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Respuesta  Mensaje 1 de 29 en el tema 
De: LUNASOL  (Mensaje original) Enviado: 02/02/2010 12:38

Enviado: 28/06/2009 21:20

 

El encuentro con la palabra de Dios nos lleva a reflexionar

sobre nuestra mision , comportamiento y fe,  aqui dejare unas reflexiones

sobre  ella, el estar cerca de el, el hacerlo dueno de nuestra alma

el que haya dejado a su hijo derramar su sangre , por nosotros

nos hace perdonar nuestras faltas

Espero , la conversion real autentica en la gracia de Dios

gracias mis gaviotas

 

 



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Respuesta  Mensaje 15 de 29 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 13/02/2010 16:14

ESTUDIO Y REFLEXIÓN BÍBLICA

 

“Dichosos los Pobres”

Lc 6, 12-13. 17. 20-26

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

1.      JESÚS SUBE A ORAR A LA MONTAÑA

Luego de varias jornadas sabáticas en las sinagogas, con la participación de muchos asistentes donde lo que expone Jesús como verdad causa ira e irrita a los escribanos y fariseos, quienes están con una ofuscación tenaz y persistente que les impide ver la realidad o razonar sobre ella, Jesús sube a orar a a montaña. Dos mil años mas tarde, aún hay quien se irrita por el mensaje evangélico, les atormenta su conciencia.

En este fragmento, Lucas nos destaca algo muy importante, antes de la trascendental elección de sus apóstoles, Jesús sube a orar a la montaña. Además nos dice que Jesús paso la noche orando. El silencio de la montaña, especialmente de la noche, es un lugar muy apropiado para el encuentro con Dios, así también lo hizo Moisés, así lo hace Jesús, para reflexionar con su Padre, por eso va una montaña para orar, y pasa toda la noche en oración con Dios.

Nos enseña Jesús, lo bueno que es entrar en contacto con quien nos ama antes de tomar decisiones, queriendo el Padre lo mejor para nosotros, no podemos esperar nada mejor que su buen consejo. Teresa de Jesús define orar como: A mi parecer no es otra cosa oración sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama".

2.      LLAMÓ A SUS DISCÍPULOS Y ELIGIÓ A DOCE DE ELLOS

Luego, cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los que dio el nombre de Apóstoles. Este nombre significa el que recibe una misión determinada. La misión que les confía es triple: que le acompañen, pues Jesús desea formarlos bien; para enviarlos a predicar la doctrina del reino, sobre todo después de la gran iluminación de Pentecostés; y para confiarles el poder de expulsar demonios: con ello se demostrará la llegada del Mesías, una de cuyas características sería ésta, y, por tanto, ellos quedarían bien acreditados como “apóstoles” del Mesías para la expansión de su reino.

Jesús, al elegir a estos doce amigos íntimos como sus discípulos, establece los cimientos del nuevo Israel o pueblo de Dios. Ahora estos discípulos, acompañaran y aprenderán el modo de vida de su maestro, y le darán su apoyo, le tendrán fe, le entregarán su adhesión total, para luego ser los apóstoles, que como enviados han de continuar la misión entregada por Jesús.

3.      EL SIMPLE ACERCAMIENTO FÍSICO A JESÚS, LES DABA PAZ Y ALIVIO

Pero luego, estos doce no serán los únicos discípulos, ya que al bajar con ellos se detuvo en una llanura. Estaban allí muchos de sus discípulos y una gran muchedumbre que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, para escucharlo y hacerse sanar de sus enfermedades. El nuevo pueblo de Dios no estará formado ya por sólo judíos; también los paganos formarán parte de él.

Este fragmento del evangelio nos relata además que los que estaban atormentados por espíritus impuros quedaban sanos; y toda la gente quería tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.

El simple acercamiento físico a Jesús, les daba paz y alivio para sus dolencias, sean esta físicas o espirituales, y Jesús los hacia con todos y con todo tipo de personas, a ninguno le preguntaba si era judío, de otra región o lo que hacía, solo si tenían fe. Jesús, es un loco de amor por los hombres y por nosotros lo da todo.

4.      ¡FELICES USTEDES, LOS POBRES, PORQUE EL REINO DE DIOS LES PERTENECE!

Jesús, fijando la mirada en sus discípulos, dijo: ¡Felices ustedes, los pobres, porque el Reino de Dios les pertenece! ¡Felices ustedes, los que ahora tienen hambre, porque serán saciados!

Jesús al proclamar las bienaventuranzas, nos esta proponiendo una forma de vida distinta como condición para salvarnos, nos invita a un camino solidario con los pobres, nos estimula a una vida mas austera, nos anima a no vivir atados a los bienes materiales, de esta forma nos podemos dedicar más a Dios. El se preocupa intensamente por nosotros, ¿y nosotros que?

A todos los pobres nos promete el Reino de los Cielos, donde reina la paz, donde todo lo abunda, donde no existe le dolor ni las lagrimas, dono se vive en alegría y felicidad para siempre.

5.      ¡FELICES USTEDES, LOS QUE AHORA LLORAN, PORQUE REIRÁN!

Que no nos suene extraña esta frase, porque lloraremos nuestros pecados y miserias, nos arrepentiremos de haber sido distinto a como Dios le agrada que sean sus hijos y, Jesús nos perdonará y nos consolará. Pero también nos entristecemos por la desesperanza, pero es así como son bienaventurados los que lloramos amargamente nuestras penas, pero que hemos permanecidos con paciencia y resignación por amor a Dios, buscando el consuelo de Dios y ofreciéndole a El nuestras lágrimas. Sin embargo, es cierto que es triste sufrir, pero mas triste es no saber porque y para que se sufre, entonces busquemos el sentido del dolor, descubriéndolo como nos enseña Jesús. En efecto el dolor no invita a ser más desprendido y nos desprende de lo malo de la vida, porque indudablemente los golpes de la vida nos van enseñando el valor de las cosas buenas. Confiemos que en sufrir por Dios, nos traerá la verdadera alegría.

6.      ¡FELICES USTEDES, CUANDO LOS HOMBRES LOS ODIEN, LOS EXCLUYAN, LOS INSULTEN

¡Felices ustedes, cuando los hombres los odien, los excluyan, los insulten y proscriban el nombre de ustedes, considerándolos infames a causa del Hijo del hombre!

Jesús llama bienaventurados no a los que odian, sino a los que son odiados, especialmente a los que son odiados a causa de El, por seguirlo a El y vivir según sus enseñanzas, por proclamar su Evangelio y pedir que se viva conforme a El, sin acomodarlo a nuestro modo para que sea mas fácil, porque vivir el Evangelio nos hace dichoso. Entonces, no es el hecho de ser odiado por cualquier cosa, sino el de ser odiados por Cristo, por ser sus discípulos, por ser sus apóstoles, por aprender de El y seguir sus enseñanzas, por esta adheridos a El y ser fiel a su mensaje. Por esto nos sentimos felices de ser odiados por Jesucristo, especialmente si no damos motivos para que nos odien. En efecto, debemos cuidarnos de no dar motivos personales para ser odiados, porque en ese caso no nos odiaran por Jesús, sino que por nuestra causa, y lo que nos produce alegría es la causa de Jesucristo. Ahora vivir conforme a las enseñanzas de Jesús y los Evangelios, es siempre con la búsqueda de la bondad, la comprensión, y bueno es que los que nos vean, no reaccionen con odio, sino que con admiración por nuestra forma de vida.

7.      ¡ALÉGRENSE Y LLÉNENSE DE GOZO EN ESE DÍA, PORQUE LA RECOMPENSA DE USTEDES SERÁ GRANDE EN EL CIELO!

Este es el premio, esta es la forma como Dios nos recompensará, nosotros le entregaremos todo nuestro tiempo a Dios, los momentos de angustias y sufrimientos, nuestro corazón libre de ataduras de bienes terrenales, y Dios a cambio nos saciará en abundancia, con riquezas de gran valor, de dones y gracia, con la alegría de su Reino, la recompensa grande estará en el cielo. No nos aislemos de Dios, el es nuestro Padre, y un hijo, debe estar íntimamente cercano a su Padre amado y que nos ama, recemos, pidamos, invoquemos, llenémoslo de gozo y alegría.

8.      ¡DE LA MISMA MANERA LOS PADRES DE ELLOS TRATABAN A LOS PROFETAS!

Porque ellos y sus antepasados han sido pobres, han puesto su esperanza en Dios. Si la sociedad les ha fallado, negándoles lo que en justicia necesitaban para vivir, algún día Dios se los dará. Han esperado y no se han equivocado. Hoy son testigos de que Dios cumple su promesa.

Pero también no advierte: ¡Pero ¡ay de ustedes los ricos, porque ya tienen su consuelo! ¡Ay de ustedes, los que ahora están satisfechos, porque tendrán hambre! ¡Ay de ustedes, los que ahora ríen, porque conocerán la aflicción y las lágrimas! ¡Ay de ustedes cuando todos los elogien! ¡De la misma manera los padres de ellos trataban a los falsos profetas!

9.      ALEGREMOS EL CORAZÓN, MOSTREMOS EL ESPÍRITU CONTENTO

En cambio, los que por tener mucho no esperaban nada, quedaron con las manos vacías. Han pasado los siglos y el hombre sigue igual. El pobre o el que tiene alma de tal, mira hacia Dios y todo lo espera de el. Le deja un lugar en su vida y con fe y confianza, busca dejarse guiar por él. No así el rico o el que tiene alma de tal. Acostumbrado a comprarlo todo, cree no necesitar de nada ni de nadie. Dominado por la soberbia, ni siquiera cree necesitar de Dios. Es esa actitud de autosuficiencia, la que lo va marginando del Reino y la que en definitiva, puede dejarlo fuera de él. En labios de Jesús, pobreza o riqueza no son términos abstractos, ligados solo a la economía, sino, apuntan y nos invitan a una actitud de vida.

Por todas estas bienaventuranzas que nos regala el Señor, alegremos el corazón, mostremos el espíritu contento, porque será grande la recompensa, y esta es la vida por siempre en el cielo.

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

 

SANTORAL

 

SANTOS CIRILO Y METODIO 827-869 Y 815-885

Metodio y su hermano Constantino eran hijos de un alto funcionario de Bizancio destacado en Tesalónica. Aquí fue donde nacieron, hacia 825. Después de haber estudiado en Constantinopla tienen ante sí un brillante porvenir.

Cirilo (entonces llamado Constantino) enseña en la universidad de Constantinopla y recibe el sobrenombre de «el filósofo», y Metodio es gobernador de una provincia del imperio bizantino.

Son el saber y el poder, la cultura y el mando, las dos columnas de la civilización.

Pero no se conforman con las ambiciones de este mundo, se ordenan de sacerdotes, pronto comienzan sus misiones. En la primera, va sólo Cirilo por el Quersoneso, al sur de Crimea, hasta los jázaros, con gran fruto.

En la segunda, por el Danubio, hasta Moravia; donde ya se misionaba, con grandes dificultades, en latín, desde Alemania. Cirilo y Metodio, que conocían el eslavo, deciden hacer una lengua escrita con alfabeto propio, para aquel enjambre de dialectos eslavos.

Su adaptación, presentando en eslavo la liturgia y la Sagrada Escritura, alcanza pronto máxima eficacia.

Se les manda a Crimea en una misión mitad religiosa, mitad destinada a asegurar la paz en las fronteras del Imperio; el mismo carácter, aunque en mayor escala, tendrá hacia el año 863 la empresa de evangelizar la Moravia, a donde fueron enviados por el patriarca Focio, lograron un gran éxito apostólico, gracias a conocer la lengua eslava, que se habla también en Salónica, propagan con rapidez el cristianismo, Cirilo inventa una escritura para el eslavo (aunque el llamado alfabeto cirílico es obra de un discípulo suyo posterior), vierten los Evangelios a esta lengua y la utilizan también en la liturgia.

Pero fueron denunciados al papa Nicolás I por los misioneros latinos y hubieron de regresar a Roma para presentar sus disculpas (868),  allí muere Cirilo, el 14 de febrero del año 869, cuando iba a ser ordenado obispo misionero y el papa Adriano II consagra obispo a Metodio, quien tendrá que seguir bregando con los prelados alemanes, sufrir cautiverio y ver que se prohíbe la liturgia eslava, finalmente autorizada por Juan VIII.

Checos, croatas, servios y búlgaros reconocen en Cirilo y Metodio no sólo a sus padres en la fe, sino también en la lengua y la cultura, y estos dos griegos cultos, civilizadísimos y apostólicos, tan bien adaptados en tierras bárbaras son un símbolo doble de fidelidad a Roma y de arriesgada innovación en los medios evangelizadores, apoyándose en la razón de Estado para misionar independientemente extendiendo la razón de Dios.

Al morir Metodio en Vellehrad (Checoslovaquia), el 6 de abril del 885, sus funerales se celebraron en latín, griego y eslavo.

Antes de su muerte había suplicado San Cirilo al Señor que hiciera de su pueblo «un pueblo unido por la confesión y la defensa de la verdadera fe». Esa misma es la petición que dirigimos nosotros también a Dios en favor de todos los pueblos eslavos en la festividad de sus dos apóstoles.

En  1981 Juan Pablo II los proclamó copatronos de Europa con San Benito de Nursia.

Santoral preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo

Respuesta  Mensaje 16 de 29 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 15/02/2010 15:14

ESTUDIO Y REFLEXIÓN BÍBLICA

 

“El, exhalando un profundo suspiro, dijo: ¿Por qué esta generación pide una señal?”

Mc 8:10-13

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

Este episodio es una insidia farisaica. Unos fariseos salieron de la ciudad para abordar a Cristo en el lugar de su desembarco o a la región contigua, para “probarle,” tentarle. Le piden una “señal” que acreditase su mesianismo de modo irrefutable. En el contexto se ve que se trata de una insidia. Los otros milagros se los atribuían a Beelcebul. Un “signo” de este tipo, “del cielo” esperan que no pueda hacerlo, y así proclamarán su fracaso y descrédito.

Este fragmento del Evangelio nos destaca la amargura íntima de Cristo, el “exhalar un profundo suspiro”, ante la actitud irreductiblemente hostil de los fariseos ante sus obras.

En efecto, Judíos escribas y fariseos, con una engañosa disposición a creer, piden como condición ser testigos de un signo, o señal, esta es condición indispensable para creer. Al parecer todo lo que había realizado Jesús les parecía poco, además que esta era una nueva maniobra de fariseísmo que acostumbraba a atacar a Jesús.

Los fariseos, pedían ver algo extraordinario, un milagro fuera de lo común, una manifestación asombrosa y sensacional.

¿No les bastaría, no serian suficientemente convincente las señales que había dado Jesús?

Hoy, aún los hombres parecen insatisfechos con todo lo que se da, y tiene un gran gusto por pedir, incluso, piden cosas desmedidas y en un mundo con una problemática donde la irreverencia es dominante, donde el que puede le falta el respeto a nuestra fe, y la “crisis de la fe”, esta muy presente.

Los cristianos del mundo de hoy, tenemos que considerar un minucioso análisis de lo que esta sucediendo, y no pensemos en milagros asombrosos para demostrar nuestra fe. Dispongámonos a vivir comprometidamente con nuestra fe, dando testimonio con nuestra actitud de vida, para que sirva de ejemplo a ese tipo de personas de hoy y que en aquel tiempo Jesús respondió: En verdad os digo que no se le dará ninguna; Esta respuesta va a los jefes del pueblo, escribas y fariseos de ese entonces, ¿a quien se la dirigimos hoy? ¿a los cerrados de mente?

Así es, a Cristo no se le puede aceptar en la mente o en el pensamiento, si primero no se nos abre el corazón, porque la fe no un asunto de conocimiento, es entrega, con generosidad y aceptación.

Hay muchos aún que se niegan a aceptar a Cristo, le entran las palabras por el oído y las encuentran muy bonitas, pero no creen en ella y gran culpa tenemos de esto. Tenemos que ser capaces de reconocer que si este mundo nuevo hay ateos por doquier y rechazan al Señor, es como consecuencia de un rechazo de la falsa imagen que de él nosotros mismos como cristianos estamos entregando, porque le presentamos una imagen de vida que no es convincente.

Dice el Evangelio: “El, exhalando un profundo suspiro”, ¿acaso no estará dando el Señor el mismo suspiro hoy?, preguntémonos, ¿somos verdaderos signos de Cristo?, ¿mis hermanos pueden ver en mí un verdadero cristiano?, ¿soy capaz de transparentar a Cristo?.

Hermanas y Hermanos, los judíos en su época pedían un signo, hoy los hombres nos piden lo mismo, entonces estamos todos los cristianos obligados a dar testimonio con nuestra forma de vida que somos un verdadero signo consagrado a Cristo, estos va para todos, los laicos, los consagrados, los religiosos y los sacerdotes. Si mostramos ser un verdadero signo sacramental, de Jesucristo, muchos crearan más en El, entonces en el mundo habrá mas cristianos, y si hay mas seguidores del Señor, viviremos en un mundo de mas amor.

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

 

 

SANTORAL

 

SAN CLAUDIO DE LA COLOMBIERE +1683

La "llamada" a la vida religiosa es un misterio. El Señor se sirve de miles de caminos para conseguir lo que quiere. El pequeño Claudio había recibido una muy esmerada educación cristiana de aquella familia que en los Anales de la Visitación se llama "familia de santos", especialmente de parte de su buena madre que con visión profética le dijo en el lecho de muerte: -"Hijo mío, tú tienes que ser un santo religioso".

A pesar de ello, como después él mismo escribirá en sus apuntes espirituales, no era este el género de vida por el que sentía inclinación Claudio, más bien todo lo contrario. Escribió: «Cuando me hice religioso tenía una grandísima aversión a la vida que iba a abrazar. Los planes que se trazan para servir a Dios, nunca se realizan sino a costa de grandes sacrificios. He ingresado en la Compañía de Jesús por el aprecio que siempre he tenido de sus Reglas; y por haber visto que los Superiores saben exigir de tal manera su observancia, que estoy persuadido ser cosa fácil santificarse uno mismo y ayudar con la palabra y el ejemplo a la santificación de los demás ».

A sus dieciocho años, el 1658, ingresó en el noviciado de la Compañía de Jesús en la ciudad de los Papas, Aviñón. El Maestro de novicios dio al P. Provincial este informe del joven novicio Claudio: "Es un joven con una prudencia superior a lo que corresponde a su edad. De juicio sólido, de rara piedad y las más altas virtudes no le parecen excesivas a su fervor". Durante el año de la tercera Probación hizo el voto de guardar con exactitud todas las Reglas y Constituciones de la Compañía, y añadió: "Hago el propósito firme de cumplir cuanto me sea posible con toda fidelidad todos los deberes de mi estado y ser fiel al Señor aun en las cosas más mínimas; romper de un golpe y para siempre las cadenas del amor propio, quitándole toda la esperanza de ser alguna vez tenido en consideración; adquirir en poco tiempo los méritos de una vida larga; reparar las irregularidades pasadas; dar a Dios una prueba de gratitud por las infinitas gracias recibidas, y hacer de mi parte cuanto pueda para ser de Dios sin reserva alguna"...

Mientras su alma se transforma, otra alma gemela, la futura Santa Margarita María de Alacoque recibe durante una visión este aviso que tanta alegría proporciona a su alma: "No temas, muy pronto te enviaré a mi amigo y siervo fiel para que guíe tus pasos y te ayude en la misión que te voy a encomendar".

