EN
PAZ Artifex vitae artifex sui
Muy cerca de mi
ocaso, yo te bendigo, Vida, porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
Porque veo al final de mi
rudo camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino; que si
extraje las mieles o la hiel de las cosas, fue porque en ellas puse hiel o
mieles sabrosas: cuando planté rosales coseché siempre rosas.
...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno: ¡mas tú no me
dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas las noches de mis
penas; mas no me prometiste tan sólo noches buenas; y en cambio tuve
algunas santamente serenas...
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
Amado
Nervo
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