tormenta tan fuerte”.
Los hombres se pusieron a remar
para alcanzar la costa, pero no pudieron, porque el mar seguía encrespándose
en torno a ellos. Entonces invocaron al Señor, diciendo: “Señor, no
nos hagas morir por culpa de este hombre, ni nos hagas responsables de la
muerte de un inocente, ya que es clara tu voluntad”.
Entonces levantaron a Jonás y lo
arrojaron al mar y el mar calmó su furia. Y aquellos hombres temieron mucho
al Señor; le ofrecieron un sacrificio y le hicieron promesas.
Dispuso el Señor que una ballena
se tragara a Jonás, el cual estuvo en el vientre de la ballena tres días y
tres noches. Entonces el Señor le ordenó a la ballena que vomitara a Jonás
en tierra firme.
Palabra de Dios.
Te alabamos,
Señor.
SALMO RESPONSORIAL JONÁS 2
En el peligro grité al Señor y me
atendió.
En el peligro grité al Señor y me
atendió. Desde el vientre del abismo te pedí auxilio y me escuchaste.
En el peligro grité al Señor y me
atendió.
Me habías arrojado al fondo, en
alta mar, me rodeaba la corriente, tus torrentes y tus olas me arrollaban.
En el peligro grité al Señor y me
atendió.
Entonces pensé: “Me has
arrojado de tu presencia; ¿quién pudiera ver otra vez tu santo
templo?”
En el peligro grité al Señor y me
atendió.
Cuando se me acababan las
fuerzas, invoqué al Señor y llegó hasta ti mi oración, hasta tu santo
templo.
En el peligro grité al Señor y me
atendió.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
Aleluya,
aleluya.
Les doy un mandamiento nuevo,
dice el Señor, que se amen los unos a los otros, como yo los he amado.
Aleluya.
EVANGELIO
† Lectura
del santo Evangelio según san Lucas (10, 25-37)
Gloria a ti,
Señor.
En aquel tiempo, se presentó ante
Jesús un doctor de la ley para ponerlo a prueba y le preguntó:
“Maestro, ¿qué debo hacer para conseguir la vida eterna?” Jesús
le dijo: “¿Qué es lo que está escrito en la ley? ¿Qué lees en
ella?” El doctor de la ley contestó: “Amarás al Señor tu Dios,
con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu
ser, y a tu prójimo como a ti mismo”. Jesús le dijo: “Has
contestado bien; si haces eso, vivirás”.
El doctor de la ley, para
justificarse, le preguntó a Jesús: “¿Y quién es mi prójimo?”
Jesús le dijo: “Un hombre que bajaba por el camino de Jerusalén a
Jericó, cayó en manos de unos ladrones, los cuales lo robaron, lo hirieron
y lo dejaron medio muerto. Sucedió que por el mismo camino bajaba un
sacerdote, el cual lo vio y pasó de largo. De igual modo, un levita que
pasó por ahí, lo vio y siguió adelante. Pero un samaritano que iba de
viaje, al verlo, se compadeció de él, se le acercó, ungió sus heridas con
aceite y vino y se las vendó; luego lo puso sobre su cabalgadura, lo llevó
a un mesón y cuidó de él. Al día siguiente sacó dos denarios, se los dio al
dueño del mesón y le dijo: ‘Cuida de él y lo que gastes de más, te lo
pagaré a mi regreso’.
¿Cuál de estos tres te parece que
se portó como prójimo del hombre que fue asaltado por los ladrones?”
El doctor de la ley le respondió: “El que tuvo compasión de
él”. Entonces Jesús le dijo: “Anda y haz tú lo mismo”.
Palabra del
Señor.
Gloria a ti,
Señor Jesús.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, este santo
sacrificio que nos has mandado ofrecer en tu alabanza y concédenos por él
obedecer siempre tus mandatos para que seamos dignos de tu amor.
Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Amén.
PREFACIO
COMÚN IX
La gloria de Dios es el hombre
viviente.
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el
Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro
Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor,
Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Tú eres el Dios vivo y verdadero;
el universo está lleno de tu presencia, pero sobre todo has dejado la
huella de tu gloria en el hombre, creado a tu imagen.