Hechos los votos solemnes el 2 de febrero de 1675, fue enviado como superior a la Casa de la Compañía en Paray-le-Monial. Allí, en el convento de la Visitación estaba de religiosa Margarita María de Alacoque que ya había recibido especiales luces de lo alto... pero se sentía temerosa si aquello era o no de Dios... Pronto fue a visitarles el nuevo superior jesuita y al verlo oyó como una voz interior que le decía a Margarita: "Ese es mi amigo fiel que te traigo para que te ayude en la misión que te tengo encomendada"... Poco después le abría "su alma totalmente, tanto lo bueno como lo malo..." Escribió después la Santa: "El padre tuvo que sufrir mucho por mi causa. Decíase que yo pretendía engañarle con mis ilusiones, pero él no se preocupaba de las habladurías y no dejó de ayudarme mientras estuvo en la ciudad y no ha dejado nunca de ayudarme"...

Lo mismo en Avignon que en París y Lyón, se esfuerza por "ser fiel al Señor aún en las cosas más pequeñas, adquirir en poco tiempo los méritos de una vida larga... y ser de Dios sin reserva alguna".

Como Superior de Paray-le-Monial, impulsa el año 1675 la consagración de la vida y de los hombres a Cristo todo Corazón, con un amor pleno y reparación máxima de las faltas a ese amor; como corresponde a un "siervo fiel y amigo perfecto"; y con los mismos ideales de Santa Margarita María de Alacoque.

Esta devoción al Corazón de Jesús tiene ocasión de difundiría en Inglaterra, hasta que su apostolado se trunca violentamente, al ser detenido y torturado en la Torre de Londres.

Por la intervención del Rey de Francia le es conmutada la pena de muerte por el destierro; pero sólo para morir con 43 años en Paray-le-Monial, tras aquellos sufrimientos; a su juicio "una de las mayores misericordias que Dios le había concedido".

Santoral preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo


Respuesta  Mensaje 17 de 29 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 25/02/2010 10:54

ESTUDIO Y REFLEXIÓN BÍBLICA

 

“Cuídense de la levadura” de los fariseos y de Herodes”

Mc 8:14-21

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

1.      ESTÉN ATENTOS, CUÍDENSE DE LA LEVADURA DE LOS FARISEOS Y DE LA LEVADURA DE HERODES.

Con esta enseñanza, Cristo quiere poner en guardia a sus apóstoles contra la actitud que frente a El tomaron los fariseos y Herodes Antipas. La “levadura” hace fermentar la masa, lo que es “corromperla” san Pablo nos dice: No está bien vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura hace fermentar toda la masa? Alejad la vieja levadura, para ser masa nueva, como sois ázimos, porque nuestra Pascua, Cristo, ya ha sido inmolada. Así, pues, festejémosla, no con la vieja levadura, no con la levadura de la malicia y la maldad, sino con los ázimos de la pureza y la verdad. (1 Cor 5:6-8).

En la antigüedad se consideraba la levadura, por la fermentación que produce, como un agente y un símbolo de corrupción y putrefacción. La actitud de los fariseos ante El “corrompe” la masa del pueblo para la comprensión de su fe en El. El fariseísmo separa al pueblo de Cristo y le impide ir a El: al Mesías. Este es el aspecto negativo de la enseñanza. Que no los imiten, no ya en lo hostil, pero ni en la negligencia frente a El, lo que sería desconocerle.

Pero pasa al aspecto positivo de la enseñanza: que saquen y sigan las conclusiones de los dos milagros “mesiánicos” que les recuerda: las multiplicaciones de los “panes” y en el “desierto.” Que vean en ellas los “signos” milagrosos con que prueba su mesianismo (Jn 6:14-15). Era la evocación del segundo Moisés.

2.      CRISTO SE REFIERE DOS LEVADURAS MUY PELIGROSAS

En este diálogo tiene lugar en la barca (Mt 16:5). Mateo pone que se “guarden del fermento de los fariseos y saduceos.” Marcos lo cambia: que se “guarden,” del fermento de los fariseos y de Herodes. Cristo se refiere dos levaduras muy peligrosas, la farisaica, que es el desconocimiento de Cristo y el no reconocimiento de su misión mesiánica. Como ya sabemos, los fariseos siempre estaban preocupados de los aspectos legales, olvidando lo esencial.

En Lucas (Lc 12,1) Cristo nos dice: “Cuídense de la levadura de los fariseos que es la hipocresía.” La otra es Herodes Antipas. Su vida licenciosa, ambiciosa, pagana y criminal, con su ejemplo e influjo, era también “fermento” dañoso en la masa de Israel. Además, astutamente, quería deshacerse de Cristo por el descrédito (Lc 13:31-33). En esto era punto de unión con el “fermento” de los fariseos: en corromper la masa de Israel, para que desconociesen al Mesías, aunque en Herodes Antipas por razón política.

3.      CRISTO NO PIDE QUE NOSOTROS NO NOS DEJEMOS CORROMPER.

Como discípulos de él, debemos preservarnos de la hipocresía, no llama a no dejarnos seducir por la levadura de la maldad, del vicio, del pecado. Es un llamado en serio y no podemos hacernos los desentendidos. Jesucristo nos repite: ¿Aún no entendéis ni caéis en la cuenta? ¿Tenéis vuestro corazón embotado? ¿Teniendo ojos, no veis, y teniendo oídos, no oís?. Cuantas veces entendemos mal las palabras del Señor, en otras ocasiones parece que las acomodamos a nuestro entendimiento más favorable a nuestras conductas. Pero Cristo es muy claro, y nos invita a no dar un entendimiento material a sus enseñanzas sino que espiritual. El Señor les aclaro a sus discípulos la mala interpretación y les aclara que no les habla del pan material, por eso les dice: ¿Pues aún no caéis en la cuenta?, ¿acaso no había hecho dos milagros multiplicando el pan para darle de comer a miles?.

Esta es una invitación a reconocer al Jesucristo su misión divina, no siendo uno nuevos fariseos, reconociendo su mesianismo confirmado por sus milagros, y a no actuar con el corazón endurecido y porque no decirlo, duros y tardíos de entendimiento.

El señor les Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

SANTORAL

 

SANTA JULIANA S. III

Otro mártir, la doncella de Nicomedia (Asia Menor), cuyas reliquias dieron origen y nombre a la ciudad santanderina de Santillana del Mar, con un culto muy antiguo tanto en Oriente como en Occidente, y a la que sólo conocemos por una «pasión» no poco legendaria y muy tardía.

Como en tantos otros casos, la verdad está enmascarada por un repertorio de clisés hagiográficos que se repiten hasta la más completa inverosimilitud: cúmulo de perfecciones, resistencia heroica a las asechanzas del mundo, tormentos sin fin que no hacen mella en su cuerpo y, tras la manifestación de la evidente ayuda sobrenatural que la asiste, muerte ejemplar a filo de espada.

Hija de paganos, según se nos cuenta, querían casarla con el rico y poderoso Eleusio, a quien ella, para ganar tiempo, impuso la condición de que alcanzase el cargo de prefecto; cuando fue prefecto, le pidió que abrazara el cristianismo, y aquí empieza la historia martirial.

En ella hay un notable episodio: cuando Juliana está en su mazmorra, se le aparece el Maligno en figura de ángel del Cielo y le aconseja que acceda a las pretensiones de Eleusio; la virgen comprende que allí hay engaño, y su oración encadena al Diablo, quien ahora es visible en toda la monstruosidad de su naturaleza.

Sofer, que así se llama el ministro de Satanás, debidamente interrogado confiesa todos sus crímenes - él fue el inductor de Caín y de Judas -, y después de oírle, Juliana, diríase que satisfecha ya su natural curiosidad femenina, le lleva atado hasta el lugar del suplicio, mientras Sofer se lamenta del ridículo que hace ante las gentes y del descrédito que significa aquella humillación para su oficio diabólico. Antes de entregarse al verdugo la santa le echa a un estercolero, y muere decapitada a los dieciocho años.         

Santoral preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo

Respuesta  Mensaje 18 de 29 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 25/02/2010 10:54

ESTUDIO Y REFLEXIÓN BÍBLICA

 

 

San Mateo 6, 1-6.16-18:

“Tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.”

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

 

1.     JESÚS NO ENSEÑA CUALES SON LAS BUENAS ACTITUDES DE LOS CRISTIANOS Y CUALES SON PROPIAS DE LOS FARISEOS.

Jesús dijo a sus discípulos: “Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos”: Estar atentos para evitar hacer justicia con ostentosidad, es decir no se ha de practicar las buenas obras para ser vistos por los hombres. La virtud se practica por amor a Dios. Sólo así se tendrá “premio,” “recompensa” Pues “el que quiere hacer ostentación de su virtud, no trabaja por la virtud, sino por la fama.” Por eso los que así obran “recibieron” ya su recompensa.

2.     Y CUANDO DES LIMOSNA, NO LO VAYAS PREGONANDO

“Y cuando des limosna, no lo vayas pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser honrados por los hombres.”

El cuidado de los pobres era carga de la comunidad. En tiempo de Jesús, los sábados se recogían en todas las sinagogas a la salida de las mismas las aportaciones voluntarias. Este sistema era anónimo. Aparte de esta colecta semanal se admitían dones voluntarios. Los fariseos solían dar limosna con gran ostentación a los pobres encontrados en los caminos o reunidos en plazas con motivo de alguna solemnidad. Y hasta parece que para excitar la generosidad se había introducido la costumbre de proclamar los nombres de los donantes, sea en las reuniones sinagogales, sea en las calles o plazas con ocasión de alguna solemnidad especial, ante las gentes reunidas (Eclo 31:11).

3.     CUANDO TÚ DES LIMOSNA QUE TU MANO IZQUIERDA IGNORE LO QUE HACE LA DERECHA

 “Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.”

Rabí Eleazar (c.270 d.C.), decía: “Quien da limosna en lo oculto es más grande que nuestro maestro Moisés.” No se trata de la “vida interior” frente a la exterior. Es el “espíritu” de la obra lo que se destaca. El espíritu cristiano de la enseñanza no exige naturalmente el cumplimiento material de lo que se expresa. No es tanto la materialidad de la realización lo que se censura, sino la intención con que se hace. En otro pasaje que recoge Mateos, Jesús hará ver que el mérito de la limosna no está tanto en la cantidad de ésta cuanto en el espíritu y amor a Dios que en ella se ponga (Mt 12:41-43).

4.     CUANDO USTEDES OREN, NO HAGAN COMO LOS HIPÓCRITAS

“Cuando ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa. Tú, en cambio, cuando ores, retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.”

Jesús, censura y expone cuál ha de ser el espíritu cristiano de sus discípulos en la oración. Todo judío piadoso varón había de orar tres veces al día, sobre las nueve de la mañana, mediodía y sobre las tres de la tarde; Generalmente se oraba de pie, pero también era frecuente orar de rodillas. Se solía orar tendidos los brazos al cielo, e incluso vueltas las palmas de las manos, como esperando el don que esperaba recibirse.

Mas para el fariseo —“hipócrita” — también la oración era motivo para su vanidad. Les gustaba orar ostentosamente en las “sinagogas,” en el templo — también estaba permitida la oración en cualquier lugar puro — y en los ángulos de las plazas, probablemente para no ser interrumpidos en su exhibicionista oración por los transeúntes y bestias de carga. Jesucristo los describe diciendo el modo que oran “estando de pie.”Lo que se censura no es la posición, máxime cuando generalmente se oraba de pie, sino el modo exhibicionista con que oraban, es decir en pose. Con ello ya recibieron su recompensa al ser vistos por los hombres, por quienes lo hicieron.

5.     LA ORACIÓN CRISTIANA EXIGE COMO CONDICIÓN LA SINCERIDAD Y SENCILLEZ

Nuestra actitud cristiana de orar, en contraste con el estilo de los fariseos, la hacemos dentro de la “habitación y, cerrada la puerta, oramos al Padre, íntimamente, El ve en lo secreto, el siempre nos oirá. Lo que Jesús censura es la oración público-exhibicionista farisaica, y el contraste se presenta en el retiro privado del hogar. No se trata de censurar la oración pública — no es éste su objetivo —, que Jesús mismo recomendó en otras ocasiones. Se busca a Dios, que está en todas partes, no la exhibición.

También la oración cristiana exige como condición la sinceridad y sencillez, sin la “charlatanería” en la oración, esto es diciendo cosas vanas o inútiles, sea pretendiendo recitar unas fórmulas largas o calculadas, como si ellas tuviesen una eficacia mágica ante Dios. No es ésta la actitud cristiana en la oración, pues Dios conoce las cosas de las cuales tenemos necesidad antes de que se las pidamos.” Porque la oración no es locuacidad, sino el corazón volcado en Dios.

No pretende Jesús con esta enseñanza condenar la oración larga. No es éste el propósito de su enseñanza. La censura va contra la mecanización formulista o semimágica de la oración. Ni va contra la extensión de la oración. El mismo, en Getsemani, dio ejemplo de oración larga, al permanecer en la misma “una hora” de oración (Mt 26:39.42.44, par.), lo mismo que al pasarse, en ocasiones, la noche en oración.

"No poseo el valor para buscar plegarias hermosas en los libros; al no saber cuales escoger, reacciono como los niños; le digo sencillamente al buen Dios lo que necesito, y Él siempre me comprende." (Santa Teresita de Lisieux)

6.     SOBRE LA ORACIÓN

Santa Teresa de Jesús nos dice “quien ha comenzado a hacer oración, no la deje, pues la oración es el remedio para tornarse a remediar y sin oración será mucho más difícil.” (V 8, 5).Y luego nos define que la oración como: tratar de amistad estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama (V 8, 5) y Santa Teresita de Lisieux nos dice que: "Para mí, la Oración es un impulso del corazón, una simple mirada dirigida al cielo, un grito de agradecimiento y de amor, tanto en medio del sufrimiento como en medio de la alegría. En una palabra es algo grande, algo sobrenatural que me dilata el alma y me une a Jesús."

"¡Qué grande es el poder de la oración!. Se diría que es una reina que en todo momento tiene acceso directo al rey y puede conseguir todo lo que le pide." (Santa Teresita de Lisieux)

6.        JESÚS NO HABLA DEL ESPÍRITU CRISTIANO A PROPÓSITO DEL AYUNO

Dice Jesús: “Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que los hombres noten que ayunan. Les aseguro que con eso, ya han recibido su recompensa.”

Otro de los casos en que Jesús no habla del espíritu cristiano es a propósito del ayuno, de tanta importancia en el judaísmo y cristianismo.

En aquel tiempo los judíos tenían prescrito un ayuno obligatorio para todos en el día de Kippur, día de la gran expiación (Lev 16:29), día del ayuno por excelencia (Act 27:9). Pero había también otros ayunos supererogatorios, que vinieron a incorporarse a la práctica colectiva de la vida piadosa. Algunos fariseos ayunaban todo el año. En los días más severos estaba prohibido saludar, y por eso se caminaba con la cabeza baja y, a veces, velada. En otros ayunos secundarios se prohibía trabajar, tomar baños, ungirse con perfumes y llevar calzado. En este ambiente, todavía había quienes, deseosos de ser vistos por los hombres y cobrar fama de virtuosos por sus ayunos, querían acusar esto en la cara, ensombreciendo ésta y presentándose “entristecidos.” Este ayuno era total hasta la puesta del sol.

Nuevamente ante este cuadro exhibicionista de los fariseos, Jesús nos presenta el espíritu del ayuno cristiano. Y lo presenta con las hipérboles orientales de contraste, cuando ayunes, perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. Hecho sólo por Dios, El lo verá y “premiará.”

7.     NUESTRA BUENAS OBRAS LA HACEMOS POR AMOR A DIOS

Jesús nos ha enseñado a través de este evangelio, un principio importante, no debemos buscar la recompensa en la opinión de los hombres, El lo repite insistentemente, por tanto, nuestra buenas obras la hacemos por amor a Dios, sin preocuparnos si los demás la aprueban o no. Obramos por Dios, por amor y por fidelidad a EL, si lo hacemos así en conciencia, podremos esperar la recompensa del Padre por nuestro buen actuar.

Nuestro Buen Padre, esta presente en toda nuestra vida, el sabe lo que hacemos y por que lo hacemos.

La Paz de Cristo Jesús viva en sus corazones

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

VOLVAMOS AL CAMINO DEL SEÑOR

La liturgia de la Palabra de hoy nos lleva de la mano por el camino de la verdadera alegría, viniendo a buscarnos en los callejones sin salida donde nos metemos y donde no podemos avanzar. Penitencia y arrepentimiento no son sinónimos de abatimiento, tristeza o frustración; por el contrario, constituyen una modalidad de apertura a la luz que puede disipar las oscuridades interiores, hacernos conscientes de nosotros mismos en la verdad y hacernos gustar la experiencia de la misericordia de Dios. El siempre ve y conoce nuestras mezquindades y suciedades interiores y, sin embargo, ¡qué diferente es su juicio del nuestro!

"En tu luz veremos la luz" (Sal 35,10b): admirados notamos que desde el momento en que nos ponemos en camino, él nos envuelve con un amor más grande, nos despoja de nuestro mal y nos reviste de una inocencia nueva.

El Señor había asignado al profeta la misión de convocar al pueblo para suscitar nueva esperanza a través de un camino penitencial; a los apóstoles les confía el ministerio de la reconciliación; a la Iglesia hoy, le encarga proclamar que ¡ahora es tiempo favorable, ahora es el día de la salvación! Volvamos al camino del Señor con todo su pueblo, dejémonos reconciliar con Dios permitiendo a Cristo que asuma nuestro pecado: sólo él puede conocerlo y expiarlo plenamente. Renovados por el amor aprenderemos a vivir bajo la mirada del Padre, contentos de poder cumplir humildemente lo que le agrada y ayuda a nuestros hermanos. Su presencia en el secreto de nuestro corazón será la verdadera alegría, la única recompensa esperada y ya desde ahora pregustada.

ORACIÓN

Padre mío, tú que ves en lo escondido, sabes cómo rehúyo de lo escondido del corazón y cómo busco la admiración de los hombres, pobre recompensa al orgullo de mi "yo" que recita su papel en la comedia de la piedad humana.

Muy distinto, mucho más desconcertante, es el misterio de tu piedad, pero cómo lo ignoro todavía, vagando lejos... Hazme volver, te suplico, a la hondura de mi ser donde tú moras: en la luz nueva del arrepentimiento exultaré de gozo en tu presencia.

Padre nuestro, que estás en los cielos, tú conoces el mal del mundo y cómo yo lo aumento cada día. Ayúdame hoy a acoger el día de salvación; concédeme ahora el mirar a tu Hijo, tratado como pecador por nosotros, crucificado por nosotros, por mí. Reconciliado por el Amor infinito, viviré en el humilde amor que no busca otra recompensa fuera de ti.


SANTORAL

 

LOS SIETE SANTOS FUNDADORES DE LOS SERVITAS S. XIII

La amistad ha sido siempre cantada en la Sagrada Escritura. "El mejor tesoro es un buen amigo". Hoy más que nunca se habla y escribe de fraternidad y solidaridad. Buen reclamo, pues, estos siete Santos Fundadores, con su mensaje para este mundo que tanta necesidad tiene de verdadera amistad y de generosa entrega.

Estamos en el siglo XIII y en la rica y artística ciudad de Florencia. Es este un caso insólito en la vida de la Iglesia, que ella celebre en su liturgia a tan elevado número de Santos, sin preocuparse de sus nombres ni de sus vidas, siendo que no murieron mártires como en tantos casos través de los siglos de la Iglesia. Mártires si que los hay en grupo y sin saber sus nombres. Entre los demás, no.

El siglo XIII estuvo dominado por un gran movimiento evangélico, en el que se destacan los nombres de Santo Domingo y San Francisco, pero que tuvo no pocas ramificaciones más. Dentro de esta floración de grupos evangélicos es donde hay que situar la iniciativa tomada por los Siete Hermanos hacia el año 1233. Estos seglares florentinos, comerciantes en lanas, renunciaron al mundo para retirarse al Monte Senario - a 18 kilómetros de Florencia - a fin de vivir en pobreza individual y penitencia, bajo la Regla de San Agustín, y entregarse allí misrno a la contemplación.

Un racimo de santos que la propia Virgen convocó para su servicio en el seno de una ciudad turbulenta y dividida por discordias civiles; en la Florencia de la primera mitad del siglo Xlll, guelfos y gibelinos se hacían implacablemente la guerra, y de esta lucha fratricida iba a salir una orden religiosa cuyos fines eran la plegaria, la humildad y la devoción a la Reina de la Paz.

Siete jóvenes mercaderes se reunían a la caída de la tarde en una asociación mariana de alabadores de la Santísima Virgen, y el día de la fiesta de la Asunción, el 15 de agosto de 1233, se les apareció Nuestra Señora «con gesto de dolor, vestida de luto y velada de negro la cabeza, como una Madre dolorosa, porque el Amor no era amado y la caridad estaba herida» (P. Bargellini).

Los siete se retiraron a hacer penitencia como ermitaños en Monte Senario, no lejos de la ciudad, para acabar convirtiéndose en una orden mendicante, la de los Siervos de la Bienaventurada Virgen María o servitas, que no tardaría en dar un gran santo a la Iglesia, san Felipe Benicio.

Pero no se puede vivir según el evangelio sin sentir la preocupación por los demás. Por eso, los «Siervos de María» trabajaron por la reconciliación de sus conciudadanos divididos con excesiva frecuencia. Semejante ideal no dejó de suscitar vocaciones y, desde mediados de siglo, se ve cobrar auge en la Toscana a la Orden de los Servitas.

De estos fundadores, canonizados colectivamente en 1888, recordamos especialmente al primer superior de la comunidad, Bonfiglio Monaldi, quien tras regir la orden durante dieciséis años, dimitió de su cargo para dedicarse a la vida retirada y a la oración; y al más joven de todos,  Alessio Falconieri (1200-1310), que moriría superados los cien años en 1310, el 17 de febrero según la tradición y que rehusó por humildad ser sacerdote y fue tan sólo hermano lego que recogía limosnas y se ocupaba de las tareas más oscuras. Pero tal vez sea injusto hacer distinciones entre quienes no quisieron otra que la de ser espejos de la paz de las almas a imitación de María.

Santoral preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo

 



Respuesta  Mensaje 19 de 29 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 25/02/2010 10:55

ESTUDIO Y REFLEXIÓN BÍBLICA

 

"El que quiera venir detrás de mí”

Lc 9, 22-25

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

1.      LA MISIÓN DE LOS ESCOGIDOS POR EL SEÑOR PARA EL MINISTERIO DEL APOSTOLADO.

Jesús le prohibió a los apóstoles que dijesen a alguien que El era el Cristo, hasta que, consumado el sacrificio de la Cruz, ellos lo predicasen por todas partes. Esta era la misión de los escogidos por el Señor para el ministerio del apostolado. "Hay un tiempo para cada cosa" (Eclo 6), es así como convenía que la cruz y la resurrección se cumpliesen y luego siguiese la predicación de los apóstoles. Por eso, Jesús le hace ver a sus íntimos amigos que conviene que el Hijo del Hombre padezca muchas cosas. Acaso porque sabía el Señor que el misterio de la pasión y de la resurrección era difícil de creer, aún para sus discípulos, quiso El mismo ser el anunciador de su pasión y resurrección.

2.      NEGARSE A UN MUNDO DE EXIGENCIAS PERSONALES Y CÓMODAS.

Luego que Jesús había predicho a sus discípulos lo conveniente que era el que El sufriese las calumnias de los judíos, que fuese muerto y que resucitase al tercer día, no hace ver a todos de que forma podemos participar de su gloria.

La doctrina del Reino, nos exige negarse a un mundo de exigencias personales y cómodas. Es una vida moral nueva, que lleva consigo un sacrificio frente a las cosas mundanas, pero que al final tiene su ganancia eterna. El discípulo de Jesús ha de estar dispuesto a toda persecución y muerte. El Reino le puede exigir esto. Pero al que ante el Reino tomase una actitud de vergüenza por seguirlo, le aguarda el Hijo del hombre, presentado como Juez del mundo, en su parusía, con la condena de avergonzarse de él.

3.      EL, NO QUISO TENER NINGUNO QUE LO SIRVIESE COMO OBLIGADO

Sin embargo, Jesús, bueno y piadoso, algo natural en El, no quiso tener ninguno que lo sirviese como obligado, por el contrario, hace que lo sirviesen espontáneamente y le agradeciesen el poderlo servir. No obligando ni imponiéndose a nadie, sino persuadiendo y haciendo el bien, esa es la forma como atrae a todos los que quieren venir, diciendo: "El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo”.

Cuando Jesús dice: "Venir detrás de mí" propone -a los que quieren seguirlo- su propia vida como modelo de una vida perfecta, con una imitación fiel de su vida, según la medida de nuestras fuerzas. Si alguno no renuncia a sí mismo, no se acerca al que está sobre El. La renuncia a sí mismo, quiere decir el olvido absoluto de lo pasado y la renuncia de la propia voluntad. Se niega a sí mismo uno cuando la vida pasada en el mal se convierte en una vida buena y de nuevas costumbres, especialmente en una vida de oración. Porque el que ha vivido la vida del pecado deshonesto se niega a sí mismo cuando se vuelve a una vida sana. Del mismo modo, se llama negarse a sí mismo abstenerse de cualquier clase de pecado.

4.      “QUE CARGUE CON SU CRUZ CADA DÍA Y ME SIGA”

Y agrega Jesús “Que cargue con su cruz cada día y me siga” es el deseo de sufrir la muerte por Cristo, mortificándose por El mientras se vive de paso en la tierra, es el estar dispuesto a enfrentar cualquier peligro por dedicarse al Señor y no aficionarse a las cosas mundanas de esta vida, es lo que se llama tomar su cruz. El que quiera seguir a Cristo no debe huir el padecer por El. La cruz puede llevarse de diversos modos, con ayuno, abstinencia y penitencia, es decir cuando sentimos pena por pecar, pero también se lleva la cruz, cuando el alma se empapa de la compasión por los demás.

5.      PORQUE EL QUE QUIERA SALVAR SU VIDA, LA PERDERÁ

Nos dice Jesús: “Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la salvará.” Esto es, el que quiere vivir según esta el mundo y continuar gozando de las cosas temporales que la vida terrenal ofrece, éste la perderá, porque no la conduce a los términos expresado por el Señor en la bienaventuranza. Y por el contrario, añade: “el que pierda su vida por mí, la salvará”. Es decir, el que menosprecia las cosas terrenas y temporales, prefiriendo la verdad, la vida recta, el trabajo solidario por sus semejantes, la incasable tarea por los derechos del hombre entregados por Dios, la búsqueda de la paz, la vida según los evangelios, aún exponiéndose a la muerte, en otras palabras pierde su alma por las enseñanzas de Cristo, más bien la salvará.

6.      ¿DE QUÉ LE SERVIRÁ AL HOMBRE GANAR EL MUNDO ENTERO?

Finalmente Jesús nos dice “¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si se pierde o se arruina a sí mismo?". Como si dijese: cuando alguno, considerando los placeres y los bienes presentes, rehúsa sufrir y elige vivir de una manera cómoda y espléndida, si es rico, ¿de qué le aprovechará todo esto, si pierde su alma? Pasan las grandezas de esta vida y sus delicias como pasa una sombra.

Constantemente el Señor, a la vez que nos invita a merecer la vida eterna, la felicidad por siempre, nos enseña a menospreciar las cosas de la tierra. Por ello robustece la humana debilidad, ofreciendo un premio seguro y verdadero, por los sufrimientos y penalidades de la vida presente.

7.      “EL QUE QUIERA VENIR DETRÁS DE MÍ”

Nos es fácil tomar la cruz y seguir a Cristo, es un camino duro, arduo, hay que estar dispuesto a cumplir con todo lo que el Señor nos enseño, hay que tener dispuesta la vida contra los sufrimientos, contra los peligros y ofrecerse hasta la muerte. Así como lo han hecho muchos, dejar lo conocido por lo desconocido, abandonar las cosas del presente, por las futuras y del Reino prometido. Pero El buen Maestro, para que ninguno se deje abatir por la desesperación o el tedio, nos promete a continuación a los fieles que lo veremos, pero el nos ha advertido, "Os digo, en verdad: hay algunos aquí que no morirán sin ver el reino de Dios". Esta en nosotros, el encontrarnos con el Señor, por eso dijo “El que quiera venir detrás de mí”.Jesús, bueno y piadoso, algo natural en El, no quiso tener ninguno que lo sirviese como obligado, por el contrario, hace que lo sirviesen espontáneamente y le agradeciesen el poderlo servir.

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

 

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

"EL QUE QUIERA SEGUIRME... ".

El Señor pone ante nosotros la vida y la muerte, pidiéndonos tomar una decisión y ratificarla día tras día. Se trata de una opción que no es evidente, ya que Jesús lo indica con una paradoja: a la vida según Dios, a la vida que es Dios, se llega negándonos a nosotros mismos, llevando nuestra cruz cada día tras el Maestro, aceptando perder por él la vida presente. El cristianismo es una disposición radical a seguir a Cristo hasta el final, no un esfuerzo moral por mejorar el propio carácter o las propias costumbres.

No es fácil responder: "Sí, yo" a la invitación, que no deja lugar a ilusiones: "El que quiera seguirme... ". Sin embargo, si aparece clara la perspectiva de sufrimiento incluida en el seguimiento, no aparece menos clara la meta final: la resurrección, salvar la vida, una vida en plenitud, sin parangón con ganar el mundo entero. Optamos, pues, por la vida amando al Señor, obedeciendo su voz y manteniéndonos unidos a él: si con él logramos atravesar la muerte a nosotros mismos cada día, con él experimentaremos desde ahora el inefable gozo de la resurrección, de la vida con él.

ORACION

Jesús, tú eres el Camino, el único que conduce al Padre: tu camino no es de gloria, oh Varón de dolores, que sabes bien lo que es padecer; me invitas a seguirte, a optar en todo momento en dar mis pasos vacilantes siguiendo tus huellas seguras...

Jesús, tú eres la Verdad, la única que lleva a conocer el rostro de Dios: no infunde mucho entusiasmo verlo en el tuyo, oh Siervo doliente; está tan desfigurado que no parece rostro humano. Pero me invitas a creerlo; el que te ve a ti, ve al Padre; éste es el gozo perenne...

Jesús, tú eres la Vida, la eterna, que comienza ahora y desemboca en el seno de Dios. No es fácil aceptar perderla-aquí y ahora, negando lo que satisface inmediatamente porque sacia mis deseos orgullosos y egoístas, pero tú me repites: "Quien pierda su vida por mí, la salvará".

Señor, tú eres el único que puedes darme fuerza, la gracia de dar un paso adelante, un pasito cala vez; de abrazar mi cruz diciendo: "Sí, quiero" a tu invitación, y seguirte caminando contigo hasta la meta, sin retroceder, por el camino de la vida en plenitud.


SANTORAL

 

SANTA BERNARDITA SOUBIROUS + 1879

"No ha hecho más que llorar. Será mala". Así dijo alguien después de haber recibido el bautismo la primogénita de nueve hijos del matrimonio formado por Francisco y Luisa. Sus padres eran muy buenas personas y fieles cristianos, luego no tenía visos de cumplimiento aquella mala profecía hecha a causa de los lloros de la pequeña Bernardita.

Bernardita no llamó nunca la atención ni de niña ni de mayor. Crecía un tanto debilucha. Apenas pudo frecuentar la escuela porque debía cuidar de sus hermanitos más pequeños, pues su madre debía atender a otras necesidades de aquel pobre hogar. Vivían en una pobre covacha en la calle Petits-Fossés que los vecinos conocían como "La Mazmorra".

Sus conocimientos eran pocos y pobres. El día 2 de junio del año de las apariciones la examinó el P. Pomián, su confesor y capellán del hospicio: "Bernardita ¿qué sabes? - El Padre nuestro, Ave María y el Credo. - "Es bastante para rezar el Rosario". Y a fe que sí lo era, la Virgen ya se le había aparecido y seguiría haciéndolo hasta dieciocho veces mientras las dos juntas rezaban esta corona de Ave Marías...

La Virgen tenía sus planes. Hacía cuatro años que el Papa Pío IX había declarado el dogma de la Inmaculada Concepción de María y como si quisiera el cielo aprobar lo hecho en la tierra la envió a visitarla. Y tomó como instrumento a esta niña aldeana. Era el frío día 11 de febrero de 1858. La despejada niña Juana, de doce añitos, compañera de clases de Toneta, hermana de Bernardita, propuso a la mamá de ésta si les dejaba ir a las tres a recoger un poco de leña para calentarse en aquellos días tan fríos. La buena de Luisa les dio su permiso pero advirtiendo antes a Bernardita que por nada del mundo se mojara los pies, pues ya sabía que enseguida se constipaba...- "Así lo haré, madre, pierda cuidado".

Cómo sucedieron las Apariciones ya lo hemos recordado en el día 11 de este mismo mes que fue el día de la primera de las dieciocho. La pequeña Bernardita creía ver un fantasma... Reveló el secreto a su hermana y amiguita con la condición de que a nadie lo dijeran, pero ¡cosa de niñas! en cuanto llegaron a casa lo descubrieron. Allí empezó el calvario para la pobre Bernardita: Prohibiciones, castigos, interrogatorios, palizas... burlas de ellas, etc... todo lo soportó con paz y hasta con alegría por la fuerza que recibía de parte de aquella Visión que en la decimosexta aparición se le reveló como lo que era: "Yo soy - dijo - la Inmaculada Concepción". En otras ocasiones le manifestó lo que deseaba de los sacerdotes y de todos los cristianos: Un templo y mucha reparación con la oración y penitencia. Ella no se hizo el sordo a estos deseos de la Madre del cielo y toda su vida puede decirse que no fue otra cosa que esto: Oración y Penitencia.

Quiso ser religiosa carmelita de clausura y por su poca salud no la admitieron. Abrazó después el Instituto de Nevers en el que fue tratada "como una escoba". "No sirve para nada. ¿Qué vamos a hacer de ella?"... Se cumplían así a la perfección las palabras que en una aparición le había hecho la Virgen: "No te haré feliz en este mundo, sino en el otro".

Desempeñó algunos cargos en la Congregación, sobre todo el de enfermera y enferma. Ambos los llevó con una entrega y servicio maravillosos. Todos admiraban su mucha virtud, y, sobre todo, su gran humildad ya que nunca hablaba de sus apariciones y se sentía la última de todas. Bernardita no llamaba la atención por sus cualidades de ningún tipo, por ello alguna superiora llegó a decir: "No entiendo cómo la Virgen se ha fijado en Bernardita cuando las hay más agraciadas que ella en todos los aspectos"... Por fin, repitiendo estas palabras: "Ruega por mí, pobre pecadora, ahora y en la hora de la muerte", expiró. Era el 16 de abril de 1879. El 8 de diciembre de 1933 era canonizada.

Mas información relacionada en este link: VIAJE A LOURDES

Respuesta  Mensaje 20 de 29 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 25/02/2010 10:56

ESTUDIO Y REFLEXIÓN BÍBLICA

 

“Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán”

Mt 9, 14-15

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

1.      “¿POR QUÉ TUS DISCÍPULOS NO AYUNAN, COMO LO HACEN LOS DISCÍPULOS DE JUAN?

Los escribas y fariseos, se han hechos ellos mismo su mala fama y como siempre acostumbran a dirigir palabras en las que se expresa el deseo de que alguien sufra algún daño, es así como atacan ahora a Jesús directamente diciendo: “¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacen los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos?”. El ayuno es un elemento esencial de la vida piadosa de los judíos; éstos practican no sólo el ayuno, sino también la oración (Lc 11,1), como les había enseñado Juan Bautista (Lc 11,1). Con esta crítica ellos quieren presentar a los amigos de Jesús como discípulos permisivos, amigos dados a comer, beber y a banquetear.

Jesús responde a este juicio sobre sus discípulos, recordándoles que, cuando se está de boda, los rabinos no sólo eximían del ayuno a los amigos del novio, sino que éstos estaban obligados a interrumpirlo. Es así como les pregunta y les contesta: "¿Acaso los amigos del esposo pueden estar tristes mientras el esposo está con ellos? Es decir ¿pueden ayunar cuando el esposo está con ellos? Es natural que no ayunen, mientras tienen consigo al esposo. Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán."

El evangelista compara a Jesús con un novio, el tiempo presente con una fiesta de bodas, y los discípulos con los invitados a la fiesta. En estas circunstancias el ayuno queda prohibido y no hay lugar para la tristeza.

2.      ¿ACASO LOS AMIGOS DEL ESPOSO PUEDEN ESTAR TRISTES MIENTRAS EL ESPOSO ESTÁ CON ELLOS?

Jesús, se refiere a la costumbre de las bodas de aquel tiempo, donde un grupo especial de amigos más íntimos tenían por misión mantener la alegría en aquellos actos de bodas, estos eran sólo dos. Eran los más íntimos amigos del esposo; servían de intermediarios de los cónyuges antes de la boda y atendían a todo en la fiesta. Jesús toma la imagen de un festín de bodas. Los “hijos del esposo,” sus invitados, preferentemente sus íntimos, no pueden entristecerse. Es la hora de la fiesta. El Talmud recomienda a los invitados en un banquete de bodas, como un deber, el saber comportarse allí, tener una alegre expansión festiva, y les dispensa incluso a este propósito de diversas obligaciones “legales”. Por eso, mientras los discípulos están en esta fiesta — y la boda es símbolo bíblico del establecimiento del reino y de la salvación (Ap 19:7.9, etc.) —, estos invitados predilectos a la misma no pueden “entristecerse” (Mt), es decir, “ayunar” (Mc-Lc), puesto que el ayuno es señal de penitencia y de luto.

3.       “LLEGARÁ EL MOMENTO EN QUE EL ESPOSO LES SERÁ QUITADO, Y ENTONCES AYUNARÁN”

Pero vendrán días en que el “Esposo” será “quitado”. El Esposo, Cristo, toma ahora un carácter no sólo de comparación, sino de identificación. Anuncia su muerte. Es la profecía de su muerte mesiánica. Cuando termine la fiesta de estos desposorios mesiánicos temporales, que será breve, como lo sugiere su comparación con un banquete de bodas, entonces será la hora de sus ayunos y tristezas.

En el Evangelio, Jesús con suficiente claridad nos hace ver que las leyes del Antiguo Testamento, caducan con su venida para iniciar algo nuevo, un Nuevo Testamento, una nueva Ley, una nueva vida. Todo esto requiere un nuevo espíritu, un cambio de mentalidad, caen entonces las antiguas prescripciones y surge la nueva, le ley de amor.

4.      “GOCÉMONOS, ALEGRÉMONOS Y DÉMOSLE GLORIA, PORQUE HAN LLEGADO LAS BODAS DEL CORDERO” (Ap 19;7)

Con motivo de los ayunos supererogatorios que practicaban los discípulos del Bautista y de los fariseos, acaso para acelerar la venida del Reino, practicados por la legislación farisea dos veces en la semana, Cristo expone una importante doctrina. Sus discípulos no pueden ayunar, porque se está en el período de las “bodas” mesiánicas. Es hora, pues, de alegría. La “boda,” en lenguaje simbólico oriental, es imagen de salvación. “Gocémonos, alegrémonos y démosle gloria, porque han llegado las bodas del Cordero, y su novia se ha preparado”. (Ap 19:7).

Jesús, no condena las prácticas de los ayunos que se alegan. Pero sí el espíritu farisaico de los mismos. La Nueva Ley tiene un nuevo espíritu. Sus discípulos, imbuidos en él, no están sometidos ni han de copiar lo viejo. Que los dejen gozar del nuevo espíritu. Y si los fariseos ayunaban también para acelerar la hora mesiánica, los discípulos de Cristo no han de ayunar, sino gozarse con su presencia. Ayunarán luego, cuando el mesianismo, que no era como el esperado por los fariseos, les quite la presencia sensible del Mesías y vengan a su reino horas de dolor.

5.      JESÚS HA VENIDO A TRAERNOS UNA VIDA NUEVA

Con Jesús se pone fin a un largo período de la historia del pueblo judío, representado por los fariseos que se aferran a las viejas formas de una tradición basada en ayunos múltiples, y se oponen a las nuevas formas del tiempo presente de la salvación, tiempo de alegría, de amor y de fecundidad, representado por la imagen de una fiesta de bodas.

Jesús ha venido a traernos una vida nueva, vida de la gracia, y esa vida nos requiere como hombres nuevos, con una nueva mentalidad, con nuevos criterios, con una nueva escala de valores, ahora debemos ver las cosas de una manera distinta, y hacer un juicio renovado de los acontecimientos. En efecto Jesús, ha venido a terminar con todo lo viejo y nos trae un hombre con un nuevo sentido de la vida, con esperanzas nuevas.

6.      UN CAMBIO PROFUNDO Y UN NUEVO SISTEMA DE VIDA

El hombre nuevo que se forma en Cristo, esto es un cambio profundo y un nuevo sistema de vida. Pablo nos dice; “Así como Jesucristo resucito en la gloria del Padre, así también nosotros vivamos una vida nueva” (Rom 6,4), o también como nos aclara cuando nos dice: “El que vive en Cristo es una nueva criatura: lo antiguo ha desaparecido, un ser nuevo se ha hecho presente” (2 Cor 5, 17).

La expresión la bodas, son para decir El Reino de Dios, y en el se ofrece un banquete con un majar, es el mismo Cristo, por eso gozando del amor de Cristo, no podemos estar tristes, no hay porque vivir apesadumbrados, porque el amor de Cristo es alegría, el amor de El, es felicidad.

Gocémonos, amado, y vámonos a ver en tu hermosura al monte o al collado do mana el agua pura; entremos más adentro en la espesura. (San Juan de la Cruz)

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

SANTORAL

 

SAN ÁLVARO DE CÓRDOBA + 861

Hoy se conmemoran dos Álvaros de Córdoba, distanciados entre sí unos cinco siglos. Del primero, a quien San Eulogio, mártir de Córdoba, le llama "doctor egregio y en nuestro tiempo una fuente fluida y abundante de sabiduría"... apenas sí sabemos unas pocas noticias.

Álvaro es el complemento de la gran estrella de la santidad entre los mozárabes, Eulogio, a quien ya hemos encontrado en el pasado mes; su condiscípulo en el magisterio del abad Esperaindeo, su amigo del alma - y habría que hacer hincapié en esta frase hecha - , su biógrafo, el testimonio de su vida en este Córdoba de los Omeyas cada vez más hostil para los cristianos.

Pero no es un apéndice de Eulogio ni mucho menos, le sobra personalidad, y también aquí habría que tomarse al pie de la letra el cliché: vehemente hasta la exageración, inflamado de retórica, durísimo en la controversia, dividido entre la dulzura de las letras humanas, en las que era maestro, y la fe exigente, radical, de los tiempos difíciles, que parecían reclamar el sacrificio de todo lo demás.

Era de familia noble y muy rica, de origen godo con entronques judíos, y al parecer de larga tradición intelectual; también él será un humanista, hombre de estudio, vocado a la teología, intérprete de las Escrituras, y muy hábil en el manejo del latín, ese latín que defiende con pasión frente al deslumbramiento cultural de lo arábigo.

Sabemos de sus afanes íntimos - por una Confessio que suele compararse a la de san Agustín -, de sus luchas apologéticas, de su versificación rebuscada y ornamentadísima, de su vida de seglar (casó con una sevillana) y de la admirable amistad que le unió a Eulogio, de quien fue incansable cantor. No parece que muriera mártir, pero sí pobre por su generosidad con los cristianos y la política rapaz de los infieles en el poder.

La suya es una voz humanísima y patética, inconfundible, menos pura que la de Eulogio, pero más vibrante, más cargada de pasiones - se acusa a sí mismo de soberbia y dureza - con las que batalla manifestando una y otra vez su «sed de descanso en los Cielos». «Ruégote ahora», pide a Eulogio después del martirio de éste, «recuerdes el nombre del amigo a quien te unió la más dulce intimidad. Acuérdate de Álvaro, que, lleno de culpas, camina aún por las ásperas sendas de este mundo».



Respuesta  Mensaje 21 de 29 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 25/02/2010 10:57

ESTUDIO Y REFLEXIÓN BÍBLICA

 

"Sígueme”

Lc 5, 27-32

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

1.           AL LLAMARLE CRISTO, EL “DEJÓ TODO” Y LE SIGUIÓ.

Jesús a su paso vio un “publicano” estos eran gentes despreciadas, por cooperar con la autoridad gentil al cobro de los impuestos al pueblo de Dios. A lo que se unía su abuso en lograr las máximas ventajas económicas. Está en su “telonio,” su puesto de recaudaciones. Al tener éste cerca del mar, hace pensar que su función principal, al servicio de Antipas o de Roma, fuese el de cobrar los impuestos más directamente relacionados con las cosas del mar.

El nombre es, Leví. En Mt se llama a sí mismo Mateo. Las escenas son las mismas, y el uso de dos nombres no era nada raro. Es ordinariamente admitido que ambas personas se identifican. Al llamarle Cristo, el “dejó todo” y le siguió.

Para los Judíos de aquel entonces, era más bien despreciable el trabajo de Leví (Mateo) como recaudador de impuestos, sin embargo Jesús se detiene ante la mesa de cobrador de Impuestos, y le mira con afecto, el “sígueme” de Jesús, no solo le llega a los oídos a Leví (Mateo), le llega justamente a donde van las palabras de Cristo, al corazón.

Igual que a nosotros, Jesús se detiene a mirarnos con afecto, y también nos habla a nuestro corazón, su suave voz es además una insistencia permanente en nuestra conciencia, voz que nos invita a seguirlo, aceptarlo y a la cual debemos guardar fidelidad.

Leví (Mateo) se levanto y lo siguió, pero dejándolo todo, condición indispensable para seguir a Jesús, lo sigue además con sinceridad, es así, como el Señor elige los sentimientos interiores del hombre, no por lo exterior o lo que se aparenta.

2.           LA “VOCACIÓN” DE LEVÍ (MATEO).

Su conversión debió de ser bastante ruidosa, por efecto de ser “publicano.” “Publícanos se llama a los que cobran los tributos públicos”. Eso lo hacia despreciable, y por ser hombre enriquecido por este procedimiento, fácilmente abusivo. En la literatura talmúdica se tenía por difícil o desesperada la conversión de los publícanos.

La sentencia de Cristo sobre quiénes tienen necesidad de “médico” es una pequeña parábola con la que responde, como tantas veces, con grandes parábolas, a las críticas farisaicas sobre la admisión de “pecadores” en el reino. En el fondo parece percibirse una fina ironía contra los “justos” fariseos.

Dios ha tenido misericordia de todo el género humano y ha llamado a hombres y mujeres sin distinción, para que le ayudemos en la obra misericordiosa de la implantación del Reino del Dios-misericordia.

3.           DIOS MUESTRA SU MISERICORDIA Y LO INVITA A QUE LO SIGA.

Así es, como Jesús ha llamado a su seguimiento a Leví, Dios muestra su misericordia a este hombre y lo invita a que lo siga. Seguir a Jesús y aceptar su proyecto, es aceptar la invitación que el Padre nos hace a través de su Hijo, el amado. El Padre en su plan amoroso continúa mostrando su amor misericordioso por todos los hombres y mujeres de la tierra.

El banquete de Jesús con los pecadores nos hace comprender que Dios viene al encuentro del ser humano hundido en el pecado y en su propia miseria. Comer juntos constituía en aquel tiempo el signo más evidente y más valioso de amistad y comunión, no sólo en un nivel sencillamente humano, sino en el mismo plano religioso. Por eso, los judíos evitaban el contacto en la comida con los miembros pecadores de su pueblo.

4.           “¿POR QUÉ COME CON PUBLICANOS Y PECADORES?.”

Sin embargo lo anterior, Jesús se comporta de una forma diferente, no sólo llama a Leví, el publicano, no sólo le ofrece el perdón a él y a los que entonces eran pecadores, sino que comparte con ellos su amistad y su comida. Por muy humana que parezca su actitud, por misericordioso que su gesto pueda presentarse, constituía ante los ojos de Israel causa de escándalo, por eso se preguntan; “¿Por qué come con publicanos y pecadores?.” Jesús se ha colocado en el lugar de Dios, llevando el signo de su gracia y comunión a los pecadores, a los perdidos y culpables.

Este banquete con los pecadores es un signo y anticipación de la fiesta del banquete pleno, el Reino de los Cielos, en ellas se ha hecho visible la nota peculiar del mensaje de Jesús, es decir, el ofrecimiento del perdón y la instauración de un nuevo tipo de relaciones con Dios y con el prójimo, por eso Jesús, les dijo: "No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Yo no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, para que se conviertan".

5.           JESÚS NO HA VENIDO POR LOS SANOS; HA VENIDO POR LOS ENFERMOS.

Él invita a todos aquellos que de una u otra manera desconfían en el plan misericordioso del Padre. Así es como Jesús le propone a Leví que se deje amar por Dios, del mismo modo nos propone a nosotros lo mismo, que nos dejemos que el Padre bueno nos muestre su amor y su voluntad. Pero es necesario que frente al derramamiento del amor en él, le demos muestras de cambio, de arrepentimiento, de conversión, para empezar a vivir una nueva vida.

6.           JESÚS NOS HA ENSEÑADO QUE NADIE ESTA EXCLUIDO PARA EL.

Jesús no tuvo inconveniente en comer y alternar con publicanos y pecadores, nosotros no somos mejores que otros, no debemos juzgar a los demás peor que nosotros, eso esta reservado para Dios. Así como Jesús, no excluyamos a nadie en el camino de la salvación, El quiere que nos salvemos todos.

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

Santoral  20 febrero

SAN EUQUERIO + 738

A este joven de Orleáns la lectura de san Pablo le cambió la vida: «La sabiduría del mundo es necedad ante Dios», hay que invertir, pues, el orden de valores, lo que todos aprecian no vale nada, y lo que se desdeña como vil, renunciar a las cosas por el amor más alto que no se ve, es el camino de la eternidad. Por eso Euquerio se hizo monje en la abadía normanda de Jumieges.

«Fue tan grande la luz de su santa vida y la opinión que todos tenían de él», dice un hagiógrafo, que a la muerte de su tío Suavarico, obispo de Orleáns, el pueblo le eligió para sucederle, y ante su resistencia tuvo que intervenir Carlos Martel, cuya autoridad le obligó a aceptar, aunque no sin desconsuelo, pues es tradición que lloraba copiosamente al ser consagrado.

Fue un buen obispo, y por serlo se opuso a las pretensiones de Carlos Martel, quien expoliaba a la Iglesia para atender las necesidades de sus campañas; el choque de ambos acabó con el destierro de Euquerio, primero en Colonia y luego en Lieja, siempre rodeado de una inmensa veneración, y acabó en un monasterio benedictino.

La leyenda de que tuvo una visión en la que pudo ver a Carlos Martel en el Infierno no merece siquiera el esfuerzo de ser refutada, ya que el abuelo de Carlomagno sobrevivió a nuestro obispo, y no es más que una piadosa superchería para infundir saludable temor a los que se apoderaban de bienes eclesiásticos.

San Euquerio obró numerosos milagros después de morir - curaciones inexplicables, lámparas que ardían sin consumir aceite -, pero su vida es ejemplar sobre todo por esa extraña carambola de la Providencia que le arranca del claustro - llorando - para hacerle pastor de una gran diócesis, y que le devuelve al claustro a viva fuerza por el simple cumplimiento de sus deberes. La sabiduría de este mundo, que es mucho más mecánica y torpe, nunca hubiese podido prever una combinación tan inesperada, divinamente maquiavélica y feliz.

Santoral preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo

Respuesta  Mensaje 22 de 29 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 25/02/2010 10:58

ESTUDIO Y REFLEXIÓN BÍBLICA

 

“Fue conducido por el Espíritu al desierto, donde fue tentado por el demonio durante cuarenta días.”

Lc 4, 1-13

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

 

1.      EL TRIUNFO SOBRE SATANÁS

Ciertamente, este relato es uno de los más enigmáticos de toda la tradición evangélica. El relato que nos presenta el Evangelio de Lucas, es igual que el de Mateo, sólo que Lucas invierte el orden de las dos últimas tentaciones que relata Mateo.

Nuestro Señor Jesucristo, en Jerusalén triunfa por primera vez sobre Satán, y en Jerusalén, en el Calvario, triunfará definitivamente sobre él. Termina su relación diciendo que el diablo se retiró de él hasta el “momento oportuno”; pero, aunque falta el artículo, quiere señalar directamente la pasión, ya que, terminadas las tentaciones, Cristo comienza su vida pública.

Si en las “tentaciones” se lo presenta como el Mesías auténtico, profético, el triunfo triple sobre Satán lo presenta también como el Mesías vencedor contra Satán, en su lucha contra el reino. Pues “si arrojo a los demonios con el Espíritu de Dios es que ha llegado a vosotros el reino de Dios” (cf. Mt 12:28).

El diablo, el demonio, Satanás, significa, conforme a su etimología, “arrojador,” en sentido de acusador, calumniador o tentador. Su oficio es triple en la literatura rabínica: solicitar al hombre al pecado (cf. Zac 3:1; Job 2:6ss), acusarlo luego ante el tribunal de Dios y aplicar la muerte en castigo al pecado; de ahí llamarle “el ángel de la muerte.”

2.      CONDUCIDO POR EL ESPÍRITU AL DESIERTO

Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó de las orillas del Jordán y fue conducido por el Espíritu al desierto, donde fue tentado por el demonio durante cuarenta días.

Jesús, sometido en todo a la acción del Espíritu Santo, va “al desierto.” El Espíritu “lo lleva”, “fue conducido”. Se entiende que es el desierto de Judea. Va al desierto para ser “tentado” por el demonio. También podemos entender “tentado” ser sometido a prueba.

El desierto aparece en la literatura judía y oriental como lugar donde moraba: los malos espíritus, y en especial los demonios (Mt 12:43; Lc 11:24; cf. Is 13:21; Tob 8:3; Bar 4:35). Pero tiene también otro sentido mesiánico, además de lugar de penitencia y aislamiento. Las comunidades de esenios y Qumrán son un claro ejemplo de ello.

3.      “SI TÚ ERES HIJO DE DIOS, MANDA A ESTA PIEDRA QUE SE CONVIERTA EN PAN”.

El tiempo que establecen los evangelistas para esta tentación es de cuarenta días y cuarenta noches, cifra de ambiente bíblico. Así, el diluvio (Gen 7:12); la estancia de Moisés en el Sinaí (Ex 24:18); los años de Israel en el desierto (Núm 14:33-34); años de una generación.

Fue durante este período de cuarenta días cuando se dice que Jesús experimentó tentaciones. La primera está perfectamente situada. Jesús ayunó cuarenta días y sintió hambre. “Si eres Hijo de Dios,” le dice el tentador, con cuya respuesta esperaba saber si era el Mesías o no, que transforme estas piedras en pan. Sugerencia bajo capa de piedad: que no sufra un privilegiado hijo de Dios.

Jesús le contesta con un argumento de la Escritura: “Está escrito.” La palabra de Dios cierra toda discusión. “El hombre no vive sólo de pan, sino de toda palabra que sale de boca de Dios” (Dt 8:3). Cristo alude aquí al sentido espiritual de confianza en la omnipotencia de Dios, en función de otra vida superior, a la que hay que atender con preferencia. Que es lo que Jesús recordará más tarde junto al pozo de Siquem: “Mi alimento es hacer la voluntad de aquel que me envió” (Jn 4:34). Por eso dijo a sus discípulos: “Yo tengo una comida que vosotros no sabéis” (Jn 4:32).

Jesucristo pudo hacer el milagro. Pero éste no debe hacerse inútilmente. El abandono al Espíritu y a la Providencia fue el medio para rechazar la tentación. La Escritura, con todos los procedimientos y sentidos rabínicos, cerraba toda discusión.

4.      TE DARÉ TODO ESTE PODER Y EL ESPLENDOR DE ESTOS REINOS

Luego el demonio lo llevó a un lugar más alto, le mostró en un instante todos los reinos de la tierra y le dijo: “Te daré todo este poder y el esplendor de estos reinos, porque me han sido entregados, y yo los doy a quien quiero. Si tú te postras delante de mí, todo eso te pertenecerá”

En la segunda tentación, (tercera en Mateo) el demonio interviene para que Jesús vea los reinos del mundo y su atracción. Se trata de un hecho análogo al que se lee en Ez 40:2;  y que se realizó “en visión”: “Mc condujeron y me pusieron sobre un monte muy alto.” Es una visión imaginativa y fantasmagórica, ya que naturalmente es imposible; aparte que Lucas lo insinúa al decir que fue “en un instante” “Todo el poder y el esplendor de estos reinos te daré si me adoras,” le dijo el tentador. Los judíos contemporáneos de Jesús esperaban un Mesías político y nacional, que aparecería con pompa dominación y prodigios. Así se presentaron una serie de pseudomesías, como se ve en los evangelios (Mc 10:35ss; Lc 24:21; Jn 6:15). No es que el diablo tenga dominio sobre el mundo. Únicamente en el sentido de que influye en sembrar el mal, Jesús le llamó “príncipe de este mundo” (Jn 12:31), y San Pablo le llega a llamar “Dios de este mundo” (2 Cor 4:4). Por eso Jesús, citando de nuevo la Escritura (Dt 6:13), desenmascara la falta de sus poderes y le ordena que se aparte: “Está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a El solo rendirás culto”.  Sólo a Dios se puede adorar y temer como fuente y dador de todo poder.

“Una vez agotadas todas las formas de tentación, el demonio se alejó de El, hasta el momento oportuno”. No directamente, pero sí indirectamente, tentó luego a Jesús a través de los fariseos y saduceos, queriendo intimidarle en el desarrollo de su mesianismo; de las turbas, que querían hacerle rey temporal; de los que intervinieron en la pasión. Todos colaboraron a aquel momento, del que Jesús dijo: “Viene el príncipe de este mundo contra mí” (Jn 12:31).

5.      “SI TÚ ERES HIJO DE DIOS, TÍRATE DE AQUÍ ABAJO

Después el demonio lo condujo a Jerusalén, lo puso en la parte más alta del Templo y le dijo: “Si tú eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: El dará órdenes a sus ángeles para que ellos te cuiden. Y también: Ellos te llevarán en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra”. Pero Jesús le respondió: “Está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios”.

La tercera (segunda en Mateo) es de tipo espiritual. Aunque las expresiones “el demonio condujo a Jesús” de Lucas, el verbo “conducir o llevar” de puede también indicar incitar a algo.

Desde allí, el diablo interviene para que Jesús esté en la “Ciudad Santa,” Jerusalén, y sea “puesto” sobre el pináculo del Templo, la parte más alta, probablemente era la techumbre de uno de los pórticos dentados del recinto general del Templo, donde se lograría mejor la espectacularidad de la propuesta.

Según Josefo, (Historiador Judío) la vista del Cedrón desde el “pórtico real” causaba vértigo: más de 180 metros. Desde el “pináculo” despeñaron a Santiago el Menor el año 62, y éste debe de ser un punto de la muralla oriental.

En una de las concepciones rabínicas se contaba precisamente que el Mesías se revelaría estando de pie, sobre el techo del Templo, para anunciar a Israel que su redención había llegado. En aquel ambiente, y a la hora de los sacrificios, hubiese sido un prodigio tal que acusaría ser él el Mesías.

De nuevo Jesús rechaza la tentación con la Escritura: “No tentarás al Señor tu Dios,” que se refiere al Dt 6:16, y se alude con él al pasaje del Éxodo cuando, faltos de agua en el desierto, exigían los israelitas a Moisés un milagro. “¿Por qué tentáis a Yahvé?” les dijo Moisés (Ex 17:2). Nuevamente Jesús, confiando en la providencia de Dios, rechazó la tentación. No era “confiar” en Dios arrojarse temerariamente, exponiendo su vida, y esperar que Dios milagrosamente lo salvase. Los ángeles protegen al “justo” (Sal 91:11ss), pero no al temerario suicida. Y esto suponiendo que no le propusiese tirarse, por lo descabellado, desde 180 metros.

6.      TENTACIONES MESIÁNICAS

¿Qué intención tienen los evangelistas al describir estas “tentaciones”? Algunos, en la antigüedad, pensaron en una victoria ejemplar y eficiente de Cristo sobre las tentaciones y pecados genéricos de los hombres: gula, vanagloria, soberbia, que cita San Juan (1 Jn 2:16). Así se podía Cristo compadecer de nosotros y animarnos en la lucha: “Confiad, yo he vencido al mundo” (Jn 16:33). Para otros significan la absoluta impecabilidad de Cristo: “¿Quién de vosotros me argüirá de pecado?” (Jn 8:46). Otros querían ver que en el desierto donde Israel fue tentado y pecó, Cristo supera aquella conducta. Y hasta se pensó que, contra el pecado del paraíso, él era el nuevo Adán.

La interpretación general, sin embargo, es que tienen un valor mesiánico. Jesucristo es tentado en cuanto Mesías, pues el diablo le dice: “Si eres Hijo de Dios,” palabras que se refieren directamente al Mesías, aunque en esta redacción literaria, van a tener el sentido del Mesías-Dios.

Se producen, además, en el desierto, símbolo y escenario de la edad mesiánica. “Ya en tiempos de los profetas existía la tradición según la cual el tiempo de la restauración de Israel, los tiempos mesiánicos, se verán precedidos de un período más o menos largo en el que se repitan las experiencias del pueblo de Dios en su peregrinación por el desierto antes de entrar en la tierra prometida. Pero, sobre todo, esta corriente de ideas penetraba íntimamente la conciencia del judaísmo contemporáneo de Jesús. Estaban convencidos de que el Mesías había de venir del desierto y que inauguraría la era mesiánica repitiendo la fenomenología del desierto”.

En este marco ideal del desierto es donde se comprende bien todo el sentido profundo del mesianismo que en esta escena se contiene. Todos los elementos concurren a ello: la cifra de cuarenta días, las citas del Deuteronomio, el “maná,” la condena de la idolatría recordando la escena del “becerro de oro,” son sucesos todos del pueblo de Israel en el desierto. Todo ello hace ver que el sentido de estas tentaciones fue mesiánico.

7.      UN RELATO ENIGMÁTICO, UN MISTERIO QUE DIOS TRAZA

Se comprende bien que Cristo, después del bautismo y antes de su vida pública de Mesías, se hubiese retirado algún tiempo a la oración, como hacía en otras ocasiones, máxime en momentos trascendentales, y que fuese este lugar una región desértica.  Sin embargo, ciertamente, este relato es uno de los más enigmáticos de toda la tradición evangélica.

Primero, ¿por qué el Mesías va al desierto a “ayunar” y a ser “tentado por el demonio,” y para ello, además, es “conducido” o “llevado” por el Espíritu Santo? Es ya un misterio, pero que Dios traza. Son los planes de Dios.

Y en estas “tentaciones” A prueba,” en la primera — ¿y por qué el Mesías tiene “hambre”? — no se resuelve por el expediente fácil del milagro, sino por el abandono a la Providencia de Dios. Si se hubiese hecho conforme a la proposición diabólica, el Mesías no seguiría el mesianismo profético, espiritual y de dolor (Isaías), que Dios trazó.

La segunda “tentación” era exponer que Jesucristo no recibe el poder de Satanás — como los fariseos decían de los milagros de Jesús —, sino de Dios. No era por recursos políticos — piénsese en tantos tronos de entonces logrados por sangre, en el fondo, por Satán —. Es verdad que en el salmo 2:6.8 se prometen al Mesías los reinos de la tierra. Pero éstos no le vienen por donación de Satán, que no tiene, sino de Yahvé. Lo llamaron en vida “endemoniado” y que realizaba prodigios en virtud del diablo. Es aquí la proclamación de los poderes mesiánicos, y del mesianismo universal, que Dios le dio.

La tercera “tentación,” la espectacular, de bajar en la hora esplendente del Templo en manos de ángeles — ¿la gente vería los ángeles? —, era provocar el mesianismo por aclamación de triunfalismo espectacular. Lo que no era el Mesías profético, que triunfaría, finalmente en la cruz.

8.      MIENTRAS ESTEMOS CIMENTADOS EN CRISTO, PARTICIPAREMOS DE SU SEGURIDAD

"A sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos" (Sal 90,11). El diablo conoce bien esta promesa porque la supo utilizar en la hora más álgida de la tentación; sabe bien cuál es nuestra fuerza y nuestra debilidad. Pero no tenemos nada que temer si permanecemos a la sombra del trono del Altísimo.

Mientras estemos cimentados en Cristo, participaremos de su seguridad; él ha hecho añicos el poder de Satanás [...] y de ahora en adelante los espíritus malignos, en vez de tener poder sobre nosotros, tiemblan y se espantan a la vista de un verdadero cristiano. Pues saben que poseen lo que les hace vencedores; que pueden, si quieren, mofarse de ellos y ponerlos en fuga. Los espíritus malignos lo saben bien y lo tienen muy presente en todos sus asaltos; sólo el pecado les da poder sobre ellos, y su gran empeño consiste en hacerles pecar, en sorprenderles en el pecado, sabiendo que no hay otro modo de vencerlos. Por eso, hermanos míos, no seamos ignorantes de sus planes, sino, conociéndolos bien, vigilemos, oremos, ayunemos, permanezcamos bajo las alas de Altísimo, que es nuestro escudo y auxilio (J. H. Newman, Sermón liturgici, Fossano, s.f., 144).

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

SAN PEDRO DAMIANO 1007-1072

La santidad de Francisco de Sales es sonriente, no así la de Pedro Damiano.

Si nos dejáramos guiar a veces por las apariencias nuestros errores serían enormes. La Divina Providencia sabe guiar nuestros pasos aunque en tantas ocasiones no lo sepamos apreciar. Así pensaría en el oscuro porvenir este niño, nacido en Ravena en 1007, que lo abandonan sus padres, que lleva vida de animalillo de muy pequeño, que cuando ya es mayorcillo un hermano suyo lo trata con inusitada crueldad y para que pueda comer lo envía a guardar sus cerdos...

Pero el Señor le dio un corazón de oro y unas cualidades nada comunes que después alguien sabrá apreciar. Va un día de camino y se encuentra una moneda de oro. Nunca había visto cosa tan preciosa. En lugar de comprarse algo útil o superfluo, entra en una Iglesia y con aquella moneda encarga que celebren una Misa por sus ya difuntos padres.

Un hermano suyo, que era arcipreste de Rávena, se encuentra con él y lo toma bajo su cuidado. Le hace que estudie y pronto descubre en él cualidades tan extraordinarias que muy pronto llega a escalar todos los más difíciles puestos, tanto en la cátedra como en la Iglesia. No pensarían los que le vieron llevar vida infrahumana y cuidando puercos que un día llegaría el papa Alejandro II a presentarlo al Episcopado de Francia como su Legado y les escribiría: "Os enviamos al que después de Nos tiene la mayor autoridad en la Iglesia Romana, a Pedro Damián, Cardenal Obispo de Ostia, que es como la pupila de nuestros ojos y el más firme baluarte de la Sede Apostólica...".

Sobresale tanto que a los 25 años es ya profesor en Parma y luego en Ravena.

A los 28 años se hace religioso en Fonteavellana; y por su prudencia y amor a la observancia es elegido prior. Con tal prestigio, que pronto el Papa Esteban IX le insiste a aceptar el cargo de cardenal y obispo del puerto de Roma; para que desde ese puesto colabore en la extirpación de las dos grandes calamidades del siglo XI: la simonía e intromisiones extrañas en los nombramientos eclesiásticos y la relajación de la disciplina en un sector del clero.

Vivió en un siglo que precisaba ante todo de personalidades enérgicas y de profetas vigorosos para arrancar a la Iglesia del engranaje feudal en que se había dejado prender: venalidad de los cargos eclesiásticos y decadencia en las costumbres del clero.

Le vemos como un fruto apasionado y terrible, apocalíptico casi, del año mil, penitente profeta en medio de los siglos oscuros; es un santo que visto de lejos asusta por su rigor y su ira, como un símbolo de intransigencia que reprocha con tremendos clamores los pecados del mundo, empezando por los de la Iglesia, roída por la simonía y el concubinato.

Como siempre, de cerca su figura se humaniza. Este modelo de austeridad que en su Libro de Gomorra traza un cuadro durísimo de la moral de sus contemporáneos, es también autor de conmovidos himnos, de páginas que a través del rudo latín del siglo Xl todavía transmiten un temblor de ternura. Y es su propia vida la que le muestra sometido por obediencia a deberes que estaban muy lejos de su ideal.

Que era la soledad de un monasterio, como el camaldulense de Fonte Avellana, por una de cuyas celdas renunció a la reputación de famoso profesor en Parma. Pero su saber y sus virtudes le fueron empujando a muchas actividades, fue prior, reformó la orden, hizo nuevas fundaciones, y aquel hombre con vocación eremítica se vio convertido por orden del papa en cardenal-obispo de Ostia y en legado pontificio.

Instrumento reformador de diversos papas - con quienes las relaciones no siempre fueron apacibles-, tuvo que intervenir en problemas de alta política eclesiástica, viajar mucho, predicar, ser consejero de reyes, escribir sobre una multitud de temas de teología y moral (León XII le declaró doctor de la Iglesia).

¡Pobre Pedro Damiano, que sólo suspiraba por volver a su celda! «¿Qué me importan los reyes y los concilios?» Adivinamos que estaba a punto de añadir irrespetuosamente: Y los papas.

Encargado de múltiples legaciones, tanto en Francia como en Alemania e Italia, trabajó hasta el agotamiento de sus fuerzas en la preparación de la renovación espiritual de la Iglesia.

Años después aún tuvo que ir a Alemania por el divorcio de un rey y reconciliar a su Rávena natal con el Pontífice. Murió en el camino de vuelta, refugiándose en el monasterio de Santa María de los Ángeles, en Faenza (1072), un año antes de que su amigo el monje Hildebrando se convirtiera en el papa Gregorio VII (él, tan mariano, que extendió la práctica de la consagración de los sábados a la Virgen), abrazando por fin una paz inasequible por la dureza del servicio que se le pedía.

Santoral preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo


Respuesta  Mensaje 23 de 29 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 25/02/2010 10:58

ESTUDIO Y REFLEXIÓN BÍBLICA

 

“Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”.

Mt 16, 13-19:

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

 

1. “¿QUIÉN DICE LA GENTE QUE ES EL HIJO DEL HOMBRE?”

Al llegar a la región de Cesárea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: ¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?

Es en este lugar de Cesárea de Filipo, es el momento cuando Jesús, dirigiéndose a los discípulos, les hace abiertamente esta pregunta: ¿Quién dice la gente que soy yo? Jesús no lo ignoraba por su conocimiento sobrenatural, pero también lo que pensaba la gente de El lo sabía, como los apóstoles, por el rumor popular. ¿Por qué les pregunta primeramente a ellos lo que piensan de El las gentes?

2. JESÚS, PARA UNOS, ERA JUAN BAUTISTA

El contacto de los apóstoles con las muchedumbres a causa de la predicación y milagros de Jesús les había hecho recibir toda clase de impresiones en torno a esto. Las que recogieron eran éstas: Jesús, para unos, era Juan Bautista, sin duda resucitado, como sostenía el mismo Antipas. Pues esta opinión había cobrado cuerpo entre el pueblo, ya que Lc mismo dice que Antipas estaba preocupado con la presencia de Jesús, puesto que algunos decían que era Juan, que había resucitado de entre los muertos (Lc 9:7).

3. OTROS, QUE ELÍAS; OTROS, QUE JEREMÍAS

Para otros, Jesús era Elías. Lc recoge en otro lugar esta creencia popular. Jesús era, para diversos grupos, Elías, que había aparecido (Lc 9:8). Según la estimación popular, Elías no había muerto, y debía venir para manifestar y ungir al Mesías 12.

Otros piensan que fuese Jeremías (Mt). El profeta Jeremías era considerado como uno de los grandes protectores del pueblo judío, sobre todo por influjo del libro II de los Macabeos (2:1-12). Pero no pasaba por un precursor del Mesías. Mateo ya hizo referencia a él (2:17). Acaso se lo cita por el simple prestigio que tenía en el judaísmo, y del que se podrían esperar cosas extraordinarias.

Por último, sin saber a ciencia cierta quién sea, para muchos era algún profeta de los antiguos, que ha resucitado (Lc). Era el poder milagroso de Jesús el que los hacía creer en la resurrección de un muerto (Mt 14:2; Mc 6:14).

4. ¿QUIÉN DICEN QUE SOY?

No deja de extrañar el que los apóstoles no citen, tomado de la opinión de las gentes, el que El fuese o pudiese ser el Mesías.

Así fue como ellos le respondieron: Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas. Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?

Por eso, después de oír lo que las gentes pensaban de El, se dirige a los apóstoles para preguntarles abiertamente qué es lo que, a estas alturas de su vida y de su contacto de dos años con El, han captado a través de su doctrina, de su conducta, de sus milagros. Era un momento sumamente trascendental. Si no fuera que Jesús tenía un conocimiento de todo por su ciencia sobrenatural, se diría que esperaba impaciente la respuesta de sus apóstoles.

5. TÚ ERES EL MESÍAS, EL HIJO DE DIOS VIVO

Los tres sinópticos no dicen la respuesta que hayan podido tener éstos. Sólo recogen la respuesta que le dirigió Pedro. Todos los detalles se acumulan en la narración de Mateo para indicar no sólo la precisión que interesa destacar, sino con ella acusar la solemnidad del momento y la trascendencia del acto.

Mientras Mc-Lc presentan sin más a Pedro, Mateo lo precisa ya de antemano como Simón Pedro. En efecto, Pedro tenía por nombre Simón (Mateo 4:18 y par.). En Juan se lee que Jesús, al ver por vez primera a Simón, le anunció que será llamado Pedro (Jn 1:42). Ya desde un principio, Jesús puso en Simón la elección para Pedro, para ser piedra El conservar aquí los dos nombres es sumamente oportuno.

La confesión de Simón Pedro es expresada así: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo. Aquí se confiesa por Pedro la mesianidad y la divinidad de Jesús. Al decir que es el Mesías, indica su relación supereminente de autoridad con Dios — el Padre — que lo envía.

6. FELIZ DE TI, SIMÓN, HIJO DE JUAN

Pedro, desde su primer encuentro con Jesús, deja al descubierto, por una parte, la amistad no disimulada del Maestro, y por otra, la entrega sin reservas a su servicio o compañía, es así como Pedro sabe quien es Jesús, el Mesías, el Hijo de Dios.

Y Jesús le dijo: Feliz de ti, Simón, hijo de Juan, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo.

La respuesta de Jesús tiene dos partes bien marcadas: la primera es una felicitación a Pedro por la revelación tenida. La felicitación de Jesús a Simón es porque esta confesión no se la reveló ni la carne ni la sangre, con la que se expresa el ser humano. Tal era la grandeza de este misterio, que su revelación se la hizo su Padre celestial. Se trata, pues, de un misterio desconocido a Pedro, y un misterio que no podía, sin revelación, ser alcanzado por la carne y sangre — el hombre — Entonces, este conocimiento no es por su capacidad humana, es un don de Dios. En efecto, Pedro alcanzó este conocimiento por la fe.

7. TÚ ERES PEDRO, Y SOBRE ESTA PIEDRA EDIFICARÉ MI IGLESIA

Jesús, volviéndose a Simón, le dice: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Y Jesús lo eligió como la roca para construir sobre ella su Iglesia y le confirió los poderes para llevar a la salvación a todos los hombres. Pedro es la roca, en el sentido de que la fe y los creyentes no pueden tener otra fe que la de los apóstoles y profetas, que son los que enseñan esa verdad, que está construida sobre la piedra angular de Jesús, y así es, como luego dice; y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella. Es decir, no podrá vencer a la Iglesia, pues ésta está firme y estable, porque está construida sobre la roca firme, que es Jesús.

8. YO TE DARÉ LAS LLAVES DEL REINO DE LOS CIELOS

Dice Jesús: Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo. La promesa es que ese atar y desatar sobre la tierra tendrá su automática ratificación en el cielo. Todo lo relacionado con esta misión — cuanto permita o prohíba en el reino, todo eso será también ratificado en el cielo. Y eso garantizado por Jesús.

Así, Pedro como Mayordomo de la Casa de Dios, ha recibido el poder para admitir o excluir, según el Evangelio y de administrar la comunidad, en Pedro recaerán las responsabilidades de la doctrina y de la moral, el podrá decidir lo que es bueno y licito para su Iglesia y sus miembros, sentencia que será ratificada Por Dios en lo alto de los cielos.

Así, como Pedro en épocas de la Iglesia naciente, hoy el Papa, su sucesor, es el encargado de animar la fe en nuestra comunidad creyente, el es en nombre de Jesucristo Pastor y guía de la Iglesia.

9. ACOGER AL SUCESOR DE PEDRO

Como Pedro en los orígenes y ahora le ha correspondido a Benedicto XVI, fundamento visible de la unidad y de la caridad de la Iglesia.

A través del Evangelio, podemos comprender como Jesucristo, nos invita a acoger al sucesor de Pedro, y a mirarlo con los ojos de la fe.

Este es un día especial, para rezar por el Papa y es una buena ocasión para apoyar su inmensa obra a favor de la comunidad cristiana y de toda la humanidad. Dios le Bendiga

La Paz de Cristo

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

 

LA CÁTEDRA DEL APÓSTOL SAN PEDRO

 

El 22 de febrero estaba consagrado en la antigua Roma al recuerdo de los difuntos de la familia. La fiesta de la Cátedra de San Pedro enlaza, por tanto, con el culto que los cristianos tributaban en el presente día a sus padres en la fe junto a las tumbas de Pedro en el Vaticano y de Pablo en la carretera de Ostia. Mas, al convertirse el 29 de junio - tras la paz de Constantino (313) - en la gran festividad anual de los dos Apóstoles, se quiso honrar el 22 de febrero en la Cátedra de Pedro la promoción del Pescador de Galilea al cargo de Pastor supremo de la Iglesia.

Por consiguiente, hoy es la fiesta del "Tu es Petrus", la memoria de la misión que Cristo confió a Pedro de ser el apoyo de sus hermanos. De ahí que la propia liturgia exalte la fe de Pedro como la roca sobre la que se asienta la Iglesia. Mas, si bien el servicio de Pedro consiste en asegurar a la Iglesia por medio de su doctrina "la integridad de la fe", también debe procurar la unidad de los cristianos, "presidir en caridad" (Ignacio de Antioquía), conducir a todos los bautizados a la participación del mismo pan y a beber del mismo cáliz.. Por eso le suplicamos al Señor que haga que el Padre sea para el pueblo cristiano "el principio y fundamento visible de su unidad en una misma fe y en una misma comunión".

Este supremo y universal Primado de Pedro, perpetuo como la Iglesia misma, fue fijado establemente por Pedro en Roma, la ciudad de su episcopado particular y universal, en la que derramará su sangre por Cristo.

Una realidad maravillosa, que tanto ponderará San Cipriano, pocos decenios después: "Se da a Pedro el Primado, para que se muestre que es una la Iglesia de Cristo y una la cátedra... Dios es uno, uno el Cristo, una la Iglesia, y una la cátedra fundada sobre Pedro"... "el lugar del Papa Fabián es el lugar de Pedro"...

Por eso el colegio episcopal permanece unido al Obispado de Roma y sucesor de Pedro, al enseñar gobernar y juzgar. Y así repite en Oriente el año 451 el Concilio ecuménico de Calcedonia: "Pedro nos ha hablado por la voz de León".

 

Preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de  Vigo



Respuesta  Mensaje 24 de 29 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 25/02/2010 10:59

ESTUDIO Y REFLEXIÓN BÍBLICA

 

“Ustedes oren de esta manera”

Mt 6, 7-15

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

1.           CUANDO OREN, NO HABLEN MUCHO, COMO HACEN LOS PAGANOS

Jesús dijo a sus discípulos: Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: Jesús expuso una censura y una forma correcta al orar y de orar, a través de esta enseñanza nos expuso cual debe ser el espíritu cristiano en la oración.

La oración cristiana exige como una condición la sinceridad y sencillez, dejando que hable el corazón, con actitud humilde, no como el practicado por los gentiles, que piensan que por mucho hablar serán escuchados. Lo que estamos aprendiendo, que al orar no hay que utilizar vanas palabras, no se debe farfullar, es decir hablar muy deprisa y de manera atropellada o confusa y tampoco decir muchas cosas inútiles. En otra palabras, no pretender la charlatanería en la oración, sea diciendo cosas vanas o inútiles, sea pretendiendo recitar unas fórmulas largas o calculadas, como si ellas tuviesen una eficacia mágica ante Dios.

Es así como Jesús dijo: No hagan como ellos. En el judaísmo, en general, gustaba de prolijas oraciones y, en especial, acumular en ellas títulos a los nombres divinos. Pero Jesús no enseña que no es ésta la actitud cristiana en la oración, porque el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan. Pero no se excluye la minuciosidad, porque no se estima como requisito semimágico, cuando viene de la sinceridad del corazón. La oración no es locuacidad, sino el corazón volcado en Dios.

No pretende Jesús con esta enseñanza condenar la oración larga. No es éste el propósito de su enseñanza. La censura va contra la mecanización formulista o semimágica de la oración. Tampoco Jesús va contra la extensión de la oración. El mismo, cuando estuvo en Getsemani, dio ejemplo de oración larga, al permanecer en la misma una hora de oración (Mt 26:39.42.44, par.), lo mismo que pasarse, en ocasiones, la noche en oración.

2.           PADRE NUESTRO

Hermosa oración nos enseñó Jesús, El Padre Nuestro, es irremplazable, es una oración perfecta, en ella esta toda una enseñaza; que orar, como orar y como dirigirse a Dios como Padre.

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre. Comienza esta oración dirigiéndose a Dios con una alabanza que nos hace grato el orar. Es encantador saber el verdadero sentido de paternidad y filiación divina que tenemos al ser hijos de Dios, al decir Padre Nuestro, además nos involucramos todos como hermanos, Dios es Nuestro Padre, uno solo y nuestro, de todos nosotros.

Decir Padre nuestro es la mejor ocasión para entrar el alma dentro de sí, y hacer el giro hacia la contemplación perfecta. Apenas se encuentra santa Teresa con la palabra “Padre nuestro” entre las manos, estalla en un “oh” de asombro contemplativo. Que Cristo se humille tanto para tratar con nosotros, que nos dé al Padre: “¡Cómo dais tanto junto a la primera palabra! Tan amigo de dar, que no se os pone cosa delante” (C 27,2).

Y cuando nos dirigimos al Padre en oración, levantamos los ojos a El, nuestro corazón se inflama y se apasiona porque nos dirigimos a quien más nos ama, y decimos tiernamente “Padre”, porque somos sus hijos, el nos ha creado, somos de su patrimonio, y con gran convicción, decimos Padre Nuestro, en plural, de este modo nos involucramos todos porque para El somos hermanos, y deseamos.

3.           QUE ESTÁS EN EL CIELO

Levantamos los ojos y rezamos “Que estas en los cielos”, porque “los cielos publican la gloria de Dios"; (Sal 18,2), el cielo es donde ya no hay culpa y donde no hay ningún temor a la muerte, entonces nos elevamos a El y lo separamos de las cosas terrenas. San Agustín decía: Dios, habita en le corazón de los hombres justos, complementado con la idea del cielo, es entonces el cielo una idea mas allá de todo lo que el hombre puede imaginar.

4.           SANTIFICADO SEA TU NOMBRE

Luego rezamos “Santificado sea tu nombre”; Porque Dios es santidad pura, incorruptible, principio de todo lo bueno, y pedimos que sea santificado en nosotros su nombre, como auxilio para abstenernos de toda maldad y para que la santificación pueda venir en nosotros. Por tanto, esta es una expresión que nos compromete a buscar la santidad, para que Dios tenga hijos dignos recordando al salmista que dice: “Sea conocida tu santidad en todo el mundo, y te alaba dignamente, porque alabarte es de justos (Sal 32,1)

5.           QUE VENGA TU REINO

Y es hora de pedir y rogamos: “que venga tu reino”; Para que el poder y la seducción y el reino de este mundo pasajero sean desterrados, sobre todo, el pecado, que reina en nuestra vida terrenal. De este modo también pedimos a Dios que nos libre de la corrupción y nos preserve de la muerte. También queremos decir venga el Espíritu Santo sobre nosotros para que nos purifique. El Reino de Dios viene cuando alcanzamos gracia; porque El mismo dice (Lc 17,21): "El reino de Dios está dentro de vosotros". Para que Dios reine en nuestras vidas, así entonces en todos nuestros pensamientos, palabras y acciones.

6.           QUE SE HAGA TU VOLUNTAD

Y sin entristecernos por el Plan de Dios en nosotros, le pedimos al Padre que se hágase su voluntad aquí en la tierra como en el cielo; Es una súplica para que nos permita imitar la vida del cielo, y porque nosotros deseamos aceptar lo que El quiere. Le pedimos de este modo, que nuestra vida humana sea buena y semejante a la que tendremos después de la resurrección, por tanto ya queremos disponernos a llevar un modo de vida en este mundo, que esté conforme con la que esperamos en el otro.

7.           DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA.

Suplicamos a continuación “Danos hoy nuestro pan cada día”: Jesucristo es el Pan de Vida Eterna. El pan de nuestras almas es la virtud divina, que trae sobre ellas la vida eterna del mismo modo que el pan que nace de la tierra conserva la vida temporal. El pan divino que ha venido y el que ha de venir, le rogamos nos conceda hoy, con todo su sabor. También concédenos esto haciendo que el Espíritu Santo habite en nosotros, produciendo una virtud que aventaja a toda virtud humana, como la humildad, la bondad y el amor.

8.           PERDONA NUESTRAS OFENSAS

Y reconociendo nuestras falta, solicitamos que perdones nuestros pecados, perdona nuestras ofensas: “Misericordia Señor, nos comprometemos a no faltarle, sin embargo caemos, pero El, bueno al extremo, nos perdona y luego volvemos a caer, entonces le suplicamos que suspenda el castigo que merecemos, y El tan bueno, lo hace. Pero en cuanto vemos que por su confianza en nosotros El mira para otro hermano, volvemos a caer nuevamente”. Jesús nos enseño a tener confianza por nuestras buenas obras, y nos enseñó a implorar el perdón de nuestros pecados, porque, no existiendo nadie sin pecados, no nos privemos de la participación de los beneficios divinos por los pecados humanos. Así pues, al ofrecer, como debemos, a Cristo, quien hace que el Espíritu Santo habite en nosotros, la santidad perfecta, habremos de reprendernos si no hemos conservado la pureza de su templo. Este defecto se enmienda por la bondad de Dios, perdonando a la humana debilidad el castigo de sus pecados.

9.           PORQUE TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A AQUÉLLOS QUE NOS OFENDEN.

Y decimos lo enseñado por Jesús, “porque también nosotros perdonamos a aquéllos que nos ofenden”; Así es Dios, lleno de piedad por los pecadores, si lo es El con nosotros, tenemos que serlo del mismo modo con los demás y, si no es así, somos unos hipócritas. Esto los hacemos con toda justicia por el Dios justo. Cuando nosotros perdonamos a nuestros deudores; esto es, a los que nos han ofendido y confiesan su ofensa. Conociendo nosotros esto, debemos dar gracias a nuestros deudores; porque son para nosotros la oportunidad y la causa de nuestro mayor perdón. Además dando poco alcanzamos mucho; porque nosotros debemos muchas y grandes deudas a Dios y estaríamos perdidos si nos pidiésemos una pequeña parte de ellas.

10.       NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN.

También nos enseñó el Señor, pedir para que El no nos dejes caer en la tentación: Pedimos a Dios que no nos deje caer en el pecado, esto es fuerza, amor, decisión, voluntad para enfrentar este diarios combate "entre la carne y el espíritu", capacidad para evitar las ocasiones de pecar. Si queremos que Dios permanezca en nuestro corazón, tenemos que protegerlo de la tentación.

En efecto, es imposible no dejarnos tentar, los santos fueron tentados, muchos sufrieron esta prueba, por eso le pedimos a Dios que no nos deje caer en la tentación, esto es, que no permita que suframos la prueba de las tentaciones inclinada a los placeres de los sentidos. Jesucristo conociendo nuestra debilidad, mandó que orásemos para que no cayésemos en la tentación; pero cuando alguno se ve en ella, conviene que pida a Dios la virtud de resistirla, para que se cumpla en nosotros lo que dice San Mateo (10,22): "El que persevera hasta el fin, se salvará".

11.       LIBRANOS DEL MAL

Por este motivo, rogamos que nos libre del mal, del “maléfico”, y sus sinónimos, la mentira, el crimen, el robo, la xenofobia, la discriminación, la desidia, la irreverencia, el egoísmo, la envidia, la pereza, la maldad, la dureza de corazón, la incomprensión, irresponsabilidad, y tantas más que son el deleite de Satanás.

San Agustín nos dice que cada uno pide ser librado del mal (esto es, del demonio y del pecado); pero el que confía en Dios, no teme al pecado. Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros? (Rom 8,31).

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

Este enlace es para acceder al: TALLER DE ORACION DEL PADRE NUESTRO

SAN POLICARPO DE ESMIRNA 70-155

En la persona del obispo Policarpo tenemos al postrer testigo de la edad apostólica que, el 23 de febrero del año 155, subía a la hoguera en medio del teatro de Esmirna, en presencia de todo el pueblo. Policarpo había sido discípulo de Juan. Había visto con sus propios ojos y oído con sus propios oídos a aquel cuyas manos tocaron el Verbo de vida, y había escuchado del discípulo que Jesús sentía predilección por el mandamiento nuevo del amor fraterno.

Quizá fue el mismo San Juan quien nombró Obispo de Esmirna, esta bella ciudad asiática, asentada a la ladera del monte Pagus y bañada por el mar Egeo, a Policarpo. Desde su Sede dirigía, con gran amor y sabiduría, a su grey por los caminos del verdadero Evangelio y les alentaba para que no se dejaran nunca inficcionar por la herejía y para que fueran valientes para defender a Jesucristo contra los paganos si llegaba la hora de probar su fe.

Si quisiéramos resumir la vida de este hombre, de este gran obispo, habría que hacerlo en una sola palabra: Amor. Amó y supo enseñar el amor único y verdadero. Todo lo demás debía, decía él, ser colocado al servicio de este Amor... Dentro de este pentagrama deben colocarse todas las notas - léase toda la vida - del verdadero cristiano. De cuando en cuando decía a sus ovejas: "Todo el que no confesare que Jesucristo ha venido en carne, es un anticristo, y el que no confesare el testimonio de la cruz, procede del diablo, y el que torciere las sentencias del Señor en interés de sus propias concupiscencias, ése tal es primogénito de Satanás"...

Todos sabían de la gran bondad y tierno corazón de Policarpo. Él es duro consigo mismo, pero muy suave y dulce para con los demás, menos con los que intentan sembrar el error entre sus ovejuelas. De sus labios brotan palabras de amor y cariño y no sólo palabras sino hechos maravillosos a favor de los pobres y enfermos. A todos atiende con caridad sin igual y como si del mismo Maestro se tratara.

A veces hasta los niños quedaban extasiados escuchando sus ardorosas palabras. Uno de estos niños, que no pierde ni palabra de cuanto oye a este ya anciano venerable, se llama Ireneo que llegará a ser obispo de Lyón y gran Padre de la Iglesia. En su cuadernillo de notas, este discípulo aprovechado escribió y nos transmitió hasta nosotros estas hermosas frases de su maestro y padre en la fe: "Cristo es el que levantó sobre la cruz nuestros pecados". "Cristo es nuestra esperanza y prenda de nuestra salvación". "Cristo es el que soportó todo por nosotros"... Eran palabras hermosas que poco después las confirmará tratando de dar testimonio de ellas con su sangre.

Por eso, en el relato que los cristianos de Esmirna legaron sobre la muerte de su obispo, volvemos a hallar algo de la serenidad y ternura propias de los escritos de Juan.

Comoquiera que el procónsul le presionase a Policarpo para que renegase de Cristo, le respondió: «Hace ochenta y seis años que le sirvo y jamás me ha hecho ningún mal. ¿Por qué, pues, he de blasfemar de mi Rey y Salvador?» Atado al poste del patíbulo, oraba del siguiente modo: «Dios de todas las criaturas, te bendigo porque me has juzgado digno de este día y de esta hora, digno de ser contado en el número de los mártires y de participar en el cáliz de tu Cristo, para resucitar a la vida eterna en alma y cuerpo en la incorruptibilidad del Espíritu Santo».

Era un anciano lleno de virtud, saber y experiencia envuelto en una particular veneración por haber sido discípulo del propio san Juan Evangelista; en pleno siglo II había, pues, conocido a uno de los apóstoles del Señor, nadie podía dejar de recordarlo, y se le llamaba «padre de los cristianos» incluso entre los que no lo eran. San Jerónimo, más enfáticamente, le nombra como «príncipe del Asia».

Fue un gran obispo de Esmirna, y su nombre griego, que en castellano puede traducirse por «fruto abundante», parecía en él más adecuado que en cualquier otro por sus obras de caridad.

En carta a los cristianos de Filipos, les recomienda la obediencia.

Ya octogenario emprendió un viaje a Roma para hablar con el papa Aniceto y consultarle cuestiones de liturgia, en el año 155, especialmente del día de la Pascua. Y el Papa le hace presidir una celebración eucarística y a su regreso tuvo que enfrentarse con la persecución.

Según san Eusebio, tres días antes de que le prendieran tuvo una visión en la que su almohada era consumida por el fuego, y entonces anunció a los que estaban con él: «Me quemarán vivo» (siglos más tarde en recuerdo de esta almohada san Policarpo era invocado contra el dolor de oídos).

Descubierto en su escondite, no lejos de la ciudad, fue conducido a Esmirna, y allí las autoridades le pidieron que blasfemara, que maldijera a Cristo (¡qué moderna parece la petición!). Ante su negativa, se le ató a un palo entre leña en medio de un estadio al que había acudido la multitud para ver cómo moría un obispo de aquella secta.

Al encenderse la hoguera, las llamas, sin tocarle, le rodearon «como una vela de navío hinchada por el viento», y hubo que darle muerte con una espada. Dicen que de su cuerpo brotó tanta sangre que apagó el fuego, y que el cadáver, sin la menor quemadura, tenía el mismo color que el pan cocido y desprendía un perfume a incienso y mirra.

Santoral preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo




Respuesta  Mensaje 25 de 29 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 25/02/2010 11:00

ESTUDIO Y REFLEXIÓN BÍBLICA

 

“La gente de este tiempo es una gente perversa”

Lc 11, 29-32

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

1.      EN AQUEL TIEMPO, LA GENTE SE APIÑABA ALREDEDOR DE JESÚS

Relata este fragmento del Evangelio, que en aquel tiempo, la multitud se apiñaba alrededor de Jesús, mostrando de esta forma que el Señor cautivaba a las gentes, y seguidamente nos dice que éste comenzó a decirles: “La gente de este tiempo es una gente perversa”. Perverso, es aquel que tiene mucha maldad, lo mismo que es perverso el que hace daño intencionadamente. Jesús continua diciendo que: “Piden una señal, pero no se le dará otra señal que la de Jonás”

2.      CRISTO VA DESCUBRIENDO QUIÉN ES EL

A la predicación de Jonás, Nínive (capital de Asiria) se convirtió. Y ante la sabiduría de Salomón, vino a oírle la reina del Mediodía, la reina de Saba (1 Re 10:1). Ellos condenarán “en el juicio” probablemente aludiendo, con este término casi técnico, al juicio" postrero, a esta generación, porque aquí, es decir, en él, hay cosa mayor que la sabiduría de Salomón y el profetismo de Jonás. Es parte del Punto más alto o culminación de un proceso con que Cristo va descubriendo quién es EL; y que es mayor que reyes y profetas.

La cita de Jonás evoca su predicación en Nínive, con la conversión del pueblo, y, por contraste, la escasa atención que Israel prestó a su predicación.

3.      PIDEN COMO CONDICIÓN SER TESTIGOS DE UN SIGNO

Judíos escribas y fariseos, con una engañosa disposición a creer, piden como condición ser testigos de un signo, o señal, esta es condición indispensable para creer, al parecer todo lo que había realizado Jesús les parecía poco, además que esta era una nueva maniobra de fariseísmo que acostumbraba a atacar a Jesús. En el fondo buscan probar si es verdad que es el Mesías. Jesús no da el milagro que piden, ni para cuando lo piden.

Los fariseos, pedían ver algo extraordinario, un milagro fuera de lo común, una manifestación asombrosa y sensacional.

4.      ¿NO LES BASTARÍA, NO SERIAN SUFICIENTEMENTE CONVINCENTE LAS SEÑALES QUE HABÍA DADO JESÚS?

Hoy, aún los hombres parecen insatisfechos con todo lo que el Señor les da, y tienen un gran gusto por pedir, incluso, piden cosas desmedidas y en un mundo con una problemática donde la irreverencia es dominante, donde el que puede le falta el respeto a nuestra fe, y la “crisis de la fe”, esta muy presente.

Los cristianos del mundo de hoy, tenemos que considerar un minucioso análisis de lo que esta sucediendo. No pensemos en milagros asombrosos para demostrar nuestra fe. Dispongámonos a vivir comprometidamente con nuestra fe, dando testimonio con nuestra actitud de vida, para que sirva de ejemplo a ese tipo de personas de hoy, las cuales no tienen muchas diferencias a las que en aquel tiempo Jesús responde: " Ésta es una generación malvada. Pide un signo y no le será dado otro que el de Jonás” Esta respuesta de Jesús, va a los jefes del pueblo, escribas y fariseos de ese entonces, ¿a quien se la dirigimos hoy?

5.      ENTONCES, EN EL MUNDO DE HOY, ¿LE PEDIMOS A JESÚS OTRA PRUEBA?

El "signo de Jonás" que propone Jesús a sus adversarios no puede limitarse al hecho de haber permanecido como muerto en el vientre del pez durante tres días y tres noches, sino al haber salido con vida. Jesús no les quiso dar otra prueba, es decir su propia resurrección, que sería la prueba divina, algo que nadie podría falsear o imitar.

Es triste ver hoy, como muchos no tienen interés en oír el mensaje de Jesús, como también es triste saber como algunos se dicen cristianos y desafían con su soberbia a Dios. También los hay de los que se jactan al decir que no hay pruebas de la existencia de Dios. Entonces, el mundo de hoy, ¿pide aún más pruebas?

6.      JESÚS NOS HA COMPROMETIDO PERSONALMENTE

Jesucristo resucitó, y en consecuencia ahora vive en nosotros como cristianos. Y por tanto nos corresponde que le demostremos al mundo no creyente pruebas de que el ha resucitado y que vive en nosotros, para nosotros y por nosotros.

Pero tenemos que salir al mundo con ejemplos y testimonios de vida cristiana, como hombres solidarios, como personas que aman a su prójimo, afables, contrarios a la violencia en todas sus formas, respetuosos de la vida, con inclinación a hacer el bien, a fin de que aquellos que rechazan a Jesús, acepten a quien nos da razón de ser y se entusiasmen en oír sus enseñanzas.

Los fariseos no tenían excusas y nosotros tampoco, hemos recibido muchas bondades del Señor y tenemos los medios que nos da la gracia, hemos sido llamados, tenemos el bautismo, Jesús nos ha comprometido personalmente, y nuestra conversión será el milagro que esperan de nosotros para que ellos tomen el camino de Jesucristo Nuestro Señor.

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

MODESTO

Obispo

Su apelativo bien pronunciado indica al poseedor de una virtud altamente costosa de conseguir y dice mucho con relación a la templanza que ayuda al perfecto dominio de sí. Buen servicio hizo esta virtud al santo que la llevó en su nombre.

El pastor de Tréveris trabaja y se desvive por los fieles de Jesucristo, allá por el siglo V. Lo presentan los escritos narradores de su vida adornado con todas las virtudes que debe llevar consigo un obispo.

Al leer el relato, uno va comprobando que, con modalidades diversas, el hombre continúa siendo el mismo a lo largo de la historia. No cambia en su esencia, no son distintos sus vicios y ni siquiera se puede decir que no sea un indigente de los mismos remedios ayer que hoy. Precisamente en el orden de la sobrenatural, las necesidades corren parejas por el mismo sendero, las virtudes a adquirir son siempre las mismas y los medios disponibles son idénticos. Fueron inventados hace mucho tiempo y el hombre ha cambiado poco y siempre por fuera.

Modesto es un buen obispo que se encuentra con un pueblo invadido y su población asolada por los reyes francos Merboco y Quildeberto. A su gente le pasa lo que suele suceder como consecuencia del desastre de las guerras. Soportan todas las consecuencias del desorden, del desaliento, del dolor de los muertos y de la indigencia. Están descaminados los usos y costumbres de los cristianos; abunda el vicio, el desarreglo y libertinaje. Para colmo de males, si la comunidad cristiana está deshecha, el estado en que se encuentra el clero es aún más deplorable. En su mayor parte, están desviados, sumidos en el error y algunos nadan en la corrupción.

El obispo está al borde del desaliento; lleno de dolor y con el alma encogida por lo que ve y oye. Es muy difícil poner de nuevo en tal desierto la semilla del Evangelio. Humanamente la tarea se presenta con dificultades que parecen insuperables.

Reacciona haciendo cada día más suyo el camino que bien sabía habían tomado con éxito los santos. Se refugia en la oración; allí gime en la presencia de Dios, pidiendo y suplicando que aplaque su ira. Apoya el ruego con generosa penitencia; llora los pecados de su pueblo y ayuna. Sí, son muchas las horas pasadas con el Señor como confidente y recordándole que, al fin y al cabo, las almas son suyas.

No deja otros medios que están a su alcance y que forman parte del ministerio. También predica. Va poco a poco en una labor lenta; comienza a visitar las casas y a conocer en directo a su gente. Sobre todo, los pobres se benefician primeramente de su generosidad. En esas conversaciones de hogar instruye, anima, da ejemplo y empuja en el caminar.

Lo que parecía imposible se realiza. Hay un cambio entre los fieles que supo ganar con paciencia y amabilidad. Ahora es el pueblo quien busca a su obispo porque quiere gustar más de los misterios de la fe. Ya estuvieron sobrado tiempo siendo rudos, ignorantes y groseros.

Murió -y la gente decía que era un santo el que se iba- el 24 de febrero del año 486.

El relato reafirma juntamente la pequeñez del hombre -el de ayer y el de hoy- y su grandeza.

 Fuente: Archidiocesis de Madrid




Respuesta  Mensaje 26 de 29 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 25/02/2010 11:01

ESTUDIO Y REFLEXIÓN BÍBLICA

 

“todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá ”

Mt 7, 7-12

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

1.           PIDAN Y SE LES DARÁ

Jesús dijo a sus discípulos: Pidan y se les dará. Lo que nos propone es la necesidad de orar para obtener favores del cielo, y a esta oración se garantiza su eficacia.

Jesús, utiliza algunos elementos comparativos con una cierta exageración, ¿Quién de ustedes, cuando su hijo le pide pan, le da una piedra? ¿O si le pide un pez, le da una serpiente? no hay relación alguna entre la petición y lo que no se le dará: son simples hipérboles orientales de contraste. La conclusión de base es que ningún padre dará a sus hijos, cuando le piden cosas buenas y necesarias, cosas malas. En el orden espiritual se concluye igualmente que Dios no dará sino cosas “buenas” al que se las pida. Dios es Padre, y, como tal, es sumamente bondadoso con sus hijos. No es un Dios enigmático ni caprichoso, como otros dioses. Por eso Jesús dice; Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre de ustedes que está en el Cielo dará cosas buenas a aquellos que se las pidan!

2.           MATEO, EXPONE LA NECESIDAD Y LA EFICACIA DE LA ORACIÓN.

Expuesto en forma “sapiencial,” no se trata de por qué en ocasiones no se recibe lo que se pide. Se supone, además, en esta perspectiva religiosa, que no se pedirán cosas que impidan la “incorporación” al Reino, objeto de la gracia y del mensaje de Cristo.

Dice Jesús; Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en esto consiste la Ley y los Profetas. El tema de este pasaje es llamado “regla de oro” de la caridad desde el siglo XVII. La sentencia que prácticamente hará ver a los hombres cómo deben amarlos, es hacer a los demás lo que quisiéramos que los otros nos hicieran a nosotros. No consiste solamente en no hacer mal al prójimo, sino en “amar al prójimo como a ti mismo” (Mc 12:31); y como norma práctica está esta sentencia. Es un toque en lo vivo de la psicología humana. Con esta norma, ¡qué autenticidad en el amor, qué de recursos para ejercitarla y qué perspectiva de extensión se abre a la caridad cristiana!

Jesús, a petición de los apóstoles, no enseñó como orar, ahora nos quiere dejar en claro que no hay que ser pusilánime, esto es falto de ánimo o de valor para soportar las penas, y no se debe ser negligente y descuidado con la oraciones y que si no somos oídos a la primera o la segunda, no dejemos de orar. En otras palabras, es bueno tener paciencia en las oraciones.

3.           “EL QUE BUSCA ENCUENTRA”.

¿Cuánto debemos orar?, ¿a que hora debemos orar?, ¿por quien debemos orar?, en cuanto caemos en el error o cuanto mas pecamos, es cuanto mas necesitamos de la oración. Levantaos y orad para que no caigáis en tentación.  (Lucas 22, 46). Así es como Jesús, nos exhorta y nos estimula en extremo a orar, a buscar, a pedir y a llamar, hasta que recibamos lo que pedimos. Jesús insiste pidan y se les dará, esto tiene fuerza de cumplimiento, porque todo lo que viene de Dios se hace. Luego haciéndonos ver la pequeñez inexcusable de nuestra fe, nos añade; “el que busca encuentra”. Las cosas que se buscan exigen mucho cuidado, principalmente lo que está en Dios, porque son muchas las cosas que dificultan nuestros sentidos. Con el mismo entusiasmo que ponemos al buscar cosas perdidas así debemos buscar a Dios, es decir con ganas de encontrarlo.

4.           “AL QUE LLAMA SE LE ABRIRÁ”

Manifestemos también que aunque no se abra la puerta inmediatamente, debemos esperar, por esto añade: “al que llama se le abrirá”. Porque si continuamos pidiendo, recibiremos sin duda. Por esto está cerrada la puerta, para obligarnos a que llamemos; por ello no contesta afirmativamente en seguida, para que pidamos encarecidamente. El Señor no nos invitaría tanto a que pidiésemos si no quisiera darnos, porque más quiere dar el Señor, que nosotros recibir.

Algunos se preguntarán ¿por qué muchos que oran no son oídos? A ellos debemos contestarles que todo aquel que llega a pedir con recta intención, (seamos derecho en pedir), no omitiendo nada de lo que pueda contribuir a obtener lo que pide, recibirá sin duda lo que ha pedido en su ruego. Pero si alguno separa su intención del ruego justo, esto es, no pide como corresponde o debe y entonces puede decirse que no pide.

Santiago escribe: “No tenéis porque no pedís, y si pedís, no recibís porque pedís mal, para dar satisfacción a vuestras pasiones” (Sant 4:3).

En todo caso si pedimos, y creemos que no hemos recibido, todo lo que hemos ofrecido al Señor nunca estará demás.

5.           ¿QUIÉN DE USTEDES, CUANDO SU HIJO LE PIDE PAN, LE DA UNA PIEDRA?

Dios sabe lo que necesitamos, y nos concede lo que El sabe que es bueno para nosotros. Algunas veces pedimos cosas que son inalcanzables, o cosas extrañas movido por ilusiones que se nos ocurren, por ejemplo que nos ayude a ganar la lotería, cuando pedimos a Dios algo semejante, nunca lo alcanzaremos.

En otras palabras, cuando nuestro hijo nos pide pan se lo concedemos con gusto, porque pide un alimento conveniente; pero cuando por falta de inteligencia nos pide una piedra para comer, no solamente no se la damos, sino que se lo prohibimos, porque es perjudicial hasta el deseo de ella. Este es el sentido del evangelio, porque si entre nosotros un hijo nos pide pan ¿le daríamos acaso una piedra? En el mismo sentido debemos entender lo de la serpiente y del pez, cuando dice: ¿Quién de ustedes, cuando su hijo le pide pan, le da una piedra? ¿O si le pide un pez, le da una serpiente?”

Dios no solamente nos concederá lo que le pidamos, va más allá, y se nos da así mismo, nos da su propio Don, que es el Don de su divino Espíritu.

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

 

SANTORAL

 

SAN VALERIO S. VII

La persecución es herencia de cuantos quieran seguir de cerca al Divino Maestro. El Papa Benedicto XV hasta llegó a decir, en animada charla con un grupo de cardenales, que la "persecución" es la quinta nota esencial de la Iglesia.

San Valerio fue sin duda alguna uno de los santos que más duramente haya sido perseguido durante toda su vida. No fue el suyo un camino de rosas.

A principios del siglo VII nació en la Provincia de León, cerca de Astorga, y por estas cercanías pasó casi toda su larga vida yendo de una a otra parte y encontrando dificultades de todo tipo para poder tomar una residencia fija para lo que él ansiaba: Servir a Dios en la oración y penitencia.

Recibida una esmerada educación cristiana, trató de vivir siempre de acuerdo con ella. Pronto se dio cuenta de que la juventud caminaba por las vías del abandono religioso y de la entrega a los placeres de la carne, y él huyendo se quiso retirar a un Monasterio famoso en su tiempo y que había fundado unos años antes el santo Obispo de Braga San Fructuoso. A pesar de sus buenas intenciones y excelentes cualidades que le adornaban, no fue admitido en aquel monasterio, porque otros eran los planes que la Divina Providencia tenía sobre él. Debía cargar con la cruz de la persecución y de la penitencia, sobre todo, de la que conlleva la inseguridad y vida nómada a la que desde ahora se verá forzado en todas partes. Bien se le podía nombrar patrón de los hombres que van de camino, de los que se hallan faltos de seguridad...

Como sentía un atractivo irresistible hacia la vida de soledad y silencio, se retiró a una ermita, sita cerca del castillo de la Piedra, no lejana a la villa de Astorga. Allí se entregó a la oración, al ayuno y la maceración de su cuerpo. Pronto corrió la voz por aquellos contornos de la santidad de vida de aquel joven ermitaño y muchos acudían a visitarle, a pedirle sus oraciones y consejos para su caminar espiritual. Esta ermita estaba a cargo de un clérigo que se llamaba Flayno. Al ver las ricas limosnas que le entregaban todos los buenos visitantes para su sustento y para que pudiera hacer limosnas a los que siendo más pobres que él le visitaban... pronto se despertó en el corazón del avaro Flayno deseo de apoderarse de todo aquello y le exigía le entregase todo que le daban. Más aún, le obligó a marcharse de allí y los buenos cristianos acudían al nuevo paradero de Valerio y allá iban a parar sus limosnas. Flayno no dudó de acudir allá y quería apoderarse también de estas limosnas que ya nada tenían que ver con su ermita. Llegó incluso a pegarle y burlarse de él.

Sus admiradores le adquirieron una ermita en un pueblecillo llamado Ebronato y allí se sentía dichoso entregado a la oración y penitencia. Pronto el amo de aquella heredad, llamado Racimino, empezó a tenerle envidia de ver lo admirado y querido que era de todo el mundo y trató de echarlo de su finca con los mayores improperios. Puso al frente de aquella iglesia a un tal Justo, diácono, que no tenía de justo más que el nombre y también trató de hacer la vida imposible al pacífico ermitaño Valerio. Lo veían los fieles y trataban de ayudarle, pero no siempre podían hacerlo.

Por fin, después de más de veinte años de duras pruebas y persecuciones de todo tipo, recibió la inspiración del cielo de que se trasladase a la región del Bierzo, y allí edificase una Ermita que sería su cobijo hasta su muerte. Así lo hizo y en aquel lugar tan solitario, lejos del mundanal ruido, se entregó a la más dura penitencia y prolongada oración. El Señor le bendijo copiosamente y obraba muchos prodigios por su medio.

Hizo el voto de no perder ni un minuto de tiempo, y así, cuando terminaba su oración se entregaba a trabajos manuales o a escribir, ya que también, a pesar de su escasa formación literaria, nos dejó preciosos tratados espirituales y varias vidas ejemplares. Por fin un 25 de febrero, de finales del siglo VII, expiró en el Señor.

Santoral preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo

 



Respuesta  Mensaje 27 de 29 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 28/02/2010 13:56

ESTUDIO Y REFLEXIÓN BÍBLICA

 

“yo les digo que todo aquél que se irrita contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal”

Mt 5, 20-26

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

1.      SI LA JUSTICIA DE USTEDES NO ES SUPERIOR A LA DE LOS ESCRIBAS Y FARISEOS

En el evangelio de hoy, Jesús, se atribuye una autoridad superior a la de Moisés, así es como lo dice explícitamente. Jesús es superior a la misma Ley y tiene además autoridad para cambiarla.

Jesús, ahora no solo prohíbe el homicidio, también veda la ira, los insultos, las injurias, es decir, se deben evitar los pecados y faltas externas e internas, como las ofensas, la rabia, agravios y ultrajes.

Jesús dijo a sus discípulos: Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos. Se trata, pues, de fidelidad a la Ley, pero de fidelidad al cumplimiento del espíritu de la Ley, pues en su cumplimiento material, aquéllos eran maestros insuperables. Ya los profetas habían urgido la necesidad de poner el espíritu y el corazón en los sacrificios. El rito material no cuenta. Por el simple cumplimiento del rito cultual, Dios no lo atiende ni retribuye. Esto es lo que Jesús censura, al tiempo que enseña cómo ha de ser la práctica de la nueva Ley, de la justicia mesiánica; no hipocresía de un rito sin vida. La justicia del reino mesiánico es sencillamente la justicia de la autenticidad religiosa. Este versículo, es un término completivo del tema sobre la relación de Jesús y la Ley vieja, pero es, al mismo tiempo, un versículo puente para el tema del sermón de la Montaña: el perfeccionamiento moral de la vieja Ley y el perfeccionamiento del espíritu con que ha de ser practicada.

2.      NO MATARÁS, Y EL QUE MATA DEBE SER LLEVADO ANTE EL TRIBUNAL

Dice Jesús: Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás, y el que mata debe ser llevado ante el tribunal. Jesús se esta refiriendo al quinto precepto del Decálogo (Diez Mandamientos): No matarás. Refiriéndose al auditorio les dice: Ustedes han oído que se dijo a los antepasados. Estos antepasados son las generaciones judías anteriores.

La cita se hace literalmente del Decálogo, pero la segunda parte, No matarás, y el que mata debe ser llevado ante el tribunal, no se encuentra citada así en la Ley, esta castiga el homicidio: El que hiere mortalmente a otro será castigado con la muerte (Ex 21:12; Lev 24:17). Este juicio al que se alude puede ser el juicio jurídico del tribunal (Dt 16:18; Dan 7:26 en los LXX) que le juzgará y le condenará o puede ser la misma condena.

Esta legislación del Decálogo había sido interpretada materialmente: realización física del homicidio. Pero Jesús, al contraponer su enseñanza a la interpretación rabínica del mismo mandamiento, está dando la interpretación del contenido primitivo.

3.      TODO AQUEL QUE SE ENOJA CONTRA SU HERMANO MERECE SER CONDENADO

Hay también en ello otro valor. Al contrastar lo que se les había dicho por Moisés a los antiguos, sin embargo al decir Jesús Pero yo les digo, está implícitamente declarándose superior a Moisés. Jesús ira luego gradualmente declarándose superior a los reyes, profetas, sábado y Templo (Mt 16:6). Aquí se presenta ya como el supremo Legislador de Israel.

Pero yo les digo que todo aquel que se enoja contra su hermano merece ser condenado por un tribunal. En este precepto no solamente se condena el acto de homicidio real, sino la injuria al hermano. Este, en la apreciación judía, era el equivalente al prójimo, y éste era sólo el judío. Aquí también se condena el irritarse contra el hermano injustamente (Mc 3:5) al llamarlo racá. Es palabra aramaica; se proponen varias etimologías, como abominable, o loco, pero ésta significa además rebelde contra Dios, ateo.

4.      Y TODO AQUÉL QUE LO INSULTA MERECE SER CASTIGADO

Hay alguno ejemplos en la lectura rabínica: el que llama a su prójimo siervo será castigado con anatema (excomunión); el que lo llama espurio, (ilegitimo) con cuarenta azotes; el que impío, ha de ser acusado de crimen capital.

El castigo correspondiente es también gradual. Dice Jesús: Y todo aquél que lo insulta merece ser castigado por el Tribunal que ha de haber en todos los pueblos (Dt 16:18); al racá, se es reo ante el sanedrín, es decir, ante el gran sanedrín de Jerusalén, que es el que tenía competencia en los crímenes mayores; al de impío, se le amenaza con la gehenna de fuego, o sea el infierno --- Y el que lo maldice merece el infierno ---

Naturalmente, Jesús no pretende establecer este triple y exclusivo código de penas y castigos. Toma los términos de la jurisprudencia judía como medio de expresión de valoración moral. El tribunal ante el que Jesús cita no es más que uno: el de Dios.

5.      EL QUIERE QUE VIVAMOS EN PAZ LOS UNOS CON LOS OTROS.

Tomando tres casos con un crescendo de gravedad, expone representativamente todo otro tipo de culpas, sugerido por este procedimiento semita de acumulación. En el quinto precepto del Decálogo no sólo se condena el homicidio físico, sino todo deseo de injuria injusta.

El judaísmo en tiempo de Jesús era unánime en rechazar la ira entre hermanos. Hasta en Qumrán se dice: El que guarde rencor a su prójimo, injustamente, será castigado seis meses (Regla. VII,8), también se lee en el Talmud bab. (Yoma 22b): Un aprendiz de las Escrituras, que no se venga y no es rencoroso, no es un verdadero aprendiz de las Escrituras.

Luego Jesús, expone en dos pequeñas parábolas la necesidad de la reconciliación con el prójimo, El quiere que vivamos en paz los unos con los otros.

6.      DEJA TU OFRENDA ANTE EL ALTAR, VE A RECONCILIARTE CON TU HERMANO, Y SÓLO ENTONCES VUELVE A PRESENTAR TU OFRENDA

Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Esta presenta con una semejanza tomada del sacrificio y la presenta con la urgencia del que está ya a punto de ofrecerle. Que la deje ante el altar y que vaya primero a reconciliarse con su hermano, si tiene algo contra ti, por suponerse que el oyente hizo algo injusto contra él. Con ello encarece la necesidad de la caridad al ponerlo en comparación con el sacrificio. Ya que, siendo éste representación vicaria del oferente, no es grata a Dios sin el amor al prójimo (Os 6:6).

Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo. Esta segunda comparación está tomada de la vida civil: más vale componerse los litigantes de un pleito entre ellos que venir a la sentencia inapelable del juez, aparte de pagar costas y tener incomodidades y pleito. Se pagará hasta el último centavo. Es una pequeña parábola, de la que luego se alegorizan algunos elementos, el tiempo que están en camino probablemente alegoriza el tiempo que se está in vía; el juez y su sentencia son el tribunal de Dios; el castigo en prisión, de la que no se saldrá hasta que se pague el último centavo, es decir, hasta que se cumpla estrictamente la justicia, y porque el tono de esta redacción parabólica sólo habla popular y sapiencialmente del anuncio de un castigo que corresponde a una culpa contra la caridad, pero sin más precisiones.

7.      DIOS APRECIA DE SOBREMANERA LA UNIDAD FRATERNAL

Jesús, nos pide siempre que vivamos en paz y armonía con todos nuestros hermanos y, que tengamos una actitud constante de reconciliación frente a las diferencia que a veces nos separan. Dios aprecia de sobremanera la unidad fraternal, nos esta diciendo que: deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda, es decir el sacrificio no será agradable a El, sino en cuanto vivamos en amor y paz con nuestros hermanos.

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

SAN ALEJANDRO DE ALEJANDRÍA  +326

No es lo suficientemente conocido este gran Patriarca de Alejandría, que será quien en primer lugar se enfrente contra el heresiarca Arrio y el primero que descubra sus errores. Nació hacia el año 250 y se distinguió pronto por las ricas cualidades que adornaban su alma. Los historiadores de la época y posteriores nos lo pintan como un hombre de carácter dulce y afable, lleno siempre de enorme caridad para con todos los hermanos, especialmente para con los más pobres. Otra cualidad, hermana gemela de ésta, notaban en él cuantos le trataban. Era conciliador. Ante él no podía haber riñas y corazones encontrados...

Por otra parte parece que se contradice con estos rasgos característicos suyos lo que durante toda su vida se podrá apreciar ya que, como era profundo conocedor de la ortodoxia cristiana y un enamorado de la fe y persona de Jesucristo y de su Iglesia, cuando las veía atacadas se levantaba con fuerza contra todo lo que pudiera empañar su blancura, la de su Señor y la de su Madre. Por ello en sus luchas durísimas contra Arrio y sus secuaces será más bien duro, mordaz e incansable luchador.

El año 313 moría Aquillas, el Patriarca de Alejandría y era elegido para esta Sede nuestro protagonista. Parece que eran dos los candidatos para ocuparla: Alejandro y Arrio. Los primeros años del patriarcado de Alejandro, Arrio estuvo sumiso y reinaron buenas relaciones entre ambos. Parece que el nuevo Patriarca se entregó de lleno a defender y propagar a las multitudes que en aquel entonces se retiraban del mundo a la soledad para mejor servir al Señor. Eran millares los que esto hacían. Alejandro conocía bien que esto era un gran fuerza para la Iglesia ya que la oración y penitencia serán siempre fundamentos, junto con la caridad, de toda la vida cristiana.

San Alejandro será siempre recordado también por la historia como el gran descubridor y profundo formador del futuro Padre de la Iglesia San Atanasio. Supo descubrir la gran obra a que este hombre singular estaba llamado por la Divina Providencia y no escatimó sacrificios para formarle según el espíritu del Evangelio.

Pero la máxima gloria proviene a San Alejandro--como ya indicamos arriba--por su lucha contra el hereje Arrio, al que con ejemplar valentía le descubrió sus muchos errores contra la fe cristiana. Arrio empezó a separar y distinguir tanto a las Tres Divinas Personas que prácticamente para él tan sólo el Padre era verdadero Dios... El Verbo y el Espíritu Santo eran de inferior categoría y estaba totalmente subordinados al Padre. Para sacarle de éste y otros errores el Patriarca Alejandro tuvo varias conversaciones con él en privado y al ver que nada progresaba... convocó el año 320 un sínodo en Alejandría al que acudieron más de cien Obispos. Se presentó Arrio y expuso su doctrina siendo condenado unánimemente por toda aquella Magna Asamblea de Padres. Después de aquel anatema lanzado contra Arrio y su doctrina, éste, en vez de someterse con humildad y reconocer sus errores, partió para diversos lugares y se dedicó a extender su malévola doctrina. Los dos Eusebios--de Cesarea y de Nicomedia--intercedían ante Alejandro y ante el emperador Constantino para que Arrio pudiera volver a la Iglesia católica y por lo tanto se le levantara la excomunión. Para ello el emperador escribió cartas a Arrio y a Alejandro y encomendó la reconciliación al gran obispo Osio de Córdoba. Pronto se dio cuenta este sabio obispo que con Arrio no había nada que hacer. Había que convocar un Concilio Universal y así se hizo el 325, el primero, celebrado en Nicea. San Alejandro a pesar de su avanzada edad y muchos achaques por su dura lucha contra la herejía, asistió y desempeñó un importantísimo influjo en la condenación del arrianismo que hizo el Concilio. Murió el 26 de febrero del 326.

Santoral preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo

 



Respuesta  Mensaje 28 de 29 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 28/02/2010 13:57

“Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores”

 Mt 5, 43-48

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

1.      FOMENTAR EN NUESTRO CORAZÓN EL AMOR A NUESTROS ENEMIGOS

En este capitulo 5 de san Mateo, hemos leído como en distintos casos, Jesús ha perfeccionado la Ley, esa ley que enseñaba odiarás a tus enemigos, lo que equivalía a no tienes porque amarlo, entonces vamos hacer algunas referencia a la antigua Ley, para veamos el ambiente en que se vivía en aquel tiempo cuando Jesús nos invita a fomentar en nuestro corazón el amor a nuestros enemigos y pedir que seamos perfectos como es perfecto el Padre que esta en los cielos.

2.      AMARÁS A TU PRÓJIMO Y ODIARÁS A TU ENEMIGO

Jesús dijo a sus discípulos: Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Nuevamente Jesús cita lo que oyeron en las lecturas y explicaciones sinagogales. La primera parte de esta sentencia se encuentra formulada así en la Ley, ----No te Vengarás ni Guardarás rencor a los hijos de tu pueblo. Más bien, Amarás a tu Prójimo como a ti mismo ---- (Lev 19:18).

En la Ley se preceptúa el amor al prójimo; pero éste prójimo es sólo el judío. En algunos pasajes se recomienda y manda amar también al peregrino pero el contexto hace ver que no es el transeúnte, sino el advenedizo establecido habitualmente entre el pueblo judío e incorporado a él. - Cuando un extranjero resida con vosotros en vuestra tierra, no lo oprimiréis- (Lev 19:34),

3.      AMAR A TODOS LOS HIJOS DE LA LUZ

La Ley preceptuaba positivamente el exterminio de diversos pueblos idólatras, amalecitas, ammonitas, moabitas, madianitas, cananeos y hasta preceptuaba la prohibición de aceptar compensación pecuniaria por el rescate de estas gentes - No aceptaréis rescate por la vida del asesino que Está condenado a muerte; Morirá irremisiblemente - (Núm 33:31). El salmista decía: ¿Cómo no odiar, ¡oh Yahvé! a los que te odian? ¿Cómo no aborrecer a los que se levantan contra ti? Los detesto con odio implacable y los tengo por enemigos míos (Sal 139:21.22).

Como síntesis ambiental, en Qumrán, en el Manual de disciplina (1:4-9), se lee Amar a todos los hijos de la luz, y aborrecer a todos los hijos de las tinieblas. Lo mismo en los Salmos de Salomón

4.      JESÚS DA SU ENSEÑANZA PROPIA, “AMEN A SUS ENEMIGOS, RUEGUEN POR SUS PERSEGUIDORES”

Así es como del precepto positivo de amor al prójimo, pero solo entre los judíos, sumado al silencio del amor universal al prójimo, y que la ley respaldaba el exterminio de ciertas gentes que no eran judías, se vino a concluir dentro del pueblo la ilógica, pero práctica para ellos, la no obligación de amar a los no eran judíos.

Este era el ambiente que existía en tiempo de Jesús, con una interpretación muchas veces exagerada de la Ley, sin embargo Jesús da su enseñanza propia; Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores, es decir el amor al prójimo llega hasta amar a nuestros enemigos, que, en contraposición al judío de aquel tiempo, son todos los no judíos, todos los hombres. Y al mismo tiempo se extiende a perdonar las ofensas personales con verdadera amplitud, pues manda; rueguen por sus perseguidores, en otras palabras a orar por los mismos que los persiguen.

5.      ASÍ SERÁN HIJOS DEL PADRE QUE ESTÁ EN EL CIELO

Nunca el judaísmo llegó a esta moral. EL motivo que Jesús cita para exigir este amor al enemigo es doble: así serán hijos del Padre que está en el cielo. La bondad es esencial a Dios y se desborda, benéfica y protectora sobre todos los hombres, buenos y malos - porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos - .No priva a éstos ni del beneficio del sol ni de la lluvia, destacado este último por su valor incalculable en la seca tierra oriental.

Por eso, cuando los seres humanos, en lugar de odiar a sus enemigos, los aman por caridad, imitan y participan de esta bondad indistinta y universal de Dios. Y esta imitación y participación establece en ellos una nueva y especial relación con El. Lo que se expresa en semita por el concepto de filiación: hijos de Dios, como se es, hijo de la luz. Así son los hombres, hijos de vuestro Padre, que está en los cielos.

6.      SI USTEDES AMAN SOLAMENTE A QUIENES LOS AMAN, ¿QUÉ RECOMPENSA MERECEN?

Dice Jesús: Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? El amor natural es practicado espontáneamente por todos. Pero aquí se destacará la necesidad de una conducta nueva de amor, que llega a los publícanos y gentiles, a quienes los judíos abominaban. ¿No hacen lo mismo los publicanos? y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos? El amor aquí a los hermanos se debe de referir a los miembros de la comunidad eclesial a la que pertenecen. El motivo es este amor a Dios, a quien hay que imitar en la anchura del mismo.

7.      POR LO TANTO, SEAN PERFECTOS COMO ES PERFECTO EL PADRE QUE ESTÁ EN EL CIELO

Jesús, luego añade la siguiente sentencia; Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo. La perfección que se pide aquí es la benevolencia y el amor a los enemigos, pero por sobre todo, la misericordia.

Esta es la gran lección que hoy nos enseña Jesús, eso debe ser parte del cristiano, en su obrar, ha de imitar, en el modo de conducirse, al Padre celestial, norma cristiana de toda perfección. Ser grandes de corazón, supone el amor por los que consideramos enemigos, manifestación clara de que somos hijos de Dios y por esa forma de ser, reconocerán en nosotros la filiación divina. Dios es todo bondad y ama a todos los hombres, al imitar en eso al Padre, participamos todos de su bondad infinita.

El Señor les Bendiga

SAN GABRIEL DE LA DOLOROSA 1838-1862

El primero de marzo de 1838 nacía en Asís el undécimo de los trece hijos que tendría la familia Possenti. El día de su bautismo le impondrían el nombre de Francisco, que al vestir el hábito de religioso pasionista lo cambiaría por el de Gabriel de la Dolorosa.

Cuando tenía cuatro años perdió a su madre, y, su padre, que era un magnífico cristiano, supo suplir a su esposa en la educación cristiana y cívica de sus hijos. Siempre Gabriel recordará con gran afecto y gratitud las huellas de virtud y sólidos ejemplos que le diera su padre, Francesco Possenti. Nació en Asís, pero vivía en Spoleto, entonces ciudad de los Estados Pontificios; su padre, el juez Possenti, era un personaje en la localidad, y Francesco, al que describen como guapo, elegante y presumido, un partido muy codiciado por las madres de familia con hijas casaderas.

Estudió con los jesuitas y estaba, según uno de sus biógrafos, «más preocupado por la literatura que por la virtud». ¿Escribía versos a la moda romántica, quejumbrosos y fatales?. No lo sabemos, pero en cualquier caso se le destinaba clarísimamente al matrimonio.

Una grave enfermedad le movió a prometer que si sanaba se haría religioso, pero al recobrar la salud no tardó en olvidar su promesa, hasta que una recaída en el mal y la muerte de su hermana predilecta hicieron que se planteara seriamente su vocación. Que al principio no fue vista con buenos ojos por el padre, quien debía juzgar a Francesco demasiado mundano. No obstante el joven insiste, y en 1856 ingresa en los pasionistas adoptando el nombre de Gabriel de la Dolorosa por su devoción a la Virgen de los Dolores.

En una orden tan severa como aquella la vida no le resultó fácil: le cuesta acostumbrarse a sus rigores, su delicada complexión se resiente, sufre diversas enfermedades y cuando se ordena de menores en 1861 está ya enfermo de tisis, y morirá un año después antes de ser sacerdote.

San Gabriel - canonizado en 1926 - parece uno de esos derroches divinos que se dan a menudo en la santidad. ¿No podía Dios aprovecharlo mejor, hacer algo más práctico, más útil y visible con él? Quizás en la entrega absoluta de un hombre no hay proporciones ni lógica, todo es desmesurado y gratuito, ajeno a la estrechez de nuestra noción de rendimiento.

Santoral preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo

 



Respuesta  Mensaje 29 de 29 en el tema 
De: LUNASOL Enviado: 28/02/2010 13:57

 

"Subió a la montaña para orar. Mientras oraba, su rostro cambió de aspecto”

Lc 9, 28-36

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

1.      SUBIÓ A LA MONTAÑA PARA ORAR

Jesús tomó a Pedro, Juan y Santiago, y subió a la montaña para orar. En otra ocasiones, el ha subido al monte a orar solo, (Mt 14, 23) en esta ocasión ha invitado a tres de sus apóstoles y, los ha escogido como testigos para una gran acontecimiento. Ellos son los mismos apóstoles que luego serán testigo de de su agonía en Getsemani. Se podría pensar que ocupaban un lugar privilegiado de entre sus apóstoles. Ellos se sentían muy bien el estar allí.

La primera enseñanza importante es, que Jesús había subido orar, él siempre lo esta haciendo, es un modelo que debemos hacerlo parte de nuestra vida diaria, orar al Padre. En esta ocasión invita tres de sus amigos íntimos, entregándonos una gran oportunidad para aprender de este ejemplo, cuando Jesús invita a seguirlo, es porque nos esta dando la oportunidad de ser testigo de las maravillas del Señor, como para darnos a conocer cada instante de su vida. Prestemos atención a las invitaciones que nos hace Jesús, tengamos disposición de atender sus palabras, y guardar silencio para oírlo.

2.      LA TRANSFIGURACIÓN, ES UNA EXPERIENCIA PROFUNDA DE FE

Mientras Jesús oraba, su rostro cambió de aspecto y sus vestiduras se volvieron de una blancura deslumbrante.

La transfiguración, es una experiencia profunda de fe tenida por Pedro, Juan y Santiago, los amigos más íntimos de Jesús y para llegar a conocer los momentos mas transcendentes de Jesús, necesitamos ser sus amigos íntimos, con una comunicación profunda, como la que ellos tuvieron para percibir a Jesús en su verdadera identidad.

Debe haber sido un instante de éxtasis, vieron la realidad gloriosa de Jesús, aunque no se les mostró en toda su magnitud, porque para llegar a entenderlo, tuvieron que conocer a través de la vida, pasión y muerte y de sus propios sufrimientos y muerte, que hay que pasar por esta última, la muerte, para llegar a la vida.

Jesús nos transfigura nuestra vida, El nos ayuda a descubrir la presencia de Dios en nosotros y nos llama a ser sus testigos ante un mundo de contradicciones.

3.      Y DOS HOMBRES CONVERSABAN CON ÉL: ERAN MOISÉS Y ELÍAS

Pedro dijo a Jesús: "Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Hagamos tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías". Muchas veces soñamos con grandes templos, majestuoso, no preocupamos por construir bellas Iglesias o templos muy bien ambientados para Dios, pero el lugar favorito de El no deja de ser aquí entre nosotros, en el corazón de los hombres, en nuestra familia, junto a los niños, a los trabajadores, a los religiosos, sacerdotes, laicos, y con gran privilegio donde la calidez del amor esta presente.

4.      "ÉSTE ES MI HIJO, EL ELEGIDO, ESCÚCHENLO".

Desde una nube se oyó entonces una voz que decía: "Éste es mi Hijo, el Elegido, escúchenlo".

Esta es nuestra gran instrucción de Dios, "escucharlo", eso nos debe caracterizar para ser un servidor de verdad, oír siempre a Jesús, esta actitud receptiva es para la palabra y la total aceptación de Cristo, es una invitación a descubrir lo divino de sus enseñanzas y toda su obra.

La transfiguración consiste esencialmente en la toma de conciencia, por parte de los tres apóstoles, de que Jesús es verdaderamente el Mesías, también revela que la persona de Jesús, es el Hijo muy amado del Padre y trascendente que posee su misma gloria divina.

Estamos llamados también a transfigurarnos cada vez más por la acción del Señor, la sociedad, el mundo, y nosotros en él, se transformara cada vez que aceptamos la voz del Padre en su Hijo, cuando escuchamos su Palabra y la llevamos a la vida. Aceptar las palabras de Jesús, es una invitación a transfigurarnos, es decir a transformarnos en hombres buenos, y salir al mundo a hacer el bien.

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

Link para leer: ORAR CUESTA ARRIBA, VENCIENDO LAS DIFICULTADES

SAN HILARIO + 468

Natural de Cerdeña, era diácono y hombre de confianza del papa san León, quien en el 449 le mandó a Éfeso como legado para asistir al concilio que el propio pontífice debía llamar más tarde «latrocinio». Enlazamos aquí con la historia de san Flaviano, evocada el día 18 de este mes y a cuyas vejaciones Hilario asistió horrorizado e impotente.

Temiendo por su vida ante aquellos energúmenos y llevando consigo la apelación que Flaviano dirigía al Papa, Hilario se puso bajo la protección de san Juan evangelista, cuya tumba se veneraba en las afueras de Éfeso, y allí hizo un voto al discípulo amado del Señor, cuyo culto era entonces casi inexistente en Roma.

Consiguió volver sano y salvo a Roma (desde donde escribió a la emperatriz Pulqueria informándole de lo sucedido), y a fines del 461 sucedió a san León en la Silla de Pedro. Gobernó la Iglesia durante siete años, durante los cuales no se produjo ningún hecho de gran relieve.

Vemos a san Hilario ocupándose de cuestiones de disciplina (usurpación de episcopados, abusos en la consagración de obispos sin el consentimiento de los metropolitanos, consagraciones ilegales, etc.) y oponiéndose a que se propagaran herejías como la del macedonio Filoteo.

¿Olvidó el voto de Éfeso? No, hizo edificar dos oratorios en la basílica constantiniana de Letrán--aunque muy transformados, aún subsisten - que dedicó a san Juan Bautista y a san Juan Evangelista y así el nombre de Juan quedó vinculado para siempre a Letrán. Dos inscripciones recuerdan su iniciativa.

Este agradecido papa recibió sepultura en san Lorenzo extramuros.

Santoral preparado por la Parroquia de la Sagrada Familia de Vigo




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