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Respuesta  Mensaje 1 de 12 en el tema 
De: LUNASOL  (Mensaje original) Enviado: 01/01/2010 12:48

 

 

 

Nuestro servicio religioso, durante el mes

de julio , la palabra de Dios y su presencia

dia a dia

Que el nos proteja y nos guie

 

 

 

 




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Respuesta  Mensaje 2 de 12 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 01/01/2010 12:49

Santa María Madre de Dios

‘Cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la Ley, para redimir a los que estaban sometidos a la Ley y hacernos hijos adoptivos” (Gál 4, 4-5). En este texto san Pablo nos recuerda el acontecimiento salvífico primordial: una mujer, la Wrgen María, acoge en su persona y en su cuerpo al Salvador del mundo, el Príncipe de la paz. Sólo ella sabía que el hijo engendrado en su seno era el mismo Hijo del Dios vivo. El Padre quiso confirmar la profunda fe de María en la Encarnación con acontecimientos extraordinarios, como revelación del Angel a san José, la presencia de los ángeles en Belén, la visita de los pastores, la llegada de los reyes magos... Acontecimientos que ella meditaba en su corazón para afianzar su fe, que luego fue puesta a prueba en la persecución a muerte contra Jesús por parte de Herodes, la consiguiente huida a Egipto, y al fin la pasión y muerte. La Madre del Hijo de Dios está sujeta al sufrimiento como si ese Hijo suyo no fuera Dios, como si él no tuviera poder para defenderse. Ejemplo clarificador para nosotros, cuando, a pesar de acoger a Dios en nuestra vida e incluso esforzarnos por darlo a los demás como ella, también nos suceden contratiempos que parecen demostrar la ausencia y desinterés de Dios. Sólo una fe fuerte, a imitación de María, nos puede mantener firmes y en paz, con la seguridad de que Dios realiza en nosotros su plan redentor, transformando nuestro sufrimiento en fuente de salvación y de vida eterna para nosotros y para otros, aunque parezca una contradicción.

 

ANTÍFONA DE ENTRADA

¡Salve, santa Madre!, Virgen, Madre del Rey, que gobierna para siempre el cielo y la tierra.

O bien: Cfr. Is 9, 2. 6; Lc 1, 33

Hoy brillará la luz sobre nosotros porque nos ha nacido el Señor. Y será llamado el Admirable, Dios, Príncipe de la paz, Padre del tiempo futuro, y su Reino no tendrá fin.

ORACIÓN COLECTA

Señor, que por la fecunda virginidad de María, otorgaste al género humano la gracia de la eterna salvación, concédenos experimentar la intercesión de aquélla por quien recibimos al Autor de la Vida, nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que es Dios y vive y reina contigo.

PRIMERA LECTURA Núm 6, 22-27

Lectura del libro de los Números.

El Señor dijo a Moisés: “Habla en estos términos a Aarón y a sus hijos: Así bendecirán a los israelitas. Ustedes les dirán: «Que el Señor te bendiga y te proteja. Que el Señor haga brillar su rostro sobre ti y te muestre su gracia. Que el Señor te descubra su rostro y te conceda la paz». Que ellos invoquen mi Nombre sobre los israelitas, y Yo los bendeciré”.

Palabra de Dios.

COMENTARIO

“¡Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo!” Es el tradicional saludo que corre de boca en boca o en cada tarjeta o llamada telefónica que recibimos. También los sacerdotes de Israel saludaban al pueblo, en la fiesta judía de Año Nuevo, pronunciando una bendición. Bendecir es desear la felicidad a aquellos que la buscan y anunciar que el animador de esta búsqueda no puede ser otro en nosotros que el Espíritu de Dios.

Invoquemos, pues, con María, el nombre de Dios y recibamos de él bendiciones y prosperidad durante este nuevo año.

SALMO Sal 66, 2-3. 5-6. 8

R. El Señor tenga piedad y nos bendiga.

El Señor tenga piedad y nos bendiga, haga brillar su rostro sobre nosotros, para que en la tierra se reconozca su dominio, y su victoria entre las naciones. R.

Que canten de alegría las naciones, porque gobiernas a los pueblos con justicia y guías a las naciones de la tierra. El Señor tenga piedad y nos bendiga. R.

¡Que los pueblos te den gracias, Señor, que todos los pueblos te den gracias! Que Dios nos bendiga, y lo teman todos los confines de la tierra. R.

SEGUNDA LECTURA Gál 4, 4-7

Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Galacia.

Hermanos: Cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la Ley, para redimir a los que estaban sometidos a la Ley y hacernos hijos adoptivos. Y la prueba de que ustedes son hijos, es que Dios infundió en nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama a Dios llamándolo: ¡Abbá!, es decir, ¡Padre! Así, ya no eres más esclavo, sino hijo, y por lo tanto, heredero por la gracia de Dios.

Palabra de Dios.

COMENTARIO

Difícilmente se puede hallar un resumen más conciso y preciso sobre el misterio de la Encarnación que el que nos presenta san Pablo hoy: “Dios envió a su Hijo, nacido de mujer”, para hacernos sus hijos y poder llamarle: “¡Padre!”. El Concilio Vaticano II, en su exposición sobre la “bienaventurada Virgen María, Madre de Dios en el misterio de Cristo y de la Iglesia” (cf. LG, 52), asume estas palabras del Apóstol, que luego, Juan Pablo II, las hace suyas, ya sea para hablar “sobre el significado que María tiene en el misterio de Cristo y sobre su presencia activa y ejemplar en la vida de la Iglesia” (cf. RM, 1). O cuando se expresa sobre “el misterio de la Encarnación redentora del Verbo de Dios” (cf. TMA, 1).

ALELUYA Heb 1, 1-2

Aleluya. Después de haber hablado a nuestros padres por medio de los Profetas, en este tiempo final, Dios nos habló por medio de su Hijo. Aleluya.

EVANGELIO Lc 2, 16-21

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

Los pastores fueron rápidamente adonde les había dicho el Ángel del Señor, y encontraron a María, a José y al recién nacido acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que los escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores. Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al después, llegó el tiempo de circuncidar al niño y se le puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido dado por el ángel antes de su concepción.

Palabra del Señor.

COMENTARIO

“Los pastores fueron corriendo y encontraron a María, a José y al Niño acostado en el pesebre”. He aquí el gran misterio revelado: Dios hecho hombre es mostrado a los más humildes y sencillos. Y de la forma más natural y familiar: un niño recién nacido, contemplado por su padre adoptivo y su madre biológica. Es un acontecimiento sencillo para contemplar y escuchar como buena noticia, profundo para pensar como María que lo conservaba todo en su corazón.

Este evangelio tiene ya un cierto sabor pascual. Aquí como en el libro de los Hechos (2, 47), los creyentes, en este caso los pastores, comparten la buena noticia, “glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían visto y oído”.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor de bondad, que eres el origen y la perfección de todo lo bueno, concede a quienes nos alegramos en esta solemnidad de la santa Madre de Dios, que así como nos gloriamos de las primicias de tu gracia, nos gocemos también de su plenitud.

Por Jesucristo nuestro Señor.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Heb 13, 8

Jesucristo es el mismo ayer y hoy, y lo será para siempre.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor, hemos recibido con alegría los sacramentos celestiales; que ellos nos aprovechen para la vida eterna, ya que nos gloriamos de proclamar a la siempre Virgen María como Madre de tu Hijo y Madre de la Iglesia.

Por Jesucristo nuestro Señor.

BENDICIÓN SOLEMNE

V. El Dios que en su providencia amorosa quiso salvar al género humano por el fruto bendito del seno de la Virgen María, los colme de sus bendiciones.

R. Amén.


Respuesta  Mensaje 3 de 12 en el tema 
De: ♥♥♥♥LEONCITA♥♥♥♥ Enviado: 02/01/2010 04:10
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Respuesta  Mensaje 4 de 12 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 03/01/2010 16:35

ANTÍFONA DE ENTRADA Ecli 15, 5

El Señor lo colmó del espíritu de sabiduría y de inteligencia, abrió sus labios en medio de la asamblea, y lo revistió de su gloria.

ORACIÓN COLECTA

Dios, que quisiste iluminar a tu Iglesia con los ejemplos y las enseñanzas de los santos Basilio y Gregorio, concédenos la gracia de aprender humildemente tu verdad y de vivirla fielmente en la caridad. Por nuestro Señor Jesucristo.

LECTURA 1Jn 2, 22-28

Lectura de la primera carta de san Juan.

Hijos míos: ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Ése es el Anticristo: el que niega al Padre y al Hijo. El que niega al Hijo no está unido al Padre; el que reconoce al Hijo también está unido al Padre. En cuanto a ustedes, permanezcan fieles a lo que oyeron desde el principio: de esa manera, permanecerán también en el Hijo y en el Padre. La promesa que él nos hizo es ésta: la Vida eterna. Esto es lo que quería escribirles acerca de los que intentan engañarlos. Pero la unción que recibieron de él permanece en ustedes, y no necesitan que nadie les enseñe. Y ya que esa unción los instruye en todo y ella es verdadera y no miente, permanezcan en él, como ella les ha enseñado. Sí, permanezcan en él, hijos míos, para que cuando él se manifieste, tengamos plena confianza, y no sintamos vergüenza ante él en el día de su venida.

Palabra de Dios.

COMENTARIO

La carta está escrita en medio de una situación de engaño y mentira que atenta contra la vida de los creyentes. ¿Cómo vivir cuando estos peligros acechan constantemente a la comunidad? La clave es permanecer firmes en Jesucristo; en él están la verdad y la vida.

SALMO Sal 97, 1-4

R. ¡El Señor manifestó su victoria!

Canten al Señor un canto nuevo, porque él hizo maravillas: su mano derecha y su santo brazo le obtuvieron la victoria. R.

El Señor manifestó su victoria, reveló su justicia a los ojos de las naciones: se acordó de su amor y su fidelidad en favor del pueblo de Israel. R.

Los confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios. Aclame al Señor toda la tierra, prorrumpan en cantos jubilosos. R.

ALELUYA Heb 1, 1-2

Aleluya. Después de haber hablado a nuestros padres por medio de los profetas, en este tiempo final, Dios nos habló por medio de su Hijo. Aleluya.

EVANGELIO Jn 1, 19-28

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.

Éste es el testimonio que dio Juan, cuando los judíos enviaron sacerdotes y levitas desde Jerusalén, para preguntarle: Quién eres tú?, él confesó y no lo ocultó, sino que dijo claramente: -Yo no soy el Mesías-. -¿Quién eres, entonces?-, le preguntaron. -¿Eres Elías?-. Juan dijo: -No-. -¿Eres el Profeta?-. –Tampoco- respondió. Ellos insistieron: -Quién eres, para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado? ¿Qué dices de ti mismo?-. Y él les dijo: -Yo soy una voz que grita en el desierto: Allanen el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías-. Algunos de los enviados eran fariseos, y volvieron a preguntarle: -¿Por qué bautizas, entonces, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?-. Juan respondió: -Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay alguien al que ustedes no conocen: Él viene después de mí, y yo no soy digno de desatar la correa de su sandalia-. Todo esto sucedió en Betania, al otro lado del Jordán, donde Juan bautizaba.

Palabra del Señor.

COMENTARIO

El relato presenta de manera progresiva y cronológica los inicios de la misión de Jesús. Presenta también la actividad de Juan Bautista que precede a la predicación de Jesús y que resulta cuestionadora para los jefes religiosos de la época, al punto que preguntan por su iden-tidad. La respuesta de Juan, más que satisfacer la curiosidad de los sacerdotes, levitas y fariseos, quiere suscitar en los corazones la expectativa y la apertura hacia el que viene, Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, recibe con agrado este sacrificio que te ofrecemos en la fiesta de los santos Basilio y Gregorio, y concede que, a imitación suya, nos entreguemos a ti sin reserva, alabándote siempre. Por Jesucristo nuestro Señor.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Lc 12, 42

El administrador fiel y previsor a quien el Señor ha puesto al frente de su personal para distribuirle la ración de trigo en el momento oportuno.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor, instruye con las enseñanzas de Cristo, el único Maestro, a quienes restauras con el Pan de vida, para que, en esta conmemoración de los santos Basilio y Gregorio, aprendamos tu verdad y la vivamos en el amor.

Por Jesucristo nuestro Señor.

 


Respuesta  Mensaje 5 de 12 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 03/01/2010 16:36

I. RITOS INICIALES

ANTÍFONA Cfr. Mal 3, 1; 1Crón 19, 12

Ya viene el Señor del universo. En sus manos, están la realeza, el poder y el imperio.

ACTO PENITENCIAL

·    Tú eres la luz que brilla sobre los creyentes. Cuando no nos dejamos iluminar. Señor ten piedad

·    Tú te manifestaste a todos los pueblos. Cuando no aceptamos tus manifestaciones. Cristo, ten piedad.

·    Tú vienes a ofrecernos la salvación. Cuando no queremos encontrarte. Señor, ten piedad.

SE DICE GLORIA A DIOS.

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra suplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.

ORACIÓN COLECTA

Señor, que en este día revelaste a tu Hijo único a los pueblos paganos, guiándolos por medio de una estrella; conduce a quienes te conocemos por la fe, a la contemplación de la hermosura de tu grandeza.

Por nuestro Señor Jesucristo.

II. LITURGIA DE LA PALABRA

Sentados

PRIMERA LECTURA

El profeta anima a Israel con la esperanza de una luz que va a surgir de él para iluminar al mundo entero. “¡Levántate, porque llega tu luz y la gloria del Señor brilla sobre ti!” Cristo, el Salvador es simbolizado en el libro de Isaías como luz. Por eso, el profeta evoca el porvenir de Jerusalén y describe la liturgia que un día se celebrará en ella para la gloria de Dios y con la participación de todos los pueblos. Cristo-Luz brilla en las tinieblas y a su resplandor acudirán pueblos y reyes con cantos y ofrendas.