Tú lo llamas a cooperar con el
trabajo cotidiano en el proyecto de la creación y le das tu Espíritu para
que sea artífice de justicia y de paz, en Cristo, el hombre nuevo.
Por eso, unidos a los ángeles y a
los santos, cantamos con alegría el himno de tu alabanza:
Santo, Santo,
Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
Alabad al Señor todas las
naciones, aclamadlo todos los pueblos, porque grande es su amor hacia
nosotros y su fidelidad dura por siempre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Tú que nos has hecho partícipes
de tu propia vida en este sacramento, no permitas, Señor, que nos separemos
ya de ti, que eres la fuente de todo bien.
Señor, todo está bajo tu poder y
nada puede resistir a tu voluntad. Tú hiciste el cielo y la tierra, y todo
lo que está bajo el firmamento. Tú eres el Señor del universo.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que
en el exceso de tu amor superas los méritos y los deseos de quienes te
invocan, derrama sobre nosotros tu misericordia, hasta perdonar las faltas
que inquietan nuestra conciencia y concediéndonos aún aquello que no nos
atrevemos a pedir.
Por nuestro
Señor Jesucristo.
O bien: de san
Bruno
Señor, que llamaste a san Bruno a
servirte en la soledad, concédenos por su intercesión que, en medio de las
preocupaciones de este mundo, no perdamos nuestra constante orientación a
ti.
Por nuestro
Señor Jesucristo.
LECTURA JON 3, 1-10
Lectura de la
profecía de Jonás.
La palabra del Señor fue dirigida
por segunda vez a Jonás, en estos términos: «Parte ahora mismo para Nínive,
la gran ciudad, y anúnciale el mensaje que yo te indicaré». Jonás partió
para Nínive, conforme a la palabra del Señor. Nínive era una ciudad
enormemente grande: se necesitaban tres días para recorrerla. Jonás comenzó
a internarse en la ciudad y caminó durante todo un día, proclamando: «
Dentro de cuarenta días, Nínive será destruida». Los ninivitas creyeron en
Dios, decretaron un ayuno y se vistieron con ropa de penitencia, desde el
más grande hasta el más pequeño. Cuando la noticia llegó al rey de Nínive,
éste se levantó de su trono, se quitó su vestidura real, se vistió con ropa
de penitencia y se sentó sobre ceniza. Además, mandó proclamar en Nínive el
siguiente anuncio:
«Por decreto del rey y de sus
funcionarios, ningún hombre ni animal, ni el ganado mayor ni el menor,
deberán probar bocado: no pasten ni beban agua; vístanse con ropa de
penitencia hombres y animales; clamen a Dios con todas sus fuerzas y
conviértase cada uno de su mala conducta y de la violencia que hay en sus
manos. Tal vez Dios se vuelva atrás y se arrepienta, y aplaque el ardor de
su ira, de manera que no perezcamos». Al ver todo lo que los ninivitas
hacían para convertirse de su mala conducta, Dios se arrepintió de las
amenazas que les había hecho y no las cumplió.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
La orden «Levántate y vete a Nínive» no es bien acogida de buenas a
primeras por Jonás, quien prefiere la contemplación del templo a
comprometerse en la campaña misionera. Sin embargo su mensaje dado de mala
gana provoca un efecto que ni él se esperaba. El «éxito» de la misión no
depende siempre del evangelizador, sino en la fuerza de la Palabra, en los
dinamismos que ella desata y en la acogida de quien la recibe.
SALMO
Sal 129, 1-4. 6-8
R. ¡Yo pongo mi esperanza en II,
Señor!
Desde lo más profundo te invoco,
Señor, ¡ Señor, oye mi voz! Estén tus oídos atentos al clamor de mi
plegaria. R.
Si tienes en cuenta las culpas,
Señor, ¿quién podrá subsistir? Pero en ti se encuentra el perdón, para que
seas temido. R.
Como el centinela espera la aurora,
espere Israel al Señor, porque en él se encuentra la misericordia y la
redención en abundancia: El redimirá a Israel de todos sus pecados. R.
ALELUYA Lc 11,28
Aleluya. Felices
los que escuchan la Palabra de Dios y la practican. Aleluya.
EVANGELIO Lc 10, 38-42
Evangelio de
nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús entró en un pueblo, y una
mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa. Tenía una hermana llamada
María, que sentada a los pies del Señor escuchaba su Palabra. Marta, que
estaba muy ocupada con los quehaceres de la casa, dijo a Jesús: “Señor,
¿note importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me
ayude”. Pero el Señor le respondió: “Marta, Marta, te inquietas
y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, una sola cosa es necesaria.
María eligió la mejor parte, que no le será quitada”.
Palabra del
Señor.
COMENTARIO
«Jesús no entra en la casa de Marta por casualidad, sino porque
sigue realizando su misión, a través de sus discípulos. No entra por pasar
un simple rato de placer, en compañía, con dos amabilísimas mujeres, sino
porque quiere crear Iglesia, quedándose en la casa de aquellos que le
reciben. La misión de reino se constituye en forma de hospitalidad
fundante, en ciudades y casas. Con Jesús van los demás, de manera que la
casa aparece como espacio de comunicación y encuentro». (XavierPikaza,
Relectura de Lucas)
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, recibe este sacrificio que
tú has instituido, y por estos sagrados misterios que celebramos con la
devoción debida a tu servicio, dígnate realizar en nosotros la obra
santificadora de tu redención.
Por Jesucristo,
nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr. iCor 10,17
Hay un solo pan, y nosotros,
aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque participamos de ese
único pan y del único cáliz.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso, con el Cuerpo
y la Sangre de tu Hijo, concédenos que seamos transformados en aquello que
recibimos.
Alégrate, llena de gracia, el
Señor está contigo. Tú eres bendita entre las mujeres y bendito el fruto de
tu vientre!
ORACIÓN COLECTA
Señor, derrama tu gracia en
nuestros corazones, y ya que hemos conocido por el anuncio del ángel la
encarnación de Cristo, tu Hijo, intercediendo la santísima Virgen María,
por su Pasión y su Cruz condúcenos a la gloria de la resurrección.
Por nuestro
Señor Jesucristo.
LECTURA Hech 1, 12-14
Lectura de los
Hechos de los apóstoles.
Después que Jesús subió al cielo,
los apóstoles regresaron del monte de los Olivos a Jerusalén: la distancia
entre ambos sitios es la que está permitido recorrer en día sábado. Cuando
llegaron a la ciudad, subieron a la sala donde solían reunirse. Eran Pedro,
Juan, Santiago, Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago, hijo de
Alfeo, Simón el Zelote y Judas, hijo de Santiago. Todos ellos, íntimamente
unidos, se dedicaban a la oración en compañía de algunas mujeres, de María,
la madre de Jesús y de sus hermanos.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Es en Jerusalén donde la salvación debe manifestarse. Así
inmediatamente después de la Ascensión, los Once vuelven a Jerusalén y los
encontramos reunidos con algunas mujeres y la familia de Jesús, en el piso
alto de una casa privada. Lucas subraya su unanimidad, arraigada en la
oración. Unanimidad bastante excepcional, cuando se saben las dificultades que
tendrán, entre ellos, más tarde, el grupo de los apóstoles y el grupo de
los «hermanos del Señor».
SALMO Lc 1,46-55
R. El
Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas. Su nombre es santo.
Mi alma canta la grandeza del
Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador. R.
Porque miró con bondad la
pequeñez de su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán
feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas. Su nombre es
santo. R.
Ysu misericordia se extiende de
generación en generación sobre los que le temen. Desplegó la fuerza de su
brazo, dispersó a los soberbios de corazón. R. Derribó del trono a los
poderosos y elevó a los humildes, colmó de bienes a los hambrientos y
despidió a los ricos con las manos vacías. R.
Socorrió a Israel, su servidor,
acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres,
en favor de Abraham y de su descendencia para siempre. R.
ALELUYA Cfr.Lc 1,28
Alégrate, María, llena de gracia,
el Señor está contigo, bendita tú entre las mujeres. Aleluya.
EVANGELIO Lc 1,26-38
Evangelio de nuestro Señor
Jesucristo según san Lucas.
El Angel Gabriel fue enviado por
Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba
comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado
José. El nombre de la virgen era María. El Angel entró en su casa y la
saludó, diciendo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo!». Al
oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía
significar ese saludo. Pero el Angel le dijo: «No temas, María, porque Dios
te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre
Jesús; él será grande y se lo llamará Hijo del Altísimo. El Señor Dios le
dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para
siempre y su reino no tendrá fin». María dijo al Ángel: «¿Cómo puede ser
eso, si yo no convivo con ningún hombre?». El Ángel le respondió: «El
Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con
su sombra. Por eso el niño será santo y se lo llamará Hijo de Dios. También
tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era
considerada estéril ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada
imposible para Dios». María dijo entonces: «yo soy la servidora del Señor;
que se cumpla en mí lo que has dicho». Y el Angel se alejó.
Palabra del
Señor.
COMENTARIO
María escucha, acoge y medita en su corazón la palabra del Señor.
Ella es auténticamente «reina de los profetas», porque no dudó un instante
en aceptar el misterio y no intentó racionalizarlo. En nuestras comunidades
eclesia les languidece la profecía, porque un racionalismo pretencioso la
sofoca con su orgullosa ceguera. Con su actitud de escucha orante, María es
«inundada», y queda llena de Jesús. Así también la oración hecha con el
corazón abierto nos llena de Dios.
O bien:
de la Feria
LECTURA Jon 3,10; 4,1-11
Lectura de la
profecía de Jonás.
Cuando Dios vio todo lo que los
ninivitas hacían para convertirse de su mala conducta, se arrepintió de las
amenazas que les había hecho y no las cumplió. Jonás se disgustó mucho y
quedó muy enojado. Entonces oró al Señor, diciendo: «Ah, Señor! ¿No ocurrió
acaso lo que yo decía cuando aún estaba en mi país? Por eso traté de huir a
Tarsis lo antes posible. Yo sabía que tú eres un Dios bondadoso y
compasivo, lento para enojarte y de gran misericordia, y que te arrepientes
del mal con que amenazas. Ahora, Señor, quítame la vida, porque prefiero
morir antes que seguir viviendo». El Señor le respondió:
« ¿Te parece que tienes razón
para enojarte?». Jonás salió de Nínive y se sentó al este de la ciudad:
allí levantó una choza y se sentó a la sombra de ella, para ver qué iba a
suceder en la ciudad. Entonces el Señor hizo crecer allí una planta de
ricino, que se levantó por encima de Jonás para darle sombra y librarlo de
su disgusto. Jonás se puso muy contento al ver esa planta. Pero al amanecer
del día siguiente, Dios hizo que un gusano picara el ricino y éste se secó.
Cuando salió el sol, Dios hizo soplar un sofocante viento del este. El sol
golpeó la cabeza de Jonás, y éste se sintió desvanecer. Entonces se deseó
la muerte, diciendo: «Prefiero morir antes que seguir viviendo». Dios le
dijo a Jonás:
«,Te parece que tienes razón de
enojarte por ese ricino?». Y él respondió: «Sí, tengo razón para estar
enojado hasta la muerte». El Señor le replicó: «Tú te conmueves por ese
ricino que no tehacostadoningúntrabajoyquetú no has hecho crecer, que ha
brotado en una noche y en una noche se secó, y yo, ¿no me voy a conmover
por Nínive, la gran ciudad, donde habitan más de ciento veinte mil seres
humanos que no saben distinguir el bien del mal, y donde hay además una
gran cantidad de animales?».
Palabra de Dios.
SALMO
Sal 85, 3-6. 9-10
R. ¡ Tú eres rico en
misericordia, Señor! Tú eres mi Dios: ten piedad de mí, Señor, porque te invoco
todo el día; reconforta el ánimo de tu servidor, porque a ti, Señor, elevo
mi alma. R.
Tú, Señor, eres bueno e
indulgente, rico en misericordia con aquellos que te invocan: ¡atiende,
Señor, ami plegaria, escucha la voz de mi súplica! R.
Todas las naciones que has creado
vendrán a postrarse delante de ti, y glorificarán tu Nombre, Señor, porque
tú eres grande, Dios mío, y eres el único que hace maravillas. R.
ALELUYA Rom 8, 15
Aleluya. Han recibido el espíritu
de hijos adoptivos, que nos hace llamar a Dios ¡Abbá!, ¡Padre! Aleluya.
EVANGELIO Lc 11, 1-4
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Un día, Jesús estaba orando en
cierto lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor,
enséñanos a orar, así como Juan enseñó a sus discípulos». El les dijo
entonces: «Cuando oren, digan: Padre, santificado sea tu Nombre, que venga
tu Reino, danos cada día nuestro pan cotidiano; perdona nuestros pecados,
porque también nosotros perdonamos a aquellos que nos ofenden; y no nos
dejes caer en la tentación».
Palabra del
Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, te pedimos que estos dones
ofrecidos nos dispongan adecuadamente para celebrar los misterios de tu
Hijo único, y así nos hagamos dignos de sus promesas. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Lc 1,31
Concebirás y darás a luz un hijo
y le pondrás por nombre Jesús.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, quienes
anunciamos en este sacramento la Muerte y Resurrección de tu Hijo, te
pedimos que, asociados a su Pasión, merezcamos también participar de su
consuelo y de su gloria.
Señor, todo está bajo tu poder y
nada puede resistir a tu voluntad. Tú hiciste el cielo y la tierra, y todo
lo que está bajo el firmamento. Tú eres el Señor del universo.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que
en el exceso de tu amor superas los méritos y los deseos de quienes te
invocan, derrama sobre nosotros tu misericordia, hasta perdonar las faltas
que inquietan nuestra conciencia y concediéndonos aún aquello que no nos
atrevemos a pedir.
Por nuestro
Señor Jesucristo.
LECTURA Mal 3, 13-20
Lectura de la
profecía de Malaquías.
Ustedes hablan duramente contra
mí, con observar sus mandamientos o con andar enlutados delante del Señor
de los ejércitos? Por eso llamamos felices a los arrogantes: ¡prosperan los
que hacen el mal; desafían a Dios, y no les pasa nada!». Entonces se
hablaron unos a otros los que temen al Señor. El Señor prestó atención y
escuchó: ante él se escribió un memorial, en favor de los que temen al
Señor y respetan su Nombre. Ellos serán mi propiedad exclusiva, dice el
Señor de los ejércitos, en el Día que yo preparo. Yo tendré compasión de
ellos, como un hombre tiene compasión de su hijo que lo sirve. Ustedes
volverán a ver la diferencia entre el justo y el impío, entre el que sirve
a Dios y el que no lo sirve. Porque llega el Día, abrasador como un horno.
Todos los arrogantes y dice el Señor, y todavía preguntan: ¿Qué hemos dicho
contra ti?. Ustedes dicen:«Es inútil servir a Dios, ¿y qué ganamos los que
hacen el mal serán como paja; el Día que llega los consumirá, dice el Señor
de los ejércitos, hasta no dejarles raíz ni rama. Pero para ustedes, los
que temen mi Nombre, brillará el sol de justicia que trae la salud en sus
rayos.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Contra la tentación de considerar una vida honrada como una
existencia perdida, y contra la envidia de ver con nostalgia como gozan y
se divierten, enseña Malaquías, que los triunfos del mal son aparentes o al
menos sólo temporales. Si el Señor nos ha adoptado como hijos es compromiso
serio vivir las exigencias de esa condición filial.
SALMO SaI 1,1-4.6
R. ¡Feliz el que
pone su confianza en el Señor!
¡Feliz el hombre que no sigue el
consejo de los malvados, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se
sienta en la reunión de los impíos, sino que se complace en la ley del
Señor y la medita de día y de noche! R.
Él es como un árbol plantado al
borde de las aguas, que produce fruto a su debido tiempo, y cuyas hojas
nunca se marchitan: todo lo que haga le saldrá bien. R.
No sucede así con los malvados:
ellos son como paja que se lleva el viento. Porque el Señor cuida el camino
de los justos, pero el camino de los malvados termina mal. R.
ALELUYA Cfr. Hech 16, 14
Aleluya. Señor,
abre nuestro corazón, para que aceptemos las palabras de tu Hijo. Aleluya.
EVANGELIO Lc 11,5-13
Evangelio de
nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús dijo a sus discípulos:
«Supongamos que alguno de ustedes tiene un amigo y recurre a él a
medianoche, para decirle: “Amigo, préstame tres panes, porque uno de
mis amigos llegó de viaje y no tengo nada que ofrecerle”, y desde
adentro ella responde: “No me fastidies; ahora la puerta está
cerrada, y mis hijos y yo estamos acostados. No puedo levantarme para
dártelos”. Yo les aseguro que aunque él no se levante para dárselos
por ser su amigo, se levantará al menos a causa de su insistencia y le dará
todo lo necesario. También les aseguro: pidan y se les dará, busquen y
encontrarán, llamen y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; el que
busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá. ¿Hay entre ustedes algún
padre que da a su hijo una serpiente cuando le pide un pescado? ¿Y si le
pide un huevo, le dará un escorpión? Si ustedes, que son malos, saben dar
cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu
Santo a aquéllos que se lo pidan!».
Palabra del
Señor.
COMENTARIO
Actualmente hay muchos discípulos de Jesús deseosos de que alguien
les enseñe a orar. La oración universal está ahí incomprendida para muchos.
Consciente el Maestro del escepticismo del hombre que no ve resultados
inmediatos, insiste en la eficacia de la oración con la comparación del
amigo inoportuno y la superioridad de la bondad del Padre celestial sobre
todos los padres buenos de la tierra.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, recibe este sacrificio que
tú has instituido, y por estos sagrados misterios que celebramos con la
devoción debida a tu servicio, dígnate realizaren nosotros la obra
santificadora de tu redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Lam 3, 25
El Señor es bondadoso con los que
esperan en él, con aquellos que lo buscan.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso, con el Cuerpo
y la Sangre de tu Hijo, concédenos que seamos transformados en aquello que
recibimos.
Señor, todo está bajo tu poder y
nada puede resistir a tu voluntad. Tú hiciste el cielo y la tierra, y todo
lo que está bajo el firmamento. Tú eres el Señor del universo.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que
en el exceso de tu amor superas los méritos y los deseos de quienes te
invocan, derrama sobre nosotros tu misericordia, hasta perdonar las faltas
que inquietan nuestra conciencia y concediéndonos aún aquello que no nos
atrevemos a pedir. Por nuestro Señor Jesucristo.
O bien: de san
Dionisio y compañeros
Dios, que enviaste a san Dionisio
y sus compañeros a predicar tu gloria a los paganos, y les diste la virtud
de la constancia en su martirio, concédenos que a ejemplo suyo sepamos
despreciar las vanidades de este mundo y no temamos ninguna adversidad. Por
nuestro Señor Jesucristo
LECTURA JI 1, 13-15; 2, 1-2
Lectura de la profecía de Joel.
¡Vístanse de duelo y laméntense, sacerdotes! ¡Giman, servidores del altar!
¡Vengan, pasen la noche vestidos de penitencia, ministros de mi Dios!
Porque se ha privado a la Casa de su Dios de ofrenda y libación. Ordenen un
ayuno, convoquen a una reunión solemne, congreguen a los ancianos y a todos
los habitantes del país, en la Casa del Señor, su Dios, y clamen al Señor.
¡Ah, que Día! Porque está cerca el Día del Señor, y viene del Todopoderoso
como una devastación. ¡Toquen la trompeta en Sión, hagan sonar la alarma en
mi Montaña santa! ¡Tiemblen todos los habitantes del país, porque llega el
Día del Señor, porque está cerca! ¡Día de tinieblas y oscuridad, día
nublado y de sombríos nubarrones! Como la aurora que se extiende sobre las
montañas, avanza un pueblo numeroso y fuerte como no lo hubo jamás, ni lo
habrá después de él, hasta en las generaciones más lejanas.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Sequías, catástrofes agrarias con sus secuelas de escasez
caracterizaron los años de la vida pública en tiempos de Joel. El profeta
viene a dar otra interpretación. Las desgracias son un grito de atención
dado por el Señor. No se trata tanto de hacer cosas como de creer en él. La
fe no se identifica con las cosas, consiste en aceptar la palabra de Dios y
ponerla en práctica.
SALMO
Sal 9,2-3.6. 16. 8-9
R. El Señor
gobierna a/mundo con justicia.
Te doy gracias, Señor, de todo
corazón y proclamaré todas tus maravillas. Quiero alegrarme y regocijarme
en ti, y cantar himnos a tu Nombre, Altísimo. R.
Escarmentaste a las naciones,
destruiste a los impíos y borraste sus nombres para siempre. Los pueblos se
han hundido en la fosa que abrieron, su pie quedó atrapado en la red que
ocultaron. R.
Pero el Señor reina eternamente y
establece su trono para el juicio: El gobierna al mundo con justicia y
juzga con rectitud a las naciones. R.
ALELUYA Jn 12, 31 b-32
Aleluya.
“Ahora el Príncipe de este mundo será arrojado afuera; y cuando yo
sea levantado en alto sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí”,
dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO Lc 11, 15-26
Evangelio de
nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Habiendo Jesús expulsado un
demonio, algunos de entre la muchedumbre decían: “Este expulsa a los
demonios por el poder de Belzebul, el Príncipe de los demonios”.
Otros, para ponerlo a prueba, exigían de él un signo que viniera del cielo.
Jesús, que conocía sus pensamientos, les dijo: “Un reino donde hay
luchas internas va a la ruina y sus casas caen una sobre otra. Si Satanás
lucha contra sí mismo, ¿cómo podrá subsistir su reino? Porque —como
ustedes dicen— yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul. Si
yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul, ¿con qué poder los
expulsan los discípulos de ustedes? Por eso, ustedes los tendrán a ellos
como jueces. Pero si yo expulso a los demonios con la fuerza de Dios,
quiere decir que el Reino de Dios ha llegado a ustedes. Cuando un hombre
fuerte y bien armado hace guardia en su palacio, todas sus posesiones están
seguras, pero si viene otro más fuerte que él y lo domina, le quita las
armas en las que confiaba y reparte sus bienes. El que no está conmigo está
contra mí; y el que no recoge conmigo desparrama. Cuando el espíritu impuro
sale de un hombre, vaga por lugares desiertos en busca de reposo, y al no
encontrarlo, piensa: ‘Volveré a mi casa, de donde salí’. Cuando
llega, la encuentra barrida y ordenada. Entonces va a buscar a otros siete
espíritus peores que él; entran y se instalan allí. Y al final, ese hombre
se encuentra peor que al principio”.
Palabra del
Señor.
COMENTARIO
Lucas nos habla hoy de la presencia activa del mal. El Maestro tomó
muy en serio la existencia de un espíritu malo, que se apodera, esclaviza y
tortura a los hombres, les impide ser dueños de sí mismos, mandar en su
propia casa y les hace caer en contradicciones. Esos «posesos» tienen sus
expresiones en tantos hombres privados de libertad. La libertad sólo es
posible en la coherencia interna de cada uno consigo mismo. Uno es libre en
la medida en que practica el bien que aprueba, y es esclavo en la medida en
que hace el mal que desearía evitar. La esclavitud tiene muchos nombres y
traficantes de esclavos. El Maestro quiere hacernos libres.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, recibe este sacrificio que
tú has instituido, y por estos sagrados misterios que celebramos con la
devoción debida a tu servicio, dígnate realizar en nosotros la obra
santificadora de tu redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr. 1Cor 10,17
Hay un solo pan, y nosotros,
aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque participamos de ese
único pan y del único cáliz.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso, con el Cuerpo
y la Sangre de tu Hijo, concédenos que seamos transformados en aquello que
recibimos.
Tú eres feliz, Virgen María,
porque llevaste en tu seno al Creador del universo. Engendraste a tu
Creador, y permaneces virgen para siempre.
ORACIÓN COLECTA
Dios misericordioso, ven en ayuda
de nuestra debilidad, para que al celebrar a la Virgen María, Madre de
Dios, por su poderosa intercesión nos libres de todo mal.
Por nuestro
Señor Jesucristo.
LECTURA JI 4, 12-21
Lectura de la
profecía de Joel.
Así habla el Señor: « ¡Que
despierten y suban las naciones al valle de Josafat! Porque allí me sentaré
para juzgar a todas las naciones de alrededor. Pongan mano a la hoz: la
mies está madura; vengan a pisar: el lagar está lleno; las cubas desbordan:
¡ tan grande es su maldad! ¡Multitudes innumerables en el valle de la
Decisión! Porque se acerca el Día del Señor en el valle de la Decisión. El
sol y la luna se oscurecen, las estrellas pierden su brillo. El Señor ruge
desde Sión y desde Jerusalén hace oír su voz: ¡tiemblan el cielo y la
tierra! ¡Pero el Señor será un refugio para su pueblo, un resguardo para
los israelitas! Así ustedes sabrán que yo soy el Señor, su Dios, que habito
en Sión, mi santa Montaña. Jerusalén será un lugar santo, y los extranjeros
no pasarán más por ella. Aquel día, las montañas destilarán vino nuevo y
manará leche de las colinas; por todos los torrentes de Judá correrán las
aguas, y brotará un manantial de la Casa del Señor, que regará el valle de
las Acacias. Egipto se convertirá en una desolación y Edóm en un desierto
desolado, a causa de la violencia cometida contra los hijos de Judá, cuya
sangre inocente derramaron en su país. Pero Judá será habitada para siempre
y Jerusalén por todas las generaciones. Yo vengaré su sangre, no la dejaré
impune, y el Señor tendrá su morada en Sión».
Palabra de Dios.
COMENTARIO
La descripción del juicio final hecha por Joel, hace pensar en los
evangelios sinópticos. Joel habla del valle de Josafat, que significa
juicio de Dios, que no necesita salas ni espacios. El día del juicio del
Señores el día de la victoria de la fe. En ese juicio se dictará sentencia
inapelable contra la injusticia y a favor de la fidelidad.
SALMO
Sal 96, 1-2. 5-6. 11-12
R. ¡Alégrense, justos, en el
Señor!
¡El Señor reina! Alégrese la
tierra, regocíjense las islas incontables. Nubes y Tinieblas lo rodean, la
Justicia y el Derecho son la base de su trono. R.
Las montañas se derriten como
cera delante del Señor, que es el dueño de toda la tierra. Los cielos
proclaman su justicia y todos los pueblos contemplan su gloria. R.
Nace la luz para el justo, y la
alegría para los rectos de corazón. Alégrense, justos, en el Señor y alaben
su santo Nombre. R.
ALELUYA Lc 11,28
Aleluya. Felices los que escuchan
la Palabra de Dios y la practican. Aleluya.
EVANGELIO Lc 11, 27-28
Evangelio de
nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús estaba hablando y una mujer
levantó la voz en medio de la multitud y le dijo: “Feliz el vientre
que te llevó y los pechos que te amamantaron!”. Jesús le respondió: “Felices
más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la practican”.
Palabra del
Señor.
COMENTARIO
Hoy escuchamos el elogio que una mujer de pueblo, entusiasta y
discreta, hace a la madre de Jesús. El Maestro no corrige esta elemental
manifestación de entusiasmo. Simplemente puntualiza: “Más felices son
los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica”. Y si María
es grande por ser madre, es mayor por ser fiel, creyente y servicial.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, al conmemorar a la Madre
de tu Hijo, te pedimos que gracias a este sacrificio nos conviertas
bondadosamente en una ofrenda eterna.
Por Jesucristo
nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Lc 1, 49
El todopoderoso ha hecho en mí
grandes cosas. Su nombre es santo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, después de haber
participado de la redención eterna, en esta conmemoración de la Madre de tu
Hijo, te pedimos que podamos participar de la plenitud de tu gracia y
experimentar cada día más los efectos de tu salvación.