“Jesús se estremeció de gozo, movido por el Espíritu Santo”
Lc 10, 21-24
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1.JESÚS SE ESTREMECIÓ DE GOZO, MOVIDO POR EL ESPÍRITU SANTO
En aquel tiempo, el Espíritu Santo llenó de alegría a Jesús, que dijo: “Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes y se las ha dado a conocer a los sencillos. Sí, Padre, así te ha parecido bien”
Jesús vio la ganancia de muchos, es decir la sumisión de numerosos a la fe por la operación del Espíritu que había dado a los santos apóstoles. Por eso dice el Evangelio que Jesús se estremeció de gozo, movido por el Espíritu Santo, esto es, en los efectos que provienen del Espíritu Santo. Como amante en extremo de los hombres, el Señor considera también como motivo de alegría la conversión de los pecadores, y de ella da gracias y alaba al Padre, que es el Señor del cielo y de la tierra, porque, habiendo mantenido ocultas cosas a los sabios y prudentes, las has revelado a los pequeños, a los sencillos.
2.PORQUE LOS ELIGIÓ, NO DE ENTRE LOS DOCTORES DE LA LEY, SINO DE ENTRE LA GENTE DEL PUEBLO
Cuado menciona a los sabios, esta refiriéndose a los fariseos y a los escribas que eran los intérpretes de la ley, cuando habla de los prudentes, son aquellos que eran instruidos por los escribas. Así sabio se llama al que enseña y prudente al que aprende. El Señor llama pequeños o párvulos a sus discípulos, porque los eligió, no de entre los doctores de la ley, sino de entre la gente del pueblo y los pescadores; los cuales se además se llaman párvulos, pequeños o sencillos, porque no son hombres que tiene en su intención el hacer daño.
3.SÍ, PADRE, PORQUE ASÍ LO HAS QUERIDO
Reza Jesucristo, Sí, Padre, porque así lo has querido. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo sino el Padre; y quién es el Padre, sino el Hijo y aquél a quien el Hijo se lo quiera revelar. Solamente el Padre puede entender y manifestar la profundidad del misterio de Jesús, y el ha querido abrir este secreto a los humildes (1 Cor 1,26). Jesús es el único que puede conocer al padre y solo el padre puede conocerlo a El. Jesús se coloca en una comunión con el Padre totalmente única.
4.EL NOS PIDE SENCILLEZ, HUMILDAD EN EL CORAZÓN
Pero El Hijo vino para dar a conocer al Padre, para esto El nos pide sencillez, humildad en el corazón, estar vacíos y despojados de nosotros mismos. El ha querido abrir este secreto a los humildes, a los sencillos, no a los hombres instruidos, que en muchas ocasiones se creen capaces de llegar a conocer las cosas de Dios por sus propios medios y esfuerzos, estos son los soberbios, estos son los que se cierran al Evangelio, por eso el Señor se goza de que los pequeños y sencillos se abran a la verdad de Dios.
5.“¡FELICES LOS OJOS QUE VEN LO QUE USTEDES VEN!”
Dice el Señor: “¡Felices los ojos que ven lo que ustedes ven!” Ser cristiano es querer vivir como Cristo, tener sus mismos sentimientos, ¿existe un plan de vida mejor?, respondamos amorosamente que no, y dispongámonos a vivir como Jesús, tener sus mismos sentimientos, mirar a los hombres con sus ojos, aprender de su corazón a vivir del amor del Padre y a entregar ese amor a nuestros hermanos en gestos pequeños y humildes.
6.“VENGAN A MÍ”
Son hermosas palabras para la meditación y para acogerlas plenamente en nuestras vidas, como cuando nos dice “Vengan a mí”, que es buscar una frecuente intimidad con Jesús, es querer sanar nuestras heridas, es pedir perdón, es querer la reconciliación, es estar preparados para recibir la gracia.
Vengan a mi, es una gran invitación para disfrutar la compañía de Jesús, para encontrar paz, para aliviar nuestros dolores y penas, son palabras suaves, pero con gran calor de comprensión y afecto.
Aceptemos con gozo la invitación y vayamos a Jesús, con intensos momentos de oración, digámosle nuestros proyectos y necesidades, presentémosle nuestros anhelos y contémosle nuestras angustias.
Jesús busca y quiere hacernos partícipes de su misma vida. Por eso también nos dice: “Aprendan de mí”. Es una oportunidad para experimentar el gozo de la Trinidad, el gozo de saberse el Hijo amado del Padre, el gozo del Espíritu Santo que consuela y anima y fortalece.
Vivamos unidos en la oración
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
SANTORAL
SAN ELOY (588-660)
O Eligio, el lemosín, patrón de orfebres, plateros, metalúrgicos, también de herradores, y, por una simpática adaptación a los tiempos modernos, de los garajistas; pero lo suyo, si nos atenemos a la fidelidad biográfica, era el arte de los metales nobles, en el que llegó a destacar como uno de los artífices más competentes de su época.