Lectura del libro de Isaías. Is 60, 1-6

¡Levántate, resplandece, porque llega tu luz y la gloria del Señor brilla sobre ti! Porque las tinieblas cubren la tierra y una densa oscuridad, a las naciones, pero sobre ti brillará el Señor y su gloria aparecerá sobre ti. Las naciones caminarán a tu luz y los reyes, al esplendor de tu aurora. Mira a tu alrededor y observa: todos se han reunido y vienen hacia ti; tus hijos llegan desde lejos y tus hijas son llevadas en brazos. Al ver esto, estarás radiante, palpitará y se ensanchará tu corazón, porque se volcarán sobre ti los tesoros del mar y las riquezas de las naciones llegarán hasta ti. Te cubrirá una multitud de camellos, de dromedarios de Madián y de Efá. Todos ellos vendrán desde Sabá, trayendo oro e incienso, y pregonarán las alabanzas del Señor.

Palabra de Dios.

SALMO

Dios se ha manifestado a los hombres. Por eso, el salmo describe el reinado de Dios como un reino de justicia para los pobres y afligidos. Participamos de esta oración, aclamando: Pueblo de la tierra, alaben al Señor.

Sal 71, 1-2. 7-8. 10-13

R. ¡Pueblos de la tierra, alaben al Señor!

Concede, Señor, tu justicia al rey y tu rectitud al descendiente de reyes, para que gobierne a tu pueblo con justicia y a tus pobres con rectitud. R.

Que en sus días florezca la justicia y abunde la paz, mientras dure la luna; que domine de un mar hasta el otro, y desde el Río hasta los confines de la tierra. R.

Que los reyes de Tarsis y de las costas lejanas le paguen tributo. Que los reyes de Arabia y de Sabá le traigan regalos; que todos los reyes le rindan homenaje y lo sirvan todas las naciones. R.

Porque él librará al pobre que suplica y al humilde que está desamparado. Tendrá compasión del débil y del pobre, y salvará la vida de los indigentes. R.

SEGUNDA LECTURA

San Pablo enseña que todos los pueblos participan de la salvación que llevó a cabo Jesucristo. Para Pablo, el “misterio” por excelencia consiste en que ahora los no judíos, “participan de una misma herencia, son miembros de un mismo Cuerpo y beneficiarios de la misma promesa”. Israel, por otra parte, no logra concebir, que los tiempos mesiánicos, abiertos a todas las naciones y culturas, no le reserven un lugar privilegiado. El don de la salvación traída por Jesucristo no conoce fronteras ni exclusivismos. Ésta es la buena noticia que Pablo trata de comunicar a todos los hombres.

Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Éfeso. Ef 3, 2-6

Hermanos: Seguramente habrán oído hablar de la gracia de Dios, que me ha sido dispensada en beneficio de ustedes. Fue por medio de una revelación como se me dio a conocer este misterio, tal como acabo de exponérselo en pocas palabras. Al leerlas, se darán cuenta de la comprensión que tengo del misterio de Cristo, que no fue manifestado a las generaciones pasadas, pero que ahora ha sido revelado por medio del Espíritu a sus santos apóstoles y profetas. Este misterio consiste en que también los paganos participan de una misma herencia, son miembros de un mismo Cuerpo y beneficiarios de la misma promesa en Cristo Jesús, por medio del Evangelio.

Palabra de Dios.

ALELUYA Mt 2, 2

Aleluya. Vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorar al Señor. Aleluya.

EVANGELIO

Los pastores de Belén representaban al pueblo de Israel; los magos venidos de Oriente representaban a todos los pueblos del mundo a quien Dios hace llegar la salvación, por medio de Jesús. En el episodio de los Magos, vemos que unos extranjeros son los primeros en inquietarse por el nacimiento del Mesías e ir en su búsqueda, mientras que los escribas y sacerdotes, llenos de ciencia bíblica, viven una fe tan empobrecida que no hacen el más mínimo esfuerzo para visitar al Niño. Herodes está dispuesto a ir a Belén, pero con una intención homicida. La lección es clara: la luz de Dios, como la estrella, brilla para todos, pero hay que saber interpretarla y seguirla.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo. Mt 2, 1-12

Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén y preguntaron: “¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer?

Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo”. Al enterarse, el rey Herodes quedó desconcertado y con él toda Jerusalén. Entonces reunió a todos los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo, para preguntarles en qué lugar debía nacer el Mesías. “En Belén de Judea, le respondieron, porque así está escrito por el Profeta: “Y tú, Belén, tierra de Judá, ciertamente no eres la menor entre las principales ciudades de Judá, porque de ti surgirá un jefe que será el Pastor de mi pueblo, Israel”. Herodes mandó llamar secretamente a los magos y, después de averiguar con precisión la fecha en que había aparecido la estrella, los envió a Belén, diciéndoles: “Vayan e infórmense cuidadosamente acerca del niño, y cuando lo hayan encontrado, avísenme para que yo también vaya a rendirle homenaje”. Después de oír al rey, ellos partieron. La estrella que habían visto en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño. Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría y, al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra. Y como recibieron en sueños la advertencia de no regresar al palacio de Herodes, volvieron a su tierra por otro camino.

Palabra del Señor.

Homilía

Sentados

Profesión de fe. De pie.

EL CREDO

Creo en Dios Padre todopoderoso. Creador del cielo y de la tierra. Y en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.

Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne, y la vida eterna. Amén.

ORACIÓN DE LOS FIELES

A cada intención, pedimos: Que todos los pueblos te aclamen, Señor.

·    Por la Iglesia, extendida en Oriente y Occidente: para que arraigando en todas las culturas, sea signo de salvación para todos los pueblos. Oremos.

·    Por las naciones que todavía no conocen el evangelio: para que sean receptivas a la salvación que Dios manifiesta en Jesús. Oremos.

·    Por los que sufren sin esperanza, los que buscan sin fe, los que aman a Dios sin saberlo: para que descubran a Cristo, el Salvador Oremos.

·    Por nuestra Iglesia diocesana, nuestras instituciones parroquiales y nosotros aquí reunidos: para que seamos antorchas de verdad y amor de Cristo. Oremos.

(Añadir y/o sustituir intenciones dando lugar a otras que reflejen las necesidades del momento y/o de la comunidad).

III. LITURGIA EUCARÍSTICA

Presentación de las Ofrendas: Después de alimentarnos con la palabra de Dios, preparamos la mesa de la Eucaristía presentando al Señor los dones de nuestra fe, expresada en generosas obras de caridad.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, mira bondadoso los dones de tu Iglesia que ya no te ofrece oro, incienso y mirra, sino lo que por estos mismos dones se proclama, se inmola y se recibe: Jesucristo nuestro Señor. Que vive y reina por los siglos de los siglos.

PREFACIO (PROPIO)

La Plegaria eucarística comienza por el himno de alabanza y acción de gracias, llamado prefacio. Nos unimos al celebrante que glorifica al Padre porque hoy iluminó a todos los pueblos revelándoles la salvación en Cristo.

Santo, Santo, Santo..

Durante la consagración, de rodillas, "a no ser que lo impida la estrechez del lugar, la aglomeración de la concurrencia o cualquier otra causa razonable". Terminada la consagración y la elevación del cáliz, con la genuflexión del sacerdote, hasta el final de la misa: de pie.

RITO DE COMUNION

PADRE NUESTRO

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.

LA PAZ

Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: “La paz os dejo, mi paz os doy”. No tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia, y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

CORDERO

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr. Mt 2, 2

Vimos su estrella en Oriente y hemos venido con nuestros dones a rendir homenaje al Señor.

Comunión: La eucaristía es la manifestación de Jesús que quiso estar en medio nuestro hasta el fin del mundo. Con alegría, nos acercamos a recibir el Pan de Vida.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Dios todopoderoso, que tu luz celestial nos acompañe siempre y en todo lugar, para que contemplemos con mirada pura y recibamos con el debido amor este misterio del que hemos participado.

Por Jesucristo nuestro Señor.

IV. RITO DE CONCLUSION

BENDICION

Canto final: Alegres porque Dios quiere que la salvación obrada por Jesús llegue a todos los pueblos y naciones, nos retiramos cantando.


Respuesta  Mensaje 6 de 12 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 07/01/2010 16:54

SALMO Sal 2, 7-8. 10-12

R. ¡Te daré las naciones como herencia!

Voy a proclamar el decreto del Señor: Él me ha dicho: --Tú eres mi hijo, Yo te he engendrado hoy. Pídeme, y te daré las naciones como herencia, y como propiedad, los confines de la tierra-. R.

Por eso, reyes, sean prudentes; aprendan, gobernantes de la tierra. Sirvan al Señor con temor; temblando, ríndanle homenaje. R.

ALELUYA Mt 4, 23

Aleluya. Jesús proclamaba la Buena Noticia del Reino, sanaba todas las enfermedades de la gente. Aleluya.

EVANGELIO Mt 4, 12-17. 23-25

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.

Cuando Jesús se enteró de que Juan Bautista había sido arrestado, se retiró a Galilea. Y, dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaún, a orillas del lago, en los confines de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliera lo que había sido anunciado por el profeta Isaías: «¡Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí, camino del mar, país de la Transjordania, Galilea de las naciones! El pueblo que se hallaba en tinieblas vio una gran luz; sobre los que vivían en las oscuras regiones de la muerte, se levantó una luz». A partir de ese momento, Jesús comenzó a proclamar: «Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca». Jesús recorría toda la Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando la Buena Noticia del Reino y sanando todas las enfermedades y dolencias de la gente. Su fama se extendió por toda la Siria, y le llevaban a todos los enfermos, afligidos por diversas enfermedades y sufrimientos: endemoniados, epilépticos y paralíticos, y él los sanaba. Lo seguían grandes multitudes que llegaban de Galilea, de la Decápolis, de Jerusalén, de Judea y de la Transjordania.

Palabra del Señor.

COMENTARIO

Juan Bautista es apresado. Herodes intenta así frenar el mensaje del Reino. Es entonces cuando Jesús inicia su misión. Deja su pequeña aldea de Nazaret para dirigirse a la ciudad de Cafarnaún, a orillas del lago de Ga-lilea. Ciudad de intenso tráfico comercial y sede de un asentamiento romano, está cruzada por una de las tantas rutas que comunican el Imperio. Hacia allí va Jesús para que la Buena Noticia se difunda, para que a todos les llegue la luz.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, acepta nuestros dones por los que se realiza un admirable intercambio, para que al ofrecerte lo que nos diste podamos recibirte a ti mismo.

Por Jesucristo nuestro Señor.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Jn 1, 14

Nosotros hemos visto su gloria, la gloria que él recibe del Padre, como Hijo único, lleno de gracia y verdad.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Dios todopoderoso, concédenos que la eficacia de estos santos misterios fortalezca constantemente nuestra vida.

Por Jesucristo nuestro Señor.

 


Respuesta  Mensaje 7 de 12 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 07/01/2010 16:55

PREFACIO DE EPIFANÍA.

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 117, 26-27

Bendito el que viene en nombre del Señor. El Señor es Dios, él nos ilumina.

ORACIÓN COLECTA

Señor, cuyo Hijo único se manifestó en la realidad de nuestra carne haciéndose semejante a nosotros en lo exterior; concédenos que él nos transforme interiormente.

Por nuestro Señor Jesucristo.

LECTURA 1Jn 4, 7-10

Lectura de la primera carta de san Juan.

Queridos míos, amémonos los unos a los otros, porque el amor procede de Dios, y el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. Así Dios nos manifestó su amor: envió a su Hijo único al mundo, para que tuviéramos vida por medio de él. Y este amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó primero, y envió a su Hijo como víctima propi-ciatoria por nuestros pecados.

Palabra de Dios.

COMENTARIO

¿Cómo podremos amarnos entre nosotros como Cristo nos amó? Esto sólo es posible porque él nos amó primero. Dejémonos inundar de ese amor que el Padre y Cristo nos regalan, y así podremos amarnos entre nosotros.

SALMO Sal 71, 1-4ab. 7-8

R. ¡Pueblos de la tierra, alaben al Señor!

Concede, Señor, tu justicia al rey y tu rectitud al descendiente de reyes, para que gobierne a tu pueblo con justicia y a tus pobres con rectitud. R.

Que las montañas traigan al pueblo la paz, y las colinas, la justicia; que él defienda a los humildes del pueblo, socorra a los hijos de los pobres. R.

Que en sus días florezca la justicia y abunde la paz, mientras dure la luna; que domine de un mar hasta el otro, y desde el Río hasta los confines de la tierra. R.

ALELUYA Lc 4, 18

Aleluya. El Señor me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos. Aleluya.

EVANGELIO Mc 6, 34-44

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.

Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato. Como se había hecho tarde, sus discípulos se acercaron y le dijeron: -Éste es un lugar desierto, y ya es muy tarde. Despide a la gente, para que vaya a los campos y poblaciones cercanos a comprar algo para comer-. Él respondió: -Denles de comer ustedes mismos-. Ellos le dijeron: -¿Tendríamos que ir a comprar doscientos denarios de pan para dar de comer a todos?-. Jesús preguntó: -¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan a ver-. Después de averiguarlo, dijeron: -Cinco panes y dos pescados--. Él les ordenó que hicieran sentar a todos en grupos, sobre la hierba verde, y la gente se sentó en grupos de cien y de cincuenta. Entonces él tomó los cinco panes y los dos pescados y, levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los fue entregando a sus discípulos para que los distribuyeran. También repartió los dos pescados entre la gente. Todos comieron hasta saciarse, y se recogieron doce canastas llenas de sobras de pan y de restos de pescado. Los que comieron eran cinco mil hombres.

Palabra del Señor.

COMENTARIO

Los discípulos comparten la misión de Jesús, por lo que les corresponde a ellos aprender a saciar el hambre y la sed del desvalido mediante los cinco panes y los dos peces, signos del amor fraterno que se comparte entre hermanos, como Jesús, imagen del Padre, que se reparte para la salvación del mundo.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, acepta benignamente los dones de tu pueblo, y por este sacramento celestial concédele alcanzar lo que proclama con sincera fe.

Por Jesucristo nuestro Señor.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Ef 2, 4; Rom 8, 3

Dios, por el gran amor con que nos amó, envió a su propio Hijo, en una carne semejante a la del pecado.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN


Respuesta  Mensaje 8 de 12 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 07/01/2010 16:55

PREFACIO DE EPIFANÍA.

ANTÍFONA DE ENTRADA Is 9, 2

El pueblo que se hallaba en tinieblas, vio una gran luz; sobre los que vivían en las oscuras regiones de la muerte, una luz les brilló.

ORACIÓN COLECTA

Señor, que iluminas a todos los hombres, concede a los pueblos de la tierra gozar de paz duradera, e infunde en nuestros corazones aquella luz resplandeciente que derramaste en las mentes de nuestros padres.

Por nuestro Señor Jesucristo.

LECTURA 1Jn 4, 11-18

Lectura de la primera carta de san Juan.

Queridos míos, si Dios nos amó tanto, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. Nadie ha visto nunca a Dios: si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros y el amor de Dios ha llegado a su plenitud en nosotros. La señal de que permanecemos en él y él permanece en nosotros, es que nos ha comunicado su Espíritu. Y nosotros hemos visto y atestiguamos que el Padre envió al Hijo como Salvador del mundo. El que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, permanece en Dios, y Dios permanece en él. Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él. Dios es amor, y el que permanece en el amor permanece en Dios, y Dios permanece en él. La señal de que el amor ha llegado a su plenitud en nosotros, está en que tenemos plena confianza ante el día del Juicio, porque ya en este mundo somos semejantes a él. En el amor no hay lugar para el temor: al contrario, el amor perfecto elimina el temor, porque el temor supone un castigo, y el que teme no ha llegado a la plenitud del amor.

Palabra de Dios.

COMENTARIO

Entre el Padre y el Hijo, circula una corriente de amor perfecto. Ese amor es el Espíritu Santo, y ése es el gran don que hemos recibido todos los bautizados. Por eso nos dice la carta que no hay lugar para el temor, tenemos en nuestro corazón el amor con que se aman el Padre y el Hijo, ¿a qué podemos temer entonces?

SALMO Sal 71, 1- 2. 10-13

R. ¡Que se postren ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra!

Concede, Señor, tu justicia al rey y tu rectitud al descendiente de reyes, para que gobierne a tu pueblo con justicia y a tus pobres con rectitud. R.

Que los reyes de Tarsis y de las costas lejanas le paguen tributo. Que los reyes de Arabia y de Sebá le traigan regalos; que todos los reyes le rindan homenaje y lo sirvan todas las naciones. R.

Porque él librará al pobre que suplica y al humilde que está desamparado. Tendrá compasión del débil y del pobre, y salvará la vida de los indigentes. R.

ALELUYA Cfr. 1Tim 3, 16

Aleluya. Gloria a ti, Cristo, proclamado a los paganos; gloria a ti, Cristo, creído en el mundo. Aleluya.

EVANGELIO Mc 6, 45-52

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.

Después que los cinco mil hombres se saciaron, enseguida Jesús obligó a sus discípulos a que subieran a la barca y lo precedieran en la otra orilla, hacia Betsaida, mientras él despedía a la multitud. Una vez que los despidió, se retiró a la montaña para orar. Al caer la tarde, la barca estaba en medio del mar y él permanecía solo en tierra. Al ver que remaban muy penosamente, porque tenían viento en contra, cerca de la madrugada fue hacia ellos caminando sobre el mar, e hizo como si pasara de largo. Ellos, al verlo caminar sobre el mar, pensaron que era un fantasma y se pusieron a gritar, porque todos lo habían visto y estaban sobresaltados. Pero él les habló enseguida y les dijo: -Tranquilícense, soy Yo; no teman- Luego subió a la barca con ellos y el viento se calmó. Así llegaron al colmo de su estupor, porque no habían comprendido el milagro de los panes y su mente estaba enceguecida.

Palabra del Señor.

COMENTARIO

-Hay varias maneras de descubrir a Jesús. Una es ver en él a un fantasma con poder de hacer milagros. Sería como una especie de ‘fantasma milagrero’ desarrollando una fuerza sobrenatural y extraordinaria que emana de él para realizar prodigios. Una visión así engendra distancia y miedo. La otra forma es ver a Jesús, al Hijo de Dios, que tiene el poder de Dios en beneficio del hombre, y que viene a su encuentro para ayudarlo en sus necesidades y concederle la salvación- (Héctor Lordi, Meditando el evangelio de Marcos).

ANTÍFONA DE COMUNIÓN 1Jn 1, 2

La Vida que existía junto al Padre, se hizo visible y se nos ha manifestado.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor, que tu pueblo constantemente dirigido por ti, reciba de tu bondad la ayuda en el presente y en el futuro, para que, consolado en sus necesidades con las cosas transitorias, aspire con mayor confianza a los bienes eternos.

Por Jesucristo nuestro Señor.


Respuesta  Mensaje 9 de 12 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 07/01/2010 16:56

Prefacio de Epifanía.

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 111, 4

Para los buenos brilla la luz en las tinieblas: el Señor es el Bondadoso, el Compasivo y el Justo.

ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso, concédenos que el nacimiento del Salvador del mundo, revelado por la luz de una estrella, se manifieste cada vez más en nuestros corazones.

Por nuestro Señor Jesucristo.

PRIMERA LECTURA 1Jn 4, 19–5, 4

Lectura de la primera carta de san Juan.

Hijos míos: Nosotros amamos porque Dios nos amó primero. El que dice: “Amo a Dios”, y no ama a su hermano, es un mentiroso. ¿Cómo puede amar a Dios, a quien no ve, el que no ama a su hermano, a quien ve? Éste es el mandamiento que hemos recibido de él: el que ama a Dios debe amar también a su hermano. El que cree que Jesús es el Cristo, ha nacido de Dios; y el que ama al Padre ama también al que ha nacido de él. La señal de que amamos a los hijos de Dios es que amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos.

El amor a Dios consiste en cumplir sus mandamientos, y sus mandamientos no son una carga, porque el que ha nacido de Dios, vence al mundo.

Y la victoria que triunfa sobre el mundo es nuestra fe.

Palabra de Dios.

COMENTARIO

“Quien no ama a su hermano a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve”. La fe y la caridad deben ir juntas. La fe nos hace renacer a la vida de Dios, a quien no vemos, pero en quien creemos. El que pretende amar a Dios, debe amar también al hombre, pues no es posible amar al Padre, si no se ama también a sus hijos. El que es fiel a Jesucristo es igualmente fiel a los hombres por los que él murió, manifestando así el amor del Padre. Quien no siente pasión por el hombre, no puede, pues, pretender amar a Dios. La lección es dura para todos los que querrían privilegiar el culto a Dios, ignorando al hombre.

SALMO Sal 71, 1-2. 14. 15. 17

R. ¡Pueblos de la tierra, alaben al Señor!

Concede, Señor, tu justicia al rey y tu rectitud al descendiente de reyes, para que gobierne a tu pueblo con justicia y a tus pobres con rectitud. R.

Los rescatará de la opresión y la violencia, y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos. Por eso, que viva largamente, que oren por él sin cesar y lo bendigan todo el día. R.

Que perdure su Nombre para siempre y su linaje permanezca como el sol; que él sea la bendición de todos los pueblos y todas las naciones lo proclamen feliz. R.

ALELUYA Lc 4, 18

Aleluya. El Señor me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos. Aleluya.

EVANGELIO Lc 4, 14-22

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

Jesús volvió a Galilea con el poder del Espíritu y su fama se extendió en toda la región. Enseñaba en las sinagogas de ellos y todos lo alababan. Jesús fue a Nazaret, donde se había criado; el sábado entró como de costumbre en la sinagoga y se levantó para hacer la lectura. Le presentaron el libro del profeta Isaías y, abriéndolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. Él me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor”. Jesús cerró el libro, lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en él. Entonces comenzó a decirles: “Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír”. Todos daban testimonio a favor de él y estaban llenos de admiración por las palabras de gracia que salían de su boca.

Palabra del Señor.

COMENTARIO

“Hoy se cumple esta Escritura que acaban de oír”. Sábado, en una sinagoga, donde Israel reconoció tantas veces su futuro en la palabra de sus profetas. Todos los ojos se detienen en Jesús, que lee el pasaje de Isaías que se refiere a él. He aquí que Dios habla nuevamente a su pueblo. Allí está Jesús haciendo su homilía: la más breve que jamás se ha oído; la más auténtica: efectivamente, los ciegos ven, los cojos caminan y a los pobres se les anuncia la buena noticia. Y la más comprometedora, porque creer en él es comprometerse en su misma misión.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, acepta benignamente los dones de tu pueblo, y por este sacramento celestial, concédele alcanzar lo que proclama con sincera fe.

Por Jesucristo nuestro Señor.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN 1Jn 4, 9

Así Dios nos manifestó su amor: envió a su Hijo único al mundo, para que tuviéramos Vida por medio de él.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor, que nos nutres con la participación de tu sacramento, obra en nuestros corazones su poderosa eficacia para que por este don que nos haces, nos dispongas a recibirlo con mayor fervor cada día.

Por Jesucristo nuestro Señor.


Respuesta  Mensaje 10 de 12 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 09/01/2010 22:51

PREFACIO DE EPIFANÍA.

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 111, 4

Para los buenos brilla la luz en las tinieblas: el Señor es el bondadoso, el compasivo y el justo.

ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso, concédenos que el nacimiento del Salvador del mundo, revelado por la luz de una estrella, se manifieste cada vez más en nuestros corazones.

Por nuestro Señor Jesucristo.

LECTURA 1Jn 5, 5-13

Lectura de la primera carta de san Juan.

Hijos míos: ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? Jesucristo vino por el agua y por la sangre; no solamente con el agua, sino con el agua y con la sangre. Y el Espíritu da testimonio porque el Espíritu es la verdad. Son tres los que dan testimonio: el Espíritu, el agua y la sangre; y los tres están de acuerdo. Si damos fe al testimonio de los hombres, con mayor razón tenemos que aceptar el testimonio de Dios. Y Dios ha dado testimonio de su Hijo. El que cree en el Hijo de Dios tiene en su corazón el testimonio de Dios. El que no cree a Dios lo hace pasar por mentiroso, porque no cree en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Y el testimonio es éste: Dios nos dio la Vida eterna, y esa Vida está en su Hijo. El que está unido al Hijo, tiene la Vida; el que no lo está, no tiene la Vida. Les he escrito estas cosas, a ustedes que creen en el Nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen la Vida eterna.

Palabra de Dios.

COMENTARIO

Una palabra se repite a lo largo de todo el párrafo: testimonio. Testimoniar es transmitir una experiencia, poder contar porque uno vio y escuchó. El Espíritu Santo que habita en nuestros corazones nos comunica este testimonio: ¡tenemos la vida que viene de Dios!

SALMO Sal 147, 12-15. 19-20

R. ¡Glorifica al Señor, Jerusalén!

¡Glorifica al Señor, Jerusalén, alaba a tu Dios, Sión! Él reforzó los cerrojos de tus puertas y bendijo a tus hijos dentro de ti. R.

Él asegura la paz en tus fronteras y te sacia con lo mejor del trigo. Envía su mensaje a la tierra, su palabra corre velozmente. R.

Revela su palabra a Jacob, sus preceptos y mandatos a Israel: a ningún otro pueblo trató así ni le dio a conocer sus mandamientos. R.

ALELUYA Cfr. Mt 4, 23

Aleluya. Jesús proclamaba la Buena Noticia del Reino, y sanaba todas las dolencias de la gente. Aleluya.

EVANGELIO Lc 5, 12-16

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

Mientras Jesús estaba en una ciudad, se presentó un hombre cubierto de lepra. Al ver a Jesús, se postró ante Él y le rogó: “‘Señor, si quieres, puedes purificarme”. Jesús extendió la mano y lo tocó, diciendo: “Lo quiero, queda purificado”. Y al instante la lepra desapareció. Él le ordenó que no se lo dijera a nadie, pero añadió: “Ve a presentarte al sacerdote y entrega por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio”. Su fama se extendía cada vez más y acudían grandes multitudes para escucharlo y hacerse sanar de sus enfermedades. Pero Él se retiraba a lugares desiertos para orar.

Palabra del Señor.

COMENTARIO

Los inicios de la actividad de Jesús por Galilea son, para usar un término moderno, --exitosos--. Su fama se extiende, la gente llega de todas partes para verlo, tocarlo, escucharlo. Pero la misión de Jesús es mucho más que su fama o el hecho de arrastrar multitudes. Jesús pone la distancia necesaria a todo esto para encontrarse a solas con su Padre en la oración.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, acepta benignamente los dones de tu pueblo, y por este sacramento celestial, concédele alcanzar lo que proclama con sincera fe.

Por Jesucristo nuestro Señor.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN 1Jn 4, 9

Así Dios nos manifestó su amor: envió a su Hijo único al mundo, para que tuviéramos Vida por medio de él.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor, que nos nutres con la participación de tu sacramento, obra en nuestros corazones su poderosa eficacia, para que por este don que nos haces, nos dispongas a recibirlo con mayor fervor cada día.

Por Jesucristo nuestro Señor.


Respuesta  Mensaje 11 de 12 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 09/01/2010 22:51

Prefacio de Epifanía.

ANTÍFONA DE ENTRADA Gál 4, 4-5

Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer, para hacernos hijos adoptivos.

ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, que en tu Hijo único nos hiciste para tu gloria una nueva criatura; concédenos que por tu gracia nos asemejemos a Cristo por quien nuestra naturaleza humana está junto a ti.

Por nuestro Señor Jesucristo.

LECTURA 1Jn 5, 14-21

Lectura de la primera carta de san Juan.

Hijos míos: Tenemos plena confianza de que Dios nos escucha si le pedimos algo conforme a su voluntad. Y sabiendo que Él nos escucha en todo lo que le pedimos, sabemos que ya poseemos lo que le hemos pedido. El que ve a su hermano cometer un pecado que no lleva a la muerte, que ore y le dará la Vida. Me refiero a los que cometen pecados que no conducen a la muerte, porque hay un pecado que lleva a la muerte; por éste no les pido que oren. Aunque toda maldad es pecado, no todo pecado lleva a la muerte. Sabemos que el que ha nacido de Dios no peca, sino que el Hijo de Dios lo protege, y el Maligno no le puede hacer nada. Sabemos que somos de Dios, y que el mundo entero está bajo el poder del Maligno. Y sabemos también que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para que conozcamos al que es Verdadero; y nosotros permanecemos en el que es Verdadero, en su Hijo Jesucristo. Él es el Dios verdadero y la Vida eterna. Hijitos míos, cuídense de los ídolos.

Palabra de Dios.

COMENTARIO

El pecado como rechazo a Dios y a su amor no tendrá lugar en el corazón de quienes reciben el Espíritu Santo. La carta finaliza exhortándonos a vivir no en el pecado, sino en el amor a Dios que es vida y es verdad.

SALMO Sal 149, 1-6. 9

R. ¡El Señor ama a su pueblo!

Canten al Señor un canto nuevo, resuene su alabanza en la asamblea de los fieles; que Israel se alegre por su Creador y los hijos de Sión se regocijen por su Rey. R.

Celebren su Nombre con danzas, cántenle con el tambor y la cítara, porque el Señor tiene predilección por su pueblo y corona con el triunfo a los humildes. R.

Que los fieles se alegren por su gloria y canten jubilosos en sus fiestas. Glorifiquen a Dios con sus gargantas; éste es un honor para todos sus fieles. R.

ALELUYA Mt 4, 16

Aleluya. El pueblo que se hallaba en tinieblas vio una gran luz; sobre los que vivían en las oscuras regiones de la muerte, se levantó una luz. Aleluya.

EVANGELIO Jn 3, 22-30

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.

Jesús fue con sus discípulos a Judea. Permaneció allí con ellos y bautizaba. Juan Bautista seguía bautizando en Enón, cerca de Salim, porque había mucha agua en ese lugar y la gente acudía para hacerse bautizar. Juan no había sido encarcelado todavía. Se originó entonces una discusión entre los discípulos de Juan y un judío, acerca de la purificación. Fueron a buscar a Juan y le dijeron: “Maestro, el que estaba contigo al otro lado del Jordán y del que tú has dado testimonio, también bautiza y todos acuden a Él”. Juan respondió: --Nadie puede atribuirse nada que no haya recibido del cielo. Ustedes mismos son testigos de que he dicho: “Yo no soy el Mesías, pero he sido enviado delante de Él”. En las bodas, el que se casa es el esposo; pero el amigo del esposo, que está allí y lo escucha, se llena de alegría al oír su voz. Por eso mi gozo es ahora perfecto. Es necesario que Él crezca y que yo disminuya-.

Palabra del Señor.

COMENTARIO

Juan Bautista afirma, una vez más, la identidad de Jesús. Jesús es el Mesías, y Juan Bautista se reconoce como enviado para anunciar. La alegría del que anuncia es, justamente, que aquél a quien anuncia sea reconocido. También así nosotros hoy pondremos nuestra alegría en anunciar a Jesús y que él sea reconocido como salvador de los hombres y mujeres de nuestro tiempo.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, autor de la verdadera devoción y de la paz, concédenos que por este sacrificio rindamos a tu grandeza el debido homenaje y que por la participación de este misterio vivamos unidos en un solo corazón.

Por Jesucristo nuestro Señor.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN 1Jn 4, 9

De su plenitud, todos hemos recibido gracia tras gracia.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor, que tu pueblo constantemente dirigido por ti, reciba de tu bondad la ayuda en el presente y en el futuro, para que, consolado en sus necesidades, aspire con mayor confianza a los bienes eternos.

Por Jesucristo nuestro Señor.


Respuesta  Mensaje 12 de 12 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 09/01/2010 22:52

I. RITOS INICIALES

ANTÍFONA DE ENTRADA Cf r. Mt 3, 16-17

Los cielos se abrieron después del bautismo del Señor, y el Espíritu, en forma de paloma, descendió sobre El. Se oyó la voz del Padre: Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta mi predilección.

ACTO PENITENCIAL

·    Tú que, bautizado por Juan, pasaste por un pecador. Señor ten piedad

·    Tú que, ungido por el Espíritu, te entregaste por nosotros. Cristo, ten piedad.

·    Tú que, siendo hijo amado del Padre, quitas el pecado del mundo. Señor, ten piedad.

SE DICE GLORIA A DIOS.

Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra suplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.

ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, que proclamaste a Cristo como Hijo tuyo muy amado, cuando era bautizado en el Jordán, y el Espíritu Santo descendía sobre él; concede a tus hijos, renacidos del aguay del Espíritu, perseverar siempre en el cumplimiento de tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

O bien:

Dios nuestro, tu Hijo unigénito se ha manifestado en la realidad de nuestra carne; concédenos que él nos transforme interiormente, ya que lo reconocemos semejante a nosotros en su humanidad. El que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

II. LITURGIA DE LA PALABRA

Sentados

PRIMERA LECTURA Is 40, 1-5. 9-11

El profeta espera y anuncia, un cambio total en el mundo. Por fin Dios viene a reinar. Y hay que prepararse para este momento crucial de la historia de la humanidad. El mensajero pregona la Buena Noticia de que el triunfo de Dios terminará con los dolores y sufrimientos del pueblo.

Lectura del libro de Isaías.

Consuelen, consuelen a mi Pueblo, dice su Dios! Hablen al corazón de Jerusalén y anúncienle que su tiempo de servicio se ha cumplido, que su culpa está pagada, que ha recibido de la mano del Señor doble castigo por todos sus pecados. Una voz proclama: Preparen en el desierto el camino del Señor, tracen en la estepa un sendero para nuestro Dios! Que se rellenen todos los valles y se aplanen todas las montañas y colinas; que las quebradas se conviertan en llanuras y los terrenos escarpados, en planicies! Entonces se revelará la gloria del Señor y todos los hombres la verán juntamente, porque ha hablado la boca del Señor. Súbete a una montaña elevada, tú que llevas la buena noticia a Sión; levanta con fuerza tu voz, tú que llevas la buena noticia a Jerusalén. Levántala sin temor, di a las ciudades de Judá: “Aquí está su Dios!”. Ya llega el Señor con poder y su brazo le asegura el dominio: el premio de su victoria lo acompaña y su recompensa lo precede. Como un pastor, El apacienta su rebaño, lo reúne con su brazo; lleva sobre su pecho a los corderos y guía con cuidado a las que han dado a luz.

Palabra de Dios.

SALMO Sal 103, 1-4. 24-25. 27-30

R. ¡Bendice al Señor, alma mía!

Señor, Dios mío, qué grande eres! Estás vestido de esplendor y majestad y te envuelves con un manto de luz. Tú extendiste el cielo como un toldo. R.

Construiste tu mansión sobre las aguas. Las nubes te sirven de carruaje y avanzas en alas del viento. Usas como mensajeros a los vientos, y a los relámpagos, como ministros. R.

Qué variadas son tus obras, Señor! Todo lo hiciste con sabiduría, la tierra está llena de tus criaturas! Allí está el mar, grande y dilatado, donde se agitan, en número incontable, animales grandes y pequeños. R.

Todos esperan deti que les des la comida a su tiempo: se la das, y ellos la recogen; abres tu mano, y quedan saciados. R.

Si escondes tu rostro, se espantan; si les quitas el aliento, expiran y vuelven al polvo. Si envías tu aliento, son creados, y renuevas la superficie de la tierra. R.

SEGUNDA LECTURA Tit 2, 11-14; 3, 4-7

Cristo Dios, se hizo visible e impartió enseñanzas que pulen y elevan la vida: nos enseñó a seleccionar ideas y costumbres. Señaló las virtudes, que cumplidas ennoblecen y dan estabilidad. Su obra salvadora fue un gesto de bondad; no hay méritos para jactarse, pero nace el compromiso de vivir con rectitud.

Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a Tito.

Querido hijo: La gracia de Dios, que es fuente de salvación para todos los hombres, se ha manifestado. Ella nos enseña a rechazar la impiedad y los deseos mundanos, para vivir en la vida presente con sobriedad, justicia y piedad, mientras aguardamos la feliz esperanza y la Manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador, Cristo Jesús. El se entregó por nosotros, a fin de librarnos de toda iniquidad, purificarnos y crear para sí un Pueblo elegido y lleno de celo en la práctica del bien. Pero cuando se manifestó la bondad de Dios, nuestro Salvador, y su amor a los hombres, no por las obras de justicia que habíamos realizado, sino solamente por su misericordia, Él nos salvó, haciéndonos renacer por el bautismo y renovándonos por el Espíritu Santo. Y derramó abundantemente ese Espíritu sobre nosotros por medio de Jesucristo, nuestro Salvador, a fin de que, justificados por su gracia, seamos en esperanza herederos de la Vida eterna.

Palabra de Dios.

ALELUYA Lc3, 16

Aleluya. “Viene uno que es más poderoso que yo”, dijo Juan Bautista; “El los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego”. Aleluya.

EVANGELIO Lc 3, 15-16. 21-22

Era comprensible que muchos tuvieran una idea confusa sobre la verdadera identidad del Bautista, ante su personalidad y su predicación. Sin embargo, Juan no se equivocaba, sabía cuál era su rol y su lugar. El no era el Mesías, sino simplemente quien preparaba al pueblo para la llegada de éste. El bautismo de Jesús es una nueva epifanía, porque el Padre revela quién es el Hijo. No es sólo el Salvador, no es simplemente un predicador, ni siquiera un líder religioso o político. Se trata del mismo Hijo de Dios encarnado en la tierra.

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.

Como el pueblo estaba a la expectativa y todos se preguntaban si Juan Bautista no sería el Mesías, él tomó la palabra y les dijo: “Yo los bautizo con agua, pero viene uno que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de desatar la correa de sus sandalias; El los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego”. Todo el pueblo se hacía bautizar, y también fue bautizado Jesús. Y mientras estaba orando, se abrió el cielo y el Espíritu Santo descendió sobre El en forma corporal, como una paloma. Se oyó entonces una voz del cielo: “Tú eres mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi predilección”.

Palabra del Señor.

Homilía

Sentados

Profesión de fe. De pie.

EL CREDO

Creo en Dios Padre todopoderoso. Creador del cielo y de la tierra. Y en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.

Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne, y la vida eterna. Amén.

ORACIÓN DE LOS FIELES

A cada intención, pedimos: Ayúdanos, Señor, a vivir nuestro bautismo.

·    Para que todos los bautizados en Cristo, amados de Dios y ungidos por el Espíritu Santo, pasemos por el mundo haciendo el bien. Oremos.

·    Para que todos los hombres enfrentados por razones étnicas, políticas o religiosas, comprendan que Dios no hace diferencia entre sus hijos. Oremos.

·    Para que los bautizados alejados de la Iglesia sientan que el Padre Dios los convoca con amor. Oremos.

·    Para que nuestra comunidad acompañe con su testimonio de fe a los nuevos bautizados. Oremos.

(Añadir y/o sustituir intenciones dando lugar a otras que reflejen las necesidades del momento y/o de la comunidad).

III. LITURGIA EUCARÍSTICA

Presentación de las Ofrendas: Después de alimentarnos con la palabra de Dios, preparamos la mesa de la Eucaristía presentando al Señor los dones de nuestra fe, expresada en generosas obras de caridad.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Padre, los dones que te presentamos al celebrar la manifestación de tu Hijo amado, para que nuestra ofrenda se convierta en el sacrificio de Aquél que, misericordiosamente, quiso lavar los pecados del mundo. Que vive y reina por los siglos de los siglos.

PREFACIO

EL BAUTISMO DEL SEÑOR

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.

Tú quisiste expresar, con signos admirables en el río Jordán, el misterio del nuevo bautismo, para que, por tu voz celestial, se manifestase que tu Palabra habitaba entre los hombres, y, por el Espíritu, que bajó en forma de paloma, se reconociera que Cristo, tu servidor, había sido ungido con el óleo de la alegría y enviado a evangelizar a los pobres.

Por eso, con los coros celestiales, te alabamos en la tierra llenos de alegría, cantando sin cesar:

Santo, Santo, Santo...

Durante la consagración, de rodillas, "a no ser que lo impida la estrechez del lugar, la aglomeración de la concurrencia o cualquier otra causa razonable". Terminada la consagración y la elevación del cáliz, con la genuflexión del sacerdote, hasta el final de la misa: de pie.

RITO DE COMUNION

PADRE NUESTRO

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.

LA PAZ

Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: “La paz os dejo, mi paz os doy”. No tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia, y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

CORDERO

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Jn l, 32-34

Juan dio este testimonio: yo lo he visto, y doy testimonio de que El es el Hijo de Dios.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Alimentados con el pan del cielo, te pedimos, Padre, que escuchemos con fidelidad a tu Hijo unigénito y así nos llamemos y seamos verdaderamente hijos tuyos.

Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor.

IV. RITO DE CONCLUSION

BENDICION



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