También fue artista, orfebre, de su vida, nombrado consejero de reyes, elegido obispo, haciéndose famoso por su honradez, su piedad, su caridad y su afán limosnero. En la monarquía ruda y bárbara de aquellos siglos oscuros Eloy es una centelleante estampa dignísima e insólita.
Trabajador de lo perdurable que convierte en belleza superior el oro y la pedrería, la libertad y las almas, haciendo el mejor uso posible de todo. Sólo le atrae lo que no desaparece, lo que no se consume, y se dedica a realzarlo. Artesano de la santidad en tiempos turbulentos en los que reina la violencia.
La nobleza de los materiales que manejaba debió de tentarle a idolatría: el oro afinado y convertido en la hermosura de joyas, las piedras preciosas engarzadas hasta refulgir como simulacros de inmortalidad, todo un mundo sólido y resplandeciente, valiosísimo, con aires de ser imperecedero, ¿no fue para él tentación de complacencia, la del artista deslumbrado por lo que sale de sus manos?
Pero el exigente y fiel san Eloy supo guardar, para usar las palabras de Juan Pablo II, "la proporción adecuada entre la belleza de las obras y la belleza del alma". Hizo bien su trabajo, como orfebre fue mejor que cualquier otro, sin regatear esfuerzos, pero no le dio importancia, sabiendo que sólo una cosa es importante; como si por sus manos pasara rubia tierra y no oro, cantos rodados y no gemas, aristocráticamente despreocupado de todo lo que no fuese la voluntad de Dios.
Santoral preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo
“Me da pena esta multitud, porque hace tres días que están conmigo y no tienen qué comer”
Mt 15, 29-37
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1.LA SEGUNDA MULTIPLICACIÓN DE LOS PANES
El fragmento de este evangelio, nos narra la segunda multiplicación de los panes, en general, el esquema es similar al relato de la primera multiplicación de los panes. En todo caso es bueno conocer cuales son algunos puntos diferentes.
Se nos relata que Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: “Me da pena esta multitud, porque hace tres días que están conmigo y no tienen qué comer”. No hace falta suponer que sean días completos; conforme al uso ambiental, bastaría uno completo y parte de los otros. Por eso Jesús no quiere despacharlos sin alimento, pues teme que “desfallezcan en el camino” (Mc), y “algunos han venido de lejos” (Mc). El lugar es despoblado.
En la primera multiplicación, se habla de la bendición, en este relato se narra que “tomó los panes y los pescados, dio gracias, los partió”, estos son términos sinónimos.
2.SIETE Y UNOS POCOS PESCADOS
Los que se benefician de este milagro, “sin contar mujeres y niños” (Mt), son 4.000 hombres. Los panes a multiplicarse eran siete, y los “peces” eran, indeterminadamente, “unos pocos”. En la primera multiplicación se relata que: “No tenemos aquí más que cinco panes y dos pescados”
El número de cestos que se recogen con los pedazos que sobraron llenaron siete canastas, en el anterior, doce. En ambos relatos, primera y segunda multiplicación, se despide a las gentes y se suben a la barca, en Mateo, El solo, en Marcos, con sus discípulos. Finaliza este relato; “Todos comieron hasta saciarse”, el “saciarse” tiene un cierto valor escatológico.
El problema exegético de interés es saber si se trata de una nueva multiplicación de los panes o ésta es un “duplicado” de la primera, hay argumentos a favor y en contra, pero este aspecto no cambia sustancialmente el verdadero interés de la reflexión en su conjunto.
3.SIEMPRE MOTIVADO POR UN AUTENTICO SENTIMIENTO DE AFECTO
Jesús nos muestra como en casi en todos los Evangelios su carácter lleno de sentimientos de pena y lástima por la desgracia o por el sufrimiento ajeno. Siempre nos enseña esa natural inclinación a compadecerse y mostrarse comprensivo ante las miserias y sufrimientos, siempre motivado por un autentico sentimiento de afecto, cariño y solidaridad hacia aquella gente que estaba cansada y hambrienta, por querer estar en su compañía, es así como sintió una gran compasión y curó a los enfermos que ellos traían.
4.LOS DISCÍPULOS ESTÁN PREOCUPADOS
En la primera multiplicación, Mateo relata: Como ya se hacía tarde, pone en conocimiento que el día esta por terminar, y ya no hay tiempo necesario para poder ir a proveerse de víveres y alojamientos, entonces se acercaron sus discípulos a decirle: Estamos en despoblado y empieza a oscurecer. Los discípulos están preocupados, lo que había llevado como provisiones, no era suficiente para tanta gente. La enseñanza que impartía de Jesús debe haber sido cautivante, se había quedado más tiempo de lo considerado y se habían agotado los víveres. Entonces los discípulos le dicen al Señor: Despide a la gente para que vayan a las aldeas y compren algo de comer.
Pero Jesús les contestó: No hace falta que vayan; denles ustedes de comer. Ellos le respondieron: No tenemos aquí más que cinco panes y dos pescados, en este fragmento se habla de: “Siete y unos pocos pescados”. El Corazón de Jesús, siempre esta dispuesto a dar una solución y no titubea en recurrir a lo que El puede hacer, para ir en ayuda a tanta gente hambrienta, entonces le dijo: Tráiganmelos. Jesús dan pan material a las gentes, pero el sabe que también los hombres sienten hambre de Dios, las dos hambres que experimenta el hombre y los dos son urgentes de atender.
5.MANDÓ QUE LA GENTE SE RECOSTARA EN EL SUELO.
Luego mandó que la gente se recostara en el suelo (la hierba). Tomó los panes y los pescados, dio gracias, los partió y los dio a los discípulos y ellos los distribuyeron entre la multitud. En el relato anterior se expone que Jesús elevó los ojos al cielo. Este gesto de Jesús era frecuente en su oración. En cambio, no era usual en las costumbres rabínicas, porque se decía: “La regla es que el que ora ha de tener los ojos bajos y el corazón elevado al cielo.” Jesús no enseña nuevamente que todo viene del Padre, El esta con su corazón en ese momento en la tierra, pero levanta los ojos al cielo, enseñándonos que es allí donde debemos mirar, porque todo viene de Dios y todo nos debe llevar a Dios. También el relato nos dice que: pronunció una bendición. Jesús sigue la tradición judía. La costumbre rabínica había establecido que no se comiese o bebiese sin bendecir los alimentos, pues equivalía a un pecado de infidelidad.
Se relata que: partió los panes y se los dio a los discípulos para que los distribuyeran a la gente. El milagro se hizo en las manos de Jesús, y se puede suponer que se fue multiplicando en las manos de los discípulos, porque de lo contrario hubiese sido incesante e inacabable ir y venir a Jesús. Entonces, Jesús no sació directamente el hambre, lo hace a través de sus discípulos, es así como les dios a ellos los panes y estos a las gentes.
6.TODOS COMIERON HASTA SACIARSE
Así han de ser los apóstoles de hoy, en ningún caso indiferente a las necesidades de los demás, siempre dispuestos a atender y acudir en la ayuda de los necesitados, con generosidad y sin pensar muchas veces en el descanso, porque esto se hace por el amor a Cristo, por amor al Padre Bueno y a todos sus hermanos.
Los apóstoles le ofrecieron a Jesús todo lo que tenían, fruto del trabajo y del esfuerzo, solo siete panes y Jesús hizo todo los demás. El Evangelio continúa: Todos comieron hasta saciarse, y con los pedazos que habían sobrado se llenaron siete canastos. En el relato anterior se habla de doce y que los que comieron eran unos cuatro mil hombres, sin contar a las mujeres y a los niños.
El milagro fue tan abundante, que todos se saciaron y luego recogieron los siete canastos sobrantes. Era uso judío recoger, después de las comidas, los trozos de comida caídos a tierra. El milagro se constataba bien: las sobras eran más que la materia de siete panes para el milagro.
7.LAS GENTES QUE NO TIENEN QUÉ COMER EN EL DESIERTO
En el trasfondo de este hecho está la evocación de Moisés, viniendo a ser ello una tipología de esta obra de Jesús. A las gentes que no tienen qué comer en el desierto (Núm 11:13.14), Moisés, con su oración, logra el maná. En esta época se esperaba que el Mesías saliese del desierto, y aparecieron por entonces varios pseudo Mesías, que llevaban las gentes al desierto, donde las prometían señales prodigiosas y de donde saldrían triunfadores, pero se cuenta que su fin fue desastroso. Igualmente, en los días mesiánicos, como renovación de los días del desierto, se esperaba una lluvia perpetua de maná.
Todo esto podía provocar una explosión de entusiasmo mesiánico en torno a Jesús. Pero Jesús despachó a las gentes y discípulos, para que no se dejasen contagiar de aquel mesianismo, no era el auténtico, ni la hora de su plena proclamación, y El mismo se marchó solo a un monte a hacer oración.
Vivamos unidos en la oración
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
SANTORAL
BEATO CARLOS DE FOUCAULD
1858-1916
¿Te hallas ahora mismo en tu vida en un lugar desierto? ¿Parece todo estéril y desolado, sin nada más que interminables dunas de arenas extendiéndose hacia tu futuro?
Conforme maduras espiritualmente, descubres que los desiertos de la vida son una parte esencial del crecimiento. A menudo mucho de nuestro mejor trabajo del alma ocurre durante nuestros momentos de desierto. Todos los grandes santos han experimentado desiertos, simbólicos y literales; algunos incluso los han buscado deliberadamente.
El Beato Carlos de Foucauld, más conocido como el Hermanito Carlos de Jesús, pasó los últimos diez años de su vida viviendo como un ermitaño en el desierto de Argelia. De joven había llevado una vida rápida y libre, diciendo a cada una de sus nuevas concubinas: «Arriendo por días, no por meses.» Al final de su vida fue capaz de rezar: «Por la fuerza de los acontecimientos, me hiciste casto... La castidad se convirtió en una bendición y en una necesidad interna para mí.» El desierto se convirtió en el fuego en el que el Beato Carlos endureció el acero de su resolución y disciplina.
También nosotros necesitamos nuestras experiencias del desierto para endurecer nuestra resolución. Necesitamos el desierto porque sólo cuando nos despojamos de todo lo que creemos que traerá sentido a nuestras vidas somos capaces de encontrar a Aquel que trae el verdadero sentido.
“No todo el que me dice “¡Señor, Señor!” entrará en el Reino de los cielos”
Mt 7, 21. 24-27
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1.NO BASTA “CREER” LO QUE JESÚS ENSEÑA, HAY QUE PONERLO POR “OBRA.”
Si se comprenden los profetas verdaderos y falsos, también se pueden entender los cristianos falsos y verdaderos. No basta “creer” lo que Jesús enseña, hay que ponerlo por “obra.”
La doctrina que aquí se enseña afecta a toda la obra del Reino. ¿Quién “entrará en el Reino de los cielos” “El que hace la voluntad de mi Padre”. El plan que trazó el Padre sobre el Reino tiene creencias y exige obras. No basta un ingreso idealista y soñador. No basta decir: “¡Señor, Señor!”
En su momento histórico estas palabras de Jesús deben referirse a algún tipo de cristianos que ya había ingresado en el Reino, pero cuyas obras no respondían a su fe, o si no es un aviso programático para los que fuesen a ingresar, para que supiesen que su “justicia” tenía que “superar a la de los escribas y fariseos” (Mt 5:20), porque de ellos dice: Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen.(Mateo (SBJ) 23,3).
2.LO QUE EVANGELIZA AL HOMBRE ES EL EVANGELIO
Lo que evangeliza al hombre es el Evangelio, porque evangelizar es convertir, cristianizar, reconciliar, enseñar y así nos lo pidió Cristo: "Id y enseñad a todas las naciones" (Mt 28,19) ,¿pero enseñad que? El Evangelio de Jesucristo. La salvación, llega a través de la Revelación comunicada al mundo por Cristo, El es Verdad y Luz que da Vida Eterna. (Jn 14,6-10). El es el Pan de la Vida, la Luz del Mundo, la Puerta, la Resurrección, el Camino, El glorifica al Padre. Jesucristo le da un sentido nuevo a nuestra vida, vino a salvarnos, se quedó con nosotros, "Yo estaré con vosotros hasta la consumación de los siglos, me serviréis de testigos hasta los confines de la Tierra" (Hech 1,8).
3.EL CRISTIANO AUTÉNTICO
La autenticidad cristiana en el Reino está en las obras. “Aquel, pues, que escucha mis palabras y las pone por obra” es el cristiano auténtico. Ni vale como excusa el haber “profetizado en tu nombre” o el haber exorcizado “demonios” o el haber hecho “milagros” (v.22). No sólo los apóstoles, sino también otros “discípulos” habían recibido estos poderes “carismáticos” (Lc 10:1-9.17-20). Entonces debe de tratarse de algunos discípulos que estuvieron unidos a El, pero que no tuvieron una entrega plena al mismo (Jn 6:60-64).
4.“LA FE SIN OBRAS ES FE MUERTA” (SANT 2:17; 2:14-26)
A quien se dirige este relato?, en el versículo 22 relata “Muchos me dirán aquel Día: "Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?" , pero también a la hora de la composición del evangelio, la sentencia debe de estar recogida para censurar además, concretamente, a grupos cristianos que, dotados de “carismas” - profecías, exorcismos, o milagros -, confiaban en ellos como garantía de su auténtico cristianismo. Podían ser grupos o personas al estilo de los “carismáticos” de Corinto (1 Cor c.12-14). San Pablo dirá que si uno tuviese profecías, o actos heroicos, milagros, y no tuviese caridad, “nada soy” (1 Cor 13:1-3). Ante la perspectiva de estos cristianos idealistas de la Iglesia primitiva, Mateo trae esta sentencia del Señor con una oportunidad excelente. Como dirá la carta de Santiago: “La fe sin obras es fe muerta” (Sant 2:17)
5.MI PADRE QUE ESTÁ EN EL CIELO.
Y así es como Jesús no enseña, “No todo el que me dice “¡Señor, Señor!” entrará en el Reino de los cielos, sino el que cumple la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Jesús llamó a su Padre “mi Padre” en sentido excepcional. Cuando habla para otros dice “vuestro Padre,” o “tu Padre,” pero, al contraponerle con El, es “mi Padre.” Mt, que confiesa en su evangelio la divinidad de Jesús (Mt 12:6.8; 11,), con esta expresión habla de su filiación divina.
6.UNA PARÁBOLA EN DOS IMÁGENES ENCONTRADAS
Jesús ilustra y confirma la enseñanza propuesta. La descripción de Mateo no sólo es literariamente bella, sino que refleja exactamente el medio ambiente palestino. Su descripción tiende a ilustrar genéricamente la idea central de los que, “oyendo” la palabra de Jesús, luego no la practican o no la ponen por obra. Aparte que Jesús dice: “El que escucha mis palabras y las pone por obra, se puede comparar”. Por eso toda precisión o matiz en este sentido no pasa de ser una alegorización subjetiva por “adaptación,” como los que veían en la “lluvia” las tentaciones carnales, en los “ríos” la avaricia, en los “vientos” la vanagloria y soberbia, etc.
7.IMÁGENES MÁS O MENOS SEMEJANTES
En la literatura rabínica se encuentran imágenes más o menos semejantes para tratar la siguiente cuestión: “¿Qué es más grande, el estudio (de la Ley) o la práctica (de la misma)? Rabí Tarfín: la práctica es más grande. Rabí Aqiba: el estudio es más grande” Y Elíseo bar Abuya decía que el que hace muchas obras y estudia mucho la Ley se podría comparar a un hombre que da a su obra un cimiento de piedras y encima construye con ladrillos; por eso cuando sobreviene una gran inundación no le conmueven las piedras. Pero el que estudia mucho la Ley es como el que pone por cimientos ladrillos y construye encima con piedras; a esto basta una pequeña inundación para que todo se derrumbe. (Comentario Biblia Nacar-Colunga).
8.EL QUE “OYE” Y “PRACTICA” LAS ENSEÑANZAS DE JESÚS
El que “oye” y “practica” las enseñanzas de Jesús es semejante a una persona sensata, es decir prudente. No se trata en este contexto bíblico del hombre inteligente o intuitivo, con un gran sentido práctico, sino del que cree y obedece estas enseñanzas del Señor y, en general, el que hace esto con el Evangelio. Este término se contrapone al insensato o necioy significa aquí ligero, en la práctica de su vida religiosa.
La conclusión es clara: la vida cristiana está sólidamente construida, como el edificio bien cimentado, si la fe se traduce en hechos, no en expresiones de deseos. En ello va la condena de una cierto inacción religiosa; posiblemente bastante acentuada en ciertas comunidades cristianas: ¿De qué sirve, hermanos míos, que alguien diga: Tengo fe, si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarle la fe?(Santiago (SBJ) 2,14), Porque así como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta. (Santiago (SBJ) 2,26)
Jesús nos dijo: Felices los que escuchan la Palabra de Dios y la Practican (Lc 11, 28)
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
(Nota: Para el estudio y comentario de la Palabra, utilizo los textos de la Biblia Nácar-Colunga, SBNC y/o Biblia de Jerusalén SBJ)
SANTORAL
SAN FRANCISCO JAVIER
San Francisco Javier, el apóstol del país del sol naciente,pertenece a la estirpe de los conquistadores de imperios. Pero, al tiempo que los conquistadores partían para plantar sus estandartes de los reyes de España y Portugal en el Nuevo Mundo y en las islas del Pacífico, él optó, siguiendo a Ignacio de Loyola, por el servicio del Rey Eternal. Francisco, nacido en Javier, en 1506, se unió al primer grupo de los compañeros de Ignacio mientras estudiaba en París (1534). En 1541, fue destinado por San Ignacio a la Misión de las Indias portuguesas, toda vez que el hermano que había sido previamente designado se encontraba impedido por una ciática. A lo largo de once años de trabajos, en los que la oración y la penitencia tendrían la misma importancia que la predicación, este misionero improvisado recorrería decenas de millares de kilómetros con el fin de anunciar la Buena Nueva en la India (1542-43, 48, 51-52), Ceilán (44-45), Molucas (45-47) y Japón (49-51). Hubiera deseado comunicar a todos los jóvenes cristianos la misma pasión por la gloria de Dios y por la salvación de los hombres que le llevó a él a tierras lejanas: «Me vienen deseos de escribir a la Universidad de París--le confía a San Ignacio--para decirles cuántos millares y millones de paganos se podrían convertir si hubiera operarios». Francisco murió cuando estaba solo, a las puertas de China, en la isla de San Choan, en 1552. Contaba 46 años.
Santoral preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo
Dos ciegos, guiados por el rumor popular que sigue a Cristo, van tras El gritando que se compadezca de ellos. Luego, cuando Jesús se queda algún tanto aliviado de la muchedumbre que le seguía, entra en casa de Jairo (Mc 5:37). Los ciegos también entraron y se le acercaron dentro de casa.
Lo que no deja de extrañar es que estos ciegos vayan por el camino detrás de Cristo gritando que se compadezca de ellos y proclamándole “Hijo de David.” Ciertamente, el título de “Hijo de David” es título mesiánico. Con ello lo están proclamando Mesías. ¿Cómo conocen estos ciegos la mesianidad de Cristo?, ellos sin ver como los que tienen la vista sana, ven la Luz del Mundo.
2.“¿CREEN QUE YO PUEDO HACER LO QUE ME PIDEN?”
A pesar de que los ciegos van, gritando detrás de Cristo, señal de su confianza en el poder de El, Jesús se les acerca y les pregunta si creen que puede curarlos. Cristo quiere constatarles bien el milagro en su confianza. Que no se vayan sólo por un provecho material (Jn 6:26.27), o sólo se lo pidan a título de ensayo a ver lo que pasa. Los ciegos le responden su confianza diciendo: “Sí, Señor”. Detengamos un instante, ¿Cómo estaría nuestro corazón si estuviéramos al alcance de las manos del Señor, esperando que El nos toque y nos acaricie?. Siguiendo con el relato; Entonces Cristo tocó sus ojos. Y, al tiempo que ponía sus manos en aquellos ojos sin luz, les dijo: “Que se haga en ustedes conforme a su fe”. Y en ese momento recobraron la vista. Ahora imaginemos como se habrán sentido estos dos que ya no son ciegos y ven la Luz de Cristo.
3.LAS PALABRA DE JESÚS, SE TRANSFORMAN EN LUZ PARA LOS CIEGOS
Los beneficios del Señor se obtienen por la fe y según sea esta es la gracia que se recibe. Mientras mas abras la ventana de tu corazón, más luz entrará. Las palabra de Jesús, se transforman en luz para los ciegos.
En el Evangelio de Marcos, en el caso del ciego de Bartimeo, se relata que él ciego recuperó la vista y luego siguió a Jesús glorificando a Dios. Un doble beneficio gana el ciego, la vista y la fe en Dios, esto es, termina con su ceguera corporal y aumenta su fe en el Señor. Al ver esto, todo el pueblo alababa a Dios.
Muchos son los que desconocen la luz y viven en las tinieblas, pero quien se acerca a la verdadera Luz, esto es a Jesús, vera la luz eterna.
4.MIENTRAS MÁS SE CLAME O MÁS SE PIDA, MAS SE RECIBE
Los ciegos nos demuestran que mientras más se clame o más se pida, mas se recibe. Así como cuando insistimos en la oración con toda nuestra vehemencia, Dios se detiene en nuestro corazón y recobramos la vista perdida.
En el Evangelio de Marcos, él ciego gritaba cada vez más fuerte, para que se oiga por sobre el ruido que produce el tumulto, así nuestra oración debe oírse por sobre todo lo demás, con insistencia, por encima de la ceguera que nos rodea, para que el mundo sea testigo de la luz de Jesús.
La fe salvo a los ciegos, y la fe puede salvarnos a nosotros, siempre que nuestra fe sea como la de estos ciegos, confiada, firme y perseverante.
Y cuando recibamos beneficios del Señor, seamos como el ciego de Jericó, que recobro la vista y siguió glorificando a Dios.
Jesús, siempre estará esperando que acudamos a El, si le llamamos siempre vendrá nosotros a iluminarnos.
5.ELLOS AGRADECIDOS, NO PUDIERON GUARDAR SILENCIO
Hecha la curación, Cristo les prohíbe, como en otras ocasiones, su divulgación. Es el secreto mesiánico. Jesús buscaba evitar explosiones prematuras de entusiasmo mesiánico, y sus posibles repercusiones nacionalistas y políticas, por esa razón luego de abrir los ojos, Jesús los conminó: ¡Cuidado! Que nadie lo sepa, les manda guardar silencio por amor a la humildad, para apagar la vanidad, sin embargo ellos agradecidos, no pudieron guardar silencio ante tan hermoso beneficio.
El Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
SANTORAL
SAN JUAN DAMASCENO
EL ÚLTIMO PADRE GRIEGO
Juan Damasceno, nacido a mediados del siglo VII de una familia árabe cristiana y muerto en el 749, es considerado el último representante de la patrología griega, lo que en occidente era San Isidoro de Sevilla por sus obras monumentales como la Fuente del conocimiento. Su actividad literaria es multiforme: pasa con autoridad de la poesía a la liturgia, de la elocuencia a la filosofía y a la apologética.
COMPAÑERO DE JUEGOS DEL PRINCIPEYACID
Hijo de un alto funcionario del califa de Damasco, Juan fue compañero de juegos del príncipe Yazid, que más tarde lo promovió al mismo puesto del padre, que corresponde en cierto modo al de ministro de Hacienda., fue representante civil de la comunidad cristiana ante las autoridades árabes.
RENUNCIA A SU CARGO Y PROFESA COMO MONJEEN SAN SABAS
Juan renunció a la corte y a su alto cargo, por las tendencias anticristianas del califa. En compañía del hermano Cosme, futuro obispo de Maiouma, se retiró al monasterio de San Sabas cerca de Jerusalén, en donde, ordenado sacerdote, profundizó su formación teológica, preparándose para el cargo de predicador titular de la basílica del Santo Sepulcro.
HEREJIA ICONOCLASTA
El emperador de Bizancio, León IIIIsáurico, inauguraba la política iconoclasta, es decir, desterraba todas las imágenes sagradas, cuyo culto era considerado como un acto de idolatría. El anciano patriarca de Constantinopla, San Germán, defendió el culto tradicional explicando la verdadera naturaleza del homenaje que se les rendía a las imágenes, pero pagó con la destitución su acto de valentía. Desde Jerusalén, bajo el dominio árabe, se hizo oír otra voz en favor del culto de las imágenes, la del monje Juan Damasceno o de Damasco, que con sus tres discursos en favor de las sagradas imágenes se impuso inmediatamente a la atención del mundo cristiano. Como el emperador, no pudiendo atacar directamente al monje, recurrió a la calumnia, haciendo falsificar una carta de Juan, en la que confiesa que habría tramado una conjuración para restituir el dominio de la ciudad de Jerusalén al emperador bizantino.
DEMUESTRA SU TALLA TEOLOGICA
En esta disputa teológica, hecha de sutiles distinciones, Juan pudo demostrar toda su preparación teológica, puesta al servicio no sólo del patriarca de Jerusalén, sino de toda la Iglesia. En efecto, el segundo concilio de Nicea, en reparación de las injurias recibidas por el defensor de la ortodoxia, proclamó no sólo su ciencia, sino también su santidad. León XIII lo proclamó doctor de la Iglesia en el año 1890.
“Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para su cosecha”
Mt 9, 35—10, 1. 5. 6-8
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
1.“JESÚS RECORRÍA TODAS LAS CIUDADES Y LOS PUEBLOS, ENSEÑANDO
Comienza el relato diciendo que: “Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y sanando todas las enfermedades y dolencias”. Este es un cuadro resumido en el que se relaciona la enfermedad del cuerpo y la del alma y se ilustra a Jesús como capaz de hacer grandes prodigios, se le presenta como el gran Médico y Misionero de las almas.
2.AL VER A LA MULTITUD, TUVO COMPASIÓN
Después que san Mateo ha descrito la vida misional de Jesús por toda Galilea, nos relata que, al ver a las muchedumbres por todas las partes que El recorría, sé enterneció de compasión. Es ésta una de las bellas estampas de Jesús Misionero. Pues al ver a la multitud, tuvo compasión. Esto es algo muy natural en Jesús. El relato dice que las gentes estaban fatigadas y abatidas, como ovejas que no tienen pastor. No se refiere a que las gentes, por seguirle incluso a lugares desiertos, se encontraran fatigadas, sin tener en aquellos lugares descampados medios de proveerse, sino a que las gentes desfallecían sin saberlo, porque no había quien les diese el pan, la doctrina del reino.
En el relato apreciamos como se conmueve Jesús, por ver a la gente abatida, maltratada y humillada. Esta situación a Jesús no lo deja indiferente, al contrario, despierta en El la compasión, es decir siente tristeza por la situación desdichada de estas gentes, compartiendo así su pena y procurando su remedio. A nosotros también debiera apenarnos tanta gente que anda por esta vida “como ovejas que no tienen pastor".
“Jesús se compadece de nuestras miserias, conoce a fondo nuestro pobre corazón” (Santa Teresa de los Andes C143)
3.MUCHA GENTE SIN DIOS
Vivimos en una sociedad estresada, apremiada, desorientada y sin descanso para el alma, mucha gente “sin Dios”, mucha gente que no ha oído el llamado de Jesús: “Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas" (Mt 11,28-29). Y si nosotros lo hemos oído y experimentado, tenemos que ayudar a conquistar almas para que conozcan al Señor, pues allí hallaran remedio para sus males, en Cristo Jesús, encontraran consuelo y alivio.
Las gentes estaban como ovejas sin pastor y les hacía falta ser conducidas por el Pastor-Mesías a los pastos de la verdad.
Canta el salmista: "El Señor es mi pastor, nada me falta. Por prados de fresca hierba me apacienta. Hacia las aguas de reposo me conduce, y conforta mi alma... Aunque pase por valle tenebroso, ningún mal temeré, porque tú vas conmigo; tu vara y tu cayado me sosiegan" (Sal 23,1-4). Y así canta hoy la oveja que tiene pastor, pero no un pastor cualquiera: ¡su pastor es el Nuestro Señor Jesucristo, que nos dijo: "Yo soy el buen pastor y conozco mis ovejas... y doy mi vida por las ovejas... Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mi mano" (Jn 10,14.27-28)
4.“LA COSECHA ES ABUNDANTE, PERO LOS TRABAJADORES SON POCOS.”
Jesús que se dirige, literariamente en este contexto del evangelio, a los discípulos: “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos.”. La cosecha son esas muchedumbres que citó antes. Están como ovejas sin pastor, fatigadas y decaídas porque los trabajadores — esto es hoy los pastores cristianos — son pocos. Hace falta multiplicar su número y continuar la obra misional de Jesús. ¿Qué hacer para ello? Jesús nos da la respuesta. Es una oración misional. Dirigiéndose a los discípulos, les dice: “Rueguen”… para que envíe trabajadores para la cosecha”.
Jesús quiere colaboradores para llevar esas ovejas desfallecidas a su reino, y para que esos pastores los suscite el Padre, y entren por su puerta (Jn 10:1.2), pone el gran medio de la oración.
5.JESÚS CONVOCÓ A SUS DOCE DISCÍPULOS
Y es así, como Jesús convocó a sus doce discípulos por su nombre, El organizo su apostolado con un grupo de hombres, su amigos mas cercanos, a ellos los forma y les da una misión, además le dota de poderes y cualidades para destruir el mal. Todos nosotros fuimos elegidos también por nuestro nombre desde el Bautismo para seguir a Jesús, a igual que los Doce amigos seguidores del Maestro y para el mismo fin, es así, como el nos prepara con sus enseñanzas, para que tengamos fuerza en nuestra misión en un mundo donde la injusticia, la maldad, la corrupción esta presente cada día.
Nuestra misión, debe comprender que la voluntad de Dios, no tiene fronteras para realizar nuestra tarea apostólica y no esta limitada a un lugar especifico, talvez nuestro campo de acción esta en nuestro propio hogar, en nuestra parroquia, en el trabajo, la comunidad donde vivimos o mas allá de la fronteras, basta tener muchas veces capacidad para conmovernos frente al dolor de la humanidad para darnos cuenta que la Palabra de Dios es indispensable en todo lugar.
“Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca”. No pensemos en dimensionarlo en tiempo, en años, pensemos que somos nosotros los que debemos hacerlo cercano, con nuestro estilo de vida, seamos constructores del Reino de los Cielos, lo hacemos con cada una de nuestras obras, y todas son importantes en esta obra, por muy sencillas que parecieran
6.“USTEDES HAN RECIBIDO GRATUITAMENTE, DEN TAMBIÉN GRATUITAMENTE”.
Y el Señor nos dice que: “ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente”.En efecto hemos recibido gratuitamente, “de gracia”, la salvación del Señor, ¿y que meritos hemos hecho de nuestra parte?. ¿Qué estamos haciendo o qué nos proponemos hacer para anunciar a los demás el mensaje de amor que hemos recibido?
Hemos sido elegidos por Cristo, quien nos llamo a la fe, nos dio su mensaje evangélico, somos depositarios de el, y somos apóstoles con la misión de transmitirlo al mundo.
Y no lo hemos recibido para guardarlo para nosotros, es para compartirlo con todos los demás, porque todos estamos llamados a la salvación. Es así, hemos sido destinados a difundir el Reino de los Cielos, esa es nuestra misión, somos misioneros porque la misión es la forma concreta de manifestarle a Dios nuestro reconocimiento por haber sido llamados a ser en el mundo testigos de su amor.
Pero no basta dar gratuitamente lo que hemos recibido de igual forma, debemos darlo con cariño, con generosidad, con entrega total, a manos llenas, sin regateos, con todo el corazón, esta claro, con las cosas de Dios no podemos ser mezquinos.
El Señor les Bendiga
Pedro Sergio Antonio Donoso Brant
SANTORAL
SAN SABAS (439-532)
Mar-Saba, en el desierto de Judea que separa Jerusalén del Mar Muerto, es uno de los monasterios todavía ocupados más antiguos del mundo, ya que se fundó hacia el año 478. Reliquia de los primeros siglos de la Iglesia, su bárbara tosquedad armoniza con la aspereza y la desolación de un paisaje inhumano.
En sus orígenes, Mar-Saba fue la obra de un extranjero un capadocio, de Asia Menor, que, muy joven aún, decidió quedarse en Palestina para hacer vida ascética y solitaria. Más adelante se convirtió en el maestro y modelo de los eremitas de la región, y el nombre de Sabas fue el más venerado e ilustre de aquellas tierras.
La suya es una historia impresionante de larguísimos años de penitencia, ejemplo, dirección espiritual y, ya famoso, en su vejez, de lucha por la ortodoxia amenazada por los herejes. Al dominio de sí mismo y a la renuncia al mundo se unió así, en los tiempos finales, la intransigencia heroica y batalladora por la fe.
Pero extraigamos de esta prodigiosa vida el episodio magnífico de su última estancia en Constantinopla, ya nonagenario, con la pretensión de que le recibiera el gran emperador Justiniano, para urgirle que defendiera al cristianismo en toda su pureza. En la pompa del palacio, ante el Basileus comparece la sombra macerada y ardiente del eremita.
El emperador le escucha, atiende sus razones y antes de que se vaya quiere darle dinero, que Sabas, como era de esperar, rechaza, porque dice no necesitarlo. Entonces Justiniano pide su bendición, que desciende sobre la cabeza imperial con el añadido de una propina profética que le anuncia conquistas en África, Italia y España. Como quien regala un sueño de poder efímero, mientras él vuelve a su caverna para esperar la muerte.
Santoral preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